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Bajo la influencia de un veela por ArseferVastion

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Notas del fanfic:

Aquí les dejo el link de la otra plataforma donde subo este fanfics de mi autoría: http://laslagrimasdelfenix.foroactivo.com/t778-bajo-la-influencia-de-un-veela 

 

En este link está hasta el capitulo 4

Notas del capitulo:

Agradezco cualquier comentario o crítica constructiva, solo no sean muy duros conmigo. Vuelvo a escribir luego nucho, así que no sean muy duros conmigo. 

En Neuilly-sur-Seine, en el noroeste de París, en la orilla derecha del río Sena, no hay nada, absolutamente nada, fuera de lugar. Todo es perfecto. Las flores de colores de los parterres brotan espléndidas, los jardines están impecables, la arquitectura de sus edificios es armoniosa, los suelos resplandecen de limpios, por la calle no se ve ni una brizna de suciedad, sus colegios públicos pasan por ser de lo mejorcito de Francia, está muy bien comunicada, cuenta con fantásticas infraestructuras y bellos páramos naturales y con una población pequeña y tranquila de personas con buenos trabajos.

 

 

 

Como una comunidad muggle/ mágica, con una población pequeña y reservada, era un lugar tranquilo para vivir, con atracciones tanto mágicas como Muggles y una buena cantidad de mansiones espectaculares y con un índice de pobreza mínimo.

 

 

A las afueras de la cuidad, a los 15 minutos estaba una de las mansiones más grande de la cuidad, la Mansión de los Malfoy. Una construcción parecida a un castillo, pulcra y gigantesca, poseía un hermoso jardín bastante bien cuidado, lleno de flores y arbustos, junto a una enorme reja dorada que limitaba la mansión del pequeño bosque cercano. Los alrededores estaban protegidos por un fuerte hechizo, el cual alejaba a los Muggles curiosos y desorientaba a los magos. 

 

 

 

Toda la comunidad Francesa conocía ese lugar, después de todo la familia Malfoy poseía una muy buena reputación dentro de la comunidad mágica. A pesar de los antecedentes de esta, la matriarca actual se había asegurado de que la reputación de la familia fuera respetada por su poder, influencia y riqueza, aunque esta familia ahora solo eran Draco y Narcissa Malfoy.

 

 

 

 

La señora Narcissa Malfoy, una mujer hermosa y pulcra, vestida con un elegante conjuro color verde menta, junto con su largo cabello suelto. Caminaba por el recibidor de su enorme mansión, sin quitar su vista de varios documentos que revoloteaban a su alrededor . Solo se podía escucharse el Fuerte sonido de sus tacones al golpear con el pulido piso de madera y los murmullos de esta. Era un día soleado y tranquilo, afuera no había ni una nube fuera de lugar y el ambiente estaba cálido pero fresco, los pájaros cantaban en el exterior y había una brisa fresca. 

 

 

 

—Eldar — Exclamo en un tono fuerte la señora de la casa, sin despegar la mirada de los documentos. Un elfo apareció frente a ella, hizo una reverencia para su ama de forma sumisa—¿Draco esta en su habitación? — Pregunto, mientras subía las escaleras del recibidor para ir al segundo piso. Los documentos desaparecieron en el aire con un movimiento de la varita de la señora.

 

 

 

—El amo Draco esta en su habitación — Respondió en tono sumiso el elfo, Narcissa asintió y caminó hasta un pasillo lleno de puertas, dejando atrás al elfo, el cual volvió a lo que estaba haciendo antes de ser convocado. 

 

 

 

Llego hasta una puerta especialmente grande, una puerta doble de madera con flores retorcidas y dibujos de aves que cantaban una tonada suave y se movían a lo largo de la puerta.

 

 

—Draco— Llamó la mujer, tocando la madera con los nudillos un par de veces. Al no obtener respuesta, abrir la puerta y asomó la cabeza adentro. Vio el reloj y se mordió el labio inferior a ver la hora, ya era bastante tarde.

