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CRUEL (19Days) por BLESS

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Notas del fanfic:

Bueno ¿Hola?

Si lo sé, es una locura pero no pude evitarlo xd, es un gusto y sé que hay gente apoyándolo :3 ...espero(?) vamos no puedo ser la única xD en fin disfruten,

Por si también está en Wattpad: @BLESS_NME ^^

Notas del capitulo:

Los personajes son propiedad de Old Xian.

Y este finc fue inspirado en la canción:

https://www.youtube.com/watch?v=r7yaKwb7hwk

 

Qué les digo, suelo hacerme una historia completa en el autobus mientras escucho música xd

Las ventanas estaban empañadas, eran bañadas por la copiosa lluvia de afuera, un ventarrón las azotaba haciéndolas temblar, sin embargo, dejaban entrar las luces de la cuidad iluminando el oscuro lugar. Dentro de aquel inmenso departamento, el calor era latente por todo el lugar contrario al exterior; ahí en la oscuridad sobre el mullido sofá, dos cuerpos chocaban el uno con el otro, moviéndose rudamente, deseosos y sudorosos, ambas bocas capturan la contraria, devorándose con ímpetu y fuerza, mordiéndose los labios cuando se separaban para recuperar el aliento perdido.

Se encontraban uno encima del otro, él estando arriba tomo ventaja de su posición para quitar la camiseta del otro dejando su torso desnudo, rompió aquel salvaje beso para descender lentamente hacia el cuello, sonrió cuando los bazos contrarios intentaron apartarlo, pero fue lo suficientemente rápido para retenerlos a tiempo, ejerciendo la suficiente fuerza para ponerlos a los costados del otro, volvió a concentrarse en aquel largo cuello, besando su longitud desde la clavícula hasta el mentón jugando con su manzana de Adán, sintió la necesidad de morderlo y lo hizo, marcó sus dientes en la pálida piel sobre las clavículas, siendo muy notoria la marca que dejó, el cuerpo debajo suyo emitió un gruñido y se zafó de su agarre, tomándolo del cuello rudamente lo apartó de su cuerpo, los ojos grises lo miraron furiosos lo cual solo provoco que una corriente eléctrica descendiera por su espalda haciéndolo sonreír, como le encantaba hacerlo enojar.

–¿Qué crees que haces? – preguntó aquella gruesa y profunda voz, susurró cerca de sus labios casi rozándolos, apretó el agarre en su cuello llegando a cortarle la respiración. – ¿Pretendes jugar conmigo? ¿Con quién crees que estas tratando? – el agarre en su cuello se hizo más fuerte, pero no se quejó, su cuerpo empezó a temblar de pura excitación, el sujeto debajo suyo lo quito de su encima bruscamente haciéndolo a un lado soltando el agarre de su cuello, su cuerpo impacto contra los cojines del sillón con violencia debido a la fuerza ejercida, empezó a respirar agitadamente para recuperar el aliento, el más alto de los dos se levantó observándolo desde su posición, acariciando con la yema de sus largos dedos la marca que dejó en su cuello, una vez normalizado su respiración sus ojos ámbar se enfocaron en el otro, el más alto empezó a desabrocharse el cinturón para quitarse el pantalón dejando salir aquel enorme y largo pedazo de carne, se mordió el labio inferior deseoso.

– Pagaras muy caro por esto. – acercando su erección a su rostro empezó arremeter con éste su boca, golpeando su tráquea repetidas veces importándole poco si llegaba a ahogarlo, luego de algunas estocadas el más alto se alejó y jalándolo de sus platinos cabellos lo puso de rodillas en el suelo para retomar los embates en su boca; sentía como éste llegaba a lo profundo de su garganta y como las venas que rodeaban aquel miembro palpitaban dentro de su boca, la presión en sus pantalones se volvió dolorosa, mientras mamaba aquel miembro embadurnándolo con su saliva elevo su mirada conectandose con el otro, los grises ojos chocaron con los suyos, los movimientos de cadera cedieron haciéndose más lentos, el agarre en su cabeza de deshizo y luego aquellos brazos lo jalaron para ponerlo de pie, una vez llegado a su altura, los fornidos brazos lo tomaron para acercarlo, apresándolo en un demandante beso, aquella lengua recorría cada rincón de su cavidad, una mano descendía por su espalda desde la cintura hasta sus muslos, apretándolos fuertemente para luego volver a subir tocando su piel por encima de su ropa.

