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Poco a poco... por Shima_Suzuki

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Notas del fanfic:

Buenoooooooooooooooooo xD
un desafío más del grupo en el que estoy xD (si se quieren unir pueden mandar solicitud, búsquenlo tal cual "Escritoras y Lectoras de  The Gazette en amor yaoi")

Esta vez me atrevo a publicar primero porque tengo algunos asuntos y no voy a estar con mi querida pc lo que queda del mes así que mejor lo público ahorita xD

aqui esta el link del fic de mi compañera de equipo ;D <3

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=203486&warning=5#sthash.tHYyIRhi.dpbs

Notas del capitulo:

Ni yo me puedo creer que este escribiendo Uruki, digo, para mi es pecado xDDD son comadres no puedo juntar a mis pasivas favoritas(?) bueno en fin, las dejo leer <3

 

para quienes les gusta esta pareja y mucho drama disfrútenlo xD <3




La frase que me toco es un dialogo, esta resaltada en negro (blanco por como esta la interfaz de AY xD) pero por si las dudas tambein la pongo aqui copiada directamente de las notas de la publicaicon de los teams xDD :u

"También se necesita fuerza para poder llorar cuando quieres hacerlo" (Fye, Tsubasa Reservoir Chronicles, CLAMP)

Buenoooooooooooooooooo xD
un desafío más del grupo en el que estoy xD (si se quieren unir pueden mandar solicitud, búsquenlo tal cual "Escritoras y Lectoras de  The Gazette en amor yaoi")

Esta vez me atrevo a publicar primero porque tengo algunos asuntos y no voy a estar con mi querida pc lo que queda del mes así que mejor lo público ahorita xD

 

El día amaneció nublado, según las noticias se pronosticaba una fuerte tormenta para esta semana y al parecer no se equivocaron, podía ver que las nubes estaba los suficientemente grises como para soltar agua en cualquier momento.

Mi mirada estaba fija en la ventana de la sala del departamento que compartía con Kouyou, mi novio desde hace 3 años y con que vivía desde hace 2.

Estaba impaciente por verlo, trate de calmarme fumando un cigarrillo, pero la nicotina en mí ya había perdido su efecto, ahora ya fumaba más por costumbre que por placer; pasaban de las 7, Kouyou siempre estaba en casa por eso de las 5:30 o 6…

Me quede sentado, esperando con la mirada fija a algún punto de la habitación, pero me distrajeron las prontas gotas de lluvia que empezaron a golpear la ventana poco a poco para después formar esa lluvia torrencial que tanto habían pronosticado.

—Debería de llamarlo…—hable para mí mismo, como venía haciendo desde ya hace un par de semanas, pues las cosas en casa no estaban del todo bien, al menos yo lo sentía así. Deje el cigarrillo a medio terminar en el cenicero que estaba en la mesita de centro de la sala y busque mi celular entre los cojines del sillón hasta encontrarlo debajo de uno.

Lo tome y desbloque, el fondo de pantalla me deslumbro un poco ya que la casa estaba a obscuras debido a la tormenta y más porque yo no tenía ninguna luz encendida, me picaron los ojos al ver la imagen de mi fondo de pantalla, éramos Kouyou y yo juntos, recuerdo ese momento cada que veo la foto y una punzada dolorosa se instala en mi corazón, esa foto la tomamos en nuestro primer aniversario, cuando todo estaba bien, cuando éramos felices, donde todavía nada pasaba.

Un suspiro salió de mis labios, decidí ignorar el recuerdo, no me quería volver a sentir mal, al menos no ahora, entre a mis contactos, no tenía muchos, solo el número de mis padres, el de mi hermano mayor, amigos cercanos como Akira, Yutaka y Yuu, un par de conocidos del trabajo, algunos de mis subordinados y el de Kouyou, el único que tenía en favoritos.

Presione el botón de llamar y me lleve el teléfono a la oreja, espere los tonos para que contestara.

Taka ¿Qué sucede? Voy de camino a casa.

Me explico con voz preocupada, raro en él ya que desde la semana pasada apenas si nos habíamos hablado, a veces llega a mi cabeza la loca idea de que Kouyou es bipolar, un día estamos bien y al otro simplemente es como si el otro no existiera…

—Ah—suspire con un pequeño alivio, al menos ya venía—No pasa nada, es solo que ya te habías tardado, por lo general a esta hora ya estás en casa, además, está lloviendo muy fuerte y no te llevaste paraguas…

Demonios, tenía que olvidarlo. —pude escuchar cómo se daba un golpe en la frente, muy típico de el— Bueno, hay mucho tráfico por donde queda el minisúper, tengo que esperar.

