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I'll Never Love Again por dark-angel

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Notas del fanfic:

No iba hacerlo, publicar otro fic de esta pareja tan pronto, pero me puse a escribir el primer cap y no pude parar. El fanfic pretende tener mucha angustia para Gavin y por ende todos los que lo rodean porque el hombre no puede sufrir sin tirar al resto de mundo con él, Hank tendrá un excelente papel que he visto en algunos fanfics y me ha enamorado.
En realidad, cuando comencé a escribir el primero, tuve otras cuatro ideas más referentes a la pareja a realizar, que posiblemente vean. Este fic es una mezcla de dos ideas particulares cuales notarán en este mismo cap pero que diré abajo por las dudas de no darles "spoiler". Otro fanfic que me gustaría escribir es los dos siendo humanos, otro los siendo androides y otro donde Gavin tenga un hijo mayor de edad. El ultimo lo estoy escribiendo, pero no estoy segura de como comenzarlo, así que solo tengo escriba una escena un poco movida.
Descartando mi obsesión por la pareja, nada, espero que les guste. Como en todos mis fanfics les recuerdo que tengo dislexia y disgrafía, por lo cual no sólo leo mezclando las palabras, sino que escribo así en muchos casos y word me cambia dichas. Como estoy tan mentalizada en lo que va el fanfic a veces no me doy cuenta de eso, así que pido disculpas si hay palabras que no tienen sentido alguno o fallas de gramática. No prometo realmente continuarlo y mucho menos ser constante, quien lo lee debe de saberlo.

Gavin recuerda cuando su mundo se rompió, demasiado bien y brillante todos los días. Un recordatorio constante tras su cerebro, picando lentamente e insistente, mientas que dentro suyo tiene más de una razón para jamás olvidarlo. Él recuerda despertar en el hospital tras varias cirugías y aun con tantos aparatos conectados en él, desorientado y demasiado drogado, pero aun así sintiendo un dolor sordo en todo su cuerpo. No había parte de él que no quemara, su propia mente ardía de tal modo que apenas podía pensar en quien era él y dónde estaba. Su hermano sujetaba su mano con fuerza y era apenas un roce de plumas sobre el ardor constante, sólo hacía falta verlo para saber que todo se había ido al mismo infierno y ya no volvería. Desaliñado y con ojos llorosos, prometía cosas que Gav no podía oír, puesto que sentía que tenía arena dentro de sus oídos y no dejaban que el sonido se filtrase. Y su garganta raspaba, respirar era igual que tragarse clavos y simplemente quería que todo se detuviera. La inconsciente nunca tardó tanto en llegar y raspando el borde de su visión recordó lo más importante de su vida:

 

— Dmitry —Susurró áspero y roto, produciendo que su hermano callara sólo un momento para llorar con más fuerza. Él lo supo, pero no lo pensó cuando la oscuridad al fin lo arrastró a un mundo donde nada existía. Gavin despertó -no sabe cuánto tiempo- más tarde, después de salir de su cuarta cirugía de emergencia del mes; sus órganos apenas respondían y dos de ellos habían sido reemplazados por prototipos diseñados por el gran Kamski. Había sido instalado en un muy costoso, privado y silencioso hospital donde las enfermeras siempre estaban presentes y un doctor te revisa al menos tres veces al día. Siempre podía ver a su hermano, privado de sueño, leyendo algo en su tableta muy interesado, pero que cada vez que notaba que estaba despierto le dedicaba una sonrisa tranquilizadora que no llegaba a sus ojos. Si él no estaba, Chloe (la original, la primera) se instalaría a su lado leyéndole alguna novela extraña en algún idioma que jamás pudo identificar. Jamás pudo conservar la conciencia lo suficiente para preguntar algo o siquiera atreverse hablar, también sabía que si lo intentaba la pequeña fragilidad de cordura que le quedaba se rompería al fin.

