Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANTIAGA!! por juda

[Reviews - 74]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Santiago llegó apurado al bar y entró por la puerta trasera como acostumbraba a hacer. Colocó su bicicleta en un pequeño cuarto, se sacó el casco acomodándose la melena roja e ingresó a la cocina, puso en marcha la cafetera y se fue hasta el horno donde seguramente terminaban de cocinarse las donas y masas.

Cuando salió se encontró con Francisco que ingresaba con el celular en la mano y el ceño fruncido.

-¿qué? -le preguntó Santy a su socio, y el mayor lo miró un momento antes de responder.

-Marylu se esguinzó un tobillo, no cree que pueda venir esta semana ni la otra.

-¿Qué? ¿Pero está segura? ¿se fue al médico? -se apresuró el pelirrojo mientras se ponía al lado de Fran y miraba el celular.

-Tenemos que conseguir una suplente. pero tenemos que conseguirla YA.

El castaño se sentó a la mesa aun con el ceño fruncido y Santiago repitió el gesto.

El dúo tenía un bar en una de las esquinas más visitadas por los empresarios de la city.

La ubicación estratégica ayudaba al éxito que estaban teniendo, pero sobretodo, lo que los llevaba un paso más arriba, eran sus meseras en patines, todas ellas preciosas y carismáticas, vestidas con pequeñas faldas y cubiertas el rostro por máscaras fluorescentes.

Marylu era una de las más requeridas en el turno tarde-noche y que les faltara los dejaba con  solo dos chicas para la atención de una hora pico.

Si los empresarios salían y no podían tomar sus capucchinos en el local servido por diosas en patines, seguramente se irían a otro bar. Nadie era fiel a nadie.

-Llama a Sandra -ordenó Fran y aunque eran socios "fifty y fifty", el mayor era el de las ideas geniales y Santiago el que se encargaba del café con sabor a gloria.

Eran las 5 de la tarde y aun no abrían, el pelirrojo se levantó de su silla y gritó con fuerza:

-SANDRAAAAA!

Fran casi se cae de la silla por el susto.

-Si sabía que ibas a pegar tremendo alarido lo hacía yo y listo.

-Entonces lo hubieses hecho!!! -respondió Santiago un poco confuso sin saber a que venía ahora la reñida.

Sandra apareció agitada con media pollera por colocar sobre las medias bucaneras largas y rojas.

-¿Qué pasa? ¿Por qué gritan así?

Santiago miró la faldita, luego las piernas y se quedó embobado.

-Marylu no viene, tuvo un pequeño accidente. Necesitamos para YA a otra chica con tu físico y que se mueva bien en patines! Por supuesto... que sepa cargar bandeja con tragos y capucchinos!

Sandra lo pensó un instante mientras se daba vuelta y le ponía la falda sin prender a Santiago para que el pelirrojo baboso lo hiciera. Santiago se apresuró a subir la cremallera y pegarle una pequeña palmada en el culo. La muchacha seguía pensando, las chicas estaban acostumbradas al pequeño manoseo del jefe. 

Fran le había advertido a Santiago que si alguna vez lo denunciaban por acoso se quedaría con su parte del bar y le tiraría agua hervida cada vez que lo viera en su vereda pidiendo limosnas.

-No se me ocurre nadie, déjame que le pregunté a Karina y te decimos.

-No demores, abrimos en media hora, no podemos llegar a las ocho de la tarde con solo dos meseras, no darán abasto.

-Ya te habíamos dicho que tres eramos insuficientes, jefe! Pero como te gusta guardar la plata debajo del colchón, no nos escuchaste. Hacía rato que necesitábamos una más.

-Pues ahora se empeoró la situación -le dijo Fran llevándose la mano a la cabeza y despeinando su cabellera castaña. -Prometo poner una más el mes que viene, pero ahora necesito salir del apuro! Habla con quien tengas que hablar y por favor, tráeme a otra niña como ustedes cuanto antes!

Sandra suspiró y pegándole un parchazo a la mano de Santiago que se movía discretamente por su cadera, salió para hablar con su compañera.

Fran se levantó desesperado y fue hasta los hornos para verificar que todo estuviese en orden.

-Ya verás como todo se soluciona en un segundo -le gritó Santiago bostezando y rascándose la cabeza mientras iba preparando el café expreso, el cacao, la leche y la canela.

***

-Fran, no hay solución -dijo Sandra con seriedad.

-Dime que es una broma.

-Es viernes, Fran. Mis amigas se están preparando para salir de fiesta, ninguna quiere trabajar un turno nocturno en un bar.

-¿Pero les aclaraste que sólo es hasta las 10 de la noche?

-Si. Tengo un par de amigas pero estarán disponibles a partir del lunes.

-No, Sandra!!! -rogó Fran a punto de entrar en una crisis nerviosa -Necesitamos una ahora.

-Tenemos una solución -propuso Karina que se encontraba parada cerca de donde estaba sentado Santiago e ignoraba al pelirrojo que le pasaba el dorso de la mano por sus largas piernas enfundadas en medias rosas. 

Fran las miró esperando la solución divina.

-Podrías disfrazar a Santy de chica, él sabe manejarse en patines y supo ser mesero antes de tener el bar.

