RECUERDOS QUE AGRIETAN MI ALMA.
Desde que tengo memoria, la vida no me ha tratado con generosidad, miles de tragedías atraviesan mi alma como una punzada amplia y dolorosa, los recuerdos no son gratos, son una tortura pigmentada de felicidad que algun día llegue a tener y se esfumo en un abrir y cerrar de ojos. La perdida de mi más grande amor, el unico que tuve y el que tendré. Aún puedo oler la sangre que se quedo impregnada en mis ropas, siento un gran dolor en mi pecho, mi corazón se rompe cuando su vida se esfuma delante de mis ojos.
Que tortuoso es recordar, quisiera morir cada vez que recuerdo su sonrisa, cada vez que recuerdo aquellos cabellos rubios que los veía en la mañana hasta que acababa el día, aquel ser que llego a iluminar mi vida y se fue para oscurecerla.
¿Qué más debo pagar?, ¿Cuanto tiempo debo soportar este dolor?
Narración normal:
Era una mañana silenciosa, fría, el invierno había azotado con fuerza a la aldea de Konoha, sus calles estaban repletas que copos de nieve que descansaban en su suelo para despues convertirse en agua, el aroma en el ambiente era putrido, mal oliente, como si la muerte estuviera esparcida por todos lados.
No habia nadie en las calles, ni un alma, todo estaba en completa paz, una paz que te hace dudar de su tranquilidad, no hay pajarillos cantando, no hay nada, solo se escucha el viento resoplar entre los arboles y chocar entre las ventanas.
En un apartamento alejado de la cuidad se encuentra en sus adentros un joven azabache recostado en su cama, su aspecto es deplorable, su cabello largo cae por sus hombros cubriendole parte de ellos, su rostro demuestra las grandes tragedias que ha vivido, sus ojos tienen debajo unas profundas ojeras signo de no dormir, estaba demacrado, sucio y consumido por su soledad, ya parecía no importarle nada.
Su habitacion estaba arreglada, las cortinas anchas y gruesas no permitian el paso de la luz, iluminandose este con una tenue lampara que alumbraba a los finales de la habitacion, Este joven azabache, miraba el techo con tranquilidad, su respiracion era suave y delicada casi sin notarse el movimiento de su pecho. Este parecía estar estancado en un tiempo, sin moverse, sin hacer nada solo sumido en su misería.
De vez en cuando parpadeaba, dando signos que aun seguia con vida, era lo unico que movia, todo lo demas parecía estar solidificado, como una estatua viviente.
- ¿desde cuando sigues así?- se escucho en la entrada de la habitación, la voz parecia femenina, suave y con un tono dulce, el azabache miro de reojo sin tomarle importancia, seguía sumido en sus pensamientos. - Sasuke, responde por favor- volvio hablar aquella mujer, esta era una chica de cabellos rosas, este llegandole al hombro, sus ojos eran verdes, como los de una gema preciosa, su tez blanca y delicada le daban un aspecto elegante.
- ¿por qué Sakura?- pregunto Sasuke reteniendo un gran nudo en su garganta, volteo su mirada, viendola fijamente, sus ojos negros eran penetrantes y profundos, haciendo que la pelirosa se estremeciera casi instantaneamente.
- Han pasado 10 años Sasuke, ya debes superarlo- musito con dolo, viendo a su amigo que cada vez se veia peor.
-¿cómo lo superaste tú?- pregunto calmadamente, esta dio un respigno sutil.
- aún me duele Sasuke, pero se que si lo recuerdo, puedo sentir que él jamás murio- Sakura se acercaba cada vez más a donde se encontraba tirado el azabache, cuando estuvo a poco de él pudo ver su aspecto real, lo que quedaba de su amigo ahora son simples recuerdos.
- Cuando él murio... se llevo toda mi felicidad- pronuncio con una emanante tristeza, trataba de que sus lagrimas no brotaran de sus ojos, no queria llorar, no más.
