Un trabajo casi decente.
Damián gruño cuando vio como Nightwing abrazaba de manera efusiva a Jon, halagado su trabajo en aquella misión, ni que hubiera sido la gran cosa, es decir, cualquiera podría con una misión tan simple.
—No seguiste las reglas —Le reprendió haciendo que la amplia sonrisa y el sonrojo en las mejillas de Jon desaparecieran para dar paso a aquella expresión que siempre colocaba cuando le reprendía— Pudiste haber arruinado todo
—¡Ey! Salió todo bien al final —Dick defendió al pequeño medio kriptoniano— ¿No puedes siquiera darle eso?
—Damian tiene razón Grayson —Como siempre Batman entró en la habitación haciendo que todos voltearán a verlo, a su lado estaba Superman— Siempre hay que hacer las cosas lo más cercanas al plan inicial, los cambios pueden significar la pérdida de algún miembro de nuestro equipo —Su fría mirada cayó en el Kryptoniano a su lado y cruzó sus brazos sobre su pecho, ante lo cual el más alto le sonrío— ¿Te da gracia?
—Para nada —El mayor se acercó a Jonathan y colocó la mano sobre su hombro mientras se agachaba a su altura— Los planes son por algo por lo que en lo posible hay que seguirlos, pero supiste salir del apuro sin lastimar a nadie y cumpliendo con tu misión por lo que estoy muy orgulloso de ti —Luego se levantó y miró a Bruce quien cruzó aún más los brazos y su ceño se frunció— Él ya tiene a su propio Batman, no necesita dos
Damián bufo cuando Grayson a escondidas chocó sus puños con Jonathan y le hizo sonreír ampliamente, a un lado podía ver a Jason y Tim quienes intercambiaban opiniones mientras miraban al pequeño Kriptoniano. “¡Ni que fuera la primera vez que vieran a uno de esos!” Molesto se quitó la capa y el antifaz alejándose del grupo de personas que ahora se encontraban en la Mansión Wayne “¿Es que acaso la misión no acabo? ¡Porque diablos no se iban!” Dejando la capa y el antifaz sobre uno de los muebles de la mansión se dirigió a su habitación, una ducha era lo que necesitaba.
Eso y que dejarán de alabar a Jhon aunque se equivocara ¿Cómo no se daban cuenta que aún no sacaba todo su potencial por esa mala actitud? Debía ser corregido, debía obedecer ciegamente y al completo sus órdenes así no pasaría nada malo.
Él lo tendría a salvo, pero solo si obedecía.
El agua comenzó a quitar el dolor en sus músculos, hasta que aquel líquido toco su cuerpo no se había dado cuenta de lo tenso que se encontraba pero ya sabía la razón, tenía el cabello negro, unos brillantes ojos azules y una estúpida sonrisa para todos. Cerrando los ojos comenzó a mover los hombros bajo el chorro de agua antes de colocarse bajo este y que su pelo se mojara, podía aún sentir una que otra telaraña en la parte alta de su cabeza ¡Solo por ser pequeño no quería decir que siempre podían mandarlo a los conductos de aire! “Al menos podrían haber buscado un conducto limpio”
Quitando toda su suciedad abrió los ojos y se jabonosa antes de aclarar, salir de la ducha cogió la toalla la enrollo a su cintura y salió del cuarto de baño y se dirigió a su cuarto, pero se detuvo al ver que en la entrada de la habitación se encontraba Jon rascando su nuca de manera avergonzada y la mirada baja.
—La misión ya acabó —Murmuró Damián mientras con una segunda toalla comenzaba a secar su cabello— Y no pienso celebrar tu mediocridad
—No esperaba menos —Jonathan sonrió mostrando todos sus blancos y perfectos dientes, esa sonrisa tan igual a la de su padre— La verdad es que me venía a disculpar contigo, sé que te dije que podías confiar en mí, que sólo me aceptaron por no tener otra opción y aún así solo demostré que tenías razón al no quererme en el equipo
—Aun así aceptaste los elogios hacia tu persona —Opino dándole la espalda mientras buscaba su ropa, la verdad estaba aún molesto pudo haber salido todo mal y él no estaría ahí
—Y también que me reprendieran y que Batman me mirara feo —Jon se defendió con el tono de voz que usaba cuando se sentía ofendido— Yo, solo quería disculparme y decirte que me esforzaré aún más
Un silencio se formó mientras Damián se colocaba su camiseta para dormir, sabía, podía sentir la mirada del Kriptoniano en su nuca y aunque estuviera en llamas no deseaba volver a mirarlo, seguía molesto y en cierta forma herido en su orgullo, Jon había tenido las más grandes de las suertes y aún no le entendía. Escucho como el menor ahogaba un suspiro antes de que el sonido del pomo empezará a girar, esperaba la despedida del menor pero por la situación quizás no existiría.
—¿Qué hubiera pasado si todo no hubiera resultado? —Preguntó Damián antes que el menor saliera y sabía que este se detendría a escucharlo por qué sabía que este tenía las misma dudas en el fondo de su mente— No serías más que alguien en nuestros recuerdos y no habría una próxima vez
Nuevamente el silencio reino y pocos segundos después la puerta se cerró quedando completamente solo el pequeño Wayne. Molesto se tiró sobre la cama y tapándose hasta la cabeza no quiso pensar en el asunto y simplemente cerró los ojos esperando que el sueño llegará por él, deseaba descansar y olvidar todo de una vez.