 

 

La habitación gigante en tonos marrones y verdes claros estaba completamente vacía, aunque las cortinas estaban abiertas y la luz natural del sol iluminaba cada rincón del cuarto. La cama estaba hecha, pulcramente y sin una sola arruga en los cobertores. Una charola de plata con varios platos vacíos descansaba en la cómoda junto a la cama con descuido. 

 

 

El equipaje estaba hecho, se amontonaba en una buena cantidad de valijas de buena calidad apiladas junto a la cama y a la jaula de Abrace la lechuza de Draco, la cual permanecía inmóvil con los ojos cerrados, dormida seguramente.

 

 

 

—¿Madre? — Draco Malfoy, un jovencito rubio de ojos grises, delgado y bastante guapo salió de el armario/ vestidor. Vestía un pantalón oscuro junto con un chaleco de un tono más gris, una camisa celeste perfectamente planchada y una corbata de un tono celeste un poco más oscuro que la camisa, zapatos de vestir negros y un par de guantes blancos —¿ya es la hora? Se me hizo un poco tarde — Se estaba poniendo un blazer oscuro del mismo tono del pantalón con el escudo de 

Beauxbatons estampado en el pecho, botones de oro con grabados y varios detalles doradas que adornaban el cuello y las mangas. 

 

 

 

—Todavía queda un poco de tiempo — Respondió Narcissa, mientras acomodaba el cabello largo de su hijo con sus blancas y suaves manos. Draco alisó las arrugas inexistentes de su traje y acomodo la corbata aunque quedó igual pues está ya estaba perfecta. Draco se giró hacia el reloj de su habitación —¿Desayunaste?— Pregunto en tono maternal, Draco asintió, señalando la charola de plata. Sacó su varita y la hizo desaparecer de encima de la cómoda. 

 

 

 

—Un elfo me trajo el desayuno más temprano — Le Respondió Draco, Narcissa sacó su varita y hizo desaparecer el equipaje y la jaula de la lechuza de la habitación . 

 

 

—Tenemos que movernos, queda muy poco tiempo — Se colgó del brazo de su hijo y lo guió hasta afuera de la habitación. Atrás de él las cortinas se cerraron y dejaron la habitación en completa oscuridad.

 

 

Caminaron tomados de brazo por los pasillos y bajaron las escaleras hasta llenar al recibidor,luego salieron por la puerta trasera hacia los jardines traseros. 

 

 

Varios elfos los esperaban en una línea, todos esperando poder despedir al joven amo de la mansión, el cual pasaría mucho tiempo fuera. Su equipaje lo estaba esperando allí, junto a la lechuza ya completamente despierta. 

 

 

Justo frente a los jardines, una puerta de roble flotaba en el aire, sin estar conectada a nada, solo flotaba y sin ningún tipo de soporte que lo sostuviera en el aire de esa forma .  

 

 

—Falta muy poco — Exclamo Narcissa en tono suave. Cuando terminó de hablar, la puerta adquirió un tono dorado y se abrió de par en par, el equipaje de Draco por sí mismo fue hasta la puerta y desapareció tan pronto como la atravesó. Narcissa se giró hacia su hijo y le dio un fuerte abrazo, el cual su hijo respondió con entusiasmo. 

 

 

 

—Te veré el próximo verano cariño, escribirme por favor. Tu madre te extrañará mucho — Draco se sonrojó por las palabras de su madre. Narcissa le dio un pequeño empujón a su hijo y señaló la puerta .

 

 

 

—Te escribiré cuando llegue — Beso la mejilla de su madre, antes de caminar hasta la puerta y traspasarla por completo. Los sirvientes y los elfos se despidieron.