El pelirrojo largo una carcajada grave y Fran volteó a verlo.

A Santiago se le fue toda la risa.

-Las chicas están bromeando Bro! Te lo dijeron para que te relajes.

-No, se lo dijimos en serio -le contestó Sandra con una media sonrisa.

-¿Cómo que disfrazarme de chica? -gritó Santiago con una voz aguda poco usual en él.

-Tienes el cuerpo y el rostro para pasar por una! -le refutó Karina y Santiago pegó un brinco.

-Vení que te muestro lo que tengo para que veas que no puedo pasar por una mina -gritó agarrándose con las dos manos la entrepierna.

-SANTY -lo paró Fran -Gracias chicas, pueden ir acomodando el salón, ya veré como lo soluciono.

Las dos muchachas salieron de la cocina y Santiago se paseo por el habitáculo indignado.

-¿Qué se creen estas pendejas diciendo que parezco mina? Ya les voy a enseñar que tan macho soy!

-Tienen razón -espetó seriamente Fran y Santiago detuvo su caminata y lo miró. -Necesitamos a una mesera con urgencia, sería hoy y mañana. El lunes ya podríamos conseguir a otra.

-¿Lo dices en serio?

-Tienes que admitir que tu cuerpo tiene algunas curvas...

-CURVAS MIS HUEVOS!

-Santy!

-No, Fran!!! ¿Por qué no te vistes vos de mujer?

-Porque tu eres el del rostro delicado.

Se produjo un silencio tenso, Fran podía sentir como crujían las mandíbulas del pelirrojo.

-Explícame lo del rostro delicado.

-Santy tienes que admitir que tu cuerpo y tu cara son una tanto afeminadas.

-Agarrame ésta para que veas qué tan afeminado soy -gritó el pelirrojo agarrándose nuevamente la entrepierna y Fran no dudó en extender la mano y agarrársela.

Santiago retrocedió hasta chocar con una silla y caer de culo en el piso.

-DEGENERADO!

-Yo degenerado??? pero si vos te coges todo lo que tenga agujero y también te dejas coger todos tus agujeros!

-Pero nunca te he faltado el respeto, eres mi socio! y para que sepas tengo un solo agujero, soy hombre!

-Tampoco te falté el respeto, me dijiste que te tocara los huevos y te los toqué! ¿y tienes un sólo agujero? no te dejas coger la boca?

Santiago lo meditó un momento y se paró.

Limpiándose el pantalón y recobrando un poco de dignidad, elevó la cara y se negó:

-No pienso disfrazarme de mujer! soy un hombre!

-Ok! ¿Eres consciente que perderemos clientela cuando Sandra y Karina no puedan con todos los clientes? Está por abrir un bar en la otra cuadra con meseras disfrazadas de Sailor Moon... ¿como crees que nos irá con esa competencia? No podemos hacernos los exquisitos, Santy. ¿O quieres volver a tus épocas de mesero? Nos costó mucho llegar al lugar en el que estamos, nuestro bar tiene una clientela extraordinaria y tenemos que hacer todo lo posible por continuar con ella.

Santiago dudó. Fran había ganado con solo dar a entender que podrían perder el bar y él volvería a su condición de mesero. Odiaba serlo. Odiaba tener jefes que le gritaran y lo tuvieran fregando pisos hasta deshoras.

***

Sandra había enjabonado la pierna derecha y le pasaba la maquinilla de afeitar. Karina le probaba diademas.

Las muchachas se reían mientras disfrutaban el momento de la venganza: el jefe con pollera corta y en medias largas, listo para ser observado como un pedazo de carne... tal como él las miraba a ellas! Sandra y Karina habían aprovechado el accidente de Marylu para su pequeña revancha, por supuesto que tenían amigas dispuestas a ser meseras en un bar con tanto renombre. Todas sabían que las propinas de los empresarios eran más que generosas, pero quedaron de acuerdo en no llamar a ninguna y sugerirle a Fran que Santiago suplantara a Marylu. Con la desesperación del jefe mayor, sabían que lo convencerían en un abrir y cerrar de ojos.

-Melocotón? -preguntó Karina.

-No! rojo furioso! -sugirió Sandra mientras le guiñaba un ojo.

Santiago tenía puesto una diadema plateada con corazones turquesas que retenía su melena pelirroja, una camisa blanca que dejaba entrever un corpiño armado, falda tableada ultra corta de color marfil, medias rayadas en colores pasteles que le llegaban hasta medio muslo, una máscara plateada que le tapaba la parte superior del rostro y los patines.

El maquillaje era nimio en los ojos para resaltar su boca en un rojo potente.

Las muchachas abrieron la puerta del baño y se pararon a ambos lados mientras señalaban hacia adentro y hacían una reverencia. Fran esperó impaciente hasta que apareció Santiago con el ceño fruncido.

-Si dices algo juro por mis pelotas que te pego una trompada.

Fran no dijo nada... tampoco podía.

Santiago vio que su socio con la boca abierta y los ojos como platos se apretó el bulto y casi se tira sobre él para cagarlo a piñas, las chicas histéricas de risa lograron detenerlo a tiempo antes que arruinara el maquillaje.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).