 

Medio año más tarde, un hígado, estómago, pulmón izquierdo, parcialmente el intestino grueso y delgado fueron los reemplazos por órganos artificiales que hizo su hermano, ¿externos? Tenía una pierna izquierda (desde la mitad de su muslo) completamente funcional, conectada por una especie de chip en su cerebro que hacía que tuviera la misma función que la original. Era la misma clase que se usaban en los androides, hasta su piel podría retraerse, lo que era perfecto porque podría ser arreglada con facilidad en caso de dañarse y ocultarse que era una prótesis del mundo entero con la excelente replica de su tono de piel y marcas ganadas que hizo Elijah. Su brazo izquierdo también fue reemplazado, desde debajo de su codo, y cuatro dedos de la mano derecha. Su oreja izquierda había perdido completamente la audición, pero se le instaló una extensión que haría que oyera mejor que nunca. Y eso fue lo único que pudieron arreglar, la cantidad de cicatrices que decoraban su cuerpo no podrían sanar jamás, pero esa era la idea. Gavin había despertado una vez en todo este tiempo delirante de la fiebre por la infección que surgió de su lado izquierdo quemado –descuidado por sus otras heridas más importantes- y le rogó a Eli que no le quitara el recordatorio, que quería conservar esas marcas como castigo. Claramente el mayor se negó a tal locura, pero al final aceptó.

 

¿Y todo esto por qué había sido? Por su idiotez, claramente. Quiso jugar a ser un héroe, deseó tanto ser reconocido por su departamento que realmente se olvidó de todo lo demás. De su vida y de la que lo rodeaban. Le importó un bledo todo y así pagó. Pagó por meterse donde no debía, pagó por insultar a quien no debería y pagó simplemente por matar a quien no debía. Y así terminó. Roto. Torturado durante cinco días hasta ser encontrado. Pedazos de carne siendo arrancados de su cuerpo, su piel quemando como si fuera un maldito animal, palizas sin fin, amenazas, fracturas, violación, extremidades idas y otras tan mutiladas que desearía no tenerlas más. Y cuando esto parecía ser poco castigo para los agresores, encontraron su mayor debilidad. Vio a su propio prometido ser violado y mutilado frente a él, era un recordatorio de lo que jamás debió hacer; lo vio suplicarles porque parasen, preguntarle que había hecho para merecer eso y lo escuchó, aun lo escucha, repetirle cuando lo odiaba y cuanto todo esto era su culpa. Lo rompió y misericordioso creyó ser cuando él mismo apuñaló a Dmitry en la yugular para que muriera de una vez y dejara de sufrir. Cuatro malditas horas más tarde fue encontrado junto al cuerpo inerte de su pareja y él mismo esperando que la muerte lo reclamase; pero no lo hizo, él sabía que no merecía tal alivio y tuvo que sobrevivir.

 

La mafia ucraniana no fue detenida, Gavin no señaló a nadie con el dedo, no se atrevió. Matar al hijo del líder en medio de una redada había sido suficiente para él referente a ellos y algo que jamás quería repetir, no quería saber nada de ellos, ni siquiera venganza. Tenía tanto miedo, jamás creyó conseguir temer de su propia sombra, pero lo hace y en especial cuando esta te susurra en la voz de tu amante cuan débil y cuando desgraciado era. Su hermano se encargó de vender su apartamento viejo, que había sido una escena del crimen durante su búsqueda y posteriormente; guardó todas las cosas tanto de Gavin como de su pareja en un lugar para cuando él estuviera listo pudiera verlos y compró todo nuevo, incluyendo un Golden Retriever como perro de terapia (Pumpy de 3 años). Regresó a su trabajo dos años más tarde, porque ya no le importaba nada y estaba tan vacío que quizás, con suerte, moriría en medio de un caso. Alejó a todos sus compañeros, se volvió cruel, arisco y burlón. Los hizo a todos odiarlo a tal punto que más de uno le deseo la muerte y cada vez que recibía un disparo en el campo, ellos repetían de tono burlesco que creían que al fin se habían desecho de él. Cuantas veces quiso decir que él también lo esperaba, pero su suerte jamás fue buena. Alejó a su hermano, gritándole, dañando a su preciada Chloe para hacer hincapié en sus palabras y le prometió que si alguna vez se acercaba a él otra vez se mataría. Elijah dejó de llamar tras esas palabras, borró cualquier documento que los relacionasen y lo dejó solo al fin. Gavin era solamente un novato de 26 años que quería que todo terminase pero que cada vez que lo pedía más difícil se hacía que se cumpliera.

