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Ghost Love Score por BeyondBirthday

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Notas del fanfic:

Hola, gracias si entraste  leer!!!

Esta pequeña historia partiipa en el 25avo. Reto Literario: "Song of our souls" de Mundo Yaoi que trata sobre las almas gemelas y como la música juega un papel importante para el desarrollo de la hidtoria ya que es gracias a ella que los personajes se den cuenta de que se trata de esa persona.

PAREJA: Nostálgica.

CANCIÓN: Ghost Love Score de Nightwish

DISCLAIMER: Los personaje de Sekaiichi Hatsukoi no me pertencen

Que disfruten la lectura!!!

 

Año 1800

Amaba el mar, desde que podía recordar le gustaba mirarlo su increíble vida, el sonido de las olas al romper contra la playa, incluso su silenciosa belleza cuando se hallaba en completa calma, pero ahora lo observaba por otra razón, esperaba algo, día tras día por meses esperaba, sus ojos se perdían en el azul que se extendía infinito al igual que su vida y él continuaba esperando...Todo comenzó con el sonido del piano, hacia casi un año había salido a caminar por la playa, esa noche la luna se reflejaba de una manera extraña sobre el agua que se extendía interminable hasta donde llegaba su vista y él también se sentía extraño, quería tocar el piano, necesitaba hacerlo, desde hace varias noches voces extrañas acudían a sus sueños, voces que provenían del océano, como el canto de una sirena, no podía sacar el recuerdo incompleto de aquella melodía de su mente y nunca antes la había escuchado, pero veía el mar y estaba seguro de que podría tocar la pieza completa sin problemas.Esa noche regreso de inmediato a su hogar y se sentó frente al gran piano de cola negra, dejo que sus dedos se deslizaran por las finas teclas de marfil y comenzó... Sin estar seguro porque conocía esa pieza o si tan siquiera existía en verdad, desde la primera nota algo fue diferente en él, su joven corazón, pues en ese entonces aún era un niño, se llenó de anhelo y nostalgia, desde ese día a diario después de tocar por horas el piano, salía a caminar por la playa esperando a que el mar, le diera aquello que en un sueño y en una canción le había prometido.

Pasaron meses, luego un año seguido de otro y otro, se acercaba el fin de la inocencia de su infancia, cuando los ojos miel de Takano se toparon con el verde más bonito y brillante que el jamás había visto, un pequeño niño unos tres o cuatro años menor que él lo observaba desde abajo en la arena, por sus mejillas rojas y algo sucias al igual que su ropa aún corrían algunas lágrimas, el cabello castaño y bastante alborotado por la brisa marina brillaba bajo el sol del atardecer y parecía muy suave, era el atardecer más hermoso que Takano podría recordar durante mucho tiempo y está vez no se debía sólo a la infinita belleza del mar.Sonrió de nuevo aquella pieza de piano cuyo origen aún desconocía y que cada noche tocaba antes de salir a caminar por la orilla de la playa volvió a invadir sus pensamientos, de pronto tan sólo lo supo, era ese pequeño niño a quien esperaba, él era su destino, la otra mitad pérdida de su alma, aquello que Dios le había quitado debido a los pecados de sus antepasados.

-¿Estas bien?

Le extendió la mano ayudándole a levantar, el pequeño castaño lo miró receloso pero acepto su ayuda, jamás había visto una sonrisa como esa en su vida le hacía sentir extraño y cálido, la misma sensación que lo invadió cuando decidió alejarse de su madre con quién paseaba guiado por el sonido del piano que desde que llegó a ese lugar con sus padres a diario escuchaba, era como si lo llamará. Ese día ya no pudo resistirse más y tuvo que buscarlo, pero sólo término perdiéndose llevaba horas llamando a su madre, no sabía dónde estaba y había caminado mucho, lo único que se veía a su alrededor era un gran castillo de aspecto un poco lúgubre aunque hermoso, parecía demasiado viejo y la gente en que habitaba en el pequeño pueblo en el que vivía con sus padres decía que estaba encantado, habitado solo por antiguos Dioses olvidados que se alimentaban con la sangre de aquellos que se atrevían acercarse a él, estaba asustado, sólo y perdido a merced de cualquier extraño ser que habitará en el castillo y quisiera alimentarse de él, pero en todas esas horas no había visto a nadie solo ese niño de cabello negro y tan pálido como el papel, que continuaba sonriéndole.-Me llamó Takano Masamune y mi padre es el señor de este castillo. -dijo el mayor al ver que el pequeño tan sólo lo observaba perdido en sus pensamientos.-Oda...Oda Ritsu. -respondió con un débil murmullo, si el niño vivía en ese castillo entonces ¿Era uno de esos Dioses Olvidados? ¿Trataría de comérselo? Sin embargo Ritsu no se sentía asustado, se había perdido ya en esos bellos y felinos ojos miel que brillaban como joyas, con un extraño tomó rojizo, rubíes bañados en miel.Takano guío al pequeño niño hacía su hogar que presa de un trance influido por el poder hipnótico de sus ojos vampíricos no pudo objetar nada.Estaba feliz porque Ritsu era suyo y nunca lo dejaría ir...


