-Joey, has llegado a la edad donde una venta es completamente el paso a seguir. Tenemos un increíble cliente para ti que te será presentado en la boda de Serenity. Es increíble.- Dice su madre con un gran tono meloso.
-¿Ah, sí? – Pregunta desinteresado Joey mientras hojea una revista de Duelo de Monstruos que le prestó Yugi. Aunque luego frunce el ceño.- Espera, Serenity apenas va a cumplir los quince.
Se escucha un resoplido del otro lado de la línea.- Eres un maleducado, así no se comporta un omega.
Joey voltea los ojos.- Si, aja.
Suspiro exasperado de parte de la mujer.- Serenity es una alfa perfectamente elegible desde los doce cuando pudo oler feromonas omegas. Claro que tuvimos que escoger el pretendiente correcto. ¡Y preciso! Mi querida niña está comprometida con el hijo del gerente de proyectos de KaibaCorp.
Joey va asintiendo a todo lo que dice sin prestar real atención porque nada de eso le importa. Allá Serenity que hace con su vida arreglada por su opulenta madre.
Hasta que cierta palabra le hace abrir sus ojos hasta el límite.
-¿K-KaibaCorp? – Pregunta con nerviosismo interrumpiendo sin querer a su madre que enseguida empieza a gritar en el teléfono.
-¡Cállate de una vez! ¡No entiendes lo importante que es ésta oportunidad de…! – El rubio se aleja el celular del oído porque francamente le importa un comino escuchar a esa mujer hablar, aunque quizás sea más correcto decir que fue por el shock.
KaibaCorp. Se repite en la mente aunque es una tontería, podría haber mil Kaibas en el mundo y no tener ninguna relación con…
Sacude la cabeza.
Ya van casi 8 años pero no puede superarlo, no cuando escucha por primera vez ese apellido de labios de otro persona.
Muerde su labio inferior solo para evitar que salga una risa, aunque no evita para anda una sonrisa tonta que crece sin parar. Porque es tonto e imposible pero tiene que estar seguro antes de descartar la primera pista que ha tenido.
Solo entonces recuerda que estaba hablando por teléfono y lo vuelve a poner en su oreja.- ¡… Así que no me importa lo que pienses porque vendrás a Londres para conocer a tu cliente!
Joey ni siquiera quita su sonrisa aun entusiasta para ver su celular.- ¡En tus sueños vieja bruja! ¡Ven a Japón a buscarme si quieres pero no me iré!
Casi puede ver el cabello que se arranca su madre con su frase.- ¡Joey Wheeler! ¡No te saldrás bien librado por este acto de rebeldía y llamaré a la embajada…! – El rubio corta la llamada mientras tira su celular a la cama.
Le lanza sus dos dedos medio a su celular. Ella no puede verlo pero no le quita la satisfacción de hacerlo.
Bueno, apenas lleva dos meses en Japón porque fue enviado donde su tío con papeles rápidamente firmados para ser ingresado en un internado destinado a omegas.
Joey rueda los ojos.
Si una vida entera de tutores y un encierro que era un arresto domiciliario para privarlo del mundo que intentaron romper su esperma más alta de un omega no pudieron, mucho menos un internado podría. Puede que ser obligado y casi arrastrado por el aeropuerto fue una experiencia nada increíble pero realmente estaba aprendiendo a vivir su libertado en el internado. Mala jugada de parte de su familia.
Incluso experimentaba lo increíble de la tecnología. Sus otros tres amigos le estaban enseñando cada vez más a usar las cosas sin dañarlas. En definitiva que tus padres que te han negado total contacto con el mundo y que te arrojan de la nada un Smartphone no es lo más inteligente del mundo
Era gracioso que sus padres aun pensaran que le importaba alguna mierda lo que ellos pensaran de él como un omega.
Pero por ahora, paso importante.
¿Qué rayos es KaibaCorp?
-¿Qué tanto piensas?
-¡AHHH! – La repentina pregunta le hace tropezar con su cama y caer de cara en la almohada. Se aparta rápida para ver a Yugi haciendo una cara nada impresionada.
-Apenas son las 4 de la tarde y ya te vas a dormir.- Niega con su cabeza en decepción.- Que perezoso.
Joey sienta que una vena se le hincha por lo que le tira una almohada.- Cabrón.- Dice cuando lo ve esquivarla.
Yugi sonríe mientras se sienta en el borde de la cama.- Entonces, ¿Qué tanta piensa tu cabeza?
Joey se sienta y mira a Yugi a los ojos.- Ese internet del que tanto hablan, ¿Podría ayudarme a buscar palabras o empresas?
Yugi rueda los ojos.- Si, Joey. Ya te hemos dicho mucho sobre eso. Puedes buscar lo que quieras.
Joey lo golpea con su puño y sonríe cuando Yugi se cae de la cama por el impacto. Aparentemente criando encarcelado, Joey es fuerte por su propio mérito.- Bueno, perdón por no saber qué era el internet hasta este año.- Rueda los ojos.
Yugi vuelve a sentarse en la cama aunque con una mirada preocupada que roza la compasión.- Y-Yo no.
-Sí, sí, lo se.- Agita su mano indiferente y le sonríe para que sepa que no está nada molesto.- Volvamos al tema, ¿Cómo lo busco?
Yugi toma su propio celular para mostrárselo a Joey mientras abre una aplicación.- Mira, entras al navegador. El que te descargue el mes pasado, ¿lo recuerdas? – Yugi le señala el icono rojo a lo que Joey asiente mientras el peli-raro vuelve su atención al teléfono.- Y luego de entrar solo debes escribir lo que quieras buscar.
Joey frunce el ceño porque sabe que no es la primera vez que le enseñan eso pero auna si le parte la madre cada vez que recuerda la cantidad de veces que esos malditos tutores lo golpearon con reglas de maderas mientras buscaba en diccionarios. Se nota que querían hacerlo dócil.
Lástima para ellos que encontró a su alma gemela cuando tenía 8 y le devolvió lo cojones que sabía que tenía.
Joey sonríe con el recuerdo y mira a Yugi.- ¿Podrías poner KaibaCorp?
En vez de escribir Yugi lo voltea a ver con el ceño fruncido.- ¿KaibaCorp?
Joey asiente sin entender el problema.
-¿No sabes qué es?
Joey voltea los ojos porque realmente no quiere ver la mirada lastimada de Yugi cuando le recuerde que no, no sabe casi nada del mundo en general. Suspira.- No, Yugi. Yo…- No puede terminar cuando Yugi empuja en su cara la revista que había olvidado en la conversación con su madre.- ¿Qué mierda? – La quita rápido de su cara para ver molesto a Yugi.
Yugi no nota su cara y señala la esquina de la revista.- Éste es su logo.- Y Ahí Joey se da cuenta de unas refinada K y C plateadas en la revista. Yugi luego baja la revista y lo mira.- Incluso todas las tarjetas de duelo de monstruo tiene su logo.
Joey frunce el ceño pensativo para luego levantarse y tomar una de las tarjetas de Yugi en su mesa de noche. Abre los ojos al ver nuevamente ese logo en una esquina, aunque mucho más pequeño.- ¡Es verdad! ¿Cómo no lo noté?
Yugi se alza de hombros.- Bueno, si no sabes lo que es KaibaCorp supongo que una K y una C no significan realmente nada.
Yugi tenía total razón.
-Entonces.- Joey mira a Yugi.- ¿Por qué querías saber sobre KaibaCorp?
Joey se muerde los labios porque su alma gemela siempre ha sido su secreto mejor guardado. Es un egoísta pero su alma gemela es solo suya. Claro que siempre le ha gustado restregar a otros que conoció su alma gemela pero nunca ha dicho su nombre porque, aunque sea difícil de admitir, también teme que algo pueda volver a pasarla.
Una sola vez su padre llevándoselo lejos es suficiente para una vida.
Aunque al fin podría tener una pista.
-Dime, ¿Qué tanto sabes de KaibaCorp? – Pregunta Joey en su lugar.
Yugi pone una mano en su barbilla.- En realidad mucho. Porque ellos inventaron el Duelo de Monstruos.
Joey abre los ojos porque eso no los esperaba, aunque en retrospectiva tiene lógica por los logos en las cartas y eso.- Oh, sí, eso explica por qué sabes de eso entonces.
Yugi sonríe asintiendo.- De hecho, es una compañía mundialmente reconocida. Me atrevería a decir que el dueño es la persona más millonaria del mundo.
Joey silba mientras siente que su esperanza de encontrar a su alma gemela allí se va desvaneciendo cada vez más. Había esperado algo más pequeño, preguntar si son familiares de su Seto.
Pero una compañía internacional no puede relacionarlo con el dulce Seto de 9 años que acababa de perder a sus padres y cuidaba a su hermano menor con todo el esmero que su cuerpo de niño podía mientras trataba de ganar dinero de cualquier forma.
En serio, si tuviera familiares tan ricos desde el principio, ¿Por qué no lo ayudaron antes?
Joey lanza una sonrisa triste. No, ahí no está mi Kaiba. No puede evitar pensarlo.
