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Crónicas de un amor anunciado por Luan Vega

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Notas del fanfic:

Este es mi 'Comeback' al escribir historias. He vuelto a las andadas.

Notas del capitulo:

En resumen, también la estaré publicando en wattpad y surgió de la nada porque la idea llegó como un tornado.

Aidan

 

 

Hacia frío, el viento golpeaba con fuerza y me encontraba parado como un imbécil completamente solo esperándo a mi hermano en el estacionamiento del colegio. Se suponía que vendría a recogerme a horario pero el ser puntual no estaba en su vocabulario. Tampoco era como si pudiera tomar un autobús hasta mi casa, literalmente no tenía un mísero dólar en el bolsillo, solo estaban mis manos retorciendose por el frío de otoño. 

 

Parecía un niño pequeño esperando a su padre impuntual que siempre llegaba tarde a buscarlo en primaria. Pero por lo menos los mocosos tenían a sus maestras que solían consolarlos con palabras dulces que todo niño le gustaba escuchar antes de largarse a llorar porque su papá aun no llegaba. 

 

¡Ni siquiera se porqué estoy pensando así! no soy un niño, soy un adolescente de diecisiete años que no cálculo bien su dinero gastandolo todo en comida y además de eso perdió el autobús escolar de regresó. 

No tuve otra opción que llamar a mi hermano era el único que se encontraba en casa, ademas era su día libre así que significaba que se la pasaría durmiendo todo el día. Tuve suerte de que me haya atendido la tercera vez que lo llame a su móvil y todo porque lo escuchó cuando se dirigía al baño. 

 

—Hasta mañana Lowell. 

 

Me sobresalte por la voz de mi profesor de matemáticas, tenía la mirada fija en la carretera y no lo había visto, se encontraba dentro de su auto dando marcha atras mientras salía del estacionamiento. 

 

—haa... hasta mañana profesor Warren. 

 

Maldita sea, me iría caminando si no fuese tan asmático y el caminar más de veinte cuadras provocará que me explotase un pulmón.

 

Divisé el auto de mi hermano cuando dio el giro en la esquina de la carretera, tome mi mochila que se encontraba en el suelo ajustando bien los tirantes superiores en mis hombros y comencé a caminar con prisa saliendo del estacionamiento. Así que apenas cuando estuvo estacionando el auto justo en el cordón no tarde ni un minuto en increparlo, porque eso hacemos los hermanos menores cuando estamos enfadados. O mejor dicho, es algo infantil de mi parte, la cual sacó provecho.

 

—¡Te he llamado hace más de cuarenta minutos, idiota! prácticamente fue una eternidad haber estado esperándote, mi trasero esta completamente congelado —no podía verlo bien ya que su auto tiene vidrios polarizados así que no sabría si me estubiera haciendo gestos burdos. 

 

Abrí la puerta del pasajero y cuando entre dentro del coche mis palabras quedaron atoradas en mi garganta. 

 

—Ke...Kevin 

 

—Hola Aidan, ha pasado tiempo. —sonrió tan dulcemente como de costumbre —Perdón por la tardanza y por haber hecho que tu trasero se congelará. 

 

No podía ser cierto... bueno en realidad si era cierto porque tenía a Kevin Anderson frente a mis ojos después de no haberlo visto hace aproximadamente siete meses.

 

Es el mejor amigo de mi hermano desde siempre, porque fue mi vecino y se criaron juntos, compartieron infancia, adolescencia y hasta el día de hoy siguen siendo inseparables. Aunque Kevin se haya mudado hace unos meses a Boston pasando a seguir sus estudios en la universalidad Lesley ya que su padre cabeza de una pequeña empresa familiar transfirió la cede principal allí; y como su hijo también trabajará hombro a hombro junto con él de nada servía que continuará formándose académicamente como todo un futuro empresario en los Ángeles. 

 

—Yo, eemmm... —como odiaba ponerme nervioso frente a él, pasaban los años y seguía demostrando ser el mismo niño vergonzoso que solo quería sus abrazos y lo detestaba porque desde los doce años deje de pensar en él como algo fraternal; para que luego sentimientos nuevos aparecieran creando un debate internó sobre mi sexualidad. Hasta que un día no podía seguir negandolo más y ¡Maldigo mi jodido enamoramiento por Kevin! 