—Está bien, no pasa nada—retomé mi cigarrillo—Se escucha que vas a tardar un poco más—dije al escuchar las bocinas de los demás autos sonar. —Preparare algo de comer en lo que llegas ¿Qué se te antoja?

Si, seguro voy a tardar algo más… ¿Qué tal Tonkatsu? Hace mucho no comemos eso.

—Bien, veré si tenemos lo necesario—le di la última calada a mi cigarro, después lo apague en el cenicero, expulse el humo antes de llegar a la cocina, revise el refrigerador y las alacenas, al parecer si tenía todo—Avisame cuando ya estés por llegar.

Bueno, esperemos que tengamos todo, no creo que el tráfico me deje estacionar en el minisúper para comprar lo que falte, lo siento—se quedó en silencio un momento, tal vez ya estaba conduciendo de nuevo—Ya está avanzando, te vuelvo a llamar cuando este a nada de llegar ¿sí? adiós.

Y me colgó, sin siquiera dejarme responderle que tenía lo necesario o si quera despedirme.

—Adiós…—dije aun sabiendo que ya no me escuchaba, los tonos de llamada finalizada ya estaban sonando en mi oreja así que solo bloquee mi celular y lo guarde, con eso me refería a los “buenos y malos ratos” por un momento se escuchaba hasta preocupado por mí y ahora colgaba como si no le importara.

Me apresure a sacar lo necesario para preparar lo que me pidió, cocine más rápido de lo que pensé, tal vez porque mi mente estaba distraída pero cuando termine lo deje todo listo para que él se sirviera cuando llegara si se lo dejaba servido lo más probable es que se enfriara.

Suspire algo cansado, así que mejor me fui a la cama, no es como que tuviera sueño, desde hace 3 días que no lograba conciliarlo, pero estar de pie era agotador, me recosté y abrace una de las tantas almohadas que había en la cama, solo me quedaba esperar a que Kouyou llegara para seguir con la misma rutina de llegar, comer he irse a dormir, ignorando por completo mi existencia a pesar de dormir en la misma cama…

No es que fuera así siempre… cuando empezamos a salir era atento, Dios, era un chico increíble, simpático, con muchos temas de los cuales hablar, siempre serio pero cuando sonreía aceleraba con fuerza mi corazón, y cuando me dijo que yo le gustaba juro que pude haberme desmayado porque él también me gustaba y lo sabía, se lo dije en una ocasión que estaba muy ebrio junto con nuestros demás amigos…pensé que lo había olvidado… pero no.

La relación fue increíble durante el primer año, aunque nunca había mucho contacto físico, solo abrazos y caricias superficiales, ni siquiera besos, aunque hubo algunos pocos, no iba a presionarlo, todos sabíamos del acoso que sufrió de niño, por lo que ir rápido no era su estilo.

Yo acepté, decidí ir lento por el…

Para el segundo año fue que decidimos vivir juntos, a él le iba bien en la empresa de música en la que trabaja y yo con mi marca de ropa, teníamos el dinero suficiente así que ambos juntamos y compramos un departamento en una bonita zona residencial de Tokyo para estar cerca de ambos empleos.

Pensé que de verdad todo iba bien, incluso si no nos besábamos, incluso si aún no había tendió sexo yo espere por él, porque de verdad lo amo…

Pero de un tiempo para acá, todo se volvió gris cuando antes eran colores.

Empezamos a ignorarnos sin saber por qué, y aunque por ratos estábamos bien, después era como si simplemente se nos olvidara la existencia del otro, como si fueros desconocidos que compartían casa…

Mi teléfono me distrajo de mis depresivos pensamientos, estaba vibrando en el bolsillo de mi pañalón así que lo saque y mire, en la pantalla se podía ver una foto de Kouyou y las opciones para contestar o colgar la llamada. Deslice mi dedo a la opción de contestar.

— ¿Ya estas cerca?

Ya voy a bajar del auto, pero creo, no, más bien, estoy seguro que al salir me empapare y es posible que me resfrié—pude escuchar cuando abrió la puerta y el sonido de la fuerte lluvia—Por cierto ¿me preparas un café? —escuche su respiración agitada, lo más seguro es que tuviera corriendo para evitar mojarse tanto.

—Okey—fue lo único que respondí antes de colgar, me levante de la cama para sacar una tolla del armario, la lluvia era muy fuerte y por más que Kouyou corriera estaba por seguro que terminaría completamente mojado.