***************



Actualmente.

Era casi el final del concierto y Ritsu se alegraba de haber ido a pesar de que se suponía estaba castigado, las dos horas que pasó rogando a sus padres insistiendo en que ya tenían los boletos valieron la pena, nunca antes había asistido a un concierto de esa naturaleza y cuando sus amigos le dijeron que era un grupo de metal, seriamente tenía sus dudas pues como amante del piano, no creyó que Nightwish fuera a ser de su agrado por más que Kisa insistiera en que se trataba de metal sinfónico, que equivocado estaba. Le encantó desde el primer momento, el ambiente en general y la emoción de los asistentes combinándose con la música, que no podría describir de otra manera más que sumamente hermosa y emotiva le habían fascinado, todo poseía cierta belleza que encandilaba sus emociones, sobre todo el hombre en el teclado, podía sentir la pasión desbordar en sus dedos al tocar, sus sentimientos en cada nota como si conectarán con los suyos, muy pocas veces había experimentado esa sensación antes con la música por hermosa que fuera la pieza, pero esa noche se sentía extraño, como esperando algo y la sensación de que era observado persistía desde que él y sus amigos habían llegado aunque Chiaki y Kisa decían no sentir nada.
Sus ojos verdes viajaron de nuevo entre los asistentes al evento, todo parecía normal hasta que la euforia y los gritos comenzaron a cesar, miro al escenario, la vocalista pedía silencio, había llegado el momento de escuchar la canción con la que se cerraría la presentación.

Tan solo fue un instante.

Justo cuando la música empezó a sonar el aire a su alrededor se cargo de electricidad y la expectación lo inundó, una sensación cercana al miedo lo invadió pero no se sentía asustado aún, los gritos del público volvieron a estallar con júbilo pero Ritsu ya no los escuchaba o los veía, confundido miro a su alrededor todo había desaparecido excepto la música que sonaba más alto que hace unos momentos como si viniera de algún lugar dentro de él, la canción comenzaba con fuerza, la batería, el coro, los teclados, cada instrumento uniéndose y clamando por ser escuchado para después relatarle suavemente al odio el comienzo de una historia.

¿Qué historia?

Sus sentidos permanecían alerta, era como si una familiar sensación de peligro lo hubiese llenado todo sin embargo seguía sin estar asustado o al menos no lo suficiente aún, algo surgía en su interior, algo cálido cada vez más cálido ¿Acaso iba a estallar en llamas? Pero extrañamente no sentía su cuerpo arder, solo un calor ascendente que lo rodeaba, y aun así hacía tanto frío a su alrededor, el frío quería alcanzarlo ¿Porque? Sin notarlo gruesas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos verdes ¿Que era esa tristeza que se había instalado profundamente en él? ¿Porque de pronto se sentía abandonado?
El coro de la canción era tan intenso, tan triste y la voz de ella semejante a la de una sirena lo mantenían hechizado incapaz de dejar de escuchar aunque cada frase fragmentara su alma, la nostalgia y el anhelo se habían apoderado de él, Ritsu sólo había sentido algo semejante cuando era un niño, la primera vez que contemplo el océano y desde entonces le había parecido infinito, interminable como los ciclos que están condenados a repetirse una y otra vez. De alguna forma sabía que no era la primera vez que su alma se sentía así de desolada pero no podía recordar nada que hubiese sacudido así sus emociones con anterioridad, excepto quizá el aroma del mar que ahora parecía rodearlo, levantó su mirada que se había perdido en la infinita oscuridad que se extendía a su alrededor y entonces lo vio, un hombre a unos cuantos metros de él lo observaba fijamente mientras fumaba, había cierto aire felino en sus ojos de un tono miel y con un extraño brillo rojizo que lo miraban con hambre de la misma forma en que un cazador observaría a su presa, dio un paso hacia él sin dejar de verlo

¡Huye!