Yugi aún le sonríe sin saber sus deprimentes pensamientos.- Además, Atem es uno de los cuatro creadores. ¡Es genial!
Joey se ríe.- ¡Aja! Así que por eso sabes mucho.
Su humor se recupera al ver a Yugi sonrojarse.- ¡C-Claro que no!
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A Joey le gusta conocer Domino. Explorar tonterías por allí e incluso cuando Yugi le mostró por primera vez la pizza de pepperoni jura haberse enamorado ahí mismo. No es que estuviese mal alimentado, a excepción de recibir un castigo, pero la comida chatarra es algo que pocas veces probó.
Aunque a veces, cuando a Serenity se le ablandaba su corazón le traía hamburguesas y sus padres, tontos hacia su hija alfa, le complacían el “capricho” y la bondad de alimentar a su hermano mayor como quisiera.
… Como si fuera una puta mascota.
Incluso Ryo le dio un poco de comida egipcia que su padre le rescata cuando visita el internado.
-Es tonto, porque sé que la compra de un restaurante que hace comida egipcia aquí en Japón.- Decía él aunque aún así comía sus bocadillos con ganas.- Yo mismo podría conseguirlo en cualquier momento.
Malik rodaba sus ojos.- Tonto, es porque quiere que te sientas en casa.
El padre de Ryo no obtendrá en definitiva el premio al mejor padre del año porque es muy descuidado y dejó que Ryo se fuera de su casa tan fácil y sin pelear. Pero al menos hacía el intento.
Poco visto para los demás padres del grupo.
El punto es que Joey disfruta recorrer las calles cuando hay luz del sol para poder ingresas a establecimientos.
Porque algo de su pasado es que desde que conoció a Seto sabía que quería explorar su mundo y no dudaba en escaparse todo el tiempo en la madrugada de su casa.
Su familia podría dárselas de tener clase por tener dos alfas en la familia, pero no son ricos ni se acercan a serlo. No había vigilancia y era perfectamente fácil salir por la puerta de la cocina.
Aunque no era estúpido, no salía de su barrio porque sabe que podía ser raptado o vendido por ahí, aunque mientras iba creciendo terminaba caminando más allá hasta ver la forma en que ejercitaban en un parque ciertos betas.
No queriendo ser un debilucho toda su vida, y habiendo recuperado su voluntad para vivir empezó a copiarlos desde lejos aunque con terribles calambres en la mañana. Pero aun así no se rendía.
Era increíble que algunos músculos estuvieran presentes hoy en día.
Y aún más curioso que de la cantidad de veces que ha salido con sus amigos siempre consiguen encontrarse con los alfas de los que tanto se quejan cuando él no está presente.
Joey se alza de hombros con ese pensamiento mientras sigue caminando por la calle comiendo un helado junto a un Malik que mira malhumorado a los alfas.
Joey voltea los ojos.- Quita esa mirada, incluso si no la tienes esa gran hostilidad puede olerse a kilómetros.
Malik entrecierra sus ojos aun sin mirarlo.- Te juro que si uno se acerca a solo un metro le parto la madre.
Joey se ríe mientras palma su cabeza.- Es tan tierno que me quieras proteger tanto.- Dice en tono de broma, que funciona porque Malik resopla cuando por fin lo mira.
-¿Quién rayos dice que es por ti? Esa basura alfa puede perderse para siempre en lo que a mí respecta.
-¡Oyeee! ¡Malik!
Joey mira a ambos lados cuando Malik bota aire exasperado y luego le da a Joey una mirada irónica.- Felicidades, al fin vas a conocer parte de ese molesto trío.- Aun con la acidez de sus palabras Malik detiene su paso así como Joey.
El rubio levanta una ceja curioso.- ¿Oh?
No dicen nada más entre ellos cuando una motocicleta negra se detiene en la calle a su lado y el alfa se quita el casco.
Joey hace lo posible por no silbar. Malik tiene buen gusto.
Aparentemente el alfa piensa lo mismo que Joey porque se detiene a guiñarle el ojo.- ¿Un nuevo amigo?
Malik le frunce el ceño.- Hey, ojos fuera de él.- Dice poniéndose entre Joey y Marik.
Aunque eso solo hace a Marik parecer feliz mientras pasa una mano sobre los hombro de Malik.- Aw, no estés celoso.- Se acerca a su oído.- Eres el único para mi.- Le susurra.
No importa lo que diga Malik después porque Joey está seguro de verlo sonrojarse cuando lo aparta de un manotazo.
-¡Te he dicho mil veces que no te acerques a mí! ¡Estúpido alfa! – Le grita a lo que Marik solo sonríe mientras vuelve a ver a Joey por detrás de Malik.
-Entonces, ¿No nos presentarás?
Antes de que Malik pueda quejarse Joey da otra lamida a su helado para luego agitar su mano en un hola amistoso con una sonrisa.- Debes ser el famoso Marik, soy Joey.
La ceja de Marik se crispa llamando la atención de ambos omegas.- Ugh, ese nombre.- Hace una mueca.
Malik enseguida pone mala cara.- ¿Acaso tienes un problema con mi amigo, o qué? – Pregunta molesto.
Marik niega con la cabeza mientras suspira.- Nada de eso, solo que cierto sacerdote al escuchar ese nombre se vuelve loco pensando mil cosas y haciendo investigaciones.- Apunta a Joey con su dedo mientras lo mira serio.- Un consejo, niño. Si conoces al sacerdote no le digas ese nombre o tendrás toda tu vida investigada. Y luego es un asco verlo enojado al notar que no lo que busca cuando simplemente debe verlo antes de investigar.- Un suspiro lo deja inevitablemente.- Y encima de eso rubio. ¿Por qué demonios ese nombre tiene que ser tan común? – Murmura lo último para sí mismo.
Malik y Joey se miran entre sí sin entender un carajo.- ¿Sacerdote? – Es lo primero que pregunta Joey.- ¿Una iglesia o algo así?
Aunque al parecer no tiene nada que ver porque Marik se echa a reír sin control casi cayéndose al suelo de la risa, desconcertando incluso más a los omegas.
La gente empieza a ver aunque rápidamente siguen sus caminos cuando reciben la hostilidad de Malik.
Al fin Marik parece calmarse, aunque sin duda por la ayuda de la patada que Malik le dio en su pierna.
El alfa mira al rubio con una sonrisa.- Esa estuvo muy buena, rubito. Aunque nah, nada de eso. Pero aun así ten cuidado.- Joey asiente aun sin entender. Luego el alfa se vuelve hacia Malik.- Te pediría nuevamente una cita pero veo que ya estás en compañía.-
Malik suspira.- Y ya te dije que no quiero salir con ningún alfa.
-¿Qué tal una cita doble? Estoy seguro que Bakura se moriría de alegría si traes a Ryo?
Malik voltea los ojos.- No necesito a ese ninfómano cerca de mi amigo, muchas gracias.
Joey decide seguir comiendo su helado mientras los dos tienen su discusión, y ciertamente le importa poco. Cuando ya está al final de la galleta nota el famoso logo que le ha rondado la cabeza desde hace unos días en el carnet que tiene colgado Marik en su mochila.
Frunce el ceño cuando trata de leer o entender algo más que la foto por defecto pero no consigue nada.
Aunque luego su punto se mueve y apenas nota que Marik hace su retirada.
Cuando solo ven el humo que deja atrás su moto Joey se voltea a ver a Malik.- ¿Él trabaja en KaibaCorp?
Malik lo mira con una ceja alzada ligeramente curioso por la pregunta sin sentido.- Si, de hecho está en la cima. Es parte de los creadores de Duelo de Monstruos.- Suspira con resignación.- No paró de alardear la última vez que nos vimos pero aun así no le gusta que otros sepan, le parece más emocionante.
Joey no sabe si debería mencionar que eso significa que Malik no hace parte de los extraños para Marik y que se nota que sabe más de él de lo que quiere admitir.
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Las clases de cocina no son exactamente el fuerte de Joey. No es su culpa, solo había pisado la cocina una vez en su vida y fue porque lo obligaron para que sacar sus “dotes de omega”
Que imbéciles.
Un chico de la clase, Jimil se acerca a su mesa. El tipo no paraba de lucirse que tenía un increíble alfa, por supuesto sabría su nombre rápido para poder ponerlo en la lista de molestos.
-Oye, Wheeler.- Joey lo mira mientras nota al todo el salón mirando con sonrisas picaras en su rostro.- ¿Qué es esa porquería que tienes en las manos?
Bueno, sí, técnicamente esta extraña masa de galletas es una porquería. Pero no tiene por qué admitir nada así que solo le alza una ceja sin presionarse.
Otro chico se aproxima y luego aprieta su nariz.- ¡Qué asco!
Los otros omegas asintieron.- ¡Si no puedes ni siquiera hacer galletas entonces no sirves para ser omega!- Comenzaron a reírse.
Algo dentro de Joey… Simplemente empezó a reír de la oportunidad.
Sabiendo que su maestro no volvería aun, tomó un trozo de su maza incomible y se acercó a un Jimil aun risueño desprevenido mientras agarraba su mandíbula y metiendo la masa.
Le cerró la boca y levantó su cabeza.