 

 

 

— Diviértete en Hogwarts mi amor — Respondió con una pequeña sonrisa ante la puerta, la cual permaneció abierta por 15 minutos mas, antes de desaparecer por completo 

 

 

 

Apareció sentado en un largo sillón de color blanco, en una habitación bastante amplia, de color blanco y dorado, con solo 2 enormes ventanas a cada lado de esta, 2 sillones largos uno frente al otro y una mesa llena de bocadillos y té en medio de los enormes sillones. No parecía tener puertas y el techo era bastante alto, con una pintura de ninfas jugando y ángeles que reían en los cielos, las ninfas al verlos comenzaron a comer los instrumentos que tenían encima para crear música de ambiente. Habían unas 6 personas hasta ahora en el lugar, casi todas chicas de último año. 

 

 

 

—15 minutos — Exclamo el cochero, pues esto era un coche. El castillo de Beauxbatons al estar en una montaña la única forma de llegar era volando, así que la escuela utilizaba más de 200 carruajes que iban por todas partes de mundo a buscar a los más de alumnos 1200 alumnos que asistían a Beauxbatons. El coche de Draco salía desde la ciudad, a las 10:00 de la mañana.

 

 

—Hola Draco — Una chica bonita Lo saludó muy animada. Tenía un largo cabello rubio y unos ojos enormes ojos color azules con largas pestañas y labios lequeños, estaba bebiendo de una taza de porcelana lo que parecía ser café. Draco se sirvió un poco de té de una de las muchas teteras de la mesa, con té negro y se sirvió un pastel de fresas. 

 

 

—Hola Anabelle — La chica sonrió de forma coqueta, mientras se acercaba más a él para poder hablar más cerca. A Draco le pareció bonita y bastante encantadora, eran amigos, amigos solían coquetear a veces, pero su condición de Veela no le había permitido hacer algo más. Draco nunca saldría con ella aunque no lo dijera en voz alta, una chica cuyo padre no poseía ningún prestigio y que esperaba casarse con algún hombre rico en el futuro, por eso ella no era del interés de Draco, pero era tan adorable que fácilmente podría olvidar esos detalles, si no fuera por que Draco sentía que ella no era nada especial, ni se sentía especialmente entusiasmado por ella . Solían estudiar juntos a veces con la compañía de otros amigos en común o escabullirse a ver el atardecer con sus amigos, pero nada más. 

 

 

Ya más de 1 de sus amigos creía firmemente que ella sería la pareja elegida de Draco en año siguiente, incluso Anabelle  pensaba que había posibilidad, pero Draco sabía que no sería así. 

 

 

 

A medida que fue pasando el tiempo, el coche alcanzó el número de 20 alumnos, lo que fue suficiente para poder salir. Draco estaba muy entretenido hablando con varias chicas que resultaban ser Veelas, mientras que 2 chicos de último año  lo miraban con desagrado. 

 

 

— ¡Este es el último! — Exclamo el cochero a tiempo que un niño de 2 año aparecía junto a Draco. El coche despegó, pero la cabina no se movió en lo más mínimo, lo único que cambió fue la vista a través de las enormes ventanas, las cuales ahora eran nubes blancas y el cielo azul claro. 

 

——

 

 

Narcissa Malfoy miró como la puerta desaparecía tan pronto como pasaron los 15 minutos. Sus profundos ojos azules mostraban una añoranza y una tristeza bastante grande, que nacía de su pecho y terminaba en su estómago dándole una sensación fea. Dio media vuelta y retomó su camino hasta la mansión, siendo seguida de cerca por la mayoría de los elfos de la mansión, los cuales comenzaron a desaparecer para volver a sus respectivos puestos de trabajo. 

 

 

—Su desayuno está servido, mi señora — Le informó una elfinas. Lucia mucho más joven que la mayoría de sus elfos, Narcissa se preguntó si era una nueva.  Sin prestar mucha atención, camino hasta el comedor gigantesco para desayunar. Un desayuno completo pero bastante sencillo lo esperaba servido en la enorme mesa del comedor, junto una gran cantidad de papeles que Narcissa había ordenado que le trajeran los elfos para ojearlos antes de ir a la oficina. 

