El cielo estaba teñido de negro, una noche sin estrellas donde el poder de la luna era más fuerte que nunca, parecía que la negrura en el lugar no daba cabida para luz alguna, la profecía se había cumpliendo.
Aquella alma partida a la mitad, se volvía una de nuevo, la maldición de los gemelos había culminado, pero realmente todo acabaría con la muerte de aquel gemelo, nadie sabía que pasaría ahora, Zero contemplaba a su hermano muerto y lo abrazo a su pecho y lloro por él, por Ichiru, por la cruda verdad y el engaño de aquel que juro amarlo.
A lo lejos todos los cazadores y nobles estaban luchando contra la multitud de Niveles E descontrolados que estaban bajo el servicio de Rido Kuran, pero mientras mataban a unos otros salían por docena.
Rido observaba todo desde el campanario de las ya ruinas de la academia Cross, su rostro reflejaba una risa burlona llena de satisfacción todo había salido como tenía planeado solo faltaba un poco más para completar su venganza contra Kaname, el sangre pura se estaba divirtiendo a lo grande, su risita maliciosa y cínica se ensancho aún más, Kaname era todo un digno miembro de la familia Kuran, había manipulado todo a su antojo y ahora veía el fruto de su trabajo desde un lugar seguro.
Un silencio estremecedor se hizo presente cuando la Bloody Rose se transformó, con la muerte de Ichiru y el dolor de Zero y su alma siendo una sola, el oji lila era casi un vampiro puro, en su rabia, enojo y su sed de venganza, el albino miro a Rido y arremetió contra él tan rápido que nadie pudo percibir el fugaz movimiento, colocándose detrás del mayor de los Kuran quiso herirlo pero algo lo detuvo, las nubes del negro cielo taparon a la madre luna, Rido se rio estrepitosamente, Kaname había logrado su objetivo, por fin la Princesa Kuran había despertado de su largo sueño, había protegido a la reina usando a su fiel vasallo, Zero no comprendía nada, su querida hermana era una maldita vampiresa sangre pura, un miembro más de aquel despreciable clan.
Zero con desespero busco con la mirada a su padre adoptivo y este desviando la mirada contestando así la silenciosa pregunta, todo ese tiempo lo habían usado, había sido utilizado a voluntad por quienes creía él lo amaban, su odio creció a un más a tal grado que se descontrolo y en su furia desmedida ataco a quien creía responsable de todo lo malo que le ocurría, Rido, ataco al mayor con todo lo que tenía y en un movimiento grácil atravesó el pecho del castaño granate, las nubes despejaban a la luna y un tipo de escudo cubrió al Pura Sangre y al Cazador, entonces paso lo inimaginable… Rido dio de su sangre al albino a través de un delicado beso que dejo anonadado al joven, aprovechando su estado de shock él también bebió del dulce néctar de vida del muchacho frente a él, uniéndolos en el más antiguo ritual de emparejamiento de su especie, siendo la Madre Luna testigo de aquella impura unión, donde dos almas heridas se hicieron una bajo los sutiles rayos de luna.
Kaname veía todo desde su lugar, vio entonces como el cuerpo de Rido caía y un enorme hueco atravesaba su pecho, Zero lo miro y apretó aquel helado corazón que tenía entre sus pálidas manos ahora manchadas de rojo carmesí, aquel frío corazón latía bajo la presión de sus delicadas manos.
- Has hecho lo que tenías que hacer – le dijo el castaño al albino – eras tú o era el, tu hermano murió con una sonrisa en su rostro, no te sientas culpable – dijo mirando a Zero
- Tú lo sabias y aun así no hiciste nada, prometiste protegerlo y en cambio me alentaste a matarlo, solo para protegerla a ella – dijo mirando desdeñoso a Yuuki
- Es tu reina, respétala – le ordeno
- No me hagas reír, ella no es nada mío – dijo yéndose del lugar
- Que hacemos con el cuerpo de Rido – pregunto Takuma
- Quémenlo – ordeno el de ojos borgoña
A lo lejos un hombre encapuchado veía todo con diversión, la luna solo dejo ver sus hermosos ojos bicolor, de entre los arboles salió un peli plata, que mal encarado le entrego ese órgano palpitante
- No pudo salir mejor de lo planeado, mi hermosa rosa blanca – dijo alzando el rostro del oji lila – ahora es el tiempo de mi venganza – diciendo eso beso al albino quien hizo gesto de desagrado
Todo había acabado la clase nocturna se fue para no volver jamás y solo quedo Cross que se tendría que levantar de entre las cenizas.
- Zero se ha ido – dijo Yagari
- Volverá, solo está lamiéndose sus heridas – dijo fríamente el vampiro sin colmillos