Su clase enseguida quedó callada mientras Jimil se retorcía pero no podía perder el agarre firme de Joey.
El rubio no pudo evitar reír.- Parecías celoso de mi masa y por eso te acercaste. Así que te estoy dejando probarla aunque solo un poco.- Acerca sus ojos a él con seriedad.- Trágala todo.
Fue increíble verlo tragar y luego hacerse un desastre lloroso en el suelo porque Joey sabe que eso estaba horrible.
Solo bastó una mirada para hacerle saber a todos que repetiría la acción sin dudas.
Nadie tiene permitido usar las mismas palabras con la que su familia se burlaba allá en Inglaterra.
Cuando el profesor llegó nadie dijo nada, ni siquiera Jimil. Excepto Joey porque realmente necesitaba ayuda con esa porquería.
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En la ducha Joey está pensativo mientras soba su diamante en su pie. Le gusta hacer esa rutina, incluso si tarda 10 minutos simplemente sentado en el piso mojado de la ducha mientras el agua cae sobre su cabeza.
Joey particularmente no cree en el destino, porque si existe realmente quiere darle una paliza por el mal trabajo que hizo con él y su alma gemela.
Solo se dieron una pequeña probada inocente antes de ser arrancados por la crueldad de la realidad.
¿Tal vez debería dejar ir el pasado?
No tiene sentido seguir recordando algo que no pasará. Ahora está a muchas horas de su casa. ¿Cómo rayo podrían verse si ahora está en un país del que no tienen nada que ver ninguno de los dos?
Bueno, Yugi le ha hablado mucho sobre redes sociales. Particularmente odia las fotos de sí mismo así que no tiene sentido hacer eso. Ha conseguido más amigos en el internado de lo que ha tenido en una vida, pero no necesita ver sus fotos si los ve todos los días, ¿No?
Quizás Seto tiene red social y podría buscarlo.
Vuelve a sobar su diamante.
Quizás Seto ya tiene su propia vida y no necesita de un omega que le recuerde que perdió todo en su país de origen solo por ser almas gemelas.
Sacude su cabeza.
Está empezando a parecerse a un depresivo solterón omega de 50 años.
Se levanta para empezar a echarse champú con una nueva resolución. Incluso si Seto no quiere verlo, Joey quiere saber cómo está, si ha estado comiendo bien, si no ha tenido problemas cuidando de Mokuba.
… Bueno hay que admitir que eso sonó un poco ñoño pero da igual.
No tiene ni la más remota idea de cómo usar redes sociales, pero sabe que sus amigos si lo saben. Además, sabe que se mueren por escuchar el nombre de su misteriosa alma gemela.
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Los tres omegas amigos de Joey miran al rubio con incredulidad y el silencio se extendió por unos segundos hasta que Ryo suelta un brillante.- ¿Qué?
Joey levanta la ceja sin entender la reacción.- ¿Es un nombre muy raro? Realmente me lo pareció al principio.- Divaga un poco.
Malik sacude la cabeza cortando a Joey.- Déjame repetir lo que dijo Ryo… ¿Qué?
Joey los mira a los tres sin comprender, incluso Yugi parecía que se le iba a caer la mandíbula a este paso.- ¿Lo conocen? – Pregunta Joey apurado y casi salta de felicidad cuando los ve asentir a todo lentamente, al menos hasta que Malik lo golpea con su cojín.- ¡HEY!
-¿Qué demonios? ¡Nos hubieses dicho desde el principio que tu maldita alma gemela es Seto Kaiba! – Grita Malik solo para ser callado de algo más cuando Joey le pone una mano en su boca.
-Cállate.- Le susurra enojado mirando escandalizado su puerta cerrado.- No quiero que nadie sepa.
-¿Por qué no? – Pregunta Ryo.
Joey piensa un poco la respuesta. No quiere decir que porque es egoísta y ese es el nombre que ha guardado toda su vida, así que elige la segunda mejor opción.- No quiero que esté en peligro si mi familia llegara a enterarse que me encontré con él.
Hay un nuevo silencio y luego una risa de los otros tres omegas dentro de la habitación.
Joey no sabe se golpearlos o sonrojarse cuando ve que Malik incluso rueda en el suelo alfombrado.
-¿¡Qué!? – Pregunta frustrado.
Yugi se quita una lágrima de su ojo y ve aun risueño a su amigo.- Oh, Joey. En realidad sin notarlo ya te hablé él.
-¿Si? – Pregunta interesado y evade las otras dos estridentes risas.
Yugi asiente.- ¿Recuerdas que te hablé del dueño de KaibaCorp? ¿El que es la persona más millonaria del mundo? – Joey asiente lentamente con la cabeza, porque eso sería impo…- Ese es él. Seto Kaiba.
Joey empieza a tener repentinos flashbacks que puede que duraron menos de un segundo.
“No llores, cenemos juntos en casa. Mi hermanito espera por mi”
“¡Tenemos el mismo diamante! ¡Somos almas gemelas!”
“¿Cómo puedo hacer para entregarte el mundo entero?”
“No tengo mucho, pero prometo protegerte. No sé por qué, pero hay algo en ti que me hace querer hacerlo”
“Te prometo que te sacaré de esa casa. Sé fuerte. Espera por mi”
“¿Oh? ¿No te importa vivir conmigo? A mí tampoco me importaría pero por favor, espérame hasta que pueda darte la vida que mereces”
“Sé fuerte”
Tantas frases susurradas con cariño de un chico dulce que siempre quiso darle todo pero que no tenía nada. ¿Esa es la persona más poderosa del mundo?
No le concordaba.
-¿Seguros que no se equivocan?
Yugi asiente.- Solo existe un Seto Kaiba en el mundo, o al menos no los bebés cuyos padres creen que poner esos nombres de famosos a su hijos significaría algo.- Yugi rueda los ojos, porque eso era tan estúpido en su opinión.
Joey se pasa la lengua sobre sus resecos labios.- ¿Cómo es? Necesito saber si de verdad hablamos de la misma persona.
-Frío, mandón, no le gusta que los omegas se le arrimen y estoy seguro que es muy creído.- Dice Malik sin rodeos.- Lo he visto en un par de entrevista y en algunas competencias de Duelo de monstruos.
Joey mira a Yugi por una confirmación, porque Malik es un completo exagerado. Yugi asiente.- No lo conozco personalmente. Pero de lo que sé, odia ser molestado y no le gusta la gente que él considera mediocre.
Joey hace un repaso mental aunque enseguida tacha las opciones y sacude la cabeza en negación.- No, mi Seto siempre fue dulce conmigo y su hermano menor. Nunca pensó en tratarme mal por ser un omega ni nada de eso.
-Espera… ¿Dijiste hermano?
Joey asiente mientras Ryo busca algo rápido desde su celular para luego volteárselo hacia el rubio.- ¿Se parece a él?
Joey se acerca y puede observar una versión del pequeño niño que conoció mucho más alto y derecho, incluso tierno con ese traje de tres piezas y una Tablet en la mano. Una sonrisa se empieza a deslizar en su rostro mientras sus ojos se suavizan ligeramente.
-Ese es Mokie, estoy seguro.
Yugi traga audiblemente porque va notando cada vez más la alta probabilidad de que estén hablando del mismo Seto Kaiba.
-Mokie, como ¿Mokuba?
Los tres contienen el aliento cuando Joey asiente.
Tienen una conversación con las miradas en menos de un segundo y se decide, por unanimidad, que sea Yugi quien tome ahora su celular para buscar en el navegador al CEO del KaibaCorp. Por fin logra obtener una foto clara de él sentado en un sofá para una entrevista en una revista de negocios.
Yugi mira a sus dos amigos que le asienten para luego ver a Joey.- Esta es una foto de Seto Kaiba, hermano de Mokuba Kaiba.
Joey inhala profundo porque no es tonto, vio sus expresiones al hablarles de Mokuba. ¿Entonces si hablan del mismo Seto?
Con cuidado toma el celular de Yugi y abre los ojos, que apenas nota que cerró y ahí lo ve.
Su Seto.
Elegante, con una mirada calculadora y una pose dominante. Pero esos ojos, son los mismos ojos azules que recuerda, claro que recordaría su lindo cabello castaño además de ese pequeño lunar que tiene en su cuello que casi es tapado por el cuello de la camisa.
-¿Joey? – Pregunta preocupado Yugi.- ¿Estás bien?
-S-Si
-¿Entonces por qué lloras?
La verdad apenas nota las lágrimas que caen porque en realidad se alegra mucho de ver a Seto siendo tan exitoso como siempre quiso ser. Sus mejillas ya no se ven hundidas y pudo ver antes que Mokuba está bien, incluso con una sonrisa en su rostro.
Joey solo sonríe mientras limpia sus lágrimas.- Creo que no me apunté a este baño de noticias cuando desperté esta mañana.
Ryo pone una mano en su hombro mientras Yugi le da un pañuelo que lo toma para soñarse la nariz.
-¿Entonces está confirmado que tenemos al correcto?
Y Joey ríe mientras asiente.- Sí
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Un rato después que sus emociones consiguen apagarse un poco llega el siguiente paso sobre qué hacer.