Grito una voz que nunca antes había escuchado pero que sonaba como un eco de la suya en su cabeza, sin embargo no se movió, no podía hacer nada más que llorar sumiendo en la nostalgia de un triste recuerdo que no parecía suyo y continuar escuchando.

-te he estado esperando. -le dijo el hombre de ojos miel que ya estaba frente a él, tomó su mano y depósito un beso en ella.

No sabía porque pero su toque, envío electricidad por su cuerpo que se concentró en su espina dorsal escalando hasta su cerebro, era el toque congelante del miedo apoderándose de él y ahora incluso le costaba respirar, pero también había algo más, algo confuso y superior al miedo, mucho más peligroso: curiosidad y deseo.
Ritsu no podía dejar de ver la miel y el rojo mezclándose en esos ojos que parecían sumamente tristes y a pesar de ello completamente dispuestos a devorarlo.

Iba a decir algo, cualquier cosa pero las palabras que nunca alcanzaron a formarse en su mente murieron en su garganta, la música seguía sonando tan clara como siempre, nada podía interrumpir a la melodía, grabándose a fuego en su mente, en su interior se sentía como la vieja cicatriz de una profunda herida que nunca sanó por completo y que vuelve a sangrar.
El coro repitiéndose, con más pasión y más tristeza ¿Porque lo afectaba tanto? ¿Porque seguía llorando? ¿Porque no podía alejarse del hombre frente a él?

-porque eres mío desde el principio -está vez beso sus labios susurro la respuesta sobre ellos, ¿Podía leer su mente? me perteneces, mi amor está en ti, no puedes escapar Ritsu, tú cuerpo podrá alejarse pero jamás tú alma, incluso si me hieres, por ti sangrare eternamente -soltó sus manos, un beso más está vez en su frente, Ritsu comenzó a sentir su cuerpo ligero como si flotara a través del sonido de los aplausos y gritos de las personas a su alrededor que poco a poco comenzaba a captar de nuevo como si hubiesen estado ahí todo el tiempo, ¿Acaso era él quien se había ido? Su cara confundida fue lo último que vio reflejada en esos extraños ojos -hasta que volvamos a encontrarnos, Ritsu.

-Ritsu... Ritsu...¡¡Ritsu!!

Parpadeo varias veces antes de percatarse de su amigo Kisa sacudiendo sus hombros insistentemente con algo de fuerza, en ese momento no era consiente de sí mismo, solo podía pensar en la canción y sus ojos, el toque frío de sus labios. Sacudió la cabeza tratando de recordar dónde estaba y que se supone que hacía, los aplausos y ovaciones del público le ayudaron a despejar su mente de esa ensoñación en la que se había sumergido, miro al escenario la banda se inclinaba y agradecía, miro a todas partes.
¿Dónde estaba?

-¡Ritsu! -Kisa lo miraba confundido y preocupado, continuaba sacudiéndolo. -¿Estas bien? -pregunto cuando finalmente el castaño le prestó atención.

-...si. -respondió después de vacilar por un segundo, su amigo no le creyó del todo y él tampoco pero ¿Que iba a decirle? Que todo había desaparecido excepto la música y ese hombre, sonaba ridículo y totalmente imposible y aun así estaba convencido de que había sido real, sus labios aún le hormigueaban y el coro de la canción no deja de sonar dentro de su cabeza. -solo... sólo me deje llevar por la música.
-te dije que Nightwish te gustaría. -Kisa le guiñó un ojo y el castaño solo asunto en respuesta, era completamente cierto le había gustado, pero esa canción y ese hombre...Ritsu estaba seguro de que no era su primer encuentro y podría apostar que no sería el último.