Deje la toalla en el sillón y me encamine a la cocina, saque una taza de la alacena y tome la cafetera para servirle, el café siempre estaba listo en casa, los dos éramos unos adictos a la cafeína, como si fuera alguna especie de elixir de vida eterna, eso era algo que teníamos en común, una de las pocas cosas que llegamos a tener en común.

Escuche la cerradura y luego la puerta abrirse.

—Takanori, estoy en casa.

Tome la taza de café humeante y la toalla para pararme frente a él, note el pequeño charco que se estaba formando debido a lo empapado que estaba. Le acerque la toalla y le di el café, bebió un par de sorbos y dejo la taza en el mueble al lado de la puerta donde solemos poner las llaves y las carteras, luego me aleje.

—Bienvenido …la comida ya está hecha, puedes servirte—hablé rápido y me dirigí al pasillo para regresar a la habitación.

—Okey… ¿Tu no vas a comer?

Me gire para verlo, había escuchado preocupación en su voz, estaba terminando de secarse cuando noto que lo miraba.

—No tengo hambre—no mentía, de verdad no tenía hambre, la mayoría del tiempo nunca la tengo y es Kouyou el que a veces me obliga a comer porque está preocupado por mí, solo que esa preocupación a veces no dura mucho.

Camine por el pasillo y me adentre de nuevo a la habitación, volví a recostarme y abrace la almohada que anteriormente estaba abrazando, tome de nuevo mi teléfono y comencé a revisar un par de cosas, las redes sociales de mi marca para ser exacto, la nueva colección de invierno ya había salido y ahora estaba siendo distribuida en tiendas, eso no era lo que me preocupaba, tenía que asegurarme que la promoción en Instagram fuera la adecuada, no era la primera vez que cometían errores en el marketing digital.

Pero para mi suerte todo estaba en orden, la nueva chica que había contratado era bastante eficiente, así que bloquee el teléfono y lo deje en mi mesita de noche, cerré los ojos tratando de dormir, ya llevaba tres noches seguidas sin poder conciliar el sueño, esto tampoco era novedad, a veces podía pasar una semana entera sin dormir más que una o dos horas seguidas.

Esperaba lograrlo ahora, tenía muchísimo cansancio… pero por más que me relajaba mi cuerpo no cedía a dormir y eso solo me terminaba frustrando. Mi hermano mayor me había aconsejado tomar pastillas para dormir, pero sé que esas cosas te hacen adicto, así que le decline la oferta…

Claro que a él no le importo y de todas formas me compro un frasco alegando que eran las que tomaba el y que eran muy efectivas… a ciencia cierta no sé dónde deje ese frasco… sé que no lo puse en el botiquín del baño porque eso sería una constante tentación pues ahí estaban todos los productos de limpieza facial que tenía para no verme tan horrible…

Deje de tratar de recordar donde las había puesto, y trate de concentrarme en dormir, pero no lo logre, le di un par de vueltas a la cama y me cambie de posición 3 veces, pero no pude, el sonido de la lluvia no me relajaba, tampoco el escuchar los palillos chocar contra el plato.

Me senté en la cama y respiré un par de veces de manera profunda, me ardían los ojos, como si quisiera llorar, pero no, nada salía, solo tenía esa incomodidad, me quede quieto, me sentía pésimo, estaba muy cansado tanto física como mentalmente, pero aun así me levante, no quería estar encerrado, tenía que hacer algo ¡lo que sea! Me vestí con una gran chamarra que me proporcionaría el calor suficiente, tome mi celular y mis audífonos, revise en mi cajón para ver si aún tenía cigarrillos y fumar afuera, pero me había fumado el ultimo hace unas horas, salí de la habitación sin desviar mi mirada, llegue a la puerta, tome mis llaves y comencé a atarme las botas.

—Voy a salir—dije solo para que no se extrañara por mi comportamiento.

— ¿Te volviste loco? ¿Cómo vas a salir con este clima? Takanori te vas a enfermar.

Pude notar la preocupación en su voz, pero sinceramente ya no sabía si creerle o no, todo el tiempo era un cambio constante con el que me tenía muy confundido...

—Llevo paraguas y una chaqueta gruesa, no me va a pasar nada—respondí en todo neutro, ni preocupado, ni molesto, ni feliz ni triste, simplemente era una respuesta—Regreso en un rato—me levante y tome el paraguas que estaba ahí al lado de la puerta y que el tonto de Kouyou no se llevó, salí el departamento a paso rápido mientras me colocaba los audífonos y los conectaba a mi celular para poder reproducir mi música, ya me urgía estar lejos de ahí, al menos por ahora.