Todo estaba negro hasta que el sonido del vidrio siendo golpeado lo despertó y se encontró completamente solo en su habitación, miró el reloj sobre su mesa de noche y vio que era de madrugada, incluso más temprano de lo que él mismo gustaba para levantarse. Un nuevo golpe en la ventana le recordó el motivo que hubiera abierto los ojos y desperezándose se acercó a esta abriéndole de par en par encontrándose con aquellos ojos azules lleno de lágrimas y el cuerpo agitándose por aguantar el llanto, algo que era estúpido considerando que sus mejillas ya estaban completamente mojadas por las lágrimas.
La figura se acercó y sin palabras le abrazó de manera brusca y necesitada, como si con eso encontrará su anclaje a la vida y Damián no pudo negárselo y le devolvió el abrazo, dándole aquel anclaje que el menor necesitaba, al fin y al cabo el pequeño Kriptoniano no tenía más de trece años, aún era un niño que jugaba a ser adulto. Pero ser adulto, en su mundo, era simplemente aterrador y mucho para alguien como Jon.
—Te dije que no era buena idea —Murmuro Damián rompiendo el silencio entre ellos
—Lo sé —Respondió Jon sin soltarlo, al contrarío, acercándose más a él
—Te advertí que no estabas listo para las misiones de Batman —Volvió a murmurar mientras cerraba las ventanas y luego volvía sus manos a la espalda de Jon
—Lo sé —Volvió a sollozar
—Te dije que sería peligroso —Siguió Damián mientras comenzaba a acariciar la espalda del Kriptoniano
—Si, lo sé —Contestó mientras sorbía la nariz
—¿Y si lo sabías por qué no obedeciste? —Preguntó alejándose para ver el menor quien le hizo un dulce e infantil puchero
—Lo siento —Sollozó una vez más y las lágrimas comenzaron a correr de nuevo por sus mejillas— Solo quería demostrarte que ya están listo
Damián no pudo evitar rodar sus ojos para luego guiar a Jon hasta su cama donde los dos se sentaron y aún en silencio pasó su brazo por los hombros del menor y lo acogió en su pecho donde nuevamente Jon se refugió. Desde que le habían dicho que el Kicker estaría involucrado, Damián sabía que no era buena idea que Jon estuviera involucrado, Superman era una cosa, pero Jon jamás había visto al sujeto, siquiera se habían enfrentado a alguien como él, hasta el mismísimo Batman aceptaba que era alguien de quién cuidarse.
Pero ahí estaban.
Jon había hecho lo que debía hacer, a pesar de no lograr cercar al Jocker, si logro llevarlo a una de las muchas trampas donde lograron darle captura, pero había visto el dolor, la muerte y la locura en aquel lugar.
—Hiciste un trabajo decente —Murmuró Damián y sintió como Jon rió aunque aún no dejaba de botar todas las lágrimas— Para ser un impertinente has aprendido bien
—He tenido un gran maestro —Contestó Jon mientras se secaba las lágrimas y miraba a Damián mostrándole esa gran y característica sonrisa
—Eso está claro —Damián le sonrió ante de indicarle la cama— Aún es temprano, en unas horas nos levantamos y entrenamos en la Baticueva
Con un gran brinco Jon se metió a la cama y en cuenta Damián lo imitó se abrazó a su pecho como si fuera su salvavidas, en cualquier momento el mayor lo hubiera corrido -amaba mucho su espacio personal- pero la verdad era que tenía la necesidad de sentir que Jon estaba ahí, bien y a su lado, por lo que solo le envolvió en sus brazos y cerró una vez más sus ojos.
Ya le haría pagar el susto que había vivido.
****
Grayson le hizo señas y Bruce alzando una ceja camino junto a Albert, al acercarse vieron que Tim se hallaba en el suelo mirando por la rendija de la puerta del cuarto de Damián pero antes que cualquiera pudiera amonestar aquel comportamiento, Grayson les indicó que mirarán hacia la cama donde vieron a un Damián profundamente dormido y sobre su pecho abrazado un Jon Kent el cual roncaba suavemente sobre el mayor. Bruce miró a Albert quien le miró de vuelta y se encogió de hombros, luego miró a Tim y a Grayson quienes le sonrieron de forma traviesa.
Ahogando un suspiro se alejó de aquella habitación no sin antes cerrar la puerta y dejar a Tim y Grayson sin su pervertido juego de espías “¿Es que para eso les había entrenado tan duro?” y caminó en dirección al salón.
—¿Qué planea hacer señor? —Preguntó Alfred mientras caminaba a su lado, el hombre se notaba atento a su reacción al fin y al cabo ninguno de los dos había notado hasta aquel momento al intruso Kryptoniano
—Llamaré a Clark para avisarle la ubicación de su hijo —Murmuró mientras cogía el móvil de una de las mesas del salón— Mientras ve y prepara un par de desayunos extras algo me dice que tendremos compañía más seguido de lo normal
Alfred hizo una reverencia antes de retirarse aunque una burlona sonrisa se dibujaba en sus labios, una que Bruce dejó pasar, después quizás le mandaría a él a hablar sobre cosas de abejas y el polen con Damián por ahora un buen desayuno estaría bien.
Solo esperaba que su hijo tuviera mejor suerte que el resto, el portar un traje oscuro y antifaz no era precisamente la mejor manera de tener una relación estable.
—¿Diga? —La voz de Clark sonaba calmada, significaba que aún no notaba las ausencia de su hijo. Al menos Bruce podría tener la satisfacción de disfrutar de darle la noticia.