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Chocolate por Shima_Suzuki

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Notas del fanfic:

BUENOOOOOOOOOOOOOO ya no sere la primera asi que ya puedo publicar x'D

una nueva actividad se forma en nuestro grupo (unanse ;D

y esta ves le toco al iguano por su cumpleaños.

El es el prota, la estrella uwu <3
y como soy yo no podia flatar el Reituha x'D

sin mas las dejo leer <3

Notas del capitulo:

Si, leyeron bein, el pato es el activo aqui x'D

no, no estoy loca, Uruha tambein es hombre y tiene derecho (?) arre xDD

Disfruten <3

—S-Shima…

Jadeo su nombre.

La noche apenas empezaba.

Llevaban meses sin poder intimar a gusto.

Con tantas giras, sesiones de fotos y entrevistas, llegaban molidos a casa, por lo cual solo veían una cama y la ocupaban para la primera función de dicho mueble, dormir.

Pero ya no más.

Ya no había ni giras, ni sesiones de fotos, tampoco entrevistas…

Ya todo estaba en paz, por fin podrían salir de esa abstinencia que el trabajo les había obligado a tomar.

—D-Dios Shima ah~

Ah…como adoraba los gemidos de su rubio.

Eran contadas las veces que Akira lo dejaba estar “arriba”.

Por lo general siempre era él el que tenía la cara contra el colchón pidiendo por más…

Pero ahora no.

Ahora su lindo Akira era el que estaba abajo.

Lleno su cuerpo de besos mientras las caricias en su miembro y los dedos en su entrada continuaban.

El rubio se retorcía en la cama, no callaba ninguno de sus gemidos, sabía que a Uruha el encantaba escucharlos.

Lo beso tan gentilmente que le relajo completo, sus brazos pasaron atrás del cuello del su castaño, se perdió en el beso.

Uruha aprovecho esa pequeña distracción para cambiar sus dedos por su miembro.

El gemido que Reita le regalo fue de los mejores que había escuchado…

¿Quién diría que un chico tan rudo y con la voz tan grave podía gemir de manera tan aguda?

Nadie se lo creería.

Pero ahí estaba, gimiendo para él.

No tardó mucho en comenzar a moverse, Reita le regalo más de esos dulces gemidos.

Todo era perfecto.

Palabras entrecortadas salían de sus labios, en medio de gemidos pudo pronunciar un “te amo” que simplemente le lleno el pecho de felicidad.

—Yo también te amo Aki…—dijo solo segundos antes de venirse en su interior, Reita gimió de nuevo de esa manera que tanto le encantaba al castaño, viniéndose entre ambos cuerpos…

Salió de su novio con cuidado, lo que menos quería era lastimarlo…

Se acostó a su lado, Reita no tardo en abrazarse a su cuerpo.

Sonrió y beso sus labios con suavidad para después acurrucarse en su pecho, el rubio lo envolvió en sus brazos y se entregó al sueño, estaba cansado.

Durmieron tranquilos después de todo.

A la mañana siguiente se alistaron para ir a la compañía.

Y de nuevo unas cuantas semanas más de trabajo antes de que sus vacaciones oficiales empezaran…

Claro que en esas semanas de trabajo, el rubio bajista se sentía bastante mal, se le veía mucho corriendo al baño, le daba bastante asco el olor a cigarro cuando sus compañeros y pareja fumaban, solo bastaba eso para hacerlo correr.

—Realmente me preocupa—dijo Kai, todos estaba afuera de los baños de la compañía donde Reita se había encerrado a vomitar el desayuno de esa mañana.

—Akira es de estómago sensible—comento Ruki. —ya se le pasara…

Con eso se quedaron quietos un rato.

Claro que eso no “paso” como Ruki dijo.

El bajista había estado bastante delicado del estómago, ya iba para dos meses con constantes vómitos, o bueno, al menos eso creían ellos, solo podía ser eso…

También había estado sensible en los últimos días, más de una ocasión lo habían encontrado a punto de llorar.

Por lo general, Reita era muy alegre y el hecho de verlo así simplemente era algo muy raro, preocupante hasta cierto punto.

 

En ese momento estaban en el sillón de su sala de ensayos, el rubio se encontraba acurrucado en el pecho de su pareja, Uruha se encargaba de repartir suaves caricias en sus rubios cabellos, estaba pálido, acababa de ir a vomitar el almuerzo…

—Shima…—hablo suavemente a lo que su pareja le hizo saber que tenía su atención con un beso en la frente—Quiero chocolate…

A Uruha no se le hacía raro que su rubio novio pidiera chocolate, le gustaba bastante.