Y de paso Joey descubre que los tres alfas que se han encontrado sus tres amigos en extrañas circunstancias son, de hecho, parte del círculo interno de Seto Kaiba. Incluso Atem es su puto primo.
-Lo siento, no puedo ayudarte.- Dice Yugi cabizbajo.- Realmente Atem y yo nos vemos cada cierto tiempo por casualidad, no hay confianza para intercambiar números.
-Pero te encantaría que no fuese así, ¿Eh? – Dice Joey sin poder evitar molestarlo.
Y tiene efecto porque Yugi se sonroja.- ¡Joey!
Joey solo se ríe y lego mira a Malik que de inmediato niega.- Ese estúpido alfa me ha seguido para una cita pero no puedo contactarme con él de otra forma.
Luego los tres miran a Ryo que al parecer encontró que la lámpara de la mesa de noche es más interesante que la conversación.
-¿Ryo? – Pregunta Malik con una sonrisa deslizándose. Y Ryo de repente los mira avergonzado.
Aunque luego suspira cuando ninguno deja de ver.- No tengo idea de cómo pero de alguna forma ese acosador consiguió mi número y no deja de decirme frases clichés mientras me da insinuaciones sexuales algunas noches.- Un temblor pasa por Ryo por completo y mira suplicante a Joey.- Sé lo que quiere. Y estoy seguro que si le pido ayuda lo cobrará con eso.- Muerde sus labios.- Agotemos todas las opciones y si no pues…- Traga y luego mira determinado a su amigo.- Prometo llamarlo no importa qué precio me ponga.
Yugi lo mira impresionado.- Ryo.
Joey le pone una mano en su hombro.- No te preocupes, resolveremos algo antes de llegar a eso.- Ryo se desinfla completamente aliviado perdiendo la resolución de antes.
-Bueno.- Empieza Malik.- Eso no nos pone en una buena situación, digo, ¿Sabes cuántas personas quieren ver a Seto Kaiba? No creo que simplemente te dejen entrar.
-Mm, quizás podría ir contigo y pedir a la recepcionista que quiero hablar con Atem.
-Creo que es lo mismo Yugi.- Aporta Ryo.- Un chico desconocido buscando a uno de los jefes.
Joey pone una mano en su barbilla pensando y luego de un rato se alza hombros.- Creo que podría caminar hasta esa corporación y ver qué hacer desde allí.
-Eh, eso no suena nada confiable.- Dice Yugi a lo que Joey sonríe levantándose.
-No tengo nada con los planes.- Se quita su camiseta para empezar a ponerse un uniforme limpio para poder salir. En eso su celular comienza a sonar y nota con disgusto que su madre vuelve a llamarlo como lo ha hecho todos los días desde la última vez que hablaron.- Que persistente.
-¿Quién es? – Pregunta Malik.
Joey comienza a abotonarse su camisa.- Mi madre, ha estado insistiendo en que tome un cliente que encontró y quiere presentármelo en la boda de mi hermana.- Suelta como si estuviera hablando del clima mientras ata sus últimos botones, inconsciente de la mirada de horror de los otros.
-¡¿Cliente?!
-¡¿Por qué no dijiste nada?!
-¡¿Estás bien con eso?!
Joey se sobresalta con los gritos lanzados a él de la nada mientras se rasca la nuca.- La verdad mi madre fue quien me habló de KaibaCorp por primera vez, creo que mi hermana se casará con un trabajador o algo así y está en la novena nube.- Rueda sus ojos.- Pero el nombre de KaibaCorp desconectó todo para así que la mandé al carajo mientras me amenazaba con llamar a la embajada.
-Oh Dios.- Yugi murmura empezando a jalar su cabello.- Esto es horrible. Hay que hacer algo para evitarlo.
-Tal vez esconderlo.- Sugiere Malik.- ¿Puedes conseguir más de esas bolsas que te hacen parecer beta, cierto? – Le pregunta a Yugi a lo que este nervioso mira al suelo.
-Perdí contacto con el proveedor pero creo que puedo intentar buscarlo, sino mi mamá podría ayudar.- Yugi se asiente a si mismo mirando su celular hasta que Joey se lo arrebata.
El rubio frunce el ceño.- No pienso esconderme ahora que sé dónde está mi alma gemela.- Devuelve el celular mientras termina de ponerse el lazo rojo.- Quiero buscarlo y después resolver ese asunto.
Al principio lo miran no tan seguros aunque lentamente empiezan a reconsiderar con Yugi encabezando al asentir.
-En realidad, si Seto Kaiba es tan increíble como dices y tan terrorífico como todos sabemos, seguro hará algo.
Malik asiente de acuerdo.- Tiene razón, lo principal es comunicarse con él.
Ryo vuelve a mirar determinado.- Si no logras hablar con él pronto prometo llamar a Bakura.
Y Joey no puede evitar sonreír porque nunca antes había tenido amigos que lo apoyaran tanto como ellos.
Yugi le da la dirección que aparece en línea y luego decide irse a ver qué nuevo loco truco tiene el destino para él.
Obviamente está emocionado mientras corre. Porque puede que Seto lo quiera o no en su vida, pero Joey Wheeler ya se propuso a encontrarlo y eso hará.
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Y entonces el pequeño plan que tenía de llegar a la recepcionista de repente empieza a fallar incluso antes de siquiera entrar en el territorio de la corporación por un guardia que lo ve con cara superior.
-Mira, niño.- Dice desesperado el guardia por deshacerse del rubio.- Un omega no tiene nada que hacer en este edificio y aun así si tuvieras alguna cita definitivamente no sería con el CEO.- Rueda los ojos.
-¿No puedes entender que él es mi alma gemela? – Pregunta Joey estresado y está a nada de tirarle un puño al bastardo por la burla que ve en su cara.
-No tienes idea de cuánto omega y beta se acerca aquí con la misma tontería.- Se cruza de brazos.- Escucha, ni él ni yo tenemos tiempo para eso así que shoo.- Le agita su mano.
Joey frunce el ceño porque sabía que no sería fácil ingresar pero ¿Simplemente por ser omega? Que maldito. Joey voltea a varios lados para tratar de buscar cómo salir de esa situación hasta que nota uno de los guardias estacionarios caminando cerca por lo que Joey sonríe mientras corre hacia él.
-Señor guardia, ayúdame.- Utiliza un tono lastimero que hasta a él le da nauseas. Señala al guardia.- Ese hombre comenzó a ofenderme sin razón.
-El guardia frunce el ceño y asiente mientras va a hablar con el guardia. Es increíble que se promulga tanto sobre la igualdad cuando ambos alfas enseguida lo ignoran para empezar una discusión en la que él es el protagonista.
Aunque claramente ese es su objetivo porque se desliza a la entrada y sabe, por las miradas que empieza a recibir, que tendrá la misma respuesta si llega con la recepcionista así que es momento de hacer su entrada estelar.
Corre lo más que puede al centro y ahueca su boca con sus manos.- ¡Soy Joey Wheeler! – Algunos empiezan a verlo e incluso a murmurar pero no le importa.- ¡Aquí estoy! ¡Soy yo, Joey!
-¡Seguridad! – Llama la recepcionista con suficiente maquillaje en su cara para ser drag.
Joey quiere esperar hasta el último segundo y grita con aun más fuerza.- ¡Soy Joey Wheeler! – Casi enseguida es tacleado y cuando su cabeza toca el suelo brillante de mármol nota el rostro molesto del guardia aunque es sacado casi de inmediato por el guardia estacionario que aunque lo ayude a levantarse después le frunce el ceño.
-¿Qué significa esto? – Pregunta el guardia estacionario a lo que Joey, ya de pie y siendo acompañado a la salida sacude la cabeza.
-Creo que un impulso, tal vez.- Se alza de hombros aunque por dentro está nervioso porque no tiene idea si eso sirvió de algo o simplemente la cagó para cualquier oportunidad. Aunque mirando al guardia de la empresa un segundo nota que nunca tuvo una oportunidad desde el lado amable.
-Eso no es un buen comportamiento, supongo que tendré que reportarlo a la escuela.
Joey lo miró con horror porque ya uno de sus amigos fue castigado con no salir del internado y definitivamente odiaría que le quitaran más de su libertad.
Camina ignorando todas las miradas de los alfas engreídos que pasan e incluso el siseo del guardia que lo derribó cuando pasa por la salida.
-Dígame qué debo hacer para que no llame al director. Posiblemente me mate.- Le dice con más drama del necesario a lo que este suspira.
-Bien, lo dejaré pasar pero no quiero verte por este sector porque créeme, niño. Nadie quiere problemas con KaibaCorp.- Se detiene en la esquina de la acera.- Esperemos que el CEO no se entere, es muy testarudo con respecto a omegas.
Joey se muerde el labio para evitar una sonrisa. Yo espero que se entere, en realidad.
-Entonces el castigo será que te escoltaré hasta el internado y será todo por hoy, ¿Entendido?
Joey quiere gruñirle y decir que puede irse a la mierda con sus expresiones como si le hablara a un niño. Pero salió bien librado con el truco que sacó por lo que simplemente asiente ya pensando su próximo movimiento mañana.