 

 

Se sentó y comenzó a comer, mientras ojeaba sus papeles que le habían enviado de la oficina. Un elfo se acercó a ella y colocó el diario junto a su plato, antes de retirarse con una reverencia. 

 

 

Narcissa lo desenrollo en un gesto aburrido para poder ojear la primera plana. Sus ojos se abrieron con impresión al leer el encabezado en enormes letras negras.  Podía escuchar los latidos desembocamos de su corazón, martillar sobre sus oídos.

 

 

 

De su mano se resbaló un vaso lleno de jugo de manzana, el cual hizo un fuerte sonido al chocar con el piso rompiéndose en mil pedazos, desparramando su contenido en el pulido piso de madre.

 

 

 

—¡Señora! — Exclamo la elfina con miedo y preocupación, pero Narcissa no la escucho. Su rostro había adquirido un tono de palidez muerta, en su rostro se notaba su infelicidad y preocupación.

 

 

—Draco— Susurro con miedo, mientras apartaba violentamente el diario. Sus ojos de entonaron con enojo, colocó sus manos alrededor de su rostro para taparlo y comenzó a gritar con desesperación, maldiciendo a Voldemort y a toda la comunidad mágica inglesa. 

 

 

 

“problemas en el mundial de  Quiddich, una marca extraña aparece en el cielo inglés” junto a una foto de una marca que Narcissa conocía muy bien.  

 

 

———-

 

 

 

Draco permanecía parado, inmóvil de forma solemne en frente a una larga y hermosa mesa de madera, la cual poseía todos los implementes para comer y servir la comida, todas están puestas con especial cuidado. 

 

 

 

Todos los alumnos de Beauxbatons permanecían parados, a la espera de que su directora entrara al comedor, la mayoría en silencio, uno que otro hablando entre ellos, sin moverse de su lugar. En el bello y amplio salón solo se escuchaba las voces de las ninfas de madera, las cuales cantaban hermosas tonadas con esa voz mágica que ella poseían.

 

 

 

 

—Draco —. Raihard Fëanor un joven alumno sueco, amigo y compañero de habitación de Draco lo llamo.—Fleur sabe algo — Susurro en su oído, señalado hacia la mesa donde estaba sentado Fleur. Draco giró su cabeza para ver a la chica en cuestión, la cual hablaba con varias chica de su clase a susurros. 

 

 

 

—¿Que cosa? — Se giró hacia él sueco, el muchacho poseía una cabeza pelirroja llena de rizos y unos profundos ojos verdes, no era especialmente atractivo, pero si lo suficiente para llamar a atención.  Sonrió de forma extraña, se veía bastante animado.

 

 

 

—Michelle me contó que Gabrie le dijo que escucho a Lorien diciendo que Dominitte estaba hablando de que escucho a Fleur que le estaba diciendo a Penelope de que algo grande iba a pasar este año— Contó en su típico tono chismoso y risueño. Draco miró con interés a Fleur. Bella, rubia, elegante, representante de las chicas y Veelas, parte de las inquisidoras, el centro de atención de las miradas y los chismes de esta escuela. Cuando ella decía algo grande ¿a que se refería?. 

 

 

 

—¿No sabes que es? — Pregunto Draco en tono de interés. 

 

 

—No, pero ¿recuerdas que te dije que Fleur fue citada el año pasado a la oficina de la directora? ¿Qué creer que hizo al llegar a la escuela?, fue a la oficina de la directora  — Draco se rió suavemente ante el tono chismoso de su amigo. 

 

 

—Eres tan exagerado, quizás no sea nada — El pelirrojo de ojos verdes torció su boca —De verdad te gusta mucho Delacour — Rio un poco ante la expresión enojada del chico.

 

 

—No es así— Exclamo en un Susurro muy cerca de él.  Se veía ofendido, no hablo nada más después de eso.

