La primera vez que Tony le vio, fue en un expo de inventos para niños de secundaria.
Para comenzar, el excéntrico Tony Stark no debía hacer nada entre la multitud de padres de familia que recorrían con orgullo el gimnasio de una escuela cualquiera. Pero había sido el único lugar en el que Stark había podido perderse de sus obligaciones con gente que solo quería lamerle el culo con tal de firmar un contrato en el que el ultimo beneficiado seria su bolsillo.
Sabía que Happy le buscaba, al igual que una veintena de guardaespaldas. Pero también sabía que tardarían al menos dos horas en deducir su ubicación.
Aburrido, y sin intenciones de moverse a otro sitio comenzó a caminar entre las mesas y estrechos pasillos que había allí.
Sus ojos vagaban entre los diversos proyectos y los traseros de alguna que otra madre (o maestra) que se cruzara al caminar. Si tuviera que ser honesto, la segunda opción era la única que lograba entretenerlo un poco, no es que tuviera nada en contra de los “inventos” en exhibición, pero un volcán de bicarbonato habría logrado impresionarlo mas que la crema anti-estrias que tenía entre sus dedos en ese momento. Estaba seguro haber visto la misma formula activa en un frasco que Pepper había dejado olvidado en su casa, pero no era su trabajo juzgar y evaluar a jóvenes de 15 años sin imaginación o interés por la ciencia.
¿Se suponía que aquellas eran las jóvenes mentes brillantes del futuro? Porque si era el caso estaba comenzando a pensar como preservar su privilegiada mente para cuando las generaciones futuras la necesitaran. ¿No la cabeza del tipo de Disney estaba congelada en alguna bóveda secreta de su parque de diversiones? Bueno, eso era un rumor, pero quizás no era tan mala idea… Y justo cuando su mente divagaba sobre a qué temperatura tendría que conservarse choco con algo que realmente le intereso.
Frente a una abandonada mesa en un rincón cualquiera había un pequeño niño castaño de no más de 9 años mostrándole a todo aquel que estuviera interesado (Que en ese momento se reducía a nadie) un sistema generador de energía limpia. A leguas se notaba que ese era un pequeño prototipo, que de ser implementado fallaría, a no ser que se le aplicaran algunos ajustes de cálculo. Pero sin saber a que extraña fuerza culpar, el millonario termino frente al niño que apretaba algunas tuercas a su pequeño aparato.
- Oye niño- Y esa misma desconocida fuerza había empujado fuera de su boca las palabras- ¿De donde sacaste tu proyecto? - Porque obviamente Stark se rehusaba a creer que un niño hubiese construido eso.
- De un documental, señor – respondió inmediatamente el pequeño. Brindándole toda su atención.
Tony debió poner cara de no entender porque el castañito, en medio de tartamudeos y temblores que denotan nerviosismo explico:
- El otro día, mientras veía televisión con el tío Ben, un tipo raro explico que era mucha la energía que se utilizaba, más durante el invierno...-
- Entonces tu tío te ayudo en esto – Dedujo Tony, pero el pequeño negó- ¿Tu padre…? – El niño volvió a negar, a pesar de que su expresión se volvió repentinamente triste.
- Lo hice yo solo – Y aunque todo en la cabeza del menor de los Stark decía que no era posible, la expresión del pequeño renacuajo frente a él le decía todo lo contrario.
Tony recuerda que le dio un par de consejos para mejorar su proyecto. Así como también recuerda que después de eso se perdió entre los salones con una espectacular maestra de la que ya no recuerda su nombre ni el color de su cabello… Curiosamente el color avellana detrás de unos gruesos lentes, y la gran sonrisa que recibió después de sus consejos son algo que quedo grabado a fuego en su memoria… así como las ultimas palabras que intercambio con aquel pequeño castaño.
- ¡Lo intentare! ¡Gracias por sus consejos, Señor!
- Solo llámame Tony
- Gracias Tony…
El gran error de Starr fue el no preguntar el nombre del pequeño mocoso que le dejo marca…
Cuando te llegar
Se iluminó esa calle
Sonrisa peculiar
Que me dejó sin aire
La segunda vez que el chico apareció en su vida, le robo el aliento por completo.