- tienes que salir de aqui Sasuke, solo te torturas, mirate, estas en los huesos, no duermes, ¿qué más hace falta para que entiendas que morirras si sigues así?-
- quisiera morir, podria estar con él, podría vivir lo que soñaba, lo que anhelaba con tanto desespero, pero el maldito destino hizo que estuviera aqui, sumido en mi soledad nuevamente-
-Sasuke...-
-por favor vete... quiero estar solo- musito con tranquilidad, volteandose entre las cobijas, dandole la espalda a la pelirosa.
- no, no me ire Sasuke, mira las condiciones en las que te encuentras, te ves mal, pésimo a decir verdad y como tu mejor amiga no puedo dejarte aqui muriendote, debo hacer algo para que tu mejores- Sakura lo tomo de los pies y lo jalo por la cama, este se resisitia pero sus pocas fuerzas no le hacian competir contra esta mujer, sin más se dejo llevar, cayendo al suelo con un golpe en seco. La pelirosa se dirigio a su closet y le tomo varias prendas de invierno, arrojandolas a los pies del azabache.
Este no tenia fuerzas para discutir, solo hacia lo que le pedia su amiga, resignado a que si no lo hacia continuaria molestandolo, lo detestaba pero al fondo de su alma sabia que estaba mal y que debia superar y seguir con su vida, como su amado rubio lo hubiera deseado.
Tomo sus ropas y poco a poco se las colocaba, notando el impresionante cambio que habia sufrido junto con su drastica perdida de peso, haciando que aquellas ropas que le quedaban a molde a su cuerpo ahora sean telas que le sobran por todas partes, haciando notar lo malo de su aspecto. La pelirosa lo miro con tristeza, todo lo que quedaba de Sasuke habia desaparecido.
- ¿Para que querias que me vistiera?- pregunto el azabache con seriedad, la pelirosa dio una sonrisa calida, tomandole de la muñeca y sacandole de us habitación, todo su apartamento estaba a oscuras por las pesadas y gruesas cortinas que no permitian el paso de la luz.
- iremos a comer y a distraerte un rato, minimo para que te vea comer, mira lo delgado que estas, si sigues asi ya no tendras fuerzas para nada- musito la pelirosa, tomando su chamarra junto con las llaves de repuesto que se habia robado con anterioridad.
- ya noté, como es que entraste a mi casa- pronuncio con un ligero tono de burla...
OFICINA DEL HOKAGE
- ¿Hablas enserio?- una voz masculina se escuchaba en toda la habitación, el ambiente era sumamente pesado, el silencio incomodo se hizo presente tanto que parecía que el suelo se rompería en cualquier momento.
- no estoy mintiendo Shikamaru..- una mujer de piel tan palida como la nieve lo veia con seriedad, sus ojos eran tan amarillos como el mismo sol, dandole un toque escalofriante y misterioso, sus cabellos blancos resaltaban entre todas las cosas, su voz era suave y relajante pero firme a la vez.
- esto es imposible Mizuo, su cuidad esta en un portal dimensional ¿cómo llego ahí?- hablaba aún si creer lo que escuchaba, la mujer lo miro con seriedad tratando de encontrar las palabras adecuadas.
- a mi no me importa el como llegó ahi, si pudo traspasar la barrera, tu plano y el mio están en peligro, lo habiamos hablado hace 10 años, rota la barrera los peligros de mi mundo vendrán aquí...-
- hace diez años era diferente, la cuarta guerra ya habia terminado y tu habias dicho que los peligros los mantendrias alejados-
-lo dije, pero no puedo proteger tu mundo y el mio al mismo tiempo, mi cuidad corre mas peligro si todo se desata, tan solo te pido que hables con Sasuke, que venga a verlo, ya ha pasado un año y tu indecision hace que él no conozca la situación, ellos van por él y lo sabes, no puedo protegerlo solamente a él, tengo una familia por la cual ver-
- hablare con Sasuke, pero no se como la tomara, le ocultamos esto por un año y realmente no se que pasará- hablo con frustración.