 

—Estas algo pálido, será mejor que cierres la puerta del auto, esta la calefacción prendida y tu hermano me matara si se daña. —hizo un gestó con su mano como si le cortará el cuello el inútil de Mark. 

 

Salí de mis pensamientos mortíferos para regresar a la realidad, a mi triste realidad; ya que tenía al dueño de mis sueños húmedos a mi lado conduciendo el Ford fiesta de mi hermano.

 

—No sabía que estabas en la ciudad, quiero decir, Mark no me ha dicho nada. —hable perezosamente mientras mantenía clavada la mirada en la ventanilla del auto. 

 

—En realidad todo fue apresurado, Shannon me lo ha propuesto de un día para el otro y aquí estamos. Mark lo supo antes de ayer por la mañana pero sabes como es él con las noticias. 

 

—Si, un completo lento, es internet explorer.

 

Y ahí estaba su linda risa auténtica, la extrañaba. De alguna manera todo sobre Kevin me hacía sentir melancolía. 

 

—¿Cómo está ella? –debía preguntar por su novia por más que me produciera arcadas. 

 

—Shannon está bien, contenta porque dentro de poco podrá ejercer su profesión. 

 

—Igual que tú. 

 

Lo mire de reojo viendo como la comisura de su labio se levantaba, él se veía tan orgulloso, se veía feliz. Porque lo era, y más aún estando con Shannon una chica decidida que también había dejado su anterior Universidad para trasladarse a Boston junto con Kevin. Se notaba a millas su amor empalagoso y... dolía.

 

—¿Y tú, como vas en la secundaria? me han dicho que eres como un imán para las chicas. 

 

Lo mire con una expresión avergonzada, no creo que haya sido mi madre quien le hubiera dicho aquello si aún no la ha visto. Ella llega de su trabajo por la noche al igual que mí padre. 

 

—Mark debería callarse de una maldita vez. 

 

—Solo fue un comentario inofensivo, esta celoso porque él no era popular con las chicas a tú edad. 

 

—Realmente no me importa. —y era verdad, tanto las chicas como los chicos de mi edad y principalmente de mi clase tenían las hormonas en ebullición, siendo que no me interesaba nadie, solo el tipo de veinticinco años que nunca me miraría como quisiera que lo hiciera. Por ende, me convertía en un desgraciado asexual o Kevinsexual. 

 

—Bueno, dejando los chistes de lado. Quiero decirte que te he extrañado mucho, sabéis que tanto tu hermano como tus padres son considerados parte de mí familia y los apreció demasiado. —mantenía su mirada concentrada en la carretera apretando el volante, se lo notaba algo nervioso pero no eran esos nervios malos, es como si se estuviera conteniendo de una gran emoción. 

 

Solo atine a mover la cabeza en afirmación, sabía cuales serían sus siguientes palabras y eran las que más odiaba. 

 

—Aunque ahora estemos un poco lejos, siempre estaré para tí. Para todo lo que necesites, Aidan te consideró mi pequeño hermano menor aquel que no tengo, de hecho... si lo tengo, —sonrió con amabilidad —y eres tú. 

 

Lo odiaba, pero lo amaba y a la vez me hacía daño escucharlo. 

 

Por surte ya estábamos llegando a casa, necesitaba una ducha caliente y encerrarme en mi cuarto para no salir durante la semana, había llorado como un bebé cuando me enteré de su mudanza, era un idiota con ilusiones que nunca se harían realidad.

Mi madre siempre decía "persevera y triunfaras" ¿y de qué me servía perseverar con un imposible? 

 

Tome mi mochila y baje del coche más rápido de lo que hubiera querido, pero necesitaba alejarme de él. 

Cuando abri la puerta principal me encontre con el imbécil de mi hermano vistiendo su pijama pero sin la parte superior de ella. 

 

—Te dará pulmonía si no te abrigas —le hablé cortante. 