Siempre supo que aquel sujeto era alguien posesivo e impulsivo, siempre tuvo la duda de cómo se sentiría estar bajo ese demencial ser, ahora que lo sabía, no pudo cubrir mejor sus expectativas, aquel beso se rompió ahora descendiendo a su cuello, las grandes manos las sintió recorrer y estrujar cada parte de su cuerpo, cuando sintió las primeras mordidas sus labios dejaron escapar un jadeo, sintió como aquellos dientes marcaban su piel, no en una, sino en varias partes de su cuello, sonrió divertido ante aquel acto, lo cual no paso de inadvertido por el pelinegro, fue empujado bruscamente al sofá, se deshicieron de sus ropas del mismo modo, ahora ambos estaban bajo las mismas condiciones, ahora aquella bestia estaba encima suyo devorando su cuerpo con total libertad, rozando su cuerpo desnudo contra el suyo, empezó a jugar con sus pezones erectos mojándolos con su saliva y estrujándolos con los dedos, ocasionalmente mordiéndolos haciéndole encorvar la espalda.

Marcaba su propio ritmo haciendo con él lo que quisiera, de la forma más dura y posesiva que fuera, lo dejaba tomar el control sobre él, porque le encantaba, era simplemente fascinante la forma de mostrarse rudo con su cuerpo, fuera de los golpes y las amenazas que siempre mostraba contra él, esa actitud suya, sin duda era mejor en la cama. Si se lo preguntan, no hay explicación para lo que está pasando ahora, simplemente no existe, ambos no la saben y nos les interesa, porque no importa, es solo un deseo carnal, una necesidad tan humana como la de amar, solo que entre ellos eso no existe, podría decirse que el odio que mantienen los dos por el otro, lo expresan de otra forma y una mejor.

Emitió un sonoro gemido cuando aquella boca irrumpió entre sus piernas, devorando su miembro por completo, desde la base hasta la punta, los dedos de los pies se le crisparon haciendo nuevamente encorvar su espalda, la boca húmeda que envolvía su pene lo enloquecía, la forma en como era succionado era abrumadora y sumamente placentera, guio una mano hacia la cabeza de quien se encontraba entre sus piernas, enredando sus dedos en la sedosa y negra cabellera empezó a marcar su ritmo, acelerándolo, el pelinegro no objeto, dejó al otro complacerse con su boca limitándose a succionar fuertemente.

– Mmm ah~voy... – en un fuerte gemido dejo salir su esencia en la boca del otro, quien trago aquello sin objetar. Aquel hombre se alejó y se elevó para observar su cuerpo desnudo debajo suyo, su canela piel se vio perlada por el sudor y saliva del otro, marcas rojas adornaban cada parte de su cuerpo, aquellos grises ojos lo miraban neutrales, el solo hecho de verse observado lo hizo reír, nunca en todo el tiempo que llevaban encontrándose He Tian se había detenido a observarlo. Cerro los ojos intentando recuperarse de su reciente orgasmo.

Pero los gruesos y largos dedos del pelinegro se adentraron en su interior de golpe sin previo aviso, abriendo sus ojos de golpe emitió un pequeño grito contra aquel embate, los dedos empezaron a penetrarlo con fuerza encontrando rápidamente aquel lugar que lo puso duro nuevamente, los dedos fueron embadurnados con su propio semen que He Tian dejó escurrir por sus ingle, mientras era penetrado por aquellos dedos, los ojos grises se mantuvieron atentos a sus expresiones manteniendo esa expresión neutral, su cuerpo temblaba debajo de aquel cuerpo encima suyo, que lo torturaba moviendo y girando en su interior aquellos dedos, que apenas si le daban el placer que tanto deseaba tener.

–Vamos ¿hasta cuándo seguirás con este estúpido juego?