Joey va ignorante de los ojos que ruedan cuando lo ven al salir de KaibaCorp.
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El asistente beta presidencial de KaibaCorp a veces simplemente no puede entender a los omegas. Ese que acaba de hacer un acto vergonzoso, que espera que no llegue a oídos de su jefe, es un ejemplo de eso.
Rodando los ojos camina al ascensor para llegar al piso 27 a la sala de reuniones coordinada de esa hora, después de recoger los documentos que le entregaron en el primer piso.
Al llegar se queda al lado de la puerta para esperar la entrada de su jefe. Algunos otros personajes entrar a la reunión, incluidos los jefes Bakura, Atem y el recién traído de Egipto, Marik
Unos cinco minutos después y 30 segundos antes de empezar la reunión llega Seto Kaiba tan puntual como un reloj. De inmediato le abre la puerta para que siga a la sala de reuniones que tiene algunos extraños murmullos que se detienen cuando Seto Kaiba entra. Haciendo a todos, aparte de sus tres amigos cercanos, levantarse e inclinarse.
A Kaiba no le importa y simplemente se sienta en la punta de la mesa mientras su asistente corre y le sirve un vaso con agua.
-Hey sacerdote, no te lo vas a creer.- Bakura es el primero en hablar, claramente sin importarlo el protocolo, no importa lo mucho que trataron de enseñárselo.- Me acabo de enterar que hubo una escena en la recepción.
Eso cae como un balde de agua fría a muchos en la habitación porque el objetivo de callar los murmullos antes de que el jefe entrara es precisamente para evitar que se entere.
Kaiba cruza los brazos.- ¿Y qué demonios estaban haciendo los guardias si hubo una escena en mi Corporación? – Frunce el ceño.
Y más de uno se siente mal del guardia que dejó pasar al omega.
Bakura se alza de hombros.- Me acabo de enterar, parece que fue una locura.
-Ah sí, me enteré de camino aquí.- Dice Marik con una sonrisa.- Parece ser con un omega entró gritando alguna cosa.- Se echó a reír sin notar que el resto de la habitación se ponía fría con esa información, aunque el egipcio simplemente ríe.
Kaiba alza una ceja.- ¿Un omega? – Suspira con resignación y mira a su asistente que se endereza de inmediato.- Necesito que le informes a recursos humanos que le dé un memo al guardia de turno.
Al menos la situación no fue tan grave.
Mientras Kaiba toma de su vaso de agua esperando que su asistente de inicio a la reunión, Bakura vuelve a hablar.
-¿Qué andaba gritando el chico? – Le pregunta al jefe de Marketing a su lado que parece notar la vena que se le hincha a Kaiba.
-No creo que sea el momento, Señor Bakura.- Le susurra aunque es perfectamente audible en el silencio.
Bakura se cruza de brazos y alza una ceja.- No dejaré que empieza esta reunión hasta no saberlo, la curiosidad me mata porque al fin ocurre algo interesante aquí.- El alfa es tan osado que a todos les sorprende que Kaiba no reaccione como para despedirlo aunque parece que quería matarlo. Ya todos entendieron que es mejor no comentar nada de esa conexión entre los cuatro.
El jefe de Marketing quiere debatir pero ve que otra vena se hincha en la frente de Kaiba cuando deja de tomar su agua mientras Bakura empieza a tocar la mesa con su puño.
No tiene más opción que volver a susurrar, aunque nuevamente audible para todos.- Su nombre, empezó a gritar que eh…- Piensa un momento.- Que Jessy wheels estaba aquí.
Un gerente a su lado sacude la cabeza.- No, era algo así como Jhon.
Kaiba se cruza de brazos cuando ambos empiezan a tratar de pensar el nombre para Bakura que al parecer iba perdiendo el interés en la conversación. Sin querer poner más a la defensiva su jefe aplaude para llamar la atención.- ¿Podemos empezar la reunión, señores? – Es gracioso ver a ambos alfas asentir, sobre todo porque él mismo es un beta.- Y a propósito, yo si lo recuerdo bien, Señor Bakura.- Se señala con orgullo.- Era Joey Wheeler.
El siguiente sonido que se oye es un vidrio quebrándose y luego todos notan impactados que Seto Kaiba había dejado caer su vaso a los papeles que tenía en la mesa. Aunque por su mirada parecía que no le importaba.
Su asistente reaccionó de inmediato y se acercó a recoger el desastre cuando un fuerte olor hizo acto de presencia junto a una orden.- Se suspende esta reunión, todo el mundo fuera. ¡Ahora!
Con esa orden imposible de contradecir por ser su jefe y aún más un súper-alfa todos se van. El beta no sabe qué hacer porque no puede dejar el lado de su jefe cuando algo así pasó pero esa orden también pudo ser para él, solo entonces nota que los otros tres súper-alfas se quedaron sentados en la mesa.
Y así nota al fin que los tres tienen las mismas expresiones sorprendidas y en shock en sus rostros.
-Tu.- El beta salta cuando su jefe le dirige la palabra con una extraña aura que le rodea que le hace querer correr.- Trae al guardia aquí, ya mismo.
El beta asiente, saliendo por la puerta con rapidez. Francamente espera no haber arruinado su trabajo haciendo que Seto Kaiba perdiera la paciencia al seguir hablando del tema del omega cuando claramente no era de su agrado.
No está feliz de ir al guardia que posiblemente sea con quien descargue toda la ira, pero bueno. Mejor él que otros.
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En la sala de reuniones del piso 27 con capacidad de 36 personas, se haya Seto Kaiba cerca de querer matar a alguien.
Porque él, la persona que ha buscado sin parar desde que ha tenido poder simplemente fue echado. ¡Y de su propia empresa!
-Sacerdote.- Voltea su cara a su primo que le frunce el ceño.- Se lo que sientes pero debes calmarte si quieres respuestas de ese guardia.
Kaiba le frunce el ceño con enojo.- Eso es mentira. No tienes idea de cómo me siento.- Le gruñe.- Tú no has tenido un alma gemela cuya familia se mudaba todo el tiempo de ciudades y era imposible rastrearlo y ahora.- Aprieta con fuerza su puño.- Y ahora de repente está al alcance y…- Aplasta el puño a la mesa mientras se levanta.- Voy a buscarlo.
-Sacerdote.- Esta vez es Bakura quien habla quien perdió todo humor de antes.- Escuchemos a este tipo para ver si la descripción coincide y luego podemos rectificarlo en la sala de control para ver si podemos localizarlo de alguna forma.
El bastardo tenía sentido así que se sentó mientras tamborileaba con sus dedos en la mesa aun gruñendo.- Ese apellido es inglés es imposible de confundir.
Nadie más dice nada porque es la primera vez que se estrellan con alguien llamado Joey Wheeler, no simplemente su nombre que es común. Claramente carcome la cabeza de Kaiba.
Unos momentos después un nervioso guardia entra a la habitación junto al asistente beta después de tocar la puerta para anunciar su llegada.
El beta le señala que avance mientras se queda junto a la puerta.
Cuando el guardia está delante de ellos de la gran mesa Kaiba se cruza de brazos.- Descríbame en detalle lo que pasó desde el principio. Incluida la descripción de este chico.- Intenta controlar su temperamento solamente para obtener las respuestas que quiere.
El guardia asiente y trata de sacar valentía de ser llamado repentinamente y aún más con la advertencia del asistente de tratar de no enojar más a su jefe de lo que ya está.
-Mis disculpas el chico se me escapó cuando trajo un guardia estacionario después de mentirle para distraerme.- Frunce el ceño.- El chico simplemente…
-Dije.- Kaiba corta su diatriba de inmediato.- Desde el principio.
El guardia siente y trata de relajarse.- Este niño omega se me acercó y me pidió verlo. Claramente le dije que no, y menos sin una cita comprobable. Luego me empezó a decir que era su alma gemela.- El guardia alfa rueda los ojos en una burla.- Noes la primera y definitivamente no la última vez que alguien usa esa excusa.
Atem aprieta los puños porque sabe que no solo su primo sino que los dos delincuentes están a punto de asaltar al guardia por más respuestas que sus burlas.
-Así que buscó un guardia para distraerme mientras corría como loco a gritar en la recepción.- Se inclina 90°.- ¡Mis disculpas! En cuanto noté la situación de inmediato tomé acción.
-¿Qué acción? – Gruñe Kaiba sin poderse detener.
A lo que el guardia, posiblemente malentendiendo el motivo del enojo se endereza y dice con orgullo.- Lo tacleé iba a exigir respuestas pero el guardia estacionario se lo llevo diciendo algo sobre un castigo.
Y la atmosfera ya tensa de la habitación empeoro terriblemente cuando el asistente beta no puede evitar arrodillarse por el olor a dominancia que empieza a esparcirse sin para por Seto Kaiba y una pequeña parte por los otros.
-¿Cómo luce? – Es Atem quien pregunta pero el guardia, asustado por la demostración de poder. Es el asistente que aun sentado traga y responde.
-Mide 1 con 80 quizás menos.- Traga nuevamente nervioso.- Rubio, creo que ojos café y lleva el uniforme de uno de los internados omegas.- Con esa presión que siente no le importa que el diablo le caiga directamente a ese omega.
