Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

NOVIOS... por Demon Dawn

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un nuevo shot...

Espero lo disfruten :D 

 
 
 
 
 
 
— E-Espera... — decía intentando alejar las manos contrarias de su cuerpo.
 
— Shhhhhh... dejamelo a mi dattebayo — respondió el rubio sin dar tregua al azabache debajo suyo.
 
— Es muy arriesgado Naruto, no es broma, ya para... ah! — no pudo evitar dejar salir un gemido ante la repentina caricia que el rubio le hubo dado.
 
Sonrió triunfal ante el delicioso gemido que soltó el azabache, aprovechando la distracción de quien era mayor por un año se puso entre las piernas aún enfundadas en aquellos negros pantalones del Instituto.
 
Para cuando Itachi ya se hubo dado cuenta de ello estaba de espaldas al colchón con el rubio entre sus piernas mirándolo con deseo, tragó seco, no es que la cercanía le incomodase sino que creia que el rubio queria ir demasiado rapido ya que de simples besos lo habia conducido a la cama, y no estaría demás decir que el rubio ya habia logrado quitarle la chaqueta y tenía la blanca camisa con los cuatro primeros botones abiertos dejando una amplia parte de su pálido pecho expuesto, tan expuesto que Naruto ya habia dejado un camino de besos y uno que otro chupetón, marcando el blanco lienzo a su alcance.
 
— Naruto... — llamó, al tener nuevamente los carnosos labios en su cuello, chupando su caliente y suave piel.
 
— Itachi... voy a ser cuidadoso dattebayo — hablo subiendo hasta chocar en frente con el rostro sonrojado del azabache, murmurando entre los finos y rosados labios entreabiertos.
 
— pero... — se mordió el labio inferior, realmente era demasiado pronto para hacer "aquello", aunque por todas las caricias y besos realmente estaba caliente pero no iba a admitirlo.
 
Notando la leve duda en los oscuros ojos se tomo la libertad de poner al azabache de estómago al colchón y restregarse en el redondo y suave culito a su alcance, aquello obviamente descolocó al azabache quien con la cara aplastada en la almohada ya no pudo decir nada, con inútil esfuerzo intentó quitar al rubio de encima, sin embargo el blondo no quería dar su brazo a torcer. Algo le decía a Itachi que Naruto terminaría lo que estaba empezando sea con su permiso o no.
 
 
Fue cuando sintió sus manos siendo atadas a la cabecera de su cama que su mente salió de sus pensamientos — ¿q-que vas...? — no pudo terminar la frase ya que Naruto prácticamente rasgo a tirones su blanca camisa dejando de esa forma la blanca y suave piel de su espalda totalmente descubierto.
 
 
Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras sus azules ojos adquirían un leve tono rojizo, Itachi lo había calentado, ahora no pararía — Sabes... — comenzó a decir viendo como el azabache había desviado el rostro hacia un lado para poder mirarlo por sobre el hombro — ...me pregunto que diría tu padre si nos viera así, ¿no seria interesante? — preguntó, pasando su bronceada mano por la espina dorsal del azabache, sintiéndolo estremecerse ante su tacto.
 
 
Sus ojos se abrieron en demasía...
 
¡Era cierto!.
 
Sus padres, ellos no aprobarían aquello, sabiendo lo mal que su padre siempre vio al rubio de inmediato supo que le daría un ataque al corazón de encontrarlo en esa posición con el blondo, — Naruto... ya-ya para, no hagas... — la oración quedó inconclusa cuando el aire escapó de sus labios, sus oidos escucharon claramente la risita de Naruto en su nuca ya que había comenzado a acariciar su voluminosa y redondeada curvatura trasera que aún estaban cubiertas por ese pantalón negro.
 
 
Un beso fue lo que depositó en la blanca nuca antes de soltar un ronroneo en los oídos del Uchiha — vamos a hacerlo Itachi... — frotó su ya dura erección entre las nalgas, como se moría por quitar las últimas prendas del azabache y hacerle gritar su nombre.
 