Cuando llegue a la entrada del edificio abrí el paraguas y comencé a caminar a paso tranquilo mientras mis canciones favoritas retumbaban fuerte en mis oídos, antes eso me hubiera subido el ánimo, algo que amo además de la moda es la música, pero… ahora solo escucho ruido, ruido con ritmo para bloquear el ruido ambiental que tanto me molesta.

Camine hasta una tienda de conveniencia, deje el paraguas mojado en un cesto que tenían justamente para eso y camine por la tienda hasta encontrar lo que quería, compre mis gomitas favoritas y un paquete de cigarros nuevo, pague y guarde los en mi chamarra, recibí mi cambio y lo guarde para después abrir las gomitas y llevarme una a la boca, agradecí a la dependienta y tome mi paraguas, lo abrí ya estando fuera de la tienda y camine de regreso a casa, aun paso más lento todavía, me lleve otra gomita a la boca, me encantaban esos dulces, podía jurar que siempre que los comía era una explosión de sabores en mi boca… pero ahora solo me sabían a azúcar con químicos…simplemente a eso.

La tienda no estaba muy lejos del departamento así que, aunque fuera a paso lento llegue bastante rápido, solo canción y media, subí las escaleras hasta el segundo piso y abrí la puerta, deje el paraguas mojado ahí y me quite las botas para regresarlas al zapatero, entre y deje las llaves y el cabio en el mueble, no tuve que anunciar mi entrada, sabía que Kouyou me escucharía llegar.

Me quité la chaqueta y la deje en mi cuarto junto con los cigarros, dejé las gomitas a medio comer en mi mesita de noche junto con mi celular y audífonos, fui a la cocina por un vaso con agua, las gomitas me habían secado la garganta.

No me esperaba ver a Kouyou todavía en la cocina con la ropa húmeda, pero lo que más me sorprendió no fue su presciencia, si no las pastillas que estaba en la mesa, a mi mente llego el recuerdo de mí mismo poniéndolas en la alacena para evitar verlas pues mayoritariamente no cocinábamos, siempre pedíamos a domicilio.

— ¿Por qué no te has ido a cambiar? Te vas a enfermar—dije mientras sacaba un vaso para servirme agua.

—En seguida voy a cambiarme…Solo que…

— ¿Solo qué? —intuí que probablemente me preguntaría por las pastillas ya que él las había encontrado.

—No, nada…

Lo vi irse a la habitación, sabía que se tardaría, Kouyou era siempre muy indeciso cuando se trataba de ropa, en especial cuando la función principal era proporcionarle calor rápido. Tomo el frasco de pastillas, bebió su agua rápido, dejo el vaso en la mesa y camino rumbo al baño.

Abrí el espejo y dejé el frasco junto con las demás cosas, tal vez no había sido la mejor idea ponerlas en la alacena, pero tenerlas ahí junto con mis demás cosas sería una tentación constante y no quería caer en ser dependiente de unas pastillas para poder tener unas cuantas horas de sueño corridas.

Cerré el espejo y me miré, la sombra bajo mis ojos cada día se hacía más grande y eso solo significaba más maquillaje… solté un fuerte suspiro de frustración, de verdad no quería tomar las pastillas, me reusó a hacerlo, pero si sigo sin poder dormir va a ser necesario, ya va dos veces que me quedo dormido en la oficina, dibujando nuevos diseños para la marca…

Asome un poco mi cabeza del baño al escuchar el ruido, Kouyou estaba limpiando el desastre de agua que dejo por todos lados, bueno, al menos ya no tendría que limpiarlo yo…

Regrese mi vista al botiquín detrás del espejo, me quede quieto por lo menos unos 5 minutos, pensando en los pros y contras que me traería tomarme una pastilla… luego se me ocurrió que podía tomar media pastilla, solo la mitad y puede que con eso me diera un poco de sueño y pudiera dormir de forma natural.

Abrí de nuevo el espejo y saqué el estúpido frasquito naranja que contenía a lo mucho unas 30 pastillas. Saque una y volví a dejar el frasco ahí, cerré el espejo y salí del baño rumbo a la cocina, deje la pastilla en la tabla para cortar y tome uno de los cuchillos que había cerca, partí la pastilla, deje el cuchillo de lado, tome el vaso que había ocupado anteriormente y lo llene con agua, tome la mitad de la pastilla y me la tome con el agua, después deje todo en su lugar, la mitad de la pastilla la fui a dejar en el frasco de nuevo… me cubrí el rostro, me sentía frustrado, no quería depender de la medicina, de verdad que no quería.