Tony Stark estaba a punto de cerrar un gran trato con Norman Osborn, cuando la fundación del mismo, había celebrado una gran fiesta con el afán conseguir mas fondos entre sus asistentes. Lo cual había sido un rotundo éxito.
El propio Tony había decidido entrar en la subasta de una vieja guitarra cuando había visto entrar al anfitrión, siendo flanqueado por su hijo, y por el mas bello ser que hubiese podido ver en su vida.
Cuando sus miradas se cruzaron lo supo. Había encontrado a su destino.
El hombro derecho de Tony comenzó a cosquillear. Y sin necesidad de revisarlo, supo que el tatuaje que allí existía, era el causante de aquella sensación.
Y a pesar de todo. Tony Stark no hizo nada.
Y aunque se bien que ya no es tiempo
Para un cuento y más de amor
Contigo comenzó un suspiro alentador
Cuando Tony era un niño, solía admirar con vehemencia la marca en el antebrazo de su madre. El la consideraba tan bonita que no podía evitar rozarla con sus dedos cada que le era posible. La dulce mujer solo reía ante la caricia de su pequeño.
Un día, Cuando Tony cumplió los 6 años decidió tomar valor y preguntar el porque del tatuaje de su madre. “Yo quiero uno igual” había dicho con decisión. Ante su actitud su madre decidió contarle la mas bella historia de amor que un niño de esa edad pudo escuchar.
“Cuando cumplas los 18 años, un tatuaje, aun mas hermoso que el mío aparecerá en tu cuerpo Tony.” María se había esforzado en ser particularmente dulce en ese momento “Nadie lo dibujara allí, aparecerá solo, y el te ayudara a encontrar a la persona que está destinada para ti, aquella que te amara sin restricciones. Tu otra mitad” Tony, aun siendo un niño había fruncido su pequeño ceño analizando las palabras de su madre “¿Y Como sabré quién es?” Había preguntado con convicción “Cuando lo veas, lo sabrás… Además, esa persona tendrá un tatuaje exactamente igual al tuyo.”
Después de que sus padres murieran, Tony envió a pintar un recuadro con el tatuaje de ambos, como recordatorio de esa bella historia. Al cumplir los 20 se propuso buscar su destino y encontrar a su otra mitad. Busco en diferentes países y personas. Altas, bajas, hombres, y mujeres por igual… por desgracia nunca la encontró. A la edad de 32 años Antony Edward Stark se había rendido y declarado que el destino era un hijo de puta que quería verlo morir solo. Después de eso, su fama de Playboy rompecorazones y moja-bragas solo incremento.
¿Quién iba a imaginar que a los 45 años de edad se vendría a topar con un niño que resultaba ser su otra mitad? Quizás no moriría solo, pero el destino si era un hijo de puta.
Y aunque también yo sé que soy un poco viejo
Para poder robar alguno de tus besos
Siento que eres mujer
Pero a una niña aun veo frente a mi
Y yo sabre esperar mi día frente a ti
La fiesta le pareció eterna. Sus negocios, la guitarra y su sentido común se habían ido a la mierda desde que el castaño ingreso a la misma habitación que él.
- Stark. Que alegría que pudieras venir- Norman Osborn lo saludo con un firme apretón de manos y una gran sonrisa en cuanto lo vio.
- No podía perderme la comida y bebida gratis – bromeo Antony
Los chicos a la espalda de Norman se mantuvieron firmes hasta que fueron debidamente presentados.
- Déjame que te presente a mi hijo, Harry.
El mas alto de los chicos. Justo ese que había ignorado -por obvias razones- dio un paso al frente y tomo su mano con la misma firmeza que su padre.
- Y el joven de aquí- El mayor acerco al otro chico sutilmente- Es Peter Parker. Todo un genio y el mejor amigo de mi hijo.
Tony no pudo reprimir su sonrisa al ver al chico sonrojarse ante los halagos.
- ¿Te interesa la ciencia, chico? – el castaño asintió aun con la cara roja – Creo que tu y yo nos llevaremos bien. – y entonces aprovecho para estrechar su mano.
Peter parecía haberse quedado sin palabras. Al menos Tony no había sido el único en perder el aliento. Cuando Peter lo recupero, comenzó a hablar sin parar.