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— Escuché que perdió su cuarto compañero este mes, Flower esta cabreado —Escuchó a uno de los detectives discutir con su compañero supuestamente en silencio, aunque Gavin podía afirmar que media oficina los había oído, hablando de eso…

 

— Hey, Michell, podría decirlo más alto, creo que en las celdas no te escucharon aun —Se burló Gavin sonriendo con dientes y todo, retándolo a que dijera algo más referente. Su posición era completamente de ataque, como si estuviera en la espera de simplemente escuchar un “adelante” y arrancarle la yugular con los dientes. Dicho lo miró durante unos momentos y lo despidió con la mano, como si no importara, pero el desgraciado agregó:

 

— No vales la pena, fenómeno.

 

Gavin rugió de tal manera que sonaba como un animal herido, se lanzó hacia adelante para atacar al regordete oficial, no cumplió su objetivo, fue retenido por dos brazos firmes sujetándolo por la cintura. Hank, recientemente ascendido a Teniente, se había movido rápido y tomado al muchacho entre sus brazos, pero era indiscutible que la cantidad de fuerza que hacía dicho haría que el adulto se cayera hacia adelante. Aun pataleando y extendiendo sus brazos como si así pudiera llegar a su víctima, Reed juró matarlo y describió muy detalladamente que haría con él. Todo el lugar quedó en silencio mientras el muchacho estaba rojo de la rabia y poco a poco se iba calmando al sacar su odio de su sistema; Michell aprovechó para huir lo más rápido que sus cortas patas podrían hacer. Cuando al fin se redujo en temblores y respiraciones agitadas, Hank lo soltó parcialmente.

 

— ¿Estás bien niño? —La voz como siempre fue tranquila, paternal dicha de un primerizo. Gavin no hizo ningún sonido, pero asintió brevemente sin atreverse a subir su mirada del suelo. Sabía que todos lo observaban en espera del siguiente movimiento, mismo Flower estaba esperando a ver cómo iba la escena para dar su palabra o no, prefería no reprender a Reed después de lo que sufrió, pero tampoco podía dejarlo atacar a sus hombres. Hank por otra parte, odiaba ser el centro de atención, sintiéndose que estaba en la maldita escuela—. ¿Qué están mirando? ¿No tienen trabajo que hacer? —Alzó su ceja para acentuar su pregunta mientras su voz adoptaba un tono autoritario, algunos se sobresaltaron y volvieron a su deber mientras que otros murmuraban algo referente a que estaba divertido o sobre el miedo que dio ver al joven policía actuar así. Cuando dejaron de ser los reyes del espectáculo, el mayor soltó al final castaño, pero no lo dejó huir, sino que lo arrastró consigo hasta el estacionamiento para que pudiera respirar sin que nadie lo juzgara—. Haz hecho un truco poco recomendable, no vale la pena atacar a gente como Michell.

 

— Lo sé —Rugió Gavin mientras se alejaba unos pasos y tironeaba de su cabello en espera de calmar sus ansias de golpear algo, miró el techo, los autos estacionados y luego al teniente a quien respetaba.

