Camino difícil
Tsuna mudo
En alguna parte del mundo el mejor asesino del mundo miraba con el ceño fruncido la vista que tenía en frente, el informe que le había dado Iemitsu eran muy contradictorias, por lo que veía, el chico que sería el futuro décimo Vongola, lo había seguido todo el día, el mocoso era muy torpe, callado, hasta podría decirse que mudo, no había abierto la boca para nada, ni cuando unos muchachos lo acorralaron y lo usaron como saco de boxeo, el menor ni se defendía, como si se hubiera rendido y aceptado su destino, también noto que no tenía amigos, ninguno, también observo que no se dejaba tocar, eso era extraño con toda la letra de la palabra ¿Cómo era posible? Los cielos por lo que sabía buscaban compañía, además buscaban contacto, pero este no era el caso, notaba como el castaño se levantaba después de las golpizas, por lo menos no era tan sumiso, con eso podía trabajar, prefirió ir a ver mejor los archivos del muchacho, para quitarse las dudas de su mutismo. Cuando era de noche, Reborn se preguntó porque sentía un mal presentimiento de esto, por lo que había buscado Sawada no tenía problemas para hablar, así que era su elección no hablar y eso era extraño ¿Había sucedido algo para que tomara esa decisión? Cuando iba a tocar la puerta, escuchó un golpe, preparo su arma, en cualquier caso tenía que asegurarse que ningún asesino hubiera ubicado al niño, lo necesitaba vivo, así que sin dudarlo pateo la puerta, esperaba cualquier escenario pero no ese, definitivamente no ese, con furia para nada contenida le disparo al hombre que estrangulaba al castaño, que al tener a su captor muerto sobre él, lo empujo y se alejó aun aturdido por ello, llevo una de sus mano a su cuello adolorido, miro asustado al ¿bebe con traje?.
-¿Estás bien?.-pregunto aun furioso, "¿Ese no era el niñero? Aquí pasa algo muy malo, ¿Que hicieron Nana y Iemitsu?" pensaba el sicario acercándose con cuidado, sabiendo que el mocoso lo había visto matar al hombre.
En vez de responderle asintió cauteloso y asustado, Reborn suspiro hasta estar en frente del niño.
-¿Me dejas ver eso?.-pregunto apuntando el cuello, hasta que se estremeció al sentir la llama de Tsunayoshi envolviéndolo con cautela, fruncido el ceño, no trataba de armonizarlo sino más bien, quería saber sus intenciones, después de todo la llama de la última voluntad, también era la llama del alma, solo fueron unos segundos cuando el menor se relajó un poco y dejo que se acercara a su cuello adolorido, Reborn invoco su llama y con cuidado la llevo al lugar, notando como el castaño trataba de no alejarse de forma brusca, haciendo que alzara una de sus cejas por aquello, ya estaba pensando en lo que estaba sucediendo aquí y no le estaba gustando para nada sus ideas e hipótesis, al terminar se alejó.
Tsunayoshi parpadeo incrédulo pero un poco mejor, el dolor en su cuello se había ido igual que algunos dolores en sus brazos por la lucha inútil que había tenido anteriormente, sin embargo, no confiaba en ese bebe aunque le ayudo, sabia de más que la gente cuando lo ayudaba quería algo en cambio, por ello no sabía que cosa le podía pedir, tenía miedo, mucho miedo, al estar distraído sintió que alguien o algo le tocaba su pierna derecha, tembló ahogando un grito, se alejó rápidamente asustado, al dirigir su mirada había sido ese bebé extraño. Reborn hizo una mueca por la huida, no podía golpearlo por aquello, el niño ya había sido muy abusado en su vida, además intuía que si lo hacía perdería al niño para siempre, con suavidad no se movió de su lugar, sabiendo que solo asustaría más al Sawada.
-Creo que debo presentarme, soy Reborn, seré tu nuevo tutor.-hablo con claridad, ni tan alto ni tan bajo.-Soy un sicario, tú eres el heredero de una familia mafiosa.-era mejor decir la verdad.
Tsuna ladeó la cabeza oyendo sorprendido al hombre-bebe, la pequeña voz que siempre le ayudaba de vez en cuando ante el peligro le gritaba que no le mentían, saco de su bolsillo una pequeña libreta y escribió antes de dejarlo en medio de los dos para luego alejarse. El azabache se acercó y tomo la libreta.
-/¿Mafia? Es imposible, no entiendo nada, pero me dices la verdad ¿no? Entonces debes buscar a otra persona, yo no valgo nada, soy un inútil, un desperdicio de la sociedad/
Frunció el ceño por lo escrito, suspiro tratando de calmarse, miro a su alumno.