- Es un gran honor para mí señor Stark. Me llamo Peter Parker… pero creo que el señor Osborn ya había dicho eso… - Divago un poco- soy un fiel admirador suyo. Bueno, de su trabajo. Quiero decir, suyo también. Siempre eh querido ser como usted ¿Eso sonó raro? ¡Lo siento! Esa no fue mi intención. Lo que quería decir es que de verdad me encanta su trabajo. No creí encontrarlo hoy aquí, y… - Antes de que siguiera soltando frases como una ametralladora, Harry poso una mano sobre el hombro de su amigo, ese gesto no paso desapercibido por Stark, quien hizo una mueca de disgusto, aunque esta quedo rápidamente en el olvido al notar que el parloteo de Peter había cesado. Ante la cara de vergüenza y arrepentimiento del chico Tony soltó una carcajada que no pudo reprimir. Sin buscarlo esa acción relajó a su destinado.
- Tranquilo. Solo soy un simple mecánico que se siente honrado al escucharte– Ante su sonrisa Parker esbozo una más grande– Dime ¿Qué te interesa? ¿Física? ¿Química? ¿Energía Gamma? Quizás un día puedas darte una vuelta por mi laboratorio para que veamos que puedes hacer.
- ¡Seria un honor! -Ante aquel ofrecimiento la cara de Peter se había iluminado por completo.
Harry y Norman habían sido abordados por los demás invitados, logrando que se perdieran poco a poco entre la multitud. Peter y Tony estaban tan perdidos en su mundo que ni siquiera lograron notarlo.
Irónicamente ninguno noto tampoco que no habían soltado sus manos en ningún momento de la conversación. Tony se perdió nuevamente entre las facciones del chico frente a él, mientras que Peter centraba sus pensamientos en recordar como respirar correctamente.
Su pequeña burbuja se vio rota cuando un mesero choco contra el menor, enviándolo directamente al pecho del millonario. Fue entonces que noto que se encontraban solo ellos dos.
Al verse solo, y completamente fuera de su elemento Peter estuvo a punto de entrar en pánico. Su primer pensamiento fue buscar a Harry entre los invitados. Pero ese pensamiento de vio eclipsado en cuanto Tony le ofreció su compañía. Peter acepto el ofrecimiento con un gran sonrojo, para colgarse del brazo del filántropo la mayor parte de la noche. A Stark no le molesto, y Peter parecía sentirse cómodo y seguro de aquella forma.
Cuando el reloj marco la media noche, Parker se despidió.
- ¿Cómo te iras? ¿No quieres que te lleve? – ofreció el mayor con rapidez, Tony solo quería pasar más tiempo con él.
- No, Muchas gracias Señor Stark. -Tony disfruto de aquel “señor Stark” que salió de los labios del pequeño- Mi tía May me está esperando afuera – Aunque amable Peter se veía culpable de rechazarlo.
Con un beso en la mejilla y un nuevo gracias, el menor se marchó.
Y si es que hay fin
Yo pediré poder pasarlo junto a ti
Si hay cuento al fin
Para un caballo viejo
Que aun mueve su crin
Antony Edward Stark no se definía por ser una persona paciente, discreta o prudente. Pero por primera vez en su vida, y solo por Peter había decidido serlo… o bueno, al menos un poco.
No supo cómo consiguió la dirección de su destinado, pero cuando reacciono ya se encontraba en el sofá de su hogar comiendo un muy quemado panque de nuez, cortesía de la adorable May Parker. Cuando Peter lo vio, se quedo petrificado sin saber que decir.
No fue el único, pero al menos el mayor logro reavivar a su ardilla rápidamente para poder hablar.
- ¿Han oído hablar de la beca septiembre? -Ahora fue el turno de May para petrificarse. Ella si sabia de que hablaban – he venido hasta aquí para ofrecérsela a Peter. Se que es brillante, y me gustaría poder trabajar a su lado para explotar todo su potencial.
Ok, Tony había descubierto algo que tenía en común con Peter. Cuando estaba nervioso, hablaba mucho.
La primera en reaccionar fue la morena. Quien grito y salto de felicidad por su sobrino. Peter reacciono después de oírla a ella. Ninguno dudo en aceptar. Y justo después de retirarse Antony se dio una palmada de felicitación por lograr su cometido. Pasar más tiempo con su mocoso.