Se soltó de el para ir a su bolsa y sacar una barrita de kit kat, se la extendió al rubio el cual la aceptó gustoso.

Kai estaba en junta, Aoi estaba dormido en uno de los sillones, Ruki estaba sentado en otro, garabateando algunas canciones, ellos estaban en el otro sillón, compartiendo de nueva cuenta un cálido abrazo mientras comían chocolate, el rubio le había ofrecido, no era muy afecto al dulce, pero no le iba a rechazar algo que su pareja le daba, y menos con lo sensible que había estado el rubio desde hace unas semanas atrás.

Comieron con calma el dulce, poco después Reita se escondió en su cuello, tenía bastante sueño.

Uruha lo acuno en sus brazos, se permitió darle un par de besos en la cabeza, le gustaba cuando Reita le dejaba ser meloso con él, aunque el castaño no fuera alguien que expresaba mucho sus sentimientos, con el rubio era todo lo contrario, le gustaba mimarlo siempre que podía, Reita por el contario era más reservado, al menos en público, por eso Uru estaba aprovechando que su pareja se dejaba consentir.

El rubio en cuestión, sonreía al sentir los mimos de su pareja.

Kai entro a la sala después de un rato, había salido de la última reunión que tendrían, por fin llegaban sus vacaciones, solo tendría que explicar un par de detalles con los chicos antes de que todos se retiraran.

Empezó bien, explicando los detalles de las vacaciones, cuanto tiempo durarían y después de ellas que se tendría que hacer.

Pero se vio interrumpido por Reita, el cual corrió al baño al sentir de nueva cuenta las náuseas.

Los 4 chicos restantes suspiraron, eso ya no era normal.

—A tenido mucho vomito desde hace dos meses. —hablo el pelinegro guitarrista.

—Además de estar súper sensible con todo—esta vez fue el vocal quien hablo.

—También quiere chocolate todo el tiempo, pero después de eso vomita—dijo el líder.

—En casa ya no se quita la playera para nada, ya no me deja verlo desnudo y eso que el siempre solo duerme en boxers, ahora ya no, siempre trae una enorme sudadera que lo cubre…—suspiro el castaño— ya ni siquiera me deja que lo toque o que nos duchemos juntos…—se le veía bastante decaído. Eran temas bastante íntimos pero con los chicos ya tenía confianza…

—Aquí hay algo muy raro—dijo el menor de todos.

— ¿No estará embarazado? —dijo el pelinegro guitarrista en broma.

Claro que ninguno se rio.

Existía esa posibilidad.

Ya era más común ver a hombres embarazados en estos tiempos… Sin mediar palabra, todos corrieron al baño.

Cuando llegaron, el bajista apenas iba saliendo de uno de los cubículos, se dirigió a los lavabos para enjuagarse la boca al mismo tiempo que frotaba suavemente la zona del estómago, más específico, su vientre.

Todos estaban ya dentro, mirando el comportamiento del rubio, no se había percatado de su precedía.

—Akira…—le llamo el líder.

El rubio en cuestión dio un brinquito, no había notado que estaban ahí, miro sus rostros, se podía ver la preocupación en ellos.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? —pregunto algo nervioso.

—Quiero que seas completamente sincero amor…—hablo el castaño guitarrista.

—No me asusten chicos ¿Qué pasa? — ¿porque tanta seriedad en ese momento? Se les veía preocupados, y ya tenía una ligera sospecha de porque…

— ¿Estas embarazado?

El baño se quedó en silencio por bastante tempo, inconscientemente, el rubio llevo sus manos a su ya algo abultado vientre, abrazándolo de tal manera que quisiera ocultarlo, claro que no se veía mucho gracias a la enorme sudadera que llevaba puesta en ese momento.

Uruha lo noto, esa manera en la que el rubio abrazaba su vientre, abrió los ojos con sorpresa, se acercó a él, pero el rubio retrocedió la misma cantidad de pasos.

—Akira…—hablo suavemente su pareja, noto que el rubio ya tenía los ojos llorosos. —Amor ¿Qué pasa?...

—Yo…

Supo que ya no tenía salida cuando su espalda choco contra la pared, Uruha se había estado acercando y Reita alejándose.

Las lágrimas bajaron cuando el castaño se acercó lo suficiente y acaricio su rostro.

Lo abrazo delicadamente, apegándolo a su cuerpo, Reita no tuvo más remedio que corresponder escondiéndose en su cuello, gracias a la cercanía de sus cuerpos y el hecho de que el castaño lo estaba abrazando por la cadera, pudo sentir esa pequeña curva que tenía el vientre de su pareja.