-No puedo, eres el único que puede tenerlo, eres descendiente del primer jefe, es tuyo por herencia, pero hablaremos de esto mucho más tarde, debes descansar, yo me encargo...del cuerpo.-ordeno con sutileza.
El moreno asintió dudoso, para luego subir e ir a su cuarto cerrando con seguro su puerta, se cambió antes de acostarse y caer rápidamente en los brazos de Morfeo, después de todo siempre terminaba cansado luego de su castigo habitual, mientras tanto Reborn miraba el cuerpo del hombre que había asesinado, buscaría muy bien quien era, con un suspiro llamo a algunas personas que se encargarían del desastre, un poco de dinero aquí y ordenes con amenazas con respecto de la ubicación quedada en el olvido, le tomo una hora para que todo quedara limpio sin olor a sangre o evidencia de lo sucedido, cansado de todo fue al cuarto del al lado sabiendo que el menor había cerrado con seguro la puerta y prefería ya no interrumpir y asustar al niño. Al día siguiente Reborn se despertó temprano como siempre lo hacía, bajo mirando el lugar con más cuidado, ya que no había tenido tiempo para ello, fue a la cocina y se preparó un café, le disgustaba el café instantáneo pero no podía quejarse por ahora, mientras bebía escucho movimientos en el segundo piso, sabiendo que era su alumno espero paciente a que llegara, no había tomado más de diez minutos en bajar, no le gustaba que usara ropa tan holgada era simplemente sospechoso, no se movió de su lugar sabiendo lo que pasaría, Tsunayoshi miro parpadeando confundido ante la persona que tenía en frente a la cocina, busco su libreta con desesperación.
-Aquí.-hablo Reborn dejando cerca la misma libreta de la noche anterior.
Sin demora comenzó a escribir, al estar satisfecho se lo entrego.
-/Buenos días eh ¿Reborn? Pensé que todo era un sueño, aún sigo pensando que deberías buscar a otro heredero para ese negocio mafioso, debo ir a mis clases.../
-No irás.-dijo serio, al notar el miedo en el menor bajo su tono de voz.-Necesito que me respondas algunas cosas y realmente necesitas un chequeo médico...-ante lo último noto como el chico se estremecía.
-/¿De verdad hay que ir? No me gusta los médicos.../
-Si es necesario, por favor siéntate, ¿Quieres comer algo?.-al ver la negativa frunció el ceño.-Dime ¿Cuánto comes?.-algo le decía que no le gustaría la respuesta.
-/Uh solo sobras que me daba de vez en cuando Tatsuya-san/.-el castaño se removió incomodo ante la mirada.
"Problemas alimenticios, por ello la ropa holgada" pensó enfurecido Reborn, si era si también debería tener cicatrices en el cuerpo, si odia el contacto físico debe tenerlos por su niñero o por sus matones, las ideas hacían que se molestara más, se mordió el labio pensativo.
-Tendré que cambiar eso entonces, también acostumbrarte a la presencia de la gente, conmigo por ahora será suficiente.-hablaba pensativo, siendo observado por el adolescente.-Haremos esto lento te lo prometo, cuando puedas ajustarte a esto y mejorar tu condición física para poder entrenar.
-/No necesitas hacer esto. No valgo la pena.../
-Ya esto no es parte del trabajo, lo hago porque quiero.-se cruzó de brazos.-Ahora te haré un té de manzanilla, quizás unas tostadas.
Tsuna asintió dudoso y temeroso pero se sentó, un poco lejos del sicario, Reborn lo dejó prometió hacer las cosas lentamente y eso haría, el adolescente necesitaba ayuda y con urgencia, no podía dejarlo así, simplemente no podía, si necesitaba ser suave, paciente, entonces lo haría "Pero será difícil, porque no soy así" pensó para sus adentros mientras preparaba un sencillo desayuno, todo en silencio, ninguno de los hablaba, bueno, el castaño nunca lo haría, por ahora, minutos después dejo todo cerca de su alumno que con cuidado tomo un poco de té, aunque miraba con extrañeza las tostadas, miro a Reborn mientras tomaba una y se lo acercaba a la boca, pensando que le golpearía o le quitaría la comida.
El azabache apretó los puños al ver eso, pensando que el niñero jugaba con el menor dándole esperanzas o quitándole la comida por diversión, de verdad deseaba matar a Nana y Iemitsu por el daño que le hicieron a su hijo, se sentó tomando su café tibio, sin mirar a su nueva carga para no ponerlo nervioso. Cuando el tiempo paso Reborn vio que solo comió la mitad de una tostada y tomo casi todo el té pero no lo obligaría a mas, por ahora.