–Jum ¿tan desesperado estas? – aumentó un dedo más en su interior, teniendo prácticamente todo su puño dentro de él, dejó salir un fuerte gemido cuando volvieron a tocar ese punto en él, haciéndolo retorcerse sobre el sofá, líquido pre-seminal brotaba de su miembro, pero necesitaba más, quería mucho más y lo obtendría.

– Ja, ja es divertido ver cómo crees que tienes el control. 

– ¿Y no es así?

Soltó un jadeo antes de responder. – No. – ya cansado de aquello, con ambas manos empujó el cuerpo de encima suyo para hacerlo sentar, se posicionó encima de él, poniendo ambas piernas en sus caderas. – tal vez creas tenerlo con tu mascota, pero conmigo no. –  dándole la espalda fue que el mismo se penetró con aquel grueso y largo falo.

Escuchó un ronco gemido por parte del pelinegro, una vez pudo sentirlo por completo en su interior todo su cuerpo se tensó, jadeando quedo empezó a mover sus caderas en círculos, meneando su culo sobre el falo del otro, quien gimió ronco ante su acción, sabía que eso le encantaba, a él también.

Primero en círculos, luego de adelante hacia atrás, sintió aquellas enormes manos masajeando sus nalgas, elevándolas un poco para ver cómo estas tragaban su miembro deliciosamente, tan obscenamente. Aquel enorme miembro rozaba el punto exacto en su interior; tan grueso y largo, llenándolo por completo, posó sus manos sobre las piernas del otro clavando sus uñas, apoyándose sobre éstas es que elevó sus caderas para empezar las estocadas, primeramente fue lento luego aumentó el ritmo, haciendo chocar sus nalgas contra la pelvis de otro produciendo ese sonido obsceno pero delicioso para él, sus gemidos no se negaron en salir, no quiso reprimirse y no quería hacerlo, le daba muy igual si alguien lo escuchaba o no, es más, la idea de saberse observado o descubierto era sumamente morbosa, sobre todo si cierto pelirrojo fuera aquel espectador, una gruesa mano tapo su boca apresándola encorvando sus espalda.

– Que ruidoso eres. – jalaron más de él haciendo que su espalda chocara contra aquel fuerte pecho, acomodó sus piernas para elevar su cadera y esta vez fue el pelinegro quien empezó a embestirlo con fuerza, sin soltar el agarre en su boca y pecho, aquel falo entraba en lo más profundo de su interior, haciéndole blanquear los ojos cuando salía por completo de su interior para adentrarse con fuerza, el agarre en su boca aún seguía firme, quería gritar, escuchar su voz combinada con los ruidos obscenos de sus movimientos tan acelerados y nadie le negaría eso, ni siquiera él.

Mordió aquella mano con fuerza librándose del agarre, el pelinegro soltó un alarido de dolor, entonces aprovechó que éste lo soltó deteniendo sus movimientos para pararse y acomodarse esta vez frente al pelinegro, éste lo vio con el entrecejo fruncido hizo a mago de decir algo pero esta vez fue él quien lo cayó con sus labios, enterrándose nuevamente en su falo, movió sus caderas, sacándole un par de jadeos al cuerpo de bajo suyo, sus movimientos se hicieron más rápidos, tanto que el otro quiso retenerlo tomándolo de las caderas pero no lo dejó, con fuerza forzó a esos brazos mantenerse quietos, termino aquel beso junto con los movimientos de cadera para verlo directamente, sus ojos ámbar chocaron con los grises, relamió sus labios y lamió los labios contrarios y nuevamente empezó el balanceo en su cadera, empezando a jadear sonoramente cerca de su oreja, mordiendo su lóbulo a momentos.