 
Mordió la almohada a su alcance a riesgo de soltar un vergonzoso gemido, sus caderas se elevaron instintivamente cuando sintió las manos del blondo posarse en el dobladillo de sus pantalones, sus manos se cerraron entre las sábanas, estrujandolas al sentir la nalgada que Naruto le dio en agradecimiento, — tan ansioso 'ttebayo — le oyó decir mientras ponía unas almohadas bajo su vientre logrando que levantase su trasero ya descubierto sin objeción alguna. Era cierto, hace nada se estuvo quejando y argumentando que no se deberían hacerlo pero ahora su cuerpo ansiaba hasta el más mínimo toque de Naruto, tan dispuesto a satisfacer sus deseos carnales junto a Naruto.
 
 
El silencio y las mejillas más que sonrojadas de Itachi le decían a Naruto que continuara antes de que algo de lucidez se presentase en la prodigiosa mente del azabache y sin tanto pensarlo se desnudo por completo y se puso de rodillas entre las piernas abiertas de Itachi poniendo su rígido miembro en las suaves y esponjosas nalgas, tan adictivas y cremosas, como si fueran un adictivo manjar que solo estaban dispuesta para él, sólo para él.
 
 
Con su respiración más que agitada y su cuerpo ya ardiente elevó levemente el culo con una clara invitación para Naruto... quería ser tomado por el rubio y quería ser tomado ya!
 
Sin hacerse del rogar el rubio untó lubricante en sus dedos para dilatar la entrada a su disposición para después untar un poco más en su miembro de forma en que este entrara en el rosadito orificio del azabache sin necesidad de lastimarlo demasiado. Abrió las blancas mejillas para tener un mejor acceso a la entrada que pedía ser ya penetrada, tampoco es que pudiera resistirse más, ya quería llenarlo de placer, hacerle saber que nadie más le daría tal amor ni le haría llegar a la cima del cielo con solo tocarlo.
 
 
Su boca se abrió demasiado dejando el aire escapar de sus labios cuando Naruto comenzó a penetrarlo, no pudo evitar soltar un quejido cuando el rubio lo lleno por completo de una estocada, sabía que estaba siendo algo rudo pero lejos le molestarle le agradaba, le llenaba de morbo indescriptible ser tratado un poco duro en la cama, y lo mejor era que sabía más que nadie que Naruto nunca lo lastimaria, jamás lo haría.
 
Sus manos se posaron a los lados de la cabeza de Itachi dejando escapar un ronco gemido, se sentía tan bien tener su miembro aprisionado por las estrechas y calientes paredes del azabache, estar rodeado de aquella calidez le hizo chocar su frente en la nuca haciendo a un lado los largos mechones negros dejando expuesta la blanca piel depositando un beso esperando a porque el pelinegro se relajase — déjame hacerte feliz dattebayo — le susurro de último para después incorporarse y poner sus manos en las caderas de su azabache para comenzar las embestidas.
 
 
Sus gemidos fueron llenado la habitación, sentía como su interior era llenado por las repetitivas penetraciones de Naruto, como su interior era abierto haciendo que sus paredes acogieran el rígido y palpitante miembro. Le encantaba sentir aquello, si sus padres lo vieran echarían un grito al cielo y lo mirarían con desaprobación pero a Itachi no le importaba, con Naruto a su lado realmente no le importaba.
 
Las embestidas se fueron haciendo más rápidas conforme pasaba el tiempo, nisiquiera necesitaba alguna estimulación en su propio miembro, con Naruto golpeando su punto dulce le era suficiente para llegar al orgasmo, sensación que sabe le dejaría flotando en el aire como si fuese una ligera pluma.
 
