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Combatiendo nuestro amor por Majo Walles

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Combatiendo nuestro amor

 

Resumen: Severus y Cristian Snape quieren huir del yugo de Voldemort. Para eso contaran con la ayuda de dos hombres enamorados que harán de todo para alejarlo del Dark Lord.

Secuela del one-shot Revelación

SiriusxSeverus

HarryxCristian

 

 

Capítulo uno

 

 

No podía creer que hubiera pasado tanto tiempo desde que dejó el mundo mágico. No desde que dejó Hogwarts y se escondió en cualquier parte del mundo para que Voldemort no lo encontrara. Miró por la ventana y se dio cuenta de que no sólo el tiempo había pasado ahí afuera. Vio que su hijo estaba en el jardín y decidió bajar con él. No quería que pasara tiempo solo. No ahora que estaba en un estado de confusión tan grande.

Cuando llegó a la puerta que daba a los jardines, les hizo señas a los cuidadores de su hijo para que se fueran, no los quería cerca de él, mucho menos a McGrell, ese tipo miraba a su hijo adolecente de manera obscena y al parecer a Voldemort no le importaba para nada.

Esperó a que los tipos se fueran y se acercó a Christian que estaba entretenido tirando piedras al lago que estaba en los terrenos.

-¿Qué pasa, hijo? -preguntó cuando llegó a su lado.

El adolescente se volteó y se quedó mirando al hombre que le hablaba. Aun, después de tantos años, podía recordar el otro rostro de su padre y a escondidas de Voldemort había recolectado las películas que su papá había protagonizado antes de “morir”. Se le hacía increíble que en un cementerio existiera la tumba que supuestamente contenía los restos de Adrien Brody y su hijo Christian Brody. Ambos muertos en un trágico choque automovilístico. No podía creer que la gente hubiera creído toda esa estupidez. Claro, no antes de saber de sus verdaderos orígenes. Se sorprendió de saber de la magia, pero saber que su querido papá fue quien le dio a luz, fue demasiado para él. Poco a poco le fueron instruyendo en la magia y su papá, muy a diferencia de su padre que lo único que quería era que se hiciera “el heredero perfecto”, lo trataba con cariño y paciencia.

-Mi padre me mandó a llamar nuevamente -dijo desanimado.

-Aún está con ese asunto de Potter, supongo.

-Sí -tiró una piedra con más fuerza de la necesaria y esta cayó casi al otro lado del lago- ¿No puedes hacer que deje de insistir con ese asunto?

-No lo creo -se sentó junto a Christian mientras acariciaba su cabello -, tu padre pocas veces toma en cuenta mis palabras y decisiones.

Christian lo sabía, pero nada perdía con intentarlo. Sus padres siempre habían sido así, por lo menos desde que vinieron a vivir al mundo mágico. En un recóndito lugar del mundo donde nadie les pudiera encontrar. Su padre, Voldemort, le había dicho con suma frialdad que en algún momento él tendría que subir al poder, como su mano derecha, por que su papá Severus no haría eso, no estaba para eso, le dijo mirando a Severus con lujuria, claro, ahora que era mayor entendía cual era el lugar de Severus, según Voldemort. Su cama.

-No quiero seguir con esto -le dijo soltando un suspiro.

-Lo sé y créeme que me molesta tanto como a ti.

Severus estaba completamente en contra de los planes de Voldemort. 

Había estado entrenando a Christian desde que lo trajo con ellos, le habló de la magia y de su misión, hacerse el mejor amigo de su enemigo para luego atraerlo a su lado. Eso le pareció bien en un principio, por que por un lado lo creyó ventajoso para la protección de Christian, sabía que, si algo pasaba, y si Potter ganaba, Christian estaría bajo su protección. Lo malo vino cuando su hijo cumplió los quince años y Voldemort se dio cuenta de que su hijo era realmente hermoso. Utilizó eso a su favor y le dijo a Christian que su misión sería enamorar al chico de oro. Severus sabía que eso no sería un problema para nada. Potter estaba perdidamente enamorado de Christian desde segundo y no se había confesado aun por el temor que le causaba saber que era hijo de Severus Snape, el más desagradable de lo profesores de Hogwarts y que sería su suegro en el momento en que su hijo dijera “Sí”. El asunto es que Christian era una persona centrada y bondadosa dentro de todo el mal, y estaba enamorado del chico, de verdad.

-No quiero hacerle esto a Harry -dijo afligido -. No quiero que después se de cuenta de quien es mi padre y me odie.

-No sé si Potter te odiaría al saberte hijo del Lord. Ya es bastante saber que eres mi hijo.

-Pero eso lo asumió desde que lo conocí -se puso de pie, mientras caminaba de un lado al otro- ¿Sabes lo que quiere mi padre ahora?

-Conquistarlo, ya me lo dijo -le contó mientras lo detenía en su caminata.

-Pues tal parece que Lord Voldemort no te cuenta todo lo referente a los planes que tiene con tu hijo -su voz sonaba cargada de desesperación-. Quiere que me embarace de Harry, para traerlo definitivamente a “nuestro lado”.

Severus abrió los ojos con impresión. No podía creer que ese tipo usara a su hijo. Le había prometido que no le pediría nada además de acercarse a Potter. Evidentemente no era lo que tenía planeado en verdad.

