La música del lugar resuena tan alto que no puedo escuchar mis propios pensamientos, estoy rodeado de cuerpos que se mueven sensuales al ritmo de la melodía. Están enajenados en este ambiente cargado de erotismo y misticismo que no me prestan atención, tan solo soy uno más.
Me abro paso entre aquellas personas que en este momento parecen criaturas míticas que se escaparon de algún reino mágico. Me cuestiono como es posible que me haya atrevido a venir a este sitio hasta que recuerdo el rostro sonriente de mi viejo amigo «¿De verdad no conoces el baile de las máscaras? ¡No te creo Steve! ¿Porque no vamos este fin de semana? » tras negarme de inicio termino por convencerme después de un largo rato, el único baile donde te vuelves otra persona, te liberas de toda cadena impuesta por la sociedad y te permites ser aquel que no muestras... Al menos eso dijo Bucky.
Llegue puntual, supuse que como de costumbre él llegaría tarde, pero era un habito que yo no podía dejar, la puntualidad lo era todo para mi.
Me sorprendió ver aquella multitud aguardando por entrar en una muy bien organizada fila, no tuve que esperar mucho antes de llegar a la entrada donde un hombre con una elaborada mascara de colores brillantes, me dio unas indicaciones «¡Bienvenido al baile de las mascaras! Querido visitante tenemos unas reglas que deberá respetar, durante su estancia en este lugar: Deberá traer todo el tiempo su mascara puesta si usted se la llegara a quitar sera expulsado y NUNCA mas podrá volver, aquí valoramos la privacidad de nuestros clientes, El lenguaje en este sitio es aquel que pueda expresar con su cuerpo y no con su voz, Siéntase en absoluta libertad de recorrer y disfrutar de este sitio permitale a su "Yo" interno ser libre por una noche. »
Me entrego una mascara que cubría la mitad de mi rostro, me observe en el espejo de cuerpo entero que estaba en la recepción, la mascara era de color acero con unos grabados en ella, la forma de los ojos delineaban los míos resaltando el intenso azul, así mismo mi mentón y labios quedaban expuestos a los ojos de los demás.
Camine hasta la puerta que ocultaba el interior de aquel sitio, un arlequín dirigió su mirada a mi, al menos esa sensación me dio cuando giro su cabeza hacia mi, este hizo una seña con su dedo indice cubriendo sus labios, entendí esa referencia, «No hablar, bien veamos que tan divertido es este lugar, espero no te equivoques Bucky.»
Como en las películas al abrirse aquella puerta dejándome ver sus entrañas me sorprendió todo aquello, aquel sitio estaba casi en penumbra, siendo las luces estroboscopicas quienes por lapsos iluminaban a las personas que danzaban al ritmo de la música, me pareció una mezcla extravagante observar a aquellos con sus ropas modernas, algunos con prendas que parecían desafiar la gravedad, aferrándose "mágicamente" a esas curvas que parecían desbaratarse al ritmo de aquellas notas, y en sus rostros esas mascaras que recordaban a los antiguos bailes, el pasado y futuro unidos en este instante.
Completamente atraído por aquel lugar siento como poco a poco voy perdiendo la timidez, imagino que aquella mascara me daba seguridad en mi mismo, aun no tenia idea de como se suponía debía interactuar, podía ver a algunos bebiendo y otros tantos danzando pero no comprendía como burlaban la barrera del silencio.
Sentí como algo se aferraba a mi muñeca, gire el rostro esperando ver a Bucky pero en su lugar observe una alta y esbelta figura que en definitiva no era mi amigo, un pantalón negro de salir y una camisa verde, en su rostro una mascara similar a la mía pero en color bronce, por los costados de su cuello pude ver una cabellera negra, por la sorpresa casi hablo para preguntar si se le ofrecía algo pero aquel misterioso hombre cubrió mis labios con uno de sus dedos mientras negaba con la cabeza.