**************



Había pasado ya una semana desde que asisto a ese concierto y Ritsu no lograba concentrase durante el día constantemente se sentía vigilado y podía jurar que más de una vez se había topado con esos ojos en la multitud, había evitado la canción pero dado que Nightwish se había vuelto el grupo favorito de Kisa después del concierto la había vuelto escuchar un par de veces más ~era cuando la sensación de ser vigilado empeoraba y podía sentir esos fríos labios de nuevo~ además de nada servía tratar de ignorarla porque siempre estaba en su mente, constantemente se había sorprendido tarareándola.
Sus noches no resultaban mejor por el contrario aunque dormía sin interrupciones sus sueños se veían invadidos de extrañas visiones, algunos días eran hermosas un par de niños jugando cerca de la orilla del mar y uno de ellos era increíblemente parecido a él y el otro a ese hombre que conoció en el concierto, pero siempre terminaban desfigurándose en desgarradoras escenas... Justo como la de esa noche e invariablemente él
era siempre el protagonista de esos sueños buenos o malos.

-¿Por qué me haces daño? -sus ojos azules lo miraban suplicando, definitivamente volvería a morir por esos ojos, no importaba el color que poseyeran siempre brillaban tanto como la luna reflejándose en el mar. -¿Porque estás dispuesto a que yo lo haga, porque quieres morir por mí?

-porque te amo. -Mirai, comenzó a llorar de nuevo, la única forma de ser libre era alejándose de Takano, y la única manera en que Takano lo dejaría ir sería muerto, se lo había dicho desde un principio.

-¿aunque entierre está daga en tu corazón? -el chico de ojos azules la miró inseguro entre sus manos, de hoja de plata labrada, la empuñadura de oro tenía por adorno hermosas esmeraldas, más una joya que un arma fue un regalo del mismo Takano.

-si tú eres quien me corta, sangrare eternamente.

Las mismas palabras repetidas una y otra vez, de pronto Ritsu ya no era solo un espectador era Mirai, Chris, Latifah, Wilhelmina, Desmond... y Takano siempre moría por sus manos... ¿Porque tenía esos sueños? Le atemorizaba volver a ver a Takano y aun así quería hacerlo, sabía que todos ellos, esos nombres borrosos en la profundidad de la memoria de su alma, no habían tenido otra opción debían asesinar a Takano si querían ser libres, ¿Acaso él era el siguiente? ¿Estaban condenados a encontrarse sólo para hacerse daño?



Despertó de nuevo con lágrimas en los ojos, le costó un poco habituarse a la luz que entraba por la enorme ventana de esa gran habitación que no era suya... parpadeó mirando a todos lados ¿Dónde estaba?

-al fin despiertas. -esa voz, frío bajando por su columna vertebral ¿De dónde había salido? hace solo un instante no estaba ahí. -entre por la puerta como haría cualquier ser humano, sólo que mis movimientos son mucho más rápidos, tanto que un ojo mortal no puede percibirlos... Y si Ritsu, puedo leer tus pensamientos, aunque normalmente evito hacerlo soy tan viejo que simplemente hay veces que piensas tan fuerte que es difícil no escucharte.

Ritsu temblaba, no sabía que decir estaba asustado y no tenía idea de cómo había llegado ahí, se encontraba totalmente distinto de la apariencia pasible y calmada de Takano, pero había algo que lo había perturbado más que cualquier otra cosa.

-¿Un ser humano? ¿Tú... tú no eres? -no pudo formular la pregunta, el mayor sólo negó y sonrió con cierta malicia camino hasta estar a los pies de la cama, Ritsu encogió sus piernas por instinto.

-sabes que lo soy, lo has visto en tus sueños ¿No es cierto Ritsu? -se sentó en el borde de la cama matrimonial. -en una ocasión incluso dejaste que un hombre leyera los diarios que escribiste en una de tus anteriores vidas sobre mí y este hombre escribió un libro sumamente interesante inspirado en ello, amas la lectura así que estoy seguro que lo conoces, claro que está lleno de mitos pero aun así, es una excelente historia de fantasía. -se acercó más al menor y acarició su cabello. -¿Aún no sabes lo que soy?

Ritsu empezó a temblar, la palabra parecía irreal es su cabeza y se negaba a creerlo...

"...Vampiro..."



Ni siquiera pudo pensar en ello, antes de que se diera cuenta los colmillos de Takano se clavaban en su cuello, la sangre brotaba de su cuerpo junto con un calor inmenso que invadía su cuerpo e incendiaba su alma, se preguntó si esa incontenible la lujuria era otro de los poderes vampíricos de Takano.