Te veo florecer cada año y sigo quieto....
Pese a saber que ya te rondan en los juegos
Tienes edad y entiendo que debes hacerlo y aprender
Es bueno que a los veinte ya sepas que hacer
Las “pasantías” como todos las llamaron comenzaron un mes después. Todas las tardes el chico se pasaba por su laboratorio, en donde Tony se esforzaba por enseñarle a su niño todo lo que podía, al tiempo que aprendía sobre él. Gustos, pasatiempos, cosas que odiaba, sueños, todos los detalles que podía obtener quedaban guardados en su memoria. Y aunque al principio pensó que la diferencia de edad crearía una brecha entre ellos, pronto descubrió cuan equivocado estaba, las tardes pasaban entre referencias, debates sobre El Señor de los Anillos o Star Wars, música y risas.
Y cuando llegue el día
En que no sea tan malo
Ver toda una mujer
Cogida de mi mano
Día a día Tony se enamoraba más, y aunque Peter no parecía notar su vinculo de almas destinadas, el mayor se sentía feliz por solo tenerlo cerca. Una parte de Stark deseaba poder estrecharlo entre sus brazos, pero la otra estaba feliz con la idea de poder enamorarlo poco a poco, por su forma de ser y no por el vínculo que les imponía el destino.
Cuando los años ya no importen
Y este viejo no sea tanto
Te abrazare a cada segundo pelo lacio
Legalmente, Tony podía reclamar a Peter como su esposo y destinado desde el momento en que lo encontrara. Pero Tony no había querido eso porque en primer lugar el tatuaje de Peter aun no aparecía. Pero la verdadera y más importante razón era que mientras él tenía 45 años, Peter solo tenia 15… El destino le había regalado al amor de su existencia (En esa y todas las demás vidas) en la cómoda presentación de un niño... La ley lo apoyaba para quedárselo. Su corazón quería esperar a demostrárselo.
De todos modos, Tony sabía que Peter estaba hecho para él. Así que no le importaba esperar un par de años para tenerlo oficialmente a su lado.
Y si es que hay fin
Yo pediré poder pasarlo junto a ti
Si hay cuento al fin
Para este viejo potro
Que aun mueve su crin
Tony lo había esperado 45 años de su vida. Había recorrido el mundo entero en doce de ellos para encontrarlo. Esperar tres años mas no lo mataría. Por esa misma razón, Tony se había extra-esforzado en que Peter no viera su tatuaje.
Recuperare el aliento si me amas
tiempo que se viste eterno en tu mirada
hoy te escribo aquí estos versos sin palabras
y espero poder cantártelo a la cara
Cuando el cumpleaños número 17 de Peter llego, una pequeña sorpresa lo hizo también. En el hombro izquierdo del muchacho, las primeras líneas de su marca comenzaban a hacerse visibles. Tony las identifico perfectamente cuando este se las mostro, pues él mismo lucia unos trazos similares en los mismos tonos de rojo y azul. Sabia que el dorado pronto aparecería. Reprimiendo todas las ganas de mostrar la suya, se limito a sonreír feliz compartiendo la emoción del chico.
- Pronto aparecerá Señor Stark. Y con ella, lo hará también el amor de mi vida -Tony se limitó a reír, pues esa frase y la ilusión en el rostro ajeno le había cortado la respiración de golpe. El efecto Peter Parker, como le gustaba nombrarlo.
Y sentir toda tu piel ruborizada
Temerosa al encontrarte con mi alma
Ese día llegara, tengo esperanza
De que pueda amarte al fin sin esconderlo al fin
Y no importen los que hablan
Lista de las cosas que Tony Stark odia:
1) Levantarse temprano.
2) No poder dormir.
3) Levantarse temprano después de no haber podido dormir la noche anterior.
4) Las visitas inesperadas.
Por eso cuando el endemoniado timbre de su casa comenzó a acosarlo hasta despertarlo decidió que tener una cerca electrificada para evitarle esto no era mala idea.
Su cabello alborotado y su cara de pocos amigos respaldaban su idea. La noche anterior había dormido poco debido al infernal calor de verano. Como resultado había terminado solo con unas bermudas puestas. Y aunque eso ayudo un poco, no le produjo más horas de sueño.