Me distraje al escuchar el movimiento de Kouyou, al parecer ya se había ido a acostar, salí del baño y caminé sin hacer mucho ruido pensando en que de verdad a Kouyou no le importaba ni un poquito el cómo me sentía…

Me senté en el sillón y abrace mis rodillas, no era muy tarde y no sentí que la pastilla me fuera a hacer efecto inmediato, así que tome el control y encendí la televisión a un volumen bajo, Kou trabajaba mañana, lo que menos quería era perturbarlo.

Encontré un programa de misterio así que me quede viéndolo de corrido, cuando acabo me di cuenta de que ya habían pasado dos horas, era ya bastante tarde, así que apague la televisión y entre a la recamara, me cambie de ropa por un pijama calientito, la noche estaría bastante fría si seguía lloviendo así.

Me recosté con mucho cuidado a un lado de Kouyou, creo que ya estaba dormido, así que trate de relajarme para dormir. Supe que no estaba dormido cuando lo sentí acercarse a mí, su embriagante aroma inundo mi nariz, siempre me había gustado la colonia que ocupaba, era más fuerte que la mía, mas…más agria por así decirlo.

No lo pensé mucho, moví mi cuerpo para quedar un poco más cerca de él, sonreí levemente al sentir su abrazo, sentí su respiración sobre mi cabello, sin poder evitarlo, una pequeña sonrisa se asomó por mis labios, cerré los ojos, tal vez hoy si podría dormir… tal vez.

Claro que abrí los ojos de nuevo al sentir el contacto de su frente con la mía y de ahí fue imposible dormirme, me fije en cada detalle de su rostro, acerque mi mano con cuidado y comencé a acariciar su piel, algo que me encantaba de Kouyou era su piel, tan blanca y llena de lunares por todos lados, mi mano bajo a su labios, un suspiro nostálgico quiso salir de mi al tocarlos, a mi memoria llegaron todas las veces que le dije “pato” cuando hacia pucheros cada que las cosas no salían como quería.

Sonrió al ver que justo en ese momento el mayor hacia un puchero, luego lo vio abrir los ojos, esos avellanados ojos que me miraban fijo, deje de tocarlo, probablemente lo había despertado.

—Pensé que ya estabas dormido, lo siento.

—Estaba medio dormido—me sonrió de manera tierna y pude sentir una pequeña calidez en mi pecho, pero al mismo tiempo una fuerte punzada—Últimamente tengo el sueño medio extraño.

—Vuelve a dormir, mañana te levantas temprano—cerré mis ojos y mantuve mis manos lejos.

—Está bien, tienes razón—lo sentí acomodarse de nuevo, dejo su frente pegada con la mía.

Me quede quieto, espere a que Kou se durmiera, cuando escuche su respiración pesada supe que se había dormido, así que con mucho cuidado salí de la cama y me encamine a la sala, ya no tenía ni una pizca de sueño, de hecho, nunca la tuve.

Me senté en el sillón a obscuras y me quede quieto mirando el reloj de la pared, ya era tarde y yo aun no podía dormir, sentí de nuevo la incomodidad en mis ojos, esa picazón de cuando quieres llorar, pero de nuevo cuenta, nada salía, no quería llorar, no iba a llorar; las cosas entre nosotros a veces parecían ir bien, como hace un momento, en otras simplemente podíamos pasar todo el día ignorándonos y eso dolía, dolía que la relación estuviera “bien” solo en pequeños momentos como el de hace rato y después simplemente parecemos desaparecer, estoy cansado de eso, estoy cansado de todo…

Cubrí mi rostro con pesar, la molestia en mis ojos no se iba, pero las lágrimas no salían, ya nada tenía sentido en mi vida…

Pude seguir lamentándome toda la noche en silencio en el sofá, pero escuche ruido en la habitación, me levante y camine de regreso aun con esa incomodidad, encontré a Kouyou moviéndose torpemente en la cama, posiblemente sería una pesadilla, últimamente las estaba teniendo, me acerque con cuidado sentándome a su lado, lo tome por los hombros y lo moví esperando que de este modo despertara.

—Kouyou, despierta…

Lo vi abrir los ojos, se veía desorientado, algo asustado, incluso estaba sudando un poco.

—Takanori ¿Dónde estoy?...