-No puedes embarazarte tan joven, mucho menos si no es lo que quieres y la otra persona no esta de acuerdo.

-Lo sé, pero díselo a mi padre. Al parecer no le interesa que sea mi vida y mi cuerpo el que se vea afectado en todo esto.

Severus se puso de pie de golpe y se dirigió a la mansión, sabía que Voldemort estaba ahí, por que habló con Christian temprano. No iba a permitir que tratara así a su hijo, ni que le manipulara de tal manera.

Entró al despacho y lo encontró en una reunión con sus mortífagos. El hombre alzó la vista y le vio con una ceja alzada, levantando la mano para que todos, a su señal, se retiraran del lugar, quedando solos los dos.

-No creo recordar haberte mandado a llamar.

-No permitiré que destruyas a mi hijo -dijo con voz firme. Nunca le había hablado así, pero era de Christian de quien hablaba ahora.

-No te permito que me hables en ese tono. Siempre he sido muy condescendiente contigo, pero no aguantaré una nueva revelación por tu parte.

-No lo destruyas -le dijo poniéndose de rodillas -. Te ruego que no lo involucres en tus planes.

-Es mi sucesor…

-¡Es tu hijo! -dijo levantando la cabeza, con la desesperación reflejada en su rostro- Christian no tiene la culpa de nada. Es un niño…

-Ya es un joven -dijo pasando por alto su exabrupto-. No creo pedir algo descabellado.

-Quieres que se embarace, como si el asunto se tratara de un trámite más.

-No lo veo como algo mucho más relevante.

-Una vida. Tu nieto. Nuestro nieto. No un documento que te entregue las llaves del mundo. Ese poder que tanto anhelas.

Voldemort se acercó rápidamente y le sostuvo del cuello. Apretando con fuerza hasta casi quitarle el aliento.

-No toleraré que vuelvas a dirigirte a mí de esa manera.

-Suéltame -dijo asfixiado, apretando con sus manos la de su amante que poco a poco parecía querer quitarle la vida.

-¡Papá!

Voldemort se vio empujado por el mismo niño al que manipulaba a su favor. Le vio arrodillado, ayudando a su padre a ponerse de pie.

-No quiero más problemas con ustedes dos. Ambos saben lo que tienen que hacer, y no quiero tener que usar la fuerza contra ustedes, que son mi familia.

A Christian le parecieron las palabras más estúpidas que pudo haber escuchado en su vida. ¿Familia? Ese ser maligno y despiadado no podía conocer lo que era una familia.

Tenía que salvarse. Salvar a su padre y al hombre que amaba, pero no sabía como hacerlo, sin ponerlos a todos en peligro.

-Lo haré -dijo bajando la cabeza, ocultando las lagrimas que quería derramar-. Traeré a Harry a tu lado, haré lo que sea a cambio de que mi papá este a salvo.

-Tú papá siempre ha estado protegido.

-Casi lo matas esta vez -dijo apretando los puños.

-Ya te lo dije. Ambos tienen diferentes misiones. Si las cumplen, no recibirán castigo alguno, pero sino…

-Lo sé -dijo evitando que terminará su frase.

-Sólo por si lo olvidas -dijo apuntándolo con la varita -, no vuelvas a desafiarme, hijo… Crucio.

La maldición pegó justo en el niño, que se retorció ante el dolor de la tortura. Esto era demasiado para él. Algo que había tenido que aguantar un par de veces, cuando aun no se daba cuenta que no podía decir que no a los mandatos de su padre.

-¡No! -gritó Severus desde su lugar, viendo como la única persona que amaba en el mundo era torturada por su culpa- ¡Detente por favor! -rogó desesperado.

El Lord detuvo su ataque, sin mostrar la más mínima misericordia, dirigiéndose a su cómodo sitial junto a la ventana.

-Retírense -dijo apuntando a la puerta para que esta se abriera.

Voldemort los vio desaparecer del lugar. Mientras los tuviera junto a él, nada podría fallar.

 

…HP…HP…HP…HP…

 

Esto no podía seguir así, no cuando su bebé llevaba más de una hora inconsciente. Tenía que salvarlo, no importaba que sólo fuera a Christian, con eso le bastaba.

Tenía que moverse rápido, pero la mansión estaba completamente protegida, no podía hacer nada por el momento, a no ser…

No podía ser que de verdad esta descabellada idea estuviera pasando por su cabeza, pero la única idea que tenía para rescatar a su hijo.

Se dirigió a su mueble con ropas y de esta extrajo un papel arrugado que tenía en uno de los bolsillos. Abrió el papel y adentro había un pequeño dije en forma de serpiente.

Cerró los ojos antes de hacerlo.

Esto era el comienzo de la guerra, lo sabía, pero abrió los ojos y la vista de Christian en la cama no hizo más que reforzar sus creencias.

-Te amo tanto, hijo -dijo antes de tomar al chico entre sus brazos mientras veía hacia la puerta, viendo como esta se empezaba a abrir las palabras salieron de su boca- llévame.

Voldemort destruyó todo en esa habitación cuando lo vio desaparecer frente a sus ojos. No podía ser que se atreviera a traicionarlo, no a él. Ah, pero no podrían ir muy lejos, no con Christian, su tonto hijito era más una carga que una ventaja para Severus.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 TBC...


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