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El cielo a mi favor. por Kidarachiin

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Despertó en el frio suelo de madera, y media 10 veces menos de su 1,81 de altura. Era una pequeña figura, desorientado y sin saber que ocurría. 
Zoro Roronoa. Su vestuario era muy diferente al común verde que tanto lo caracterizaba. Llevaba un uniforme de soldado, roja la chaqueta, azul los pantalones y una botas negras de combate. Sus fieles espadas aun seguían intactas pero su haramaki había sido remplazado por un clásico cinturón blanco.
 
-¿Dónde estoy?...¿Dónde están los demás?- su último recuerdo fue estar en el Sunny con sus amigos. Pero como había llegado a ese lugar tan extraño. 
Recorrió el cuarto con la vista antes de aventurarse, era enorme, el mismo estaba pintado de un benigno verde manzana y contaba con una enorme ventana y cortinas blancas, puerta de roble y dos camas.
Había un ropero muy grande y dos baúles. Cerca de la puerta, sentado en una silla de escritorio, vio un mapache... no, espera, ese era...
 
-¡Chopper!- Zoro corrió hasta su amigo. Se sentía dichoso de encontrar a alguien conocido en ese mundo tan extraño- Tu también estás... aqui... wow...- el pequeño reno también contaba con un GRAN cambio, pues ahora no era tan pequeño y era mucho más grande que él, hasta parecía un titan a su lado. 
 
-¡Zoro! Que gusto verte.
 
-¿De que hablas Chopper?¿Qué te paso?¿Qué es este lugar? Hay que irnos de aquí rápido.
 
-No entiendo, yo no quiero irme.- respondió el reno inquieto- si nos vamos, Nami se pondrá toda triste.
 
-¿Nami también está aquí?-intento buscarla pero no había éxito.
 
-¿Zoro, te sientes bien?- Chopper acerco su pata a la frente del peliverde. El espadachín se asustó al ver la pesada pezuña del joven doctor hasta su cabeza creyendo que seria aplastado, pero cuando sintió el tacto-...mmmh no pareces tener fiebre ni nada.
 
-Chopper...tu-tu pata ¿Qué tiene...? Es tan suave como la de un...
 
-¿Muñeco de peluche? Jajaja hoy si que estas muy mal, los nuevos muñecos deben tenerte muy desconcertado, pero no te preocupes. Nami y Luffy nos quieren a todos por igual, no hay nada que temer, después de todos somos sus juguetes y siempre estaremos ahí para hacerlos felices.
 
-¿Juguetes?
 
De pronto escucho unos pasos acercarse al cuarto e instintivamente supo que debía dejar de moverse igual que su amigo peluche. ¿Por qué hacer eso?
Una niña de cabello anaranjado se hizo presente, viro sus ojos sobre la mesita de luz junto a su cama y se molesto. Comenzo a ir de aqui a allá buscando algo, cuando lo encontró, volvió a llevarlo hasta la mesita y exclamó:
 
-¡Luffy deja de tomar mis cosas o le diré al viejo Garp!
 
-¡Yo no hice nada!- se escuchó una vos infantil en el piso de abajo.
 
-¿Entonces quien tomó a mi Sanji? - se escuchó de la boca de la infante antes de salir del cuarto dando un puertazo.
 
-¡¿OÍSTE ESO CHOPPER?! DIJO MI SANJI ¿NO ES ROMÁNTICO?- el muchacho se asomó desde la sima de la mesa con una sonrisa radiante. Llevaba pantalones y zapatos blanco, la camisa y el tapado era de color rosa pastel con unos volantes de encaje en cada manga. Un delicado collar de oro se asomaba celosamente por su cuello, colgando un pequeño dije de rubí en forma de corazón. El cigarro como siempre fiel en sus labios.- Aaaawww por fin~ Nami-swan está aceptando mis sentimientos~
 
-《¿Cuándo aprenderá?》-pensó el reno de peluche- ¿Sanji, si te das cuenta de que Nami es una HUMANA y tu no?
 
-¡Me ama, lo sé ~!
 
-No, no se da cuenta.
 
-Bueno... al menos se donde está ero-cook.
 
-¡¿Qué dijiste marimo de cuarta!?¡¿QUIERES PELEA?!
 
-¡BAJA Y TE DARÉ PELEA!
 
-¿No creen que es muy temprano para pelear?- la vos del chico de nariz larga retumbo en los oídos de Zoro. Volteo a verlo, contento por saber del paradero de un Migiwara más, sin embargo...
 
-¡USOPP, ¿QUÉ MIERDA TE PASO?! 
 
El cuerpo de su amigo se hallaba dividido, de su cadera para arriba era un humano normal, pero de la cadera para abajo era el cuerpo de un caballo, era un centauro. 
 