***************



Ya había pasado casi dos meses, viviendo en mansión de Takano, no era exactamente un prisionero ya que podía ir y venir a su antojo, pasear por los jardines y explorar tanto como quisiera, incluso había llamado y visto a sus padres y amigos, extrañamente todos sabían dónde y con quién estaba, ninguno parecía preocupado convencidos de que con Takano estaría a salvo, extrañado pensó que todos sus seres queridos lo habían traicionado hasta que experimento por sí mismo el vampírico poder hipnótico de Masamune. Ritsu sabía que debía regresar siempre con Takano, desde el comienzo se lo había advertido, no podría huir de él y no debía intentarlo o alguien a quien queria podría salir herido. Una lágrima salía de sus ojos verdes cada vez que pensaba en ello, pero no era momento para llorar pues ahora se sentía un poco débil, después de haber hecho el amor por horas; Takano se había alimentado de él mucho más que otras veces, por un momento casi perdió el conocimiento, Masamune se disculpó besándolo una y otra vez y ahora mientras dormía lo sostenía como si fuera su más valioso tesoro entre sus manos, Ritsu no lo entendía

¿Porque?

Masamune había estado raro últimamente, parecía ausente y cada vez más triste con el paso de los días, tan sólo lo abrazaba y parecía distraído durante las conversaciones que sostenía con Ritsu, y aunque el ojiverde no quería admitirlo se preocupaba por el mayor porque, durante ese días siempre había sido tan dulce, tan tierno incluso la primera vez que lo tomó, se suponía que era un prisionero entonces.

¿Porque no quería irse?


***************



-¿has visitado la biblioteca Ritsu? -le preguntó mientras acariciaba el cabello castaño de la cabeza recostada sobre su pecho.

-muchas veces. -respondió el menor medio dormido. -es uno de mis lugares favoritos, es enorme. -dijo risueño, Takano frunció el ceño sabía que Ritsu amaba leer, pero no podía arriesgarse a que los encontrara, si lo hacía, no tendría la fuerza para llevar a cabo su plan, decido que mañana por la noche mientras el castaño dormía los cambiaria de lugar.

Al día siguiente, como de costumbre Ritsu entro en la biblioteca, realmente era enorme no podría leer ni siquiera la mitad de los libros que había allí aunque empleará toda su vida en ello, sin embargo ese día se percató de un pequeño grupo de libros forrados en terciopelo rojo en los que no había reparado antes, no parecían particularmente especiales y no tenían título o el nombre del autor en la portada, ese día desde que despertó no había visto a Takano y entonces escuchó el piano, Takano se hallaba en el cuarto de música.

De pronto movido por una extraña sensación, encendió una vieja radio que se hallaba en la biblioteca, algo raro en él ya que no solía escuchar música mientras leía, ni siquiera habia elegido la estación pero ahí estaba de nuevo esa canción no había pensado en ella desde que había sido secuestrado por Masamune, sin percatarse guiado por la música se sentó y comenzó a leer, se trataba de un diario propiedad de Mina Harcker.

Relataba no solo la historia de Mina y Takano, que en esa ocasión murió a manos del marido de la joven sin que está pudiera envitarlo por más que lo intento, también hablaba de la historia de dos niños que se conocieron hace muchos años en el Japón feudal cuando se relataban historias acerca de Dioses olvidados que requerían alimentarse de sangre para sobrevivir, esos niños crecieron juntos y se enamoraron para Ritsu no existía nada más que Takano, y era muy feliz...hasta que un día cuando ya no era más un niño por primera vez en años se atrevió a desobecer las órdenes de Takano y salió del castillo y recordó que una vez había tenido una familia, un padre y una madre, un par de hermanos y una casa lejos de Takano había más personas como él ¿Dónde estaban? ¿Porque a penas lo recordaba?
Se dio cuenta de que era un prisionero, de que no podía recordar nada porque Masamune se había encargado de que fuera así, por eso nunca lo había dejado salir, por eso siempre evadía sus preguntas, por eso siempre se mostraba tan cauteloso y posesivo con él, un día lo enfrentó, y por primera vez Ritsu se dio cuenta de porque todos en su antiguo pueblo le temían "al Dios olvidado" que habitaba en el castillo, Takano se mostró cruel y malvado con él y Ritsu cada vez se asustaba más, se convenció de que en verdad la única forma de alejarse de Takano sería que este estuviera muerto y un día, el día más triste y oscuro en su vida, aquel día en que Takano lo había lastimado tanto, tan solo pasó...

Las lágrimas invadían sus ojos y no quería