 

— Habrá muchos imbéciles como él, intentando pisotearte para que no avances en la vida. Aunque la mayoría olvidaremos qué es lo que te hace diferente al final, los primeros años serán una perra —Comentó el hombre mientras se encogía de hombros, todos sabían lo que Kamski había hecho con Gavin, habían visto el cuerpo mutilado del cadete hacía unos años atrás, pero también se sabía que si no se mencionaba la gente comenzaría a olvidarlo; en especial los nuevos que ingresarían. Del mismo modo que tanto Anderson como Flower al final olvidarían que el creador de los androides era hermano de Reed, secreto que se les fue otorgado por necesidad y no por deseo—. Debes ser mejor que ellos, no rebajarte a su nivel. Eres un excelente policía y un día serás un excelente detective, no lo arruines por idiotas como él.

 

— Gracias viejo —Murmuró avergonzado Gav, pues no se esperaba tal discurso del hombre. Él tampoco parecía haber esperado decirle eso, así que torpemente le dio una palmadita en la espalda y le aconsejó calmarse antes de volver a entrar, luego de eso lo dejó sólo. Anderson tenía razón, él sería el mejor jodido detective que Detroit alguna vez tendrá, porque se lo debía a Dmitry y a sí mismo, maldición, se lo debía a Elijah.

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Gavin llegó a Detective a los 31 años, teniendo una alta tasa de éxito (aunque esta estaba casi equilibrada con la de riesgo laboral), en todo este tiempo tuvo algunos compañeros que al final pidieron cambio al no poder seguir el ritmo del joven o simplemente no aguantar toda su mierda. Como sea, él prefería trabajar solo. Su relación con la gente del departamento era cada vez peor, aunque ya su condición fue olvidada, su actitud posterior no y al haber sufrido un malentendido donde atacó abiertamente un androide (y ser considerado posteriormente un anti estos) sus reputaciones caían cada día más a pique. Él nunca desmintió ningún rumor, los dejó hacer lo que quisieran mientras nadie jodiera su carrera, por hora funcionaba. De vez en cuando comía con Anderson, quien seguía siendo una buena figura paterna y quien estaba perfectamente feliz con su familia, especialmente su pequeño Cole, quien Gavin había tenido el honor de llevar al parque una vez y pasar la tarde con la pequeña cosa y su viejo perro Pumpy. En realidad, gracias a esto había conseguido Hank su propio perro, Sumo.

 

Pero la poca estabilidad que no merecía se le fue arrebatada, él debería de haberlo sabido, todo lo que tocaba perecía al final. Hank sufrió un accidente junto a su hijo, este murió en medio de la operación y el teniente cayó en una terrible espiral. Intentó ayudarlo, ser su apoyo, estar para él, pero no fue suficiente. Anderson lo empujó lejos, las peleas entre sí comenzaron y la hostilidad creció. Gavin por sentirse rechazado, el mayor por estar dolido. Volvió a quedarse solo en el maldito departamento de policía y durante meses pensó porque demonios aún estaba allí, recordando que en espera de un milagro que lo matase al fin.

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Gavin estaba alardeando con Tina, una de las pocas oficiales que le caían moderadamente bien del lugar, sobre su último caso resuelto cuando juró ver un fantasma por el rabillo de sus ojos. El pánico creció dentro de su ser, sintiendo que no podía respirar y las extremidades hormiguear, a ciegas siguió aquella figura que reconocería en cualquier lugar mientras sentía las lágrimas acumularse en sus ojos, picando y ardiendo. Recordó el dolor fantasma de sus extremidades perdidas, ardiendo en todo su ser, sintió esa sensación de pesadez en su estómago y de asfixia en sus pulmones. Tropezó hasta la oficina de Flower, irrumpiendo sin importar que el hombre estuviera en una reunión y extendió su brazo para sujetar la chaqueta del intruso. Escuchó al mayor de la sala hablar, pero no entendió sus palabras, sentía que estaba bajo el océano y nada llegaba a él. El individuo al ser tocado se giró y lo vio. Dmitry estaba allí, esos mismos ojos castaños mirándolo, pero sin reconocerlo, aquellas pecas tan únicas esparcidas de una forma que él recordaba de memoria y sus labios finos formando una pequeña sonrisa amistosa. Él era, con su estúpido peinado y sus estúpidos lunares. Pero él no era, porque la imagen de su rostro hinchando y deformado lleno de sangre llenó su mente, sus palabras crueles y sus ruegos de repetian como susurros maliciosis. Ni siquiera se dio cuenta cuando comenzó a llorar y murmurar disculpas.