—Eh… ¿En nuestra casa? —acaricie su frente con la manga de mi pijama para limpiarle el sudor—Solo estabas teniendo una pesadilla, tranquilo.

—Ah, lo note. —me miro un poco ansioso a mi parecer—Por un momento pensé que estaba en otro lugar…

—Pues no—sonreí leve—estas en casa vuelve a dormir—me levante y salí de la recamara rumbo a la cocina, necesitaba agua.

Me quede en la cocina, jugando con el vaso después de beber, me senté en el comedor y apoye mi cabeza sobre mis brazos, suspire, la situación estaba mal, cada día se ponía peor, no tenía el valor de decir lo que sentía y Kouyou tampoco demostraba interés en hablar…

— ¿Y si me voy? —dije suave, hablando conmigo mismo nuevamente, la idea cruzo por mi cabeza cuando mi hermano hablo conmigo el día en que me dio las pastillas, con él era con quien hablaba con mis problemas y como buen hermano mayor me ofreció su casa cuando sintiera que ya no pudiera más.

Siempre huía de las cosas, desde pequeño y sé que está mal, pero nunca pude enfrentarlos, nunca supe cómo.

—Takanori…—Su voz me distrajo de mis pensamientos, gire mi rostro para verlo, estaba ahí. —Debemos hablar, esta situación no puede seguir así…—su voz fue fuerte, pero su tono fue muy suave.

— ¿Y de qué situación hablas? Si se puede saber ¿De mi depresión? ¿De tu indiferencia? ¿De que esta relación se está yendo a la mierda? ¿De cuál de todas hablas? —dije en tono tranquilo mientras juagaba con mi vaso, no iba a explotar, si a él le había nacido la iniciativa de hablar tenía que aprovecharla.

—De todas, esta situación ya me está fastidiando, el hecho de que nos ignoremos y parezcamos dos extraños en esta relación. —lo vi suspirar frustrado—Es la verdad, no me gusta verte así, pero no sé qué puedo hacer para ayudarte, por eso necesitamos hablar y solucionar esto—se acercó y se sentó justo al lado de mí.

— ¿Y tú crees que a mí no me fastidia? ¿Crees que estoy feliz de que solo estemos bien por ratos y después nos ignoremos? Llevamos tres años juntos Takashima, TRES, y a veces realmente siento que no te conozco, que solo me enseñas una cara cuando yo me he abierto a ti completamente y no es justo—la molestia se podía notar en mi voz, no estaba gritando, pero tampoco me atreví a mirarlo a la cara, no cuando tenía las emociones a flor de piel, todo podía pasar y me da miedo pensar en que todo podría salirse de control.

— ¿Qué no me conoces? Takanori, te he mostrado todas las faseas de mí, te he dicho todo de mi así como tú lo has hecho, sabes por todas las cosas que he pasado, me abrí a ti así como tú te abriste conmigo, pero a veces enserio siento que no sé cómo decirte todo lo que siento—tomo aire y lo soltó con brusquedad, se estaba frustrando—Es difícil, no me gustaría tirar 3 años a la basura.

—No es difícil—conteste molesto—simplemente dilo, si te sientes triste, dilo, si te molesta algo, dilo, si te sientes mal o te duele algo ¡DILO! No soy adivino por la mierda ¡Estoy harto! —azote mi mano contra la mesa y después las lleve a mi rostro, no debía explotar, tenía que calmarme, solo tenía que seguir mi propio consejo, tenía que decir cómo me sentía…—Estoy tratando, de verdad que estoy tratando…—respire profundo sin descubrir mi rostro, continúe—Se que eres muy reservado, se que tuviste problemas cuando más joven y se los traumas que te género, se las razones por las que eres así de serio, y lo entiendo pero me duele Kouyou… me duele que siempre seas así de indiferente con todo ¿Cuántas veces nos hemos besado en estos 3 años? ¿Cuatro? ¿Cinco? —volví a respirar—Y eso solo es en nuestro aniversario o en nuestros cumpleaños y eso si te acuerdas…—mi labio comenzó a temblar, la incomodidad en mis ojos volvió, no, no debía de llorar, no ahora, pero la situación me estaba sobrepasando. —Siento…que, de verdad, esto no es una relación, que aquí no hay amor… que solo estás conmigo para no sentirte TAN solo…pero ¿y yo que? ¿Crees que mis sentimientos no importan?