El pelinegro se limitó a jadear del mismo modo, echó su cabeza hacia atrás dándole total acceso a su largo cuello, entonces aprovechó la oportunidad y aumentó el movimiento en sus caderas para comenzar a morder aquel cuello recibiendo un quejido por parte del pelinegro, pero sin oponerse completamente, en su afán de marcarlo no se percató a tiempo cuando lo empujaron hacia adelante cayendo de espaldas contra el suelo para luego sentir como abrían sus piernas de forma brusca para recibirlo nuevamente. Sus caderas dolían debido a la dura superficie, pero poco le importó, los embates eran salvajes totalmente fuera de control, le encantaba, pronto sintió aquel falo salir de su interior para luego esas grandes manos lo volcaran bruscamente, levantando sus caderas, volvió a sentir como entraba en él de la misma forma bruta que antes, enterrando su rostro en el frio suelo se limitó a gemir, debido a la constante fricción sus rodillas empezaron a enrojecerse empezando el dolor, pero nuevamente ¿Qué importaba?

Con cada embate hacia su cuerpo, sentía que iba terminar pronto, la sensación de ir y venir al infierno era encantadora, porque si, sentía que su cuerpo ardía y su consciencia se perdía, era el infierno, sin duda, y que fascinante era.

Llegó a su clímax en un gemido largo apresando el miembro dentro suyo con fuerza deteniendo al otro con sus embates, tanta fue la presión en sus paredes internas que hizo al otro culminar dentro suyo, tuvo un último espasmo al sentir aquel líquido quemar en su interior. Sintió como éste salía de su interior sacando con ello los restos de su semilla, que las sintió escurriéndose por sus piernas, dejo caer sus caderas y se recostó en el suelo de costado para recuperar el aliento. He Tian se dejó caer sobre el sillón encendiendo un cigarro, dejó salir el humo desde el fondo de sus pulmones reposando su cabeza en la cabecera del sillón.

Sus cansados ojos se perdieron por el blanco techo, luego de un momento de recuperar el aliento, se enderezó para acercarse al pelinegro, arrastrándose  debido al temblor en sus piernas.

– ¿Me das uno?

– Púdrete.

– Jaja vas a ponerte a la defensiva ¿ahora? ¿no crees que es un poco tarde?

No obtuvo una respuesta, solo lo vio dar una gran calada al cigarro expulsando el humo de sus labios, logro llegar al sillón sentándose con dificultad sobre este, escuchó una risa por aparte del pelinegro, pero no le importo.

– Ah~ que cinismo el tuyo, me duele sabes.

– Ya cállate y vete de una vez. – apagó el cigarro en el cenicero y se levantó dirigiéndose a la habitación continúa dejándolo solo.

– Je, que cruel, eres muy cruel He Tian– susurro más para sí mismo, ya que el pelinegro no estaba presente, busco entre las ropas del pelinegro, encontró la cajetilla de cigarros y encendió uno. – pero no lo suficiente. – añadió y se formó una larga sonrisa en sus labios, expulsando el humo, para luego dirigir su indiferente mirada en dirección a donde se fue el pelinegro, escuchó el vibrar de un celular provenir desde lo pantalones del pelinegro, con dificultad se estiró para levantarlo del piso y con solo ver el nombre en la pantalla, rio divertido.
 
 
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Dejo pasar unos minutos, perdiéndose nuevamente en el blanco techo, cuando el temblor en sus piernas menguo y pudo pararse completamente, estiró sus extremidades sintiendo un dolor agudo en sus caderas, aun completamente desnudo se acercó a la habitación continua donde se encontraba He Tian, durmiendo plácidamente en la amplia cama. Cauteloso se acercó a él, queriendo percatarse si dormía profundamente.

El rostro de aquel maldito sí que era algo digno de admirar, el contorno de su rostro y la forma era perfecta, las abundantes y largas pestañas resaltaban aún más sus ojos, el pelo rebelde se esparcía entre la almohada y su frente. Se encontraba dormido boca abajo ladeando el rostro en la almohada con los brazos extendidos, rodeo la cama, del otro lado se sentó lo más despacio que pudo entre el mullido colchón, y debido a que no despertó dedujo que se encontraba profundamente dormido.

Arriesgándose se acomodó cerca de él en la amplia cama: normalmente no hacia este tipo de cosas, una vez culminado se retiraba del lugar sin mediar palabra, pero hoy era un día especial y debía estar junto al pelinegro.