-¿Qué te pasa hoy, estás loco?- se alarmó Usopp.
 
No lo entendía, por más que le daba vueltas al asunto una y otra vez, no lograba entender como es que se había convertido en un muñeco. Y lo único que conseguía de Chopper y Usopp era la misma respuesta: "eres un juguete".
Pues así era, su cuerpo, su ropa, hasta sus espadas, todo en el estaba echo de plomo. Ni siquiera quiso atreverse a mirar por debajo de sus pantalones, la sola idea de que no tendría nada colgando ahí abajo hacia que le revuelva el estomago y el corazón se le estrujara... si es que tenia uno aunque sea de plomo... ahora sabia lo que sentía Brook. 
Los baúles se habían abierto dejando a la vista muchos otros juguetes, de todo tipo. Autos, peluches, muñecas de trapo, era un desfile de muñecos paseándose y saludandose entre ellos por toda la habitación.
Chopper también había abandonado su lugar en la silla para poder estirar las piernas un poco, el peliverde ante la idea de volver a quedarse solo, lo siguió.
 
-Chopper no entiendo nada- empezó el chico- ¿Desde cuándo somos juguetes? ¿Qué pasó aquí? ¿Donde están los demás? ¿Qué le ocurrió al Sunny? 
 
-Zoro tranquilo, seguro en el último juego te diste muy fuerte en la cabeza- para todo esto Sanji una vez más bajo de sus aposentos, y se posicionó al lado del centauro Usopp, quien no dejaba de mirar con intriga la falta de memoria de su amigo el espadachín- Nami y Luffy se irán de vacaciones por lo que nos quedaremos con el cuarto para todos nosotros. Será divertido.
 
-Uff, si. Divertidisimo, compartir cuarto con el marimo será estupendo.
 
-¿Tienes ganas de pelear cejas de sushi?- se preparo para desenvainar sus espadas.
 
-¡Me muero de ganas. Te voy a partir la cabeza, alga parlante!
 
-¡Idiota de cejas deformes!
 
-¿Pueden parar los dos?- los hizo callar el centauro- Pueden cambiar muchas cosas pero sus peleas nunca harán falta.
 
-El empezó- refuraron a dueto los otros, quienes posteriormente se vieron con odio.
 
La vida como juguete no parecía ir más allá del cuarto. Si bien ahora sus cuerpos se componían de plomo, plástico, papel, o tela y algodón, noto que sus amigos (los que si eran muñecos) seguían con sus costumbres comunes. Chopper como médico intentado cuidar y remendar otros muñecos, Usopp casi siempre estaba hablando y riendo con una muñeca rubia y de buenas curvas llamada Kaya. Incluso Luffy y Nami parecían no haber perdido sus clásicos hábitos de comer carne 24/7 y dibujar mapas. 
El único que parecía haber olvidado su rutina era el rubio, pues se lo veía sentado al borde de la mesa de luz fumando y mirando por la ventana, sin ningún índice de querer cocinar. Esto le pareció muy raro al espadachín -《Creí que la cocina era su vida》-pensaba.
 
Pronto Zoro descubrió que pertenecía a una gran fila de espadachines/soldados que si no estabas peleando en guerras, se dedicaban a jugar entre ellos... que claro consistía también en pelear. Se había echo de dos buenas amistades, Johnny y Yosaku. Eran un poco alocados y torpes, pero su lealtad a Zoro hacian las cosas mas sencillas y divertidas. Dias mas tarde, cuando la casa se hallaba vacía de humanos, el peliverde se aventuro fuera del cuarto y descubrió al Sunny sobre una repisa en la sala de estar, claro que este era una escala mil veces más chico que el original.
El paradero de Brook, Franky y Robin seguía siendo un misterio y cuando intento preguntar por ellos a sus amigos, estos no tenían la menor idea de sus identidades. Ni siquiera los conocían o habían oído hablar de ellos.
Creía ser inteligente por intentar tomarse las cosas con calma para poder volver a la normalidad, pero ya habían pasado más de cinco días... comenzaba a ponerse nervioso ¿Y si esta vez si se había perdido? Tal vez estaba volviendo de algún lugar en particular y termino perdido... no, imposible, eso no explicaría como es que se había vuelto de plomo de la noche a la mañana. Su amistad con los muchachos no presentaba ninguna diferencia ni dificultad, bueno, salvo Luffy y Nami. Sin embargo ellos también eran buenos y los cuidaban con mucho cariño y cuidado. Normalmente Nami jugaba con Chopper al doctor o solo se dedicaba a unir en matrimonio a cejas de remolino con cualquier muñeca que encontraba a su alcance.
Luffy, por otro lado, disfrutaba jugar con sus soldados de plomo, aunque les daba un papel muy diferente en la vida: piratas. Su abuelo le había comprado los soldaditos para inculcarle el gusto por las fuerzas armadas, especialmente la marina (dentro de lo posible). Sin embargo como Luffy es Luffy, cambio el rol de los soldados por el rol de piratas. Esto quería decir que en vez de ir a la guerra contra los malos, ellos eran los malos en busca del gran tesoro.
 