— Itachi... — le llamaron con la voz más baja y ronca que jamás hubo escuchado en el blondo, una voz llena de deseo y por sobre todo amor, — eres perfecto — le oyó decir después, sus nalgas rebotando entre la pelvis del blondo, el sonido era por demás morboso, tanto que Itachi sentía terminaría cediendo a cualquier deseo que su rubio novio quisiese, tan solo para complacerlo, tan solo para tenerlo siempre a su lado.
 
 
Ya no podía resistir más, era consiente que quien más estaba cediendo en la relación era Itachi, y después de esto sabía que siempre estaría a merced del pelinegro, rogando por su sola atención, después ya nunca más podría decirle "no" a nada, ahora era de Itachi, así como también el pelinegro era de él. Con su orgasmo ya cerca de culminar se aferró con fuerza a las caderas de Itachi, sabiendo internamente que dejaría marcas en la tersa y nivea piel, — Dilo... — ordenó entre jadeos, casi gruñiendo, pronto se vendría pero antes quería escuchar la extasiada voz de su pareja.
 
Su ceño se fruncio hermosamente mientras le dirigía con el rostro de lado una mirada entre inquisitiva y llena de placer al rubio, muriendo entre sus abiertos y jadeantes labios la pregunta de "qué" es lo que Naruto quería de él.
 
—...eres mio, dilo — ordenó casi suplicante, quería oírlo, saber que era el único para el azabache y no solo una "diversión momentánea" como los padres del pelinegro le dijeron con saña hace tiempo.
 
Sus párpados se cerraron, sentía su orgasmo ya cerca, intentó vocalizar lo mejor posible sus palabras — l-lo soy... mmhg... solo tuyo Naruto — pudo decir de último en un alto gemido estrujando mientras tanto las blancas sábanas entre su manos sintiendo como su semilla se derramaba entre el colchón y parte de su vientre.
 
Oyendo esas palabras fue que terminó dentro del azabache, llenándolo por completo, dejándose caer sobre el tibio y sensible cuerpo, sintiendo la acelerada respiración del otro. Sus manos perezosas rodearon la estrecha cintura a su alcance, su mejilla descansando cerca de la unión entre el hombro y el cuello del azabache — Te amo tanto 'ttebayo — dijo en un susurro melancólico, era cierto, sabía que la familia de Itachi no lo aceptaría, nunca lo haría, ¿como aceptar que su único hijo se fijara en un don nadie?.
Venia de una humilde y pobre familia, su padre un pescador y su madre una ama de casa, jamás podría ofrecerle algo real a Itachi, no tenía nada de valor, no poseía ni bienes ni lujos, nunca fue nadie y nunca le importó hasta que tuvo la atención del azabache donde si se sintió importante al saber que alguien de tan alta categoría y de buena familia fijo sus ojos en él, sin reclamarle y sin exigirle nada a cambio solo amor y sus brazos cálidos rodeandolo. Tenía tanto miedo de que algún día Itachi lo dejara y se fuera en busca de algo más, algo mejor. De todos modos sus padres se lo habian dicho...
 
 
"Naruto, sueñas con algo imposible, si sigues por ese camino solo terminarás con el corazón roto. Aquel muchacho no está a tu alcance, somos pobres y humildes, con amor no puedes comprar nada, nisiquiera felicidad"
 
 
Esas fueron las palabras de sus padres, argumentandole que era tonto aspirar a más, que donde estaba, estaba bien. Que alguien como Itachi jamás fijaria sus ojos en el hijo de un pobre pescador que apenas y lograba traer el pan a la mesa. Que los sueños no son nada y que el amor muere con el tiempo.
 