La presión ahora se siente diferente cuando Kaiba se levanta. No es enojo es otra cosa, algo que es totalmente mejor que antes.
Bakura se levanta con seriedad y mira al beta.- Ve a la sala de control y quiero que tengan listo el video de toda la escena, incluso las cámaras exteriores que puedan seguir al chico. En cuanto a ti.- Mira enojado al guardia alfa.- Vuelve a tu puesto mientras resolvemos esta situación.- Entrecierra los ojos.- Por ahora.
Ambos se van con rapidez y cierran la puerta.
Los tres alfas miran a Kaiba que aún está de pie con las manos en la mesa es confuso saber lo que piensa porque se puede oler enojo, confusión y una extraña felicidad que es muy rara palparla para él.
-¿Qué rayos hace en un internado aquí? – Pregunta más para sí mismo que otra cosa.
-Quizás.- Atem pone una mano en su hombro.- Sabía que estabas aquí y vino a buscarte.
Kaiba rueda los ojos pero una pequeña sonrisa aparece en su cara.- Ah, si. Ese pequeño cachorro es un terco que posiblemente se cansó de esperar.- Pasa una mano por su cara.- Y ese truco que hizo, si, se parece a él.
Marik ríe ligeramente con el ambiente empezando a suavizarse.- ¿No habías dicho que era tímido, tierno y cariñoso? Porque este chico tiene bolas.
Kaiba sonríe solo levemente.- Y solo con un par de días se puso tan rebelde.- Cuando lo conoció era un tímido omega sin sentido para vivir porque le estaban cortando sus alas, pero pasar un par de días en su casa fue todo lo que bastó para sacar su lado juguetón de él e incluso le gritó a su niñera cuando lo encontró. Respira profundo y vuelve su cara seria, hora de los negocios.- Bien, mi olor está controlado, vamos a la sala de control.
Necesita confirmar esto.
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Después de ver al guardia y escuchar la aterradora historia del humor de su jefe y ver al asistente correr para tener lista la grabación de todo lo que pasó. Se recomendó explícitamente a todo el personal no mencionar nada del omega del que parece que le tienen un gran rencor.
Incluso se recomendó al equipo de seguridad estar listos en caso de tener que buscar al chico. Incluso el asistente beta estaba pensando en tener listos los documentos necesarios para que el Gobierno no se queje de ellos.
Los cuatro alfas superiores de la empresa descendieron unos pisos y llegaron a una sala de control increíblemente silenciosa. Dos guardaespaldas de Kaiba habían sido llamados por su asistente en caso de ser necesario una acción rápida.
Era una lástima que Roland estuviese de baja temporal por una enfermedad porque como jefe de seguridad él sería más indicado para el trabajo.
El video empezó a reproducirse desde el momento exacto en que la espalda de un chico rubio en el uniforme de uno de los internados omegas de Domino se acerca a hablar con el guardia. Se nota que el chico es despachado cuando se aleja y voltea a varios lados hasta iluminarse cuando ve un guardia estacionario y va hacia él, su cara al fin es mostrada.
Un jadeo resuena en la sala. Que es del propio Seto Kaiba y todos pueden verlo apretando los apoyabrazos con sus manos.
Se muestra la distracción y cómo el chico corre a la recepción abriendo su boca pero no hay audio, dura poco cuando es derribado por el guardia de seguridad haciéndole golpear la cabeza contra el suelo.
El enojo, todos pueden sentir el enojo pero es aplacado con profesionalismo.
El guardia estacionario anterior quita al guardia y se lleva al omega mientras habla con él. La vista lleva al exterior donde se ve al guardia escoltarlo hasta una esquina donde hablan y luego el omega asiente mientras sigue al guardia estacionario y allí acaba la imagen.
Hay un silencio por un rato. Muchas personas reunidas en la habitación esperando alguna reacción.
Uno de los guardaespaldas da un paso al frente.- Señor. ¿Cómo debemos proceder? – El desagrado por omegas molestos es conocido y están listos para actuar.
Pero es ignorado cuando Marik llama la atención de Kaiba.- Sacerdote. Creo que lo he visto.
El CEO gira la cabeza tan rápido que más de uno juró que tuvo un latigazo.- ¿Dónde? – Gruñe, asustando a algunos betas quienes fueron los que pusieron todos los fragmentos de video juntos.
Marik lo mira un poco con sorpresa.- Es amigo de Malik. Lo encontré en una calle y de repente vi a este chico que estaba con él.
Bakura asiente.- De hecho, ese es el mismo uniforme que usa Ryo. Quizás vayan a la misma clase.
Kaiba asiente.- Entonces creo que tengo un internado que visitar.
Más de un trabajador tuvo es escalofrío por la espina dorsal porque es norma que nadie puede ingresar a esos establecimientos, incluso Seto Kaiba podría tener problemas si busca vengarse de un omega dentro del internado.
-No seas tonto, sacerdote.- Es Atem quien trata de calmar la situación.- Si haces eso posiblemente seas vetado para acercarte e incluso Pegasus le prohíba salir.
-¿Pegasus es el director? – Recibe asentimientos.- ¿Quién pensó que eso era buena idea?
Marik se alza de hombros.
-Bueno, eso hace el plan más fácil. Solo hay que llamar a ese imbécil que me debe más de un favor para traer a Joey aquí.
El uso del primer nombre del que ya todos pensaban que era un omega muerte descarrila a todos en la habitación.
-¿Aquí? Eres un trabajólico.- Marik rueda los ojos.- Mejor en la mansión Kaiba, allá está Mokuba que posiblemente salte en un pie con la noticia.
Eso desconcierta aún más a todos. ¿Feliz el joven amo Mokuba con esto?
Kaiba alza una ceja.- Espero que esto no significa que se están autoinvitando cuando hay tanto trabajo que hacer.
-¡Al diablo el trabajo! – Exclama Bakura emocionado.- ¡Esto es más importante!
-Y deberías apurarte el toque de queda es a las 7 y si es incumplido el estudiante es castigado.- Dice Atem.
Kaiba recibe su reloj y maldice y todos notan que falta poco más de dos horas para cumplir esa hora.
-Bien. Llama al chef en casa, quiero un banquete preparado. Un poco de todo, no sé lo que le gusta ahora.- El beta sabe que es con él y comienza a escribir en su libreta aun sin entender exactamente qué está pasando aquí.- Informa a Mokuba que no salga para la cena.
-Sí, Señor.
-Tengo la desafortunada tarea de llamar a Pegasus.- Dice con una cara de disgusto levantándose de la silla.- Cuando eso está hecho mi asistente les avisará para que vayan a buscarlo al internado y lo escolten a la mansión. Ni un solo rasguño en él.- Dice lo último con seriedad y orden a los dos guardaespaldas.
-Sí, Señor.
Con un asentimiento firme Kaiba se retira dejando aún más de mil dudas en la sala de control aunque es cortado con la risa combinada de Marik y Bakura.
-¡Mira sus caras! ¡Se ven tan confundidos!
-El sacerdote hizo una escena peor que el rubito, así que deben pensar que se le zafó un tornillo.
Ambos ríen mientras Atem suspira y se levanta mirando al asistente beta.- Mejor realiza la orden rápido porque ese chico es la razón por la que todos tienen trabajo aquí y harían bien haciéndolo feliz.
Muchas expresiones sorprendidas con esa frase, incluso los estoicos guardaespaldas levantan una ceja.
-Ese chico.- Dice Bakura en aire de suspenso.- Es el alma gemela del sacerdote que ha buscado por casi 8 años. Y el sacerdote prometió que éste sería su castillo cuando apareciera.
Más de un jadeo y lápices cayendo de manos sorprendidas. El asistente beta casi con miedo empieza a buscar en la lista de contactos al chef para hacer todo lo pertinente para la llegada del nuevo invitado.
Murmullos se extienden e incluso los guardaespaldas deciden que completamente necesario buscar más personal para tan importante misión de escoltar el alma gemela del jefe.
Marik carraspea para llamar la atención cuando los otros dos ya salieron de la sala. Una sonrisa maligna adorna su rostro.- Es una pena que el príncipe ya haya sido herido en su castillo, ¿No? – Y así se retira dejando frio a más de uno, a excepción de los guardias que son profesionales en el área de póker face y se retiran después de hablar por el intercomunicador.
Y ahora más de uno teme por el guardia de seguridad que está en el piso inferior, porque lo mejor que podría pasarle es ser sólo despedido.
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Joey está acostado en su cama mientras rebota una pequeña pelota en la pared.- Ya pensé en un plan B.- Dice el rubio mirando a Yugi escribir su tarea en su escritorio.- Mañana en cuanto termine la escuela saldremos tu y yo juntos todo el día.
Yugi levanta la vista de su libro de ciencias básicas con una ceja levantada.- ¿Y eso qué tiene que ver con acercarse a Kaiba?
-¿Con tu suerte? En algún momento del día nos encontraremos a Atem y podremos decirle. ¡Pan comido!
Yugi mira avergonzado a otro lado.- El que lo encuentre todo el tiempo no es mi culpa.