Los chicos no hicieron nada más que observar como la pareja se fundía en un abrazo.

La sonrisa del castaño y el llanto del rubio les confirmaron sus sospechas.

Lo bueno es que ya estaban de vacaciones…

 

~

 

Habían ido a una clínica privada.

Los chicos estaban en la sala de espera mientras que la pareja estaba dentro del consultorio.

Ya le habían hecho los exámenes al rubio, ahora estaban revisándolo.

A Uruha casi se le sale una lagrimita cuando pudo ver por fin la pequeña panista que tenía su pareja.

Reita se sintió súper avergonzado, se sentía muy expuesto a su castaño.

Poco después de medirlo y pesarlo nuevamente llegaron los exámenes confirmando el estado que el rubio desde un principio ya sabía…

Porque si, Reita supo desde la primera vez que vomito que estaba embarazado…

¿Cómo?

Sencillo, el conocía su cuerpo.

Él sabía que era “especial”.

Por eso mismo, era rara la vez que dejaba al castaño estar arriba.

Claro que ese día la calentura le gano y no pensó en que su castaño usara condón…

Y ahí estaban las consecuencias de andar haciéndolo tan despreocupadamente teniendo un cuerpo como el que tenía…

Le administraron una dieta, también le prohibieron su muy estricta rutina de ejercicios, por lo cual el rubio lloro.

A él le gustaba mucho hacer ejercicio, si dejaba de hacerlo perdería su figura.

—Es por el bien de nuestro hijo…

Esas fueron las palabras que le dedico el castaño al mismo tiempo que lo abrazaba de manera cariñosa y besaba su cabeza.

El rubio se sonrojo pero no le reprocho nada.

Una tímida sonrisa se asomó en su rostro al mismo tiempo que se ocultaba en el cuello de su pareja.

 

~

 

Ya con su primer mes de vacaciones transcurrido, la pareja recibía mucho lo que eran visitas de sus amigos.

Reita ya tenía 3 meses.

A pesar de comer mucho por el bien de su bebé, se mantenía delgado, lo cual preocupaba mucho a Kouyou ya que el doctor dijo que el rubio debía de subir de peso y no hacer ejercicios que pudieran exigir más esfuerzo de que podía dar.

Cuando llegaron se encontraron al rubio sentado en el sofá comiendo barritas de KitKat mientras veía un anime que trasmitían, estaba con una enorme playera holgada y el pantalón de su pijama.

—Hola chicos—dijo Uruha abriendo la puerta.

—Hola pato, iguana e iguanita junior~…—dijo el vocalista acercando al rubio para revolverle sus lacios cabellos.

Reita no dijo nada, solo sonrió y froto su vientre con suavidad.

—Te ves particularmente lindo ahora…—dijo Aoi entrando, saludo al castaño con una sonrisa.

—Con permiso—dijo Kai, tan respetuoso como siempre.

Esa tarde comieron todos ahí.

Fue bonito convivir…

 

~

 

El tiempo siguió pasando, por obvias razones no pudieron regresar cuando sus vacaciones acabaron, el embarazo del rubio se encontraba demasiado avanzado como para volver a la compañía.

Ya tenía 6 meses.

Tendrían su cita en la clínica para que les dijeran si su pequeña criatura era niño o niña.

Iban en la camioneta de Kai, el líder había pasado por todos desde muy temprano para mayor privacidad, no querían que la pareja en medio de su ida a la clínica fuera interrumpida por fans.

Reita venia dormido, apoyando su cabeza en el hombro de su pareja.

Uruha no podía estar más que feliz mientras acariciaba el gran vientre de su rubio amor.

Ruki venia adelante de ellos mirando la escena con ternura.

Aoi venia dormido, era algo temprano para que todo fuera en privado.

Despertaron al rubio, el cual se quejó un poco, no había comido esa mañana por los estudios que le harían.

Los chicos se quedaron en sala de espera mientras que la pareja pasó al consultorio.

Después de los análisis pasaron al rubio a cambiarse a la bata que se usa para los ultrasonidos.

Cuando salió, lo recostaron en la camilla, levantaron la zona del vientre, colocaron el gel, Reita dio un respingo, estaba horriblemente frio, Uruha estaba a su lado, sujetando su mano, beso el dorso de la misma cuando sintió al rubio temblar por el gel, Reita le sonrió de la manera más linda de Uruha había visto en su pareja.

El doctor comenzó el ultrasonido entonces.

Y por fin pudieron ver a su bebé…

Un niño.

 

~

 

Octavo mes de embarazo.