Con su mente aún mezclándose entre recuerdos fue que con pasmosa calma fue haciéndose a un lado saliendo del cálido interior que lo llenara de placer hace solo instantes, vio como perezoso el pelinegro se ponía de lado con los ojos ya cansados por la faena, quito del camino las almohadas dejando que estas cayeran al suelo y solto las manos del Uchiha dejándolas libres para después cubrirlos a ambos con la cobija que estaba casi en el suelo por el ajetreo, sabía que ya no podría vivir sin Itachi, sin su cercanía, sin su risa, sin sus besos, sin él y quería decírselo, suplicarle porque se quedara para siempre a su lado — Itachi... — dijo cuando chocó con la oscura mirada de azabache, pasó sus dedos por la suave mejilla, intentando transmitir sus anhelos.
 
— Shhhh... — soltó bajito el azabache, callandolo, su blanca mano subiendo hasta la bronceada del blondo, uniendo casi instantáneamente sus dedos, mirando atento el rostro que amaba, mirando a aquella persona que con tan poco alegraba sus días — Estoy aquí Naruto, siempre estaré aquí — le murmuró en confidencia. Sabía que no tenían mucho, contando con apenas un pequeño apartamento que rentaron con bastante esfuerzo, viviendo el día a día era suficiente, y aunque sabía que nadie vive de sólo buenas intenciones estaba seguro que lograrían salir adelante, por ellos y por el diminuto ser que albergaba en su interior.
 
 
— Lo sé dattebayo — dijo depositando un suave beso en la frente de Itachi. Hecho un suspiro, no debería ser tan fatalista, Itachi estaba a su lado, el no se iría, vivirían juntos, tendrían una familia, les demostraría a sus padres y a los padres de Itachi que se equivocaban, que el esfuerzo siempre tiene sus frutos...
 
Que su futuro no estaría completo sin Itachi en el...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
___________
 
 
— Creí que tu fantasía era verme con mi uniforme de Instituto pero no salió tan bien que digamos ¿cierto? — decia el azabache mientras sin tanta atención jugaba con sus dedos entrelazados con los del rubio, quien estaba detrás del pelinegro acariciando con su diestra los muslos a su alcance.
 
— Perdón por arruinarlo 'ttebayo — dijo posando su mentón en el hombro de Itachi. Ambos estaban en la tina, con una agradable temperatura en el agua, siendo que Itachi tenía la espalda chocando con el pecho de Naruto.
— No pude evitar salir del personaje, es que tan solo saber que... ya sabes — dijo la oración inconclusa. Era cierto, se suponía que Itachi actuaría como si estuviera en casa de sus padres tan temeroso de ser tomado por Naruto con el riesgo de ser visto en tal situación por sus progenitores, sin embargo no salió como el blondo lo había planeado, entre recuerdos fue cediendo a su reciente miedo de perder a Itachi y el abandono de sus familiares. Era verdad que siempre le fascinó como el uniforme escolar solia verse en Itachi, como desde las rejas de entrada de aquella elegante academia solia contemplar desde lejos a Itachi, sabiendo que sólo en sueños alguien así podría pertenecerle.
 
 
Oh... cuanto se alegra de haberse equivocado.
 
 
— Ya te lo dije... — la sedosa voz de Itachi lo sacó de sus pensamientos — no voy a dejarte, no iré a ningún lado, no si no estás conmigo, somos uno ¿recuerdas?
 
Claro que lo recuerda, fueron sus votos en aquella vacía cantera donde llevo al pelinegro en su tercera cita. Dándole un anillo le declaro su amor, apelando a que el azabache le diera una oportunidad, solo una para demostrarle cuan feliz podria hacerle si tan solo se quedaba a su lado.
 
— Si, dijiste que tus padres no me aceptaban pero que eso no importaba ya que ellos no serían quienes se casarian conmigo dattebayo — era cierto, no quería el amor de sus padres, con solo tener el amor de Itachi le bastaba, eso le hacia feliz, siempre le hizo feliz.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Notas finales:

Okia, eso fue todo. Como siempre espero les haya gustado. :D

En realidad la trama era otra, pero bueno, así salió :3

Me gustaría saber que les pareció, un review me haría inmensamente feliz 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).