-¿Puedes decirme porque no hablas?.
Los ojos marrones miraron un poco al bebe antes de escribir vacilante.
-/¿Por qué hablar si nadie quiere escucharme? Deje de intentarlo cuando nadie me creía cuando Tatsuya-san...hacia todo eso.../
-Ya veo...-suspiro un poco.-Te lo prometo Tsunayoshi, no te abandonaré.
El nombrado quería creer, creer en esas palabras que hace mucho tiempo no escuchaba pero por otra parte había escuchado eso hace tiempo y siempre fueron mentiras, jugaron con sus esperanzas ¿Por qué volver a confiar? ¿Podría? Sentía que si confiaba en el hombre-bebe y le rompía, terminaría con su vida, tenía tanto miedo y también estaba confundido, no sabía que hacer...
Reborn quería acercarse y mostrarle su apoyo, no obstante, no sería bien recibido por el niño, un adolescente tan frágil, tan dañado y tan perdido.
-Vamos al hospital.-hablo con cuidado, noto lo tenso que se volvió el muchacho.-Si quieres puedo llamar uno y que venga aquí. Pero necesito saber cómo éstas.
-/Y..yo prefiero lo segundo/
Asintió comprensivo.-Esta bien. Llamare a alguien que es de confianza, no te dejare solo con él, por ahora cámbiate de ropa ya que no iras a la escuela mientras llamo ¿bien?.-al estar sólo llamo a la única persona que podría servir.-¿Shamal?.
-"¿Qué quieres Reborn?".
-Ven a Nanimori ahora.-ordeno mirando las escaleras.-Esto es urgente.
-"¿Podría esperar? Además no estoy en Japón ".
-Sé que estas en Japón, trae tu culo aquí.-siseo molesto.
-"¿Puedo saber tu urgencia? No es normal que me pidas tan rápido".-pregunto curioso.
-Descubrí algo muy serio, el heredero de Vongola, Sawada Tsunayoshi es...abusado.-dijo con seriedad.-Me lo encontré siendo ahorcado por su niñero, no habla y por lo que descubrí tiene problemas alimenticios, quizás tenga cicatrices o algún daño que no haya notado, necesita un chequeo con urgencia.
-"... Estoy en dos horas, mándame la dirección"
Dicho eso corto, mando un mensaje con la dirección de la casa cuando el adolescente bajo con una capucha verde oscuro grande, quizás dos tallas más grande y pantalones negros.
-Estará aquí en dos horas.-aviso levantándose.
Tsuna asintió comprensivo desde las escaleras, se movió incómodo.
-¿Quieres decirme algo Tsuna?.-preguntó con suavidad.
-/Yo tengo marcas en el cuerpo/-escribía incomodo mostrándole su libreta.-/Uh también tengo insomnio/
-Entiendo.-suspiro ya esperaba eso.-¿Cómo te entretienes en casa?
Parpadeo confundido.-/Por lo normal siempre estoy en mi cuarto o siendo golpeado por Tatsuya-san, trato de no molestarlo así que siempre estoy quieto/
Asintió comprensivo dejando que el castaño fuera a su cuarto esperando que la hora pasara, Reborn hacia llamadas desde la sala hasta que alguien toco la puerta, la abrió viendo a Shamal, movió su cabeza como saludo, guiándolo hasta el cuarto del adolescente, toco primero, unos segundos después la puerta se abrió, los dos mayores miraron al castaño sentado en la cama y temblaba.
-Tsuna.-dijo suavemente.-Él es Shamal un amigo mío, ¿Puedes dejar que se acerque?.-pregunto mirando al niño.
Tsunayoshi miraba a los dos aterrado, pero algo le decía que ellos no eran malos, dudaba de eso, pero prometió ser bueno y Tsuna era un niño bueno y obediente, así que solo asintió cauteloso. Shamal estaba sorprendido al escuchar al sicario no moverse o hablar de forma brusca pero recordó lo dicho por Reborn, el niño era una persona dañada, suspiro y se acercó de apoco para no asustarlo más de lo que ya estaba, no podía quejarse esta vez, porque hasta él no podía con esto.
-¿Puedes quitarte la ropa de arriba por favor?.-pidió.