- piensa bien que le dirás, despues de todo tu se lo ocultaste...- dijo sin más, mirandolo seriamente, este afirmo con la cabeza quedandose en un profundo silencio. - debo irme, espero tu respuesta pronto- dijo sin más para despues desaparecer entre una nube de humo negro, poco a poco se desvanecía todo, dejando la oficina completamente sola.
- Sai- musito Shikamaru en voz alta, el mencionado entro rapidamente por la puerta, su expresion era tan seria y sin expresion alguna, algo habital en este chico.
- dile a Sasuke que lo necesito...- dijo sin más, viendo los papeles que tenia en su escritorio, el azabache salio de la oficina sin más, caminaba por las calles solitarias esperando que su amigo se encontrara en su departamento.
Caminaba tranquilamente por las calles sin prisa, mirando a sus alrededores por si la casualidad Sasuke se encontrara fuera, pero eso seria casi imposible, tenia al menos meses sin verlo fuera de su departamento.
Por cuestiones del destino, vio a lo lejos a la pelirosa junto a el azabache, caminando alejados un poco del otro, tratandose de ver como amigos nada más, Sai aliviado camino en su direccion.
- hey, has salido Sasuke, no me lo creo- decía Sai con una sonrisa diminuta, en estos años, ellos se habian vuelto algo cercanos, el par lo miro al ver que los llamaban.
- hace tiempo que no veo tu paliducha cara Sai- musito el azabache con un tono de burla, este solo pudo negar con la cabeza dando una ligera sonrisa.
- lo sé cabellos de carbón, pero no vengo a molestarte, Shikamaru te ha llamado, te necesita en su oficina- su tono ahora se convertia en seriedad, Sasuke extrañado se acerco a su amigo sin decir palabra alguna.
- ¿qué es lo que quiere Shikamaru?- musito con seriedad mirando a lo lejos el edificio.
- no me dio las razones, solo pidio que te llamara, supongo que es algo importante, minutos antes estuvo Mizuo aquí- dijo con tranquilidad, mirando a sus amigos, estos se miraron entre si.
- ¿Mizuo?, tiene años que no viene, supongo que si debe ser importante- pronuncio la pelirosa con seriedad.
- debemos irnos si queremos saber que esta pasando- pronuncio Sai, el trio de amigos comenzaron a caminar rapidamente, llegando en cuestion de minutos a la oficina del Hokage, tocaron la puerta para despues abrirla, mirando a Shikamaru al final en su escritorio leyendo unos papeles.
- ¿qué es lo que quieres hablar?- pronuncio con seriedad el azabache, con desgano lo miraba, Shikamaru estaba nervioso, le sudaban las manos y parecia que todo lo que habia planeado decirle se le habia borrado de la cabeza, su garganta estaba seca, y sus cuerdas vocales parecian no funcionar.
- Sasuke...- hizo una pausa, tragando saliva, sus manos temblaban con euforia, las guardo debajo de su escritorio para no hacer notar su nerviosismo por lo que podria pasar. El azabache esperaba en silencio para que este comenzara hablar nuevamente.
- necesito que sea lo que sea que te diga, lo tomes con calma- pronuncio con seriedad tratando de calmar sus nervios.
- me gustaría que hablaras con más rapidez, este ambiente misterioso comienza a cansarme-
- estuvo aqui esta mañana, nos involucra ampliamente, sobre todo a Sasuke...- trago saliva nerviosamente, su corazon estaba a por mil, no sabia ya como decir las cosas. Tomo aire ampliamente y con todo el temor del mundo por lo que podria pasar estaba dispuesto a ya terminar con esto.
- Han encontrado el cuerpo de Naruto...
continuara.