 

— Gavin —El toque amistoso de Flower sobre su hombro le hizo girar, pese a no haberlo escuchado. Notó que el vidrio había sido oscurecido para dar privacidad, y que el rostro del adulto tenía una expresión tan condescendiente que él sabía lo que diría antes de que lo hiciera. El detective soltó al intruso, a la copia de su Dmi, como si quemase y se alejó unos pasos para verlo bien. Sí, era él, pero tenía un maldito uniforme de Cyberlife y no necesitaba ser un genio para saber que significaba. Un rugido salió de su garganta sin poder evitarlo, mezclado con el sollozo que surcaba su alma.

 

— ¿Detective se encuentra bien? —Y la maldita cosa habló con su misma voz, el mismo tono, pero careciendo su calidez. Algo muy profundo se rompió dentro de él, tomó su arma antes de pensarlo y apuntó al androide que no se movió ni un centímetro, sin considerarlo una amenaza. Maldición.

 

— No, no me hables —Rogó, mientras Flower alzaba sus manos y susurraba cosas tranquilizadoras que él ignoraba con muchas ganas, se movió lentamente para intentar sujetar el arma del detective, pero fue un mal movimiento, Gavin lo apuntó—. No, ¿qué demonios es esto Flower? ¿Qué hace él aquí? —Pidió mientras su voz se ahogaba, de reojo podía ver al androide moverse lentamente evaluando la situación e intentando de minimizar cualquier daño predicho—. ¡No puta muevas joder! —Ni siquiera sus insultos tenían sentido.

 

— Mi nombre es Connor, soy el androide enviado por Cyberlife para ayudar al departamento de policía —Se presentó y produjo que Gavin agitara su arma, maldiciendo en voz alta. Cyberlife, sólo podía existir un responsable de tal repugnante pesadilla.

 

— Lo mataré, joder —Murmuró y al fin bajó su arma sin que ninguno de los otros presentes tuviera que hacer algo, aunque una vez que dejó de apuntar, Flower se la retiró prometiendo devolvérsela cuando estuviera más calmado. Durante los siguientes minutos ninguno se movió, aunque el detective podía sentir la mirada del robot analizándolo en silencio—. Tú —Señaló al androide—. Mantente alejado de mí, no me hables, no me mires y jodidamente no te me acerques nunca. Te mataré si lo haces —Prometió antes de girarse y retirarse del lugar, con la cabeza gacha para que viera las lágrimas secas en su rostro y se fuera del jodido lugar, porque tenía que encontrar a su maldito hermano y matarlo lentamente por ser un jodido egoísta y maldito egocéntrico que sólo piensa en sí mismo. El problema era que no tenía ni puta idea donde estaba, así que sólo fue a un bar donde literalmente se ahogó en alcohol. Este sería un jodido año donde la poca cordura que le quedaba sería destrozada, pero vamos, ¿qué más podría esperar él de la vida?

Notas finales:

Este fanfic costa de dos cosas que quería, un supuesto cyborg Gavin y un RK800/900 que tiene la misma cara que el difunto prometido de Gav. Aunque Connor es más parecido físicamente, por sus ojos, 900 es más similar en actitud (que se desarrollará a medida que avanza el fic). Confesaré que la idea no nació de mi, vi unas partes de un comic en pinterest referente a ello, no logré volver a encontrarlas ni encontrar al autor, si alguien lo hace estaré más que feliz de darle los créditos correspondientes por la idea. Gracias.
El primer encuentros de ellos no es el mismo que el del juego, pero si seguiran en el próximo capitulo la cronología de este. El próximo será eso, la cronología del juego con mi Gav, tambien el encuentro con Kamski y al final la aparición de 900.


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