Uruha no sabía cuántos paquetes de KitKat había botado ya a la basura.

El rubio solo quería chocolate de comer.

—Amor, tienes que comer algo además de chocolate—le regañaba el castaño, aunque más que regaño, parecía sugerencia, se lo decía con demasiada ternura y por lo general siempre al oído mientras lo abrazaba.

No era buena idea gritarle, la última vez que le había levantado la voz, Reita había llorado.

Si, había llorado.

¿Qué lo viera?

El rubio sonrió apegándose más al cuerpo de su castaño, adoraba que Kouyou lo tratara tan delicadamente…

Accedió a comer lo que Kai les había traído no hace mucho.

Claro que como pago Uruha tendría que consentirle y mimarle en el sofá.

Y él no tenía ningún problema en ello.

 

~

 

Cuando llego la hora, todo mundo salió de sus casas casi en pijama.

Eran las 4 de la mañana cuando el rubio comenzó a quejarse por los dolores.

En la operación, el castaño no se separó de su lado.

Por fin conocerían a su bebé…

..

.

El pequeño Ryo nació por eso de las 5 y media de la mañana el 29 de mayo.

Él bebe en cuestión había medido 51 cm y pesado 3 kilos exactos.

Era la cosita más linda que habían visto en mucho tiempo…

Reita mantenía a su bebé abrazado contra su pecho, acariciando suavemente sus mejillas mientras lo veía con todo el cariño del mundo, Uruha estaba a su lado, abrazando al rubio y mirando a su hijo.

Los 3 restantes entraron a la habitación donde habían pasado a Reita.

La imagen simplemente fue preciosa, se podía ver el amor en los ojos de ambos adultos por el pequeño.

Aoi fue quien tomo la fotografía.

..

.

Tener un bebé en la compañía no era para nada complicado.

El precioso niño era muy risueño, se dejaba cargar por todos y solo lloraba cuando tenía hambre, necesitaba un cambio de pañal, o los brazos de alguno de sus papis para dormir.

Porque si, el niño era muy apegado a sus padres.

Todos se morían de ternura con ese precioso bebé en la compañía ya que siempre se le veía a cualquiera de los chicos con el menor en brazos, sacando más de un suspiro a cualquiera que lo viera, esos hombres eran sumamente paternales, era como si Ryo tuviera 5 padres en vez de dos.

Los primeros meses el rubio no podía moverse mucho debido a la cirugía así que se agradecía mucho la ayuda que sus amigos le daban.

Pero conforme pasó el tiempo no solo ya podía moverse libremente, si no que ya había recuperado su sexy y muy masculina figura.

Claro que toda faceta de “rudo” se iba cuando tenía a su bebé en brazos.

Muchas veces Ruki le pregunto cómo rayos le había hecho para recuperar tan rápido su figura si Akira había subido de peso en potencia durante el embarazo por culpa de todos los dulces y postres que comía.

Reita simplemente le decía que volviendo a su rutina diaria de ejercicios.

Pero eso no podía ser, ya que por lo general el bajista hacia más brazo que otra cosa.

Claro que no él iba a decir la verdad…

Si hacia pesas.

Pero siempre que podía, tenía sus “ratos” con su castaña pareja.

El cual gustoso se dejaba hacer.

El sexo era muy buen ejercicio. Uno muy completo.

Tal vez por esa razón nuestro querido castaño se empezó a comportar algo…

—Shima, deja de comer tanto pastel, engordaras…—ese había sido Aoi, el cual estaba con el pequeño Ryo en brazos, Reita estaba terminando de lavar los trastes, Kai estaba en la sala hablando con el manager y Ruki en el baño.

—Déjame en paz—dijo secamente mientras comía.

—Oh vamos ¡Es el quinto que te comes!

Ruki llegó, escuchando lo que el pelinegro decía.

—Sin contar los 5 pudines que se comió en la mañana y los 3 cachos de gelatina de leche de hace rato…

Kai también se acercó a los otros.

—No olvidemos el paquete de galletas que se comió.

—Y media caja de mis KitKat…

Los chicos miraron a su castaño amigo con ojos bien abiertos…

— ¡¿Estas…?!

Vaya… ¿Quién diría?

Fin :D <3

Notas finales:

EL PATO SE NOS EMBARAZAAAAAAAAAAAAAAA ok ya paro xD
como es un OS ya se pueden imaginar ustdes lo que quieran que pase x'D <3

en fin, espero que lo disfrutaran, (a mi me encato escribirlo xD)

no se preoucpen, dentr de unos dias subire la actu d Luna Sangrienta asi que tranquilas :'u <3

en fin, nos leemos <3


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