Ese misterioso chico me llevo con él, no entendí porque no opuse resistencia alguna, quizás estaba intrigado por como haría para que nos comunicáramos, la breve luz iluminando su silueta me tenia hechizado «Demasiado bello para ser un chico ¿Acabo de pensar que este hombre es atractivo? maldición... lo es.» me sorprende ver como parece conocer el sitio, pues me guía por unos pasillos que no me di cuenta había.
Observando mejor note eran unos cubículos, me sentía mas curioso conforme avanzamos, se detuvo frente a uno donde me indico pasar, ni yo se porque le obedecía sin chistar.
Él entro tras de mi cerrando la puerta, me gire preguntándome si este lugar era seguro para hablar o sacarse la mascara mas no vi que el hiciera el menor intento por quitársela, en su lugar avanzo de una manera que me pareció muy erótica, me sentí tan sucio de tener esa clase de pensamientos con aquel chico que solo intentaba ser amistoso.
Grande fue mi sorpresa cuando quedo tan cerca, demasiado cerca quise dar un paso atrás pero él echo sus brazos a mi cuello al tiempo que nuestros labios se unían, en mi mente se encendieron los focos rojos, escuche a mi cerebro gritar "¡Detenle!" pero mi cuerpo se negó a escuchar, en su lugar mis brazos cobran vida aferrándose al cuerpo de aquel hombre cuyo nombre ni siquiera conocía. Su lengua sabia a menta y licor.
Nuestras bocas se abrían paso la una a la otra permitiendo que nuestras sin hueso exploren cada rincón de aquellas húmedas cuevas, como serpientes se enredan, se empujan enérgicas, las únicas veces que nos apartamos era cuando nuestros pulmones se vaciaban y nos exigían un poco mas de oxigeno, era la única forma de que rompiéramos aquel contacto, siento como él muerde mi labio y yo le devuelvo el favor, recorro aquella pálida piel dejando un camino húmedo de saliva, mis caninos se clavan cerca de su clavícula arrancando un gemido. «¡Mierda! que voz tan erótica... yo quiero oír mas de él»
Le tomo por la cadera alzándolo mientras el enrede sus piernas a la mía, lo llevo a aquella cama dentro del cubículo, debí imaginar que esos pequeños cuartos eran para que las personas pudieran tener...«¡De ninguna manera! No hay forma de que yo y él tengamos...¡No! solo son besos...»
Mis manos desabotonan su camisa dejando al descubierto aquel marcado y duro pecho, mis dedos toman sus pezones y esa pequeña acción le arranca mas suspiros, mi lengua se pasea por aquel pequeño pezón que es tan sensible, en medio del intenso deseo que siento por él, noto como este lleva sus manos a su entre pierna, entonces lo veo claramente se estaba tocando, sus dedos estaban ocultos.
Un hermoso par de brillantes esmeraldas me miran ansiosas, puedo leer su deseo así como siento que ardo en el mio.
Mis Labios recorren cada milímetro de su piel, estoy mas duro que una roca, libero mi erección y aquel hombre se libera de su ropa, de la cintura para abajo, sin decir nada, los dos nos comunicamos tan bien, se lo que el quiere y él sabe lo que yo necesito, aquel hombre se sube en mi guiando mi pene a su entrada, siento aferrar sus dedos a mis hombros cuando el se sienta sobre mi falo...
Aquella noche libere al "Steve" que no se detenía a pensar si las cosas estaban bien, un yo que deseaba ser libre, nunca creí que me iría con un desconocido a la cama, tuvimos tanto sexo como las fuerzas de nuestros cuerpos lo permitieron. mantuvimos la mas larga conversación sin decir una palabra.
Por regla no podías irte con la persona que conociste, aun así cada fin de semana yo era puntual en aquel lugar, en el cubículo 10k1 aguardaba por mi aquel ardiente chico, nos volvíamos expertos en esa intima y silenciosa conversación.