Joey sonríe mientras se sienta en la cama.- No importa, lo usaremos a beneficio.
Un golpe en la puerta los saca de la conversación y es Yugi quien se levanta para abrir la puerta, revelando al maestro encargado del internado por ese día. El profesor de historia japonesa y Joey enseguida hace una mueca porque esa es su peor clase.
No es su culpa no saber prácticamente nada de Japón. Y realmente espera que no haya llegado hasta el tercer piso solo para decirle que debe terminar su tarea
-Wheeler, el director me llamó para avisarte que vendrán a recogerte dentro de unos minutos, para que estés listo.
Eso tensa de inmediato a los dos omegas menores.
-¿Quién? ¿Mis padres? – Pregunta con el ceño fruncido porque no se irá sin pelear. Y ambos se relajan notablemente cuando el maestro sacude la cabeza en negación.
-Los hombres de Seto Kaiba.- Se cruza de brazos.- ¿Te metiste en un problema con él? Realmente no te quiero confiar con un alfa potencialmente peligroso.
Pero Joey no oye nada de eso porque una sonrisa rompe en toda su cara cuando empieza a saltar por su habitación con un Yugi boquiabierto de fondo.- No puedo creer que lo que hiciste funcionara.
-¡Ni yo!
El maestro los mira confundido.- ¿Qué está pasando exactamente?
Joey le sonríe y ríe ligeramente son mejillas un poco rojas.- Es mi alma gemela e hice todo lo posible para llamar su atención y parece que funcionó.
La cara del docente casi de inmediato se suavizo.- Aw, eres muy suertudo de poder encontrarlo.- Joey le asiente porque también pensó eso la primera vez que se vieron.- Pero si pasa algo, cualquier cosa, si te obliga a algo no dudes en llamar.- Le entrega una tarjeta que tenía preparada con su número.
Joey sonríe, tocado por el gesto.- Gracias, lo recibiré. Pero no será necesario.
-Espero que no.- Empieza a cerrar la puerta.- Apúrate y cámbiate, te esperaré en la entrada del internado. No olvides, antes de 7 debes estar aquí y no olvides la tarea de historia.- Con eso cierra la puerta.
A Joey se le derrama una gota tipo anime.- ¿Es en serio? – Aunque se detiene cuando siente casi una bala de cañón golpeando su pecho.- ¡Agh!
Mira hacia abajo y ve a Yugi abrazado a él con una sonrisa.- Estoy tan feliz por ti.
Y Joey no puede evitar abrazarlo de vuelta.
Con el momento acabado, Joey se apresura a buscar nuevamente su uniforme.
-Joey.- Empieza Yugi a su lado.- ¿Puedo ir contigo? Sé que sería imponer cuando solo tú has sido invitado pero la idea que vayas solo…
En realidad si Yugi va la fuerza bruta en definitiva no se aumentaría si un lio llegara a pasar, pero la fuerza moral en definitiva la necesitaría.
-Claro, que realmente me gustaría estar acompañado.
Yugi sonríe.- Termina de alistarte, voy a decirle a Malik y Ryo.
Joey entre en ese uniforme a la velocidad de la luz para tener tiempo de tratar de domar su loca cabellera. Yugi llega diciendo que Malik no quiere acercarse a los alfas mientras pueda evitarlo pero que se divirtiera y Ryo decidió que traer dos invitados extras seria imponer demasiado así que solo le pidió divertirse también.
Unos minutos después ambos están caminando para llegar a la entrada con Joey con su cabello mojado porque trató de usar gel y fue un completo desastre.
Hay algunos estudiantes reunidos y deben empujar un poco para poder pasar pero llegan y Joey abre la boca demasiado cuando ve tres camionetas negras blindadas. Antes de que pueda decir nada el maestro de historia, quien estaba hablando con un tipo en traje negro con gafas oscuras, aunque ya está empezando a oscurecer, levanta el brazo.
-¡Por aquí, Wheeler!
Los omegas enseguida voltean a verlo pero él simplemente toma la mano de Yugi para avanzar rápido hasta llegar con su maestro y el hombre quien se inclina al verlo, tomándolo de sorpresa.
-Señor Wheeler, el Señor Kaiba me ha pedido personalmente que lo escolte a la mansión para una cena.- Se endereza.- Como bien le he dicho a su maestro lo escoltaremos de regreso antes del toque de queda.
Hay muchas cosas que decir de todo lo que dice, aunque lo que estúpidamente sale de su boca es.- Prefiero Joey que Wheeler.
El guardaespaldas asiente.- Señor Joey.
-Eh.- Bueno, esto es muy incómodo. Nunca nadie lo ha tratado de tal forma.- Llevaré a Yugi conmigo, si no hay problema.
-En absoluto.
Muy complaciente en verdad.- Entonces.- Mira las otras camionetas con duda.- ¿Esperamos más personas?
-Es por su seguridad nada más ni nada menos.- Abre la puerta trasera de la camioneta.- Por favor suba.
Joey mira a Yugi quien le siente y también el maestro para entrar en la camioneta seguida de Yugi que se sienta a su lado.
Hay dos ¿guardias? En los puestos delanteros y parece que las otras camionetas se coordinan mientras la de delante y detrás no se despegan.
E incluso desde muy antes que pase lo que sea que pase entre ellos ya Joey siente que todo será muy exagerado.
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En la mansión Kaiba, cuando se difundió la noticia a través de los empleados, se preparó un increíble banquete con delicias japonesas. Las especificaciones de Kaiba no fueron muy clara así que siguieron el consejo de un emocionado Mokuba.
Los tres alfas amigos ya están en su lugar en el segundo piso viendo hacia el recibidor que abarca la escalera en caracol. Atem prácticamente tiene abrazado a Mokuba para que no se vaya corriendo cuando aparezca Joey.
Kaiba está sentado en el sofá del recibidor aparentemente normal, pero los que lo conocen saben que está nervioso y no deja de mirar las puertas dobles de roble.
Con la increíble montaña rusa emocional que ha sentido solo quiere ver entrar a su tierno cachorro de una vez… Aunque después quiere saber por qué rayos está en Japón.
De repente se escuchan autos afuera estacionando en la entrada y más de una persona en la recepción siente adrenalina. Incluso las maids que se asoman desde la cocina.
Y por fin, las puertas se abren gracias al ama de llaves que estaba esperando afuera.
Lentamente pareciendo como una película se va revelando a Joey en carne y hueso con ese mismo uniforme.
Ambos se quedan viendo por unos segundos, los suficientes para que la sorpresa en la cara de Joey se vaya ablandando hasta dejar una pequeña sonrisa suave con unos ojos cariñosos y Kaiba no puede evitar también suavizar su semblante.
A Joey le empieza a temblar el labio inferior aunque trata de mantener la sonrisa hasta que no puede más.- ¡Seto! – Y corre con los brazos abiertos el camino de la puerta a Kaiba quien se levanta para recibirlo.
Sin dudar Joey tira encima y abraza sus brazos a su cuello. Seto lo sujeta incluso se lo levanta un poco del suelo pero no puede evitar apretarlo.
Seto escucha el obturador de una cámara y después les hará pagar por eso pero antes mete su nariz en el espacio entre el cuello y el hombro de su alma gemela y no puede evitar suspirar para tener la última confirmación que bastaba porque este es su Joey.
Joey sonríe mientras besa la mejilla que tiene al alcance del castaño.
Seto procede a dejar a Joey en el suelo aunque este solo sonríe mientras desenreda los brazos del cuello para luego abrazar su pecho y apoyar su frente lo más cerca que puede alcanzar del hombro del alfa.
Joey suspira.- Si eres tú.
Antes de responder la magia se rompe cuando chiflidos y aplausos se oyen del piso de arriba.- ¡Una foto, sacerdote!
E increíblemente Joey se ríe mientras mira a la cama y hace un signo de paz.
Luego vuelve la mirada a Seto con sus ojos nuevamente suavizados mientras le pasa un pulgar a su mejilla.- Está más alto, mejor alimentado aunque creo que sigues tan guapo como siempre.
Kaiba casi siente que algo se derrite pero por bien de la audiencia solo acerca a Joey para besar su frente y dejar que ambas frentes se presiones.- Tu también sigues igual de lindo.
Joey sonrisa.- Tengo mucho que preguntarte pequeño gatito gigante.
-Yo también, cachorro.
Sin poder aguantar más Mokuba se zafa de su primo y corre por las escaleras llamando la atención del par.- ¡Es mi turno ahora!
Joey se separa del alfa con una sonrisa hacia Mokuba mientras abre los brazos y deja que Mokuba casi lo empuje.- Pero mira que alto estás.- Dice Joey a lo que Mokuba en lágrimas asiente.
-T-Tu igual.
Bakura es el siguiente en bajar seguido de los otros dos.- Y al fin conozco al famoso Joey.- Es lo primero que dice el peli-blanco al ver al rubio quien sonríe.
-Debes ser Bakura.- Alza la ceja con burla.- Ryo no deja de quejarse.
-Oh, conoces a Ryo.- Bakura mira a Marik quien está casi burlándose.- Y también conoces a Malik, que coincidencia tan interesante.