El castaño se tensó, miraba todo el lugar buscando una salida, algo que jamás habría, se mordió el labio, podía confiar en esto antes de quitarse su capucha y camisa manga larga, Reborn y Shamal fruncieron el ceño al ver por todo el cuerpo cicatrices en los brazos, eran como cortes, en torso habían viejas cicatrices como quemaduras y cortes, quizás en la espalda de igual manera estaba como todo lo que veían, habían algunos morenotes aquí y allá. El doctor hizo una mueca pero comenzó a revisarlo de forma cuidadosa y profesional, teniendo cuidado con ello y siendo vigilado por Reborn que murmuraba palabras de aliento para Tsunayoshi, que aunque temblaba sonrió un poco por los ánimos que le daban, después de unas horas por sus movimientos bruscos, después de eso los dos mayores se alejaron para más comodidad.
-¿Y?.-pregunto ansioso.
-Como habías dicho tiene insomnio, daños en las costillas, cicatrizaciones muy mal hechas en algunas partes, quemaduras, ansiedad, desnutrición y deshidratación, hay que tenerle una comida ligera pero saludable, pastillas para dormir, hacerlo caminar para ejercer cuerpo para que este acostumbrándose a la nueva masa que le estábamos dando.-suspiro desordenando su cabello.-Hay que ir despacio, si se siente mal, solo dejarlo reposar, su cuerpo es muy débil así que los resultados demoraran, si vomita dale un poco de té de hierbas y descanso, no hay que esforzar el estómago, por los daños que se le han dado por los años hay que ser cuidadosos, también sobre el contacto y presencia de la gente, quizás deberías llevarlo a otra lugar.
-¿Por qué?.
-Esta casa no es segura para él, por los recuerdos, si sigue así jamás sentirá seguridad, porque hay que mostrarle seguridad, sentir que no será dañado, hay que monitorear el proceso, vendré cada mes para verlo y ver si hay proceso o no.
Asintiendo lo llevo fuera de la puerta.-Gracias Shamal.
-Alguien como él no lo merecía, es un niño.-gruño molesto.-Y además un cielo, como pudieron hacerle eso ¿sus padres?.
-Por lo que se ellos lo dejaron por ocho años con el niñero, cuando tenía entre seis y siete años, mucho para romperlo.-movió su sombrero.
-Pero no lo hizo.-aclaro el doctor.-Quizás aún haya esperanza.
Los dos se despidieron, el sicario suspiro nuevamente desde su lugar, escucho los pasos de Tsuna bajando la escalera, le miro curioso y precavido.
-Nos estaremos mudando Tsuna.-ordeno con claridad pero sin moverse, escucho que alguien escribían algo, a los segundos miro el claro mensaje.
- /¿Por qué?/
-¿Te sientes seguro aquí? Por favor dime sinceramente.-le miro seriamente, al ver que negaba varias veces.-Entonces buscaré una pequeña casa para los dos antes de mudarnos, así que trae lo que creas sea importante para ti y toda tu ropa ¿Puedes hacerlo? O ¿Estás cansado?.
-/¡Yo puedo!/-escribía ofendido, frunciendo el ceño divirtiendo por su reacción.-/¿Nos mudaremos hoy mismo?/-preguntó curioso.
-Espero que sí, hice algunas llamadas pero iré a verificar un lugar cómodo en el que podremos quedarnos, mientras reviso eso haz lo que te he pedido, también traeré la cena de este día ¿Algo que te gustaría comer?.-le miro vacilante.
Tsunayoshi parpadeo incrédulo ante la repentina pregunta, lo pensó un poco ya que no sabía que pedir para luego sonrojarse y escribir 'sushi' en su libreta.
-Entonces ya vuelvo Tsuna.-se despidió saliendo de la casa.
El castaño lo vio irse, aun no creía que esto sucediera, en alguien como él, se estremeció pensando en lo peor, "No, él volverá" pensó esperanzado, luego de estar unos minutos allí parado en el salón subió a su cuarto, tomo dos maletas y comenzó a guardar en una toda su ropa, que no era mucha, en la otra metía materiales que eran importantes para él, libretas, unos libros, lápices, sus cuadernos de la escuela, miro su habitación medio vacío, no tenía muchas cosas de valor, suspiro y se sentó en la cama, quizás debería llevar su almohada y mantas suaves que tenía, siguió divagando en su mente cuando sintió una llama amarilla agradable pero peligrosa, dirigió su vista al frente al sicario, en el fondo de su corazón estaba feliz, no lo habían abandonado, la sensación extraña ronroneaba contento, ignorando el estremecimiento del niño.
-/¿Esta listo? ¿Encontraste algo?/-pregunto curioso.