---------- * * * ----------
 
 
Esa noche Zoro no durmió. Estaba desconcertado por llevar una semana entera allí, sin noticias de su mundo real. La noche estaba oscura, había luna nueva y la poca luz que entraba al cuarto, eran las luces de la calle.
Escucho voces y vio sombras saliendo por la puerta. Una de ellas la reconoció, era el cocinero y parecía que discutía con alguien.
La curiosidad del espadachín lo animo a bajarse de la ventana y seguirlo. 
Reconoció otras tres voces más, para las cuales el murmullo dejo de ser primordial. Pronto se transformaron en carcajadas y gritos, Sanji también había empezado a gritar, pero a diferencia del resto, parecía enojado.
 
-¡Sueltenme basuras!- se escuchó.
 
-Niji, Yonji, sujetenlo bien.
 
-¡Jajajajaja, parece una yegua!
 
-¡Hay que domarla entonces jajajajaja!
 
-¡NO ME TOQUEN!
 
Zoro no quiso escuchar más y se hizo presente en la cocina (lugar de donde provenía todo el alboroto), sacando sus katanas listo para atacar. Abrió los ojos con impacto al ver al cocinero de rodillas y sometido por otros tres sujetos. Una de las hornallas estaba encendida a todo lo que daba, liberando lo que para sus pequeños cuerpos era una braza de calor intenso.
Sujeto e inmovil frente al fuego con la intención de ser incinerado, las risas de los otros tres se incrementaba con cada centímetro que se acortaba entre la cabeza del rubio y las llamas.
Zoro se sentía desconcertado ante la ira que comenzó a fluir por sus venas, la sangre le hervía por la imagen ante sus ojos. Sin medir su fuerza y velocidad, en un solo parpadeo, había logrado alejar al trío de sádicos del cocinero. Vio a cada uno con mucha atención, sus ojos estaban cargados se odio.
 
-¿Y éste? ¿Quién es?- pregunto el de cabello verde.
 
-Ey, espadachín. Largate de aquí, este es un asunto familiar- esta vez hablo en de pelo azul, tanto el como el pelirrojo que estaba a su lado llevaban gafas.- No tienes nada que hacer aquí. 
 
Zoro no se dio por aludido, siguió de pie como escudo para el rubio con dos katanas en mano y la tercera en la boca.
 
-¡¿Qué estas sordo?!- el chico de cabello azul se acercó con la idea de atacarlo, pero pronto se detuvo al ver como el peliverde extendió una de las armas hasta su garganta.
 
-Mira- comenzó el pelirrojo- solo estábamos teniendo una charla con nuestro hermano, Sanji ¿Verdad? Aquí no pasa nada malo.
 
-Intentaron quemarlo. Yo creo que si pasa algo malo- Zoro no bajaba la guardia.
 
-Okey. Mira, tu y el muñequito de papel están solos contra nosotros tres- contraatacó el mayor- créeme, llevan la de perder. Asique ¿por qué no te vas y nos dejas seguir?
 
-Ellos no están solos. 
 
Usopp irrumpió acompañado por los compañeros de Zoro, Johnny y Yosaku. Con ellos una figura titanica se hizo ver, era Chopper.
El centauro sostenía una arco y una flecha, listo para atacar. Los espadachines sostenían sus armas en guardia y Chopper solo contaba con su intimidante volumen físico.
 
Los tres hermanos vieron con incertidumbre al grupo que defendían al cocinero. Se debatieron mentalmente y con un vistazo se lo dijeron todo. Los de pelo verde y azul fueron los primeros en irse, el pelirrojo le sostuvo la mirada a Zoro por un rato más y se fue detrás de los otros dos.
Usopp y Johnny ayudaron a Sanji a ponerse en pié e ir hasta donde Chopper para que pueda inspeccionarlo. Estaba muy débil.
 
---------- * * * ----------
 
-Por suerte la inteligencia no fue el don divino que obtuvieron tus hermanos Sanji- le dijo el doctor mientras terminaba las últimas revisiones- el agua te salvo de cualquier quemadura, sin embargo también te dejo muy débil. Lo único que puedo recomendar es reposo absoluto hasta que te seques por completo.
 
-¿El agua te hace mal, ero-cook?
 
Salvo Chopper, los demás lo observaron con asombro.
 