Cuando abrió la puerta unos delgados brazos lo rodearon del cuello, mientras que el peso del cuerpo ajeno choco contra su torso.
- ¡Apareció! – La voz y el aroma de Peter inundaron sus sentidos. Un cómodo calorcito recorrió su cuerpo al sentir su tacto.
Tony se limito a estrechar el cuerpo entre sus brazos, provocándole ligeros corrientazos de electricidad por su columna. En ningún momento dijo nada. Y no hizo falta, Peter siguió hablando.
- Mi Marca esta completa Señor Stark, y es hermosa.
Y así como se había abalanzado sobre él se alejó para mostrar su hombro izquierdo (aunque no lo logro). El chico estaba a semanas de cumplir sus 18 años, así que no debió sorprenderle que su tatuaje estuviera completo… pero lo hizo.
Las pocas horas de sueño le hicieron procesar la información de forma mas lenta de lo normal. Y el haberse embobado en el rostro de Peter no jugo en su favor. Para cuando quiso reaccionar y ocultar su marca, fue tarde, el chico la había visto.
Pudo ver todas las emociones que pasaron por el rostro del menor. De la sorpresa brinco a la duda y después a la seriedad. Peter no dijo nada. Se limito a mirar el torso de su mentor.
El pánico inundo a Stark, quien sin saber que más hacer se quedó parado, inmóvil, como si con el hecho de respirar fuese a arruinar todo. Su mente lo bombardeo con mil reproches sobre su decisión de nunca mostrarle su marca al más joven, ni contarle quien era él. Una terrible sensación de explicarse lo invadió desde lo más profundo.
- Escucha Peter yo… - sus palabras fueron cortadas de golpe muriendo entre sus labios cuando vio al más joven acercarse con la mano estirada.
Tony sintió sus dedos recorrer cada línea que conformaba su marca.
- Eres tú – Peter soltó en un murmullo, como si esas palabras no fueran para Tony, si no para sí mismo.
Stark se dejo hacer. El tacto del más joven le recordó a si mismo acariciando el antebrazo de su madre con adoración. Ese simple gesto lo volvió a dejar sin aire.
- Siempre fuiste tu… - esta vez la voz de Peter sonó más alta, más alegre y más confiada. Para cuando Parker volvió su mirada a los ojos de Tony una enorme sonrisa se había posado en sus labios – Sabia que eras tu Tony… era imposible que pudiese amar a alguien más…
Peter se alejo unos pasos y desabrocho su camisa, mostrándole así al millonario que en su hombro izquierdo se dibujaba una araña. Posándose sobre una elaborada red en tonos azul, rojo y dorado…. Justo la misma araña que lucia sobre el hombro derecho de Tony Stark
- ¿Desde cuándo lo sabias? – las palabras salieron rasposas de la garganta del millonario, el cual trago saliva con dificultad. Quizás no valió de nada ocultar su tatuaje
- Desde que te vi por primera vez, cuando tenía nueve años…
El rostro de aquel niño de antaño apareció en su memoria.
- Siempre me sentí diferente a tu lado. Como si con solo verte me sintiera feliz y completo. Tu voz alejaba mis temores y mis dudas… era un super héroe por solo estar cerca de ti.
- Quería que me amaras por mi y no por que el destino te lo impuso – por alguna razón el millonario aun se sentía con la necesidad de explicarse.
Una sonrisa se asomo nuevamente en los labios de Peter.
- Yo te amaba aun sin saber mi destino. Te amo ahora que lo descubrí y te habría amado, aunque no fuera así. Te amo y eres mi destino por ser quién eres Tony.
El miedo que quedaba en el interior de Tony se esfumo, siendo reemplazado por completa felicidad. Ahora, sin ninguna restricción, lo tomo entre sus brazos para inundarse con su calor.
- He cruzado océanos de tiempo para encontrarte, Pete – Las palabras de Tony escaparon como un susurro. Como si fuesen su mayor confesión en la vida, y así era. - Y los volvería a cruzar mil veces mas solo por tenerte entre mis brazos.
Y esa frase valió el millón de te amos que Tony había guardado en su interior para su destinado.