—Taka…yo no… no sabía que te sentías así—lo vi moverse inquieto en su asiento, siempre hacia eso cuando quería hablar de algo y sus inseguridades se lo impedían, pero para mi sorpresa volvió a abrir la boca. —He tratado de abrirme siempre que puedo contigo y creeme que no estoy mintiendo cuando te dio que he intentado superar lo que me paso para poder tener mayor comunicación, pero es difícil—lo vi pasar saliva y después continuo—Y lo de los besos…se me hace difícil. Pero me gustaría intentarlo, no quiero seguir siendo indiferente a ese tema como con los demás. Me siento idiota al tratarte así, no estoy contigo para no sentirme solo, en verdad te quiero.

Lo vi sonrojarse, oh dios Takashima Kouyou alias el hombre de piedra estaba sonrojado, antes me hubiera sorprendido y lo recalcaría tanto hasta hartarlo, pero ahora mis emociones estaban peor que las de una mujer embarazada, mi coraje fue más, así que hable.

— ¿Y cómo podrías saber cómo me siento? Lo único que haces es trabajar, llegas y de inmediato te vas a dormir. Ni siquiera me saludas y solo me hablas cuando necesitas algo, siempre soy yo el que tiene la iniciativa, porque sé que de ti es difícil que salga, pero de verdad… tengo un límite, un límite que ya pase desde hace mucho y aun así lo ignore por ti… porque quiero estar contigo—respire hondo—Porque me enamore, aunque nuestros propios amigos me dijeron que no debía, no de ti… pero no me importo, no hice caso y me arriesgue—me quede callado un momento, el horrible nudo en mi garganta me estaba fastidiando—Nunca te he pedido más de lo que me puedes dar… Pero un te quiero no me bastan cuando yo te amo.

Me atreví a mirarlo, sabía que tenía los ojos irritados, esa molesta incomodidad seguía ahí y no se iría hasta que llorara, pero no salía de mí, no debía llorar, no quería llorar, no me mostraría débil, menos en un momento tan tenso.

Mi posición empezó a flaquear cuando lo vi con las mejillas enrojecidas al igual que sus ojos de los cuales comenzaron a salir lágrimas, un golpe directo a mi pecho, Kouyou casi nunca lloraba y ahora me sentía mal por hacerlo llorar.

—Perdón, yo no me imaginaba que eso te molestaba al punto de hacerte sentir mal, me porte como un verdadero idiota, nunca llegue a pensar que con mis actitudes te estaba haciendo daño. Mis sentimientos son honestos Taka, me enamore de ti porque nadie nunca llamo mi atención como tú lo hiciste y supe que estaba perdido cuando en mi corazón comenzó a crecer ese sentimiento—respiro profundo—No me aleje de ti a propósito, mis malditos traumas me hicieron creer que con quererte era sufriente, pero tienes razón, no es suficiente y solo me di cuenta ahora estando tan distanciados, duele Taka—se acercó a mi—Duele porque te amo—me envolvió en sus brazos y sinceramente no supe cómo reaccionar, solo atine a esconderme en su cuello al mismo tiempo que soltaba un fuerte suspiro, mis brazos se abrazaron a su cintura.

—Es la primera vez que me lo dices…y ahora no sé cómo sentirme—le confesé, el me miro a los ojos mientras acariciaba suavemente mi mejilla.

—Es difícil para mí decirlo, en verdad, pero me gustaría decírtelo más, solo para que empieces a acostumbrarte—me sonrió y apoyo su mejilla contra la mía apretando un poco más el abrazo.

Mi corazón se iba a volver loco, estaba latiendo demasiado fuerte, todo estaba siendo tan…tan… perfecto, tan irreal ¿estaría soñando? Aprete más mis parpados, los ojos me estaban picando horrible.

—Me vas a hacer llorar… no quiero llorar, nunca me ha gustado y tu no vas a hacer que llore…

—Taka…—me separo de el para poder mirarme a los ojos, tomo mi rostro con ambas manos—A veces se necesita fuerza para poder llorar cuando quieres hacerlo—pude ver la preocupación en sus ojos, sentí los míos aguarse—Si te guardas las cosas solo te sentirás peor, aunque no te guste, creo que esta vez deberías de liberar lo que sientes—sus manos pasarían a caricia mi cabello mientras que de mis ojos comenzaban a salir las lágrimas, como si sus palabras hubieran sido el hechizo que hacía falta para liberar a mis ojos de su incapacidad de llorar.

La profunda mirada de Kouyou sumando sus tiernas caricias me hacían sentir un mil y una cosas en el pecho y estómago, emociones que, para ser sincero, creí muertas desde hace mucho en esta relación.