-¡Claro que me hace mal, infeliz!¡¿Qué podías esperar de alguien echo de papel?!
 
-Sanji, Zoro no recuerda nada- trató de apaciguar el reno. Esta vez dirigiéndose a su amigo el peliverde, dijo- Zoro, tu eres un muñeco de plomo al igual que Johnny, Yosaku y todos los demás espadachines (o soldados) de la colección "Wano"- los nombrados sonrieron con compasión- Usopp es un muñeco de plástico de la colección "Monstown"; como veras yo solo soy un reno de peluche gigante sin embargo desde que llegue, Nami me ha dado el título de doctor. Finalmente Sanji, es un muñeco de papel que... bueno, proviene de la colección de juguetes más antigua y de mayor reconocimiento en el mercado. La empresa que los hace han recaudado millones y millones de Berries a lo largo de la historia.
 
-Ya Chopper, no le digas más nada. Si no lo recuerda es mejor así- el rubio se apartó del grupo, se sentía humillado al ser visto en esas condiciones, en especial por el marimo.- Gracias por ayudarme, no tenían porque hacerlo...
 
-En realidad fue Zoro, puedes agradecerle a el- acotó el centauro- solo lo seguimos y quisimos ayudar.
 
Sanji miro por encima del hombro al espadachín, saco un cigarro y lo encendió. Le dio una calada y cuando exhalo el humo, por fin volvió a hablar- Gracias...
Se fue de la cocina cabizbajo. Zoro que no había dicho nada, seguía intrigado por la nueva identidad del rubio y de quienes eran los otros tres tipos que estaban con él.
 
-Sanji pertenece al "Germa 66", Empresa Vinsmoke.- siguió relatando el médico- el Germa 66 es un reino, con una organización paramilitar mercenaria del Inframundo comandada por la familia que gobierna dicho reino, la familia Vinsmoke. Su padre Judge Vinsmoke y su hermana Reiju vienen por separado, sin embargo a Sanji le tocó ser empaquetado con sus hermanos. La peor parte viene por otro lado; padre e hija están echos de Grafeno.
 
-¿¡Qué cosa!?- interrumpió Zoro.
 
-Grafeno- respondió Usopp- el Grafeno es el material más fuerte jamás medido y difícil de producir.
 
-Por eso es que padre e hija son tan difíciles y costosos de conseguir.- lo prosiguió Chopper- Ichiji en el segundo mayor después de Reiju. Es el pelirrojo y esta echo de titanio. Niji, el de cabello azul, esta echo de cobre, Sanji de papel; y Yonji, el de cabello verde, esta echo de acero.
 
-Espera, espera, espera, espera- lo detuvo Zoro- si van por escala de mayor a menor, ¿por qué sanji esta echo de papel y no de algo más fuerte que el acero? Es ridículo. 
 
-Fue un error de fábrica. Sanji debía ser quien esté echo de acero y Yonji de papel, pero los obreros cometieron un error fatal y bueno... quedaron así. Sanji es el más vulnerable de todos y esta expuesto al peligro constantemente. Por eso es que Nami lo cuida con tanto ímpetu.
 
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Ya en el cuarto, Sanji fumaba su sexto cigarro con mucha inquietud. Ahora que Nami y Luffy se habían marchado, él quedaría a la total disponibilidad de sus sádicos hermanos.
Las pisadas de alguien retumbaron por la habitación hasta parar detrás de el.
 
-¿Desde cuando el alga parlante te defiende con tanto esmero?
 
-Y como voy a saberlo. Dejame en paz Ichiji...
 
-Pobre muñeca de papel- igual que una víbora, se le acercó y tomo uno de los bordes de su abrigo- tan delicado... que con un simple ¡CRASSHH!- arranco un pedazo de su abrigo- te rompes.
 
-¿¡QUÉ HACÉS!?- quiso defenderse pero fue imposible contra alguien de titanio.
Ichiji lo tomo de las muñecas y lo acorralo contra el cristal de la ventana. El agarre fue tan brusco que podía escucharse el crujir del papel.
 
-Ahora prestame mucha atención Sanji. Tu eres la vergüenza de nuestra familia así que cuidate, no bajes la guardia, o podrías amanecer con unas tijeras en tu cuello, un fósforo en tus pies. O simplemente cuando nos cansemos de jugar contigo, solo tenemos que tomarte de tus extremidades, tirar de ellas y en un segundo escucharemos tu cuerpo desgarrarse. ¿Te lo imaginas? 
 
Lo dejo libre y le dio la espalda pero antes de desaparecer en la oscuridad le susurro algo que lo dejo helado, casi paralizado.
 
- "Nunca duermas con la luz apagada Sanji..."
 

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