Mientras esperaba recordó todo lo que paso en las últimas semanas. Se encontró con el pelinegro en un club a media noche bebiendo solo, se acercó a él solo para molestarlo un poco, pero sin esperarlo, aunque al principio se mostró indiferente a su presencia, éste le empezó a contar su lastimosa situación, no pensó que después de tanto tiempo aún el pelirrojo y él siguieran juntos. Por lo que el pelinegro le comentó, el pelirrojo era alguien indeciso e irascible y la situación se había vuelto complicada entro los dos, tanto que esa misma noche, fue el pelirrojo quien terminó la relación. Le causo gracia aquello, pero en su maquiavélica mente se formó un plan, solo para molestar al pelirrojo un rato y por qué no, a He Tian también, después de todo se la debían.

Entonces aprovechando su situación, con su venenosa lengua y artimañas bajo la manga, logro llevarse al pelinegro a su cama, no por nada era considerado una serpiente, lograba convencer a quien sea, prueba de ello, estaba aquel pelinegro con el que genero una rivalidad desde el colegio. 

Admitiría que se divirtió y disfruto durante esos días, los disfruto infinitamente, logro enredar al astuto pelinegro entre sus redes, logrando que lo buscara y deseara, tal vez de una forma de la que nadie entendería, pero él sí, la entendió perfectamente, logro que jugara su juego acatando sus reglas, porque si, él siempre tuvo el control. Pero era momento de poner en marcha el plan, si no fallaban sus cálculos el pelirrojo estaria por llegar pronto.
 
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– ¿He Tian? Mira, yo solo...

– Hola Mo ¿Cómo has estado? Tanto tiempo. – se formó un silencio en la otra línea y se ensanchó más su sonrisa, sabía que había reconocido su voz.

– ¿Qué haces ahí? ¿Dónde está He Tian? – la desesperación en su voz por poco y lo hace sacar una carcajada.

– ¿Él? Pues no sé, me dejo botado en su sala después de haber tenido sexo conmigo, por cierto, ahora entiendo porque lo dejaste, ese tipo es muy rudo y no tiene ninguna consideración, me dejo totalmente adolorido. – exhalo el humo del cigarro que tenía entre sus dedos, disfrutando cada momento de silencio por parte del otro

– Mira, no estoy para bromas.

– ¿Quién está bromeando?

– ¿¡Dónde está He Tian!?

– Si tanto te niegas a aceptarlo, pues ven y compruébalo tú mismo. – y cortó la llamada tirando el celular por el sillón, dando otra calada al cigarro.
 
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Sabía que el pelirrojo vendría, no podría fallar, esta sería la mejor venganza que tendría, tener a su adorado pelinegro bajo su dominio, rompiendo todas sus esperanzas e ilusiones. Mataría a dos pájaros de un tiro.

Aprovechando que el pelinegro se movió quedando boca arriba extendiendo sus brazos, decidió arriesgarse aún más y se acomodó entre el hombro y pecho del otro, acurrucándose lo más cerca que podía, rápidamente fue aceptado por el otro atrayéndolo más hacia sí, lo escuchó susurrar "Mo~" estrechando su cuerpo aun mas, sonrió para sí, acarició con los dedos el fuerte pecho, elevando la cabeza para concentrarse en las marcas que dejó en aquel cuello, sintiéndose orgulloso por ello, con su lengua las lamio suavemente elevando la mirada en dirección a la cocina, donde una sombra presenciaba la escena, su felina mirada se conectó con la del recién llegado, relamiendo sus labios volvió a lamer aquel cuello obteniendo un jadeo por parte del pelinegro, vio aquellos ojos cristalizarse y no pudo evitar sentir un placer y gozo indescriptibles, ensanchando su ahora tétrica sonrisa.
 
 
 
Eres cruel, pero no lo suficiente...no como yo.
 
 
 
 
 

Notas finales:

Debo admitir que es el primer lemon que hago y pues no sé (la vida es un riesgo carnal) en fin ¡Gracias por leer!

psdtt: Si alguien sabe si existen más fincs de estos dos, avisan xd

 

¡Nos leemos en otra!


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