—No sabes las ganas que tengo de besarte ahora…—dije seguro, pero con la voz algo rota debido al nudo que había en mi garganta.

—Pues hazlo—me invito con voz dulce sin detener las tiernas caricias en mi cabello, sus ojos no se despegaban de los míos, ambos estábamos llorándolo, solo que yo más que él.

Me acerqué a él casi con miedo, no quería que todo esto fuera un sueño y de la nada se esfumara, una de mis manos paro en su mejilla y la otra en su hombro, entre cerré los ojos cuando su nariz roso con la mía y los cerré definitivamente cuando nuestros labios se tocaron de forma suave, gentil y tierna, no iba ir por algo apasionado, no quería presionarlo más de lo que ya estaba haciendo…

Sentí un calor inmenso en todo el cuerpo cuando em correspondió, moviendo de la misma forma sus labios sobre los míos, mi mente comenzó a divagar, en como seria si profundizaba el beso, pero pare ahí, me separe de él y me escondí en su cuello, no iba emocionarme, un simple beso podría llevarnos a más, para eso todavía no estaba listo, ni él ni yo. Llevaríamos las cosas a nuestro ritmo… lento, poco a poco.

—Deberíamos de dormir ya…—levante un poco mi rostro para mirar el reloj de la pared, indicaba que ya iban a dar las 4 de la mañana—Es muy tarde… y tú te levantas en 2 horas.

Movió su cabeza para mirar el reloj, se separó por completo de mí y se levantó.

—Si—se rio un poco avergonzado—no he dormido casi nada, vamos a la habitación.

Empezó a caminar al cuarto, yo me levanté y lo seguí aún sintiendo algo de vergüenza por mis pensamientos morbosos, se giró a mirarme deteniéndose en el marco de la puerta.

— ¿Pasa algo? —pregunte mirándolo con duda ¿Por qué se detenía?

—No, nada, solo que te ves bonito así, todo apenado—señalo mis mejillas.

Me llevé las manos a la cara, sentí el calor en ellas y eso solo me hizo sonrojarme más, odiaba sonrojarme, mi piel es muy pálida y se notaba mucho cuando eso pasaba.

—C-Callate y cambia, tenemos que dormir—dije bajando el rostro para evitar que me viera y comenzando a empujarlo para que entráramos a la habitación.

Lo escuché reírse y sonreí, esa noche estaban pasando muchas cosas que por lo general casi nunca pasaban.

—Bueno, está bien, hay que dormir, no te enojes.

Cuando estuvimos dentro ni siquiera lo mire, me metí en la cama para esconderme de su mirada, sonara estúpido, pero me daba mucha vergüenza que me vieran sonrojado. Sentí el peso de su cuerpo a mi lado y después su cabeza apoyada sobre la mía, aún seguía bajo las cobijas así que me moví para quedar oculto en su pecho mientras una de mis manos se abrazaba a su cintura.

Su respiración se hizo pesada cuando estuvimos cerca, no sabía si ya se había dormido o no, pero me arriesgue a hablar de nuevo.

—Te amo—dije bajito para después cerrar mis ojos, me sentía más ligero ahora, como si hablar con el después de tanto me hubiera quitado un peso de encima, cerré los ojos al sentir como el sueño acumulado de tantos días comenzaba a invadirme, no sabía si era por la pastilla o el calor corporal de Kouyou, pero tal vez hoy si podría dormir de corrido, aunque sea unas cuantas horas.

Claro que espabilé cuando sentí el brazo de Kouyou rodearme y apegarme más a él, sentí un suave beso en mi cabeza y las palabras “yo también te amo” contra mi cabello, sonreí me sentí mucho mejor ahora que todo estaba aclarado, cerré mis ojos de nuevo, mi respiración se acompaso con la suya.

Después de tanto tiempo pude dormir unas cuantas horas de corrido, en los brazos de la persona que más amaba.

Fin.

Notas finales:

La verdad siento que esto es pecado xD
yo nunca, NUNCA, NUNCA, NUNCA, habia pensado que escribiria Uruki en mi vida, la pareja no me gusta, fue un enorme desafio escribir sobre ella
por eso no hay mucho romance ni nada xD no puedo emparejarlos x'D
aun asi espero que les gustara la historia <3 
estare al pendiente de cuando las demas participantes empiecen a subir sus fics, tengo que leerlos porque ademas de participante tambien soy juez (?) o algoa si xD
en finnnnnnnnnnnnn
eso fue todo uwu
nos veremos en algun momento en un fanfic nuevo xD <3

bye bye ^^/


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