Oculto su vista con su sombrero de fieltro.-Si, está al otro lado de este lugar, es casi del mismo tamaño que esta casa, venía con los muebles, así que puedes dejar eso aquí, ¿Tienes todo?.
Asintió sorprendido.-/¿Cómo lo hiciste tan pronto?/
-Soy el mejor hitman del mundo, así que lo arregle todo muy pronto, pero han pasado dos horas aquí solo Tsuna, ¿estuviste divagando?.-suspiro divertido.-¿Quieres ir ahora antes de que se vuelva más oscuro o mañana?.
Tsunayoshi parpadeo confundido pero por otra parte estaba feliz, un lugar nuevo, mordió su labio un poco antes de tomar las maletas, Reborn sonrió y libero el camino para los dos, al salir de la casa el castaño no miro hacia atrás, esperaba jamás volver a pisar esa casa, su infierno, miro de nuevo al bebe que lo había ayudado mucho, jamás pensó que habría alguien que le tomara en cuenta, aun así no se confiaría tan fácil, pero quizás podría confiar un poco en el sicario, miraba las calles para recordarlas y no perderse en su nuevo lugar, no podía llamar la nueva casa su hogar, no hasta ver que hacia el hombre-bebe, iban caminando en silencio agradable, al ver la casa la vio como un nuevo refugio, al entrar noto las paredes pintaras de un suave color gris y blanco, muebles de buena calidad, un sofá negro en el salón y una pequeña mesa, escucho al mayor que eligiera su habitación, subió las escaleras con cuidado, habiendo dejado sus maletas en el salón, eligió la primera de la derecha, las paredes pintaras de color anaranjado, su color favorito, una cama en el medio y un pequeño escritorio y a su lado una pequeña librería, cosa que le encanto, suspiro para luego sentarse en la cama esponjosa, sonrió un poco por la comodidad, escucho pequeños pasos, miro a Reborn.
-¿Te gusta?.-pregunto mirándolo.
-/Es acogedora/.-escribió al tenerlo relativamente cerca pero no invadiendo su espacio.
-Bien, vamos debes comer Tsuna.-ordenó antes de alejarse y dejar la puerta entreabierta como mera invitación, el castaño con duda siguió al contrario hacia la cocina donde había un plato con sushi y un vaso de agua, se sentó y comenzó a comer con deleite, hace tiempo no comía algo así de fresco y delicioso, cenaron en silencio como se vería más adelante pero Reborn podía con eso por ahora, se fueron acostar, por hoy habían tenido más que suficiente en respecto a emociones, Tsunayoshi miraba el techo pensativo.
Teniendo un poco de comodidad, se acurrucó entre las sabanas y caer dormido por el cansancio que había pasado ese día, por primera vez en años, no había tenido pesadillas, el castaño pestañeo mirando a su alrededor, después de unos segundos recordó todo lo sucedido días atrás, sin poder evitarlo una pequeña sonrisa se alojó en su rostro, se levantó mirando la hora, eran apenas las siete de la mañana, bajo hasta la cocina encontrando ya al asesino y tutor sentado en la mesa, como habitualmente hacía, escribió en su libreta.
-/Buenos días Reborn, ¿Hoy tampoco iré a clases?/.-preguntó curioso.
-No, quizás en dos semanas podrás ir, pero no te preocupes por las clases perdidas.-dijo al verlo asustado.-Como te dije antes soy tu tutor ahora, aunque te enseñare como ser un jefe de la mafia, se muchas materias por ello te enseñare a ello, por ahora desayunaras, te cambiaras y daremos un paseo, quizás debamos ir al supermercado porque no tenemos provisiones más saludables para ti, ¿Eso estaría bien para ti?.-pregunto mirándolo con leve severidad.
Tsuna ladeó la cabeza un tanto confundido.-/¿Por qué quieres mi opinión?/.
-Porque como no te gusta estar rodeado de gente, prefiero no estresarte por ello, las cosas se pueden arreglar de a poco.
El castaño pestañeo impresionado, nadie antes había pedido su opinión, todos le decían que hacer, con un sentimiento un poco más agradable, miro feliz al bebé.-/Quiero ir...tampoco me gusta estar encerrado tanto tiempo/.
Asintiendo bajo su fedora.-Bien, siéntate yo preparó el desayuno.
Luego de estar preparados, Reborn miro de reojo a su alumno que estaba listo, con una leve preocupación salieron de la casa, también había elegido esa casa en particular era porque quedaba cerca de un parque y al paso de ello un supermercado, eso haría que la caminata no fuera tan larga y pesada para el castaño.