- ¿Qué demonios me estás diciendo, Mai Valentine?
Preguntó Tea Gardner sumamente enojada.
Mai suspiró, se esperaba algo así y sabía que se lo merecía.
- Que no puedo dejar a Serenity, Tea, que no puedo y no quiero.
- ¿Por qué? ¿Entonces por qué jugaste conmigo? ¿Por qué, si no ibas a dejar a tu estúpida esposa, la perra pelirroja esa, me dijiste que esperara por ti? ¿Que esperara por ti o te quedarías con ella?
Le gritó Tea, tomándola de la camisa y zarandeándola, Mai era más fuerte y grande que ella, pero en esos momentos la del corazón hecho trizas era ella.
Me engañaste, me mentiste,
Me dijiste que desde aquel día ya no la veías,
Me engañaste, y seguí siendo sólo en tu vida
Una compañía, me mentiste,
Me pediste que espere por ti, hoy te quedas con ella...
- Tea, perdóname - Le pidió Mai tomándola de los brazos para que dejara de jamaquearla y mirándola a los ojos - Yo traté de dejarla, Tea. Pero no pude al verla, al sentirla, su piel contra mi piel... me di cuenta que, a pesar de mis problemas con Serenity... Te quiero a ti, pero aún la amo a ella. No puedo dejarla, es mi esposa, tenemos dos hijos juntas.
- Yo hubiese criado a tus hijos y los de ella, como si fueran míos.
- Perdóname, Tea. Pero la amo.
Se disculpó Mai sinceramente mirándola a los ojos.
No sabía, no pensaba,
Que me iba a faltar el valor cuando quise dejarla,
No creía que me haría tan mal la tristeza
Que había en su mirada, y me di cuenta,
Que a pesar de quererte a ti, no he dejado de amarla...
- Eso lo puedo entender, lo que no puedo entender es la mentira, Mai. Me ilusionaste. Pensé en realidad que la ibas a dejar, que te ibas a quedar conmigo. Cuando te entregué mi virginidad y me entregué a ti por primera vez, me juraste que así sería.
Al fin yo he sido en tu vida una estúpida más,
Que viene corriendo a buscarte cuando ella se va...
- No me hables así, Tea, yo te juro... que esas eran mis intenciones. Mi matrimonio con Serenity iba muy mal, pero la amo, y ahora que está tratando de arreglar las cosas me di cuenta que no podía dejarla.
No sigas hablándome así, yo hice todo lo que pude,
No me pidas más...
- Eres una maldita mentirosa, Mai. Ya no te puedo creer nada. Simplemente Serenity no estaba de humor para estar teniendo sexo contigo, así que me utilizaste a mí.
Me engañaste...
- Tea...
No
- Me mentiste, maldita estafadora embaucadora.
Me mentiste...
- Yo nunca te oculté mi matrimonio. Olvidas que Serenity Wheeler es tu mejor amiga, que fuiste la madrina de nuestra boda.
No
- Pero te amaba, creí en ti, Mai, tanto que estuve dispuesta a traicionar a mi mejor amiga por tu amor, sólo fui una estúpida.
Me tomaste cuando te hice falta y ahora me tiras,
Me usaste, y tapaste conmigo el fracaso de toda tu vida,
Me engañaste, me pediste que espere por ti,
o te quedas con ella...
- Tú no fuiste la única que perdió, Tea. Yo estuve a punto de perder a mi esposa, mis hijos, mi hogar. Arriesgué mucho por ti. No lo olvides, yo pude haberme quedado sin ti y sin Serenity. Al final la elegí a ella, pero el tiempo que estuvimos juntas te hice feliz ¿o no?
Y las noches, y los días que mentí para estar
Un minuto contigo a escondidas,
Y las horas que pasé complaciendo las cosas
Que tú me pedías, o te olvidas?
Que yo pude haberme quedado sin ti y sin ella...
- ¿Y de qué me sirvió eso a mí? No soy virgen ya. Estoy esperando un maldito bastardo tuyo y tú te quedarás con Serenity.
- Me haré cargo del bebé, no le faltará nada.
- No, Mai, jamás lo verás. Quédate con tu mujercita y tus hijos legítimos.
Y dime, a mí todo eso de qué me sirvió?
Si hay alguien aquí que ha perdido, seguro soy yo...
- Ese bebé es también mío, no me puedes alejar de él sólo porque lo nuestro no funcionó.
Tú sabes que nunca fue así,
Si quieres buscar un culpable, seremos los dos...
- Bien, entonces anda y explícale a tu recién conciliada esposa, que va a ser madrastra de un hijo mío.
Me engañaste...
Mai quedó en silencio; no, no se lo podía decir a Serenity o esta la volvería a dejar, y esta vez no la perdonaría. Miró a Tea Gardner sintiéndose culpable.
No
- Eso pensé, Mai - Dijo Tea con ironía - Mejor vete con tu mujer. Y déjame guardar aunque sea algo para mí.
Me mentiste...
- Tea...
No
- No, Mai. Déjame guardar el odio que ahora siento por ti. Déjame recordar que fui una estúpida más en tu vida, para enseñarle a nuestro hijo a no serlo nunca. Y claro, lo poco que vales.
- Tea...
- Adiós, May.
Dijo Tea, y tomando su abrigo salió del departamento donde Mai la mantenía como su amante. Salió sin mirar atrás, dejando atrás a una culpable Mai, quien supo que nunca la volvería a ver o a tener entre sus brazos. Pero luego pensó en Serenity, eso sería lo mejor.
Y jugaste conmigo del modo que tú más querías
No
Te burlaste, prometiéndome siempre algo más
De lo que tú podías, me engañaste,
Me pediste que espere por ti, hoy te quedas con ella...
Me engañaste...
No
Me mentiste...
Fin
(En cursiva, la canción <i>Una estúpida más</i> de Pimpinela.)