Joey asiente y luego mira a Atem que es el último en acercarse.- Y, si mis cálculos son correctos, debes ser Atem.- Este se inclina ligeramente en saludo.
-En efecto.
Joey se ríe mientras voltea a la puerta y apenas notan otra figura.- A nuestro beneficio.- Dice burlón y por fin se revela la figura que se acerca que no es otra que Yugi quien suspira.
-Así parece.- Luego saluda con la mano.- Hola, Atem.
Y Atem saluda dividido entre aturdido de la nueva coincidencia de verlo ahí y feliz por precisamente eso.
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Los ojos de Joey se hacen estrellas cuando lo acercan a sentarse en la mesa para la cena porque vio algo que quería probar desde que Yugi le habló de eso pero no habían tenido la oportunidad.
-Yugi.- Le llama jalando su manga.- ¿Eso es lo que creo que es?
Yugi ríe y asiente.
Joey asiente y espera aun con estrellas en los ojos. Todos se acomodan en la cena con algunas maids enseguida a disposición.
Es casi lindo que enseguida dejen la silla al lado derecho de Kaiba vacía para que Joey no dude en sentarse ahí.
Cuando todos agradecieron por la comida Joey fue de inmediato al sushi. Se sentía tan bien comer tantas cosas diferentes.
-Después de la cena.- Empieza Kaiba mientras corta tranquilamente una parte de la carne de su plato.- Quiero hablar contigo. Quiero saber por qué estás aquí.
Joey consigue tragar antes de sonreírle.- Yo también quiero preguntarte lo mismo.
-Y también hablarle de ese tema.- Interrumpe Yugi a su lado.
Joey lo mira confundido.- ¿Tema? – Para después hablar los ojos en realización y casi enseguida estrecharlos a su amigo.- Acabamos de encontrarnos, eso se puede dejar para después.
Yugi frunce el ceño.- Es algo serio.
-¿Qué cosa? – Interrumpe Kaiba con un ceño fruncido no gustando nada el tono de la conversación ni los olores que empezaron a emitir los omegas. Los otros en la mesa notaron el leve ambiente.
Joey ve la conmoción y sabe que fue plan de Yugi para que aceptara. Maldito tonto listo. Suspira.- Bien, después de la cena.- Yugi le sonríe pero no se lo devolverá al traidor así que mira a Seto que aún tiene el ceño fruncido por lo que pasa su mano por el brazo en un leve masaje.- No te preocupes, te prometo que te hablaré de es después de la cena. Porque ahora quiero ese sushi definitivamente.-
Kaiba le alza una ceja.- Bien, después de la cena quiero toda la información sobre este tal “tema”
Después de eso la cena pasó tranquila además de los gemidos entusiasmados de Joey con cada plato nuevo que probara.
La cena pasó y por fin fue el momento en que las almas gemelas quedaron solas en la oficina de Seto. Yugi estaba al parecer jugando un videojuego con Mokuba y Atem mientras Bakura y Marik ya se fueron pues ya conocieron al famoso rubio.
Se sentaron uno junto al otro en el sofá. Primero hubo silencio y nadie hizo. Y luego un segundo después Joey mueve sus brazos para abrazar al castaño.
-Fui fuerte.
Kaiba suspira pasando una mano por el cabello rubia.- Lo sé, aunque te dije que esperaras por mí.
-Estabas tardando mucho.
Tienen un nuevo silencio donde Joey quita los brazos y se aleja para que puedan verse a los ojos. Kaiba pasa su pulgar por la mejilla de Joey.- Llevo dos años tratando de buscarte sin éxito. Cada vez te mudabas a otra ciudad.
Joey frunce el ceño confundido.- Nunca me he mudado, Seto. Lo máximo que hacía era salir por las noches por la cuadra.
Kaiba también frunce el ceño.- No, mis investigadores dijeron que la familia se cambiaba esporádicamente de ciudad y era difícil rastrearlos.
Joey aun frunce el ceño hasta que se da cuenta.- Ah. Ya se dé qué me hablas. Sí, mi familia se mudaba pero a mí me dejaban en la casa con una de las sirvientas y tutores.
-Pero la casa estaba en desuso.
-Hay un cobertizo en la parte trasera. Mi padre se metió en problemas con un tipo sobre un préstamo y empezaron a huir por un tiempo. Aunque ya todo se resolvió y volvieron a la casa.
Kaiba frunce el ceño ya no más por confusión sino por enojo.- ¿Y tú por qué no huiste con ellos?
Joey se alza de hombros.- No olvides que quieren mantener en secreto que tienen un hijo omega.- Joey nota la expresión del alfa y toma su rostro con ambas manos.- Ya, ya. Ellos no me afectan y al menos pasé todo ese tiempo sin escuchar a mis padres. Fueron buenas vacaciones.- Le sonríe esperando aliviarlo. Pero aún se veía enojado.
-Te dejaron a tu suerte.- Gruñe y Joey asiente con paciencia.
-Sí, y hace mucho no me importa lo que piensan. Así que solo hablemos de qué estuvimos haciendo y cómo esa perra del destino nos reunió aquí, ¿sí? – Aun Kaiba no se ve feliz por lo que Joey se acerca y besa su nariz.- ¿Si? – Le repite con una sonrisa y esperando llevar feromonas calmantes.
Kaiba suspira.- Bien, pero solo porque ya tengo planeados llevarlos a la ruina y desgracia ahora que tú estás seguro aquí.
Joey asiente y ríe quitando sus manos.
Hablar de 8 años de separación no puede durar una noche ni menos el poco tiempo hasta el toque de queda. Pueden sentir la familiaridad entre ellos aparte de un vínculo por ser almas gemelas, pero realmente no se conocen el uno al otro y contar eso menos podría estar en ese corto tiempo dado.
Por lo que Joey solo explica sus circunstancias que lo llevaron a estar en Japón y Kaiba comenta cómo pasó de ser ese niño a lo que es KaibaCorp hoy en día en un resumen extremadamente corto. Hasta que, bueno llegan a un tema que Joey no quería hablar.
-¿Entonces a qué se refería el enano? ¿Qué es eso tan importante?
-Ok, mira, no quiero que hagas un alboroto ni nada, ¿Vale? Ya me dijiste que harías pagar a mi familia y quiero que te centres en eso.
-¿Qué es?
Joey traga y mira a su lindo Seto convertido en todas las cosas que le prometió a un Joey que no sabía nada sobre la felicidad y se aferró a ser fuerte por esa única promesa que le hizo hacer. Y quiere seguir siendo fuerte. Incluso para hablarle de esto.
-Realmente no estaba prestando total atención pero madre me dijo algo sobre el compromiso de mi hermano con algún tipo de KaibaCorp, que por cierto fue la primera vez que lo oí así que del resto me habló de que consiguieron un cliente para mí y luego me amenazó con el Gobierno porque aja, ya sabes, tienen el derecho y eso.
Casi enseguida un fuerte y penetrante olor empezó a salir de Seto que por un momento le dio escalofríos peor Joey se recompuso porque sabe que ese es el olor de Seto y vuelve a abrazarlo con fuerza.
-Cálmate, todo está bien. Le colgué porque me pareció tonto.
La respiración sale pesada del castaño.- Iban a venderte.
Joey lo mire.- No me iré sin pelear, aunque una pelea con todo el Gobierno admito que puede ser algo difícil.- Joey intenta reírse para opacar el pesado ambiente que se formó.
Y se alegra que funcionara cuando una sonrisa irónica sale en la cara de Seto que se iba curvando cada vez más.- No te preocupes yo valgo unos 5 o 6 Gobiernos. Tu solo quédate tranquilo, relájate y dame unos días.- Le besa la frente.- Todo estará perfecto.
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Después de unos días Seto lo saludo con un periódico de Inglaterra donde la casa de la familia Wheeler fue demolida y toda la familia junto a la propia familia del prometido de Serenity quedaron sin empleo y sin oportunidad de grandes oportunidades por una mala reseña de Seto Kaiba.
Y bueno no le han dicho nada sobre el tipo que lo iba a comprar pero Joey prefiere enterrar ese tema.
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Unos meses después y parece que todos se dieron cuenta en Domino que es el alma gemela de Seto Kaiba aunque quizás solo se deba a que es un exagerado en todo lo que hace.
Como por ejemplo vaciar por completo el parque de diversiones para que esté a toda su disposición sin hacer filas ni nada solo porque mencionó nunca haber ido a uno.
-No tienes por qué hacer estas cosas, y lo sabes.- Aprieta la mano que tiene enlazada con la suya para demostrar que aun así está agradecido por el gesto.
-Mientras pueda y quiera lo haré.
Joey voltea los ojos porque si bien, la personalidad de este Seto mayor es muy diferente al niño que conoció no puede evitar amarlo porque su esencia completa es la misma. Alguien que quiere protegerlo, mimarlo, incluso un poco más de lo necesario porque a pesar de todo no es realmente una damisela en apuros.
Aun así es un lindo toque verlo tratar de complacerlo en todo y Joey realmente no está seguro de cuántas veces mencionar que no, no necesita nada, con esa mordida que los une para siempre incluso más que el ser almas gemelas, es suficiente para él