 

 

 

Los cantos de las ninfas cesaron cuando la puerta principal se abrió. Madam Olympe Maxime entro por la puerta, elegantemente vestida con una túnica color olivo. La gigantesca mujer caminó por la alfombra color azul con paso firme hasta la mesa de los  profesores, donde tomó asentó justo en el centro. Todos el alumnado al unísono tomaron asiento, acompañando a su directora. 

 

 

Cuando la mujer gigante volvió a levantarse, las miradas de los alumnos pasaron a ella de inmediato, no era común que hiciera anuncios antes de cenar.

 

 

 

—Sean bienvenidos jóvenes, a un año más de la Academia Mágica Beauxbatons. Sean bienvenidos los nuevos jovencitos que empezarán cursando primer año, bienvenidos de nuevo a todos los demás alumnos y un gusto tenerlos un año más con nosotros. Felicidades a los que ahora están pasando a séptimo año, por la presentación de los TIMOS el año pasado, el desempeño fue mucho más que sobresaliente — Miró a la mesa de los de séptimo, los cuales sonrieron entre ellos por el reconocimiento — Antes de poder disfrutar de una deliciosa cena, tengo que darle un anuncio bastante importante. Este año, me complace anunciar que la Academia Mágica Beauxbatons a sido convocada pasa asistir a la copa de los 3 magos, una competencia entre las 3 mejores escuelas de Europa. La competencia se llevará acabo en la escuela inglesa, Hogwarts — Todos parecían súper emocionado. Los niños de primero se miraron entre ellos con emoción — Pero, tristemente solo 28 de ustedes irán conmigo a Hogwarts dentro de algunos meses — La desilusión fue visible entre la mayoría. Draco pensó en reír, pero no lo hizo —E escogido a un delegado que a escogido a los jóvenes que me acompañaran, tomando en cuenta cosas como el desempeño académico, la habilidad mágica y sobre todo el desempeño en las artes como combate y otras disciplinas— Más de uno se dedicó a mirar a Fleur Delacour, la cual sonrió de forma presuntuosa disfrutando de la atención. Draco recibió un codazo en la costilla acompañado por un “te lo dije”, pero no respondió —Lo mas importante es que solo serán actos jóvenes desde cuarto año hacia arriba — Los de primero, segundo y tercero se quejaron en voz baja — Y la mayoría serán de grado superior, por lo mucho serán 4 jóvenes entre cuarto y quinto año, todos los demás serán de sexto y séptimo— Sacó su varita — Con esto concluyen los anuncios, los jóvenes ya fueron escogidos previamente así que en el transcurso de la semana el delegado les dará la información necesaria, ahora a comer — La comida apareció frente a ellos y la mujer volvió a tomar asiento en la mesa de los profesores.

 

 

—-/—-

 

Draco había comido más de lo que debía y tenía un sueño terrible, solo deseaba llegar a su dormitorio para descansar un rato. Iba caminando por un pasillo especialmente grande, cuando un grupo de Veelas se acercaron a él.

 

—Acompáñanos, Malfoy — Exclamo una de ella. Draco un poco sorprendido, las siguió. Llegaron a un salón vacío, donde estaba Fleur Delacour sentada sobre el escritorio del profesor. 

 

 

—Bienvenido, Malfoy — Lo saludó en tono cordial. Él miró atrás, donde ahora las Veelas permanecían paradas — A partir de mañana, después de clases. Comenzaremos el entrenamiento para la copa de los 3 magos, todos los que vamos a asistir tenemos que acudir para lecciones extra — Sonrió un poco. Draco no quería fingir sorpresa, de hecho él esperada esto tarde o temprano.

 

 

 

—Claro. Gracias — Respondió en tono cordial. La chica se bajó del escritorio y camino hasta la puerta para irse con sus amigas.

 

 

—Tu madre ya fue informada, y felicidades por ser escogido — Dijo antes de salir del salón, dejándolo completamente solo. Draco, al estar solo sonrió con emoción, una sensación de emoción lleno su estómago, sin saber por que.

 


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