 

—¿Te importa? —replicó mientras urgía en su nariz con el dedo meñique. 

 

—No, así que muérete. —no le di tiempo a responder, pase por la sala principal saludando a Esthela nuestra ama de llaves la cual se encontraba acomodando los almohadones del sofa.

Me dirigí escalera arriba directamente a mi cuarto, no quería ni siquiera cenar, se me había cerrado el estómago completamente. 

 

Al llegar arriba noté que la puerta de mi cuarto estába un poco abierta. Golpeé mi frente con la palma de mi mano, debía haberle enviado un mensaje por whatsapp para que no viniese a mi casa cuando estaba en pleno viaje infernal junto con Kevin.

 

Empuje de un golpe la puerta haciendo que Ashton diera un pequeño respingo desde mi cama en donde se encontraba echado como si fuera de su propiedad. 

 

—Toca la puerta, amigo. Acabas de asustarme. –resoplo, moviendo lentamente su cabeza de un lado al otro. 

 

—Es mi cuarto, ¿por qué mierda debería tocar mi propia puerta?

 

Clavo su mirada en mí con sorpresa, aunque no debería porque sorprenderse, simplemente le dije la verdad, además no estába de humor para seguirle la corriente, solo quería quitarme el estúpido uniforme escolar, darme una ducha y entrar a mi cama tapandome con el adredon hasta la cabeza seguido de ponerme mis auriculares y escuchar rock clásico por Spotify. 

 

Abrí el armario en busca de una camiseta, ropa interior y un pantalón de chándal, cuando ya tenía todo a mano lo cerré con fuerza dirigiéndome al baño.

 

—Hey, ¿qué te sucede? estas con un aura súper turbia a tú alrededor. 

 

Gire sobre mis talones para mirarlo con irritación, desde que asiste a esas clases de Chi Kung no deja de hablar sobre vitalidad, auras y demás cosas que no me interesan. 

 

—No estoy de humor, Ashton. Es solo eso, quiero darme una ducha y cuando regresé esperó que estés fuera de mi cama. 

 

—Bien, –alzó las manos en forma de rendición —Pero, ¿puedes decirme porqué estas de malas? soy tu amigo y sabes que puedes contarme lo que sea, hasta si tuviste una erección por el profesor de gimnasia. Puedes confiar en mi para todo. 

 

—Nunca tuve una erección por el profesor de gimnasia, con éso obviamente no me dan ganas de contarte nada. –resople de mala gana revolviendo mi cabello castaño con mi mano izquierda. 

 

—Fue un ejemplo, no dije que lo hubieras echo. De todos modos vine para contarte las buenas nuevas sobre mi dieta controlada y lo bien que sigo cada pasó, hasta mi nutricionista me ha felicitado por el rápido avance, pero te veo con un humor de perros y todo se derrumbó dentro de mí. 

 

—¿Me estas echando la culpa? —clavo sus ojos cafés en mi persona denotando confuncion en su mirada. 

 

—¡Por supuesto que no, Aidan! solo te estába contando lo que me sucedió durante el día y como te encuentras ahora mismo, preguntó que te sucede y solo me esquivas, si hubiera estado aquí Elías ya le estarías contando todo. 

 

—No es así —negué rápidamente. 

 

Ashton y Elías son mis mejores amigos, nos conocemos de pequeños solo que con Ash fue diferente, a él lo conocí en un campamento de verano a los diez años y de a partir de ese momento nos hicimos buenos amigos, mientras que con Elías prácticamente compartimos biberón, mi madre es muy amiga de la suya así que nos conocemos desde bebés, él es solo unos cinco meses mayor.

 

Así que Ashton ultimamente se siente como el pez fuera del agua cuando cree que le escondo alguna cosa y solo le cuento a Elías, no siendo nunca el caso.

 

—Si lo es, crees que no soy lo suficientemente maduro para afrontar una situación, pero en cambio Elías sí. 

 

toque el puente de mi nariz, ahí iba de nuevo y no quería que siga su perorata porque llegaría al punto en donde se culpa por no haberse cambiado de escuela justo a la que curso junto con Elías. 

 

—Y entiendo que aveces no seamos tan unidos porque no vamos juntos a la misma secundaria aunque es mi jodida cul... 

 

—¡Esta Kevin en la sala! 

 

—¡Santa mierda!, ¿por qué no lo  dijiste antes? –vire los ojos y me dirigí al baño, ya no iba a hablar al respecto, Ash lo sabía muy bien, por esa razón no siguió preguntando. 

 

 

---------

 

 

—Entonces Kevin te fue a recoger a la escuela, bueno, él solía hacer eso cuando tú hermano estaba ocupado. 

 

—Mayormente se le olvidaba. 

 

Había terminado de ducharme y el estar un tiempo bajo el agua caliente de la regadera me había tranquilizado, Ashton no se movió de mi cama después de haberle dicho que lo hiciera. De igual forma ambos nos encontrabamos sobre ella mirando hacia el techo repleto de pequeñas estrellas color verde manzana que al apagar las luces se tornaban luminosas. 

 

—¿Y a qué se debe su visita flash? porque dudo que este aquí de vacaciones. 

 

—Fue por Shannon, ella quería venir. 

 

—Su novia es bonita, ¿recuerdas cuando dijiste que no iban a durar mucho? y miralos ahora, ya llevan cinco años juntos. 

 

—Si, gracias por recordarmelo. 

 

Ash se quito su chaqueta dejándola justo al lado de la cama, regresando a la misma posición que estaba con anterioridad. 

 

—Aunque Mark dice que solían salir estando en la secundaria,  sin ser novios oficiales. 

 

—Da igual –no quería seguir escuchando sobre la vida amorosa de Kevin, en realidad no quería escuchar nada; solo estar en silencio. Pero claramente eso era imposible para Ashton.

 

—Al parecer tu madre ya llegó, se la puede escuchar hasta aquí. 

 

Me levanté de la cama dirigiendome a mi puerta entre abierta.

Mi mamá suele tener un tono de voz algo particular cuando se emociona al recibir una noticia o como en el caso de Kevin, al cual no lo ha visto en meses. 

 

—Se la escucha emocionada, ¿por qué no bajamos a ver qué sucede? –Ash también se había  levantado de la cama caminando unos pasos hasta llegar a mi lado. 

 

Negué con la cabeza, seguramente Kevin le estaba contando como era su nueva vida en Boston junto a la tonta de su novia. No quería estar al tanto de ello, pero sí cuando se separarán, porque algún día pasaría. 

 

Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, se escucho como fuertes aplausos venían desde la sala, al principio creí que solo era mi madre aplaudiendo como foca, pero se sumaron más que unos aplausos, obviamente de mi hermano y Esthela.

 

—Amigo, yo si quiero saber que sucede –Ash abrió por completo la puerta saliendo de la habitación en dirección a la sala, ¡estaba demente, es un maldito metiche!

 

Lo seguí a toda prisa intentando tomar su brazo antes de que llegué a la sala, pero no soy tan rápido como él y odio que sea un maldito deportista. 

Cuando ambos fuimos vistos por las tres personas que ocupaban el espacio, rápidamente quise darme la vuelta y correr escalera arriba pero mi madre me detuvo al instante. 

 

—Aidan, cariño debes felicitar a Kevin –mamá tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, se notaba que estaba conteniendo sus lágrimas.

Mire a Kevin y él se encontraba igual de sonriente, puede que sea su ascenso laboral, otra mudanza o que ahora se llevase a Mark. Lo último sería genial. 

—Voy a casarme con Shannon, de hecho ya hemos fijado la fecha, quería que sea una sorpresa y ella se emocionó tanto que hicimos este viaje expres para darles las buenas nuevas a nuestros familiares aquí en los Ángeles... 

 

¿Por qué todo estába en cámara lenta? ¿por qué mi hermano seguía sin camisa? Kevin continuaba hablando pero no lo escuchaba; en realidad no escuchaba nada a mi alrededor, me sentia pesado y quería vomitar. 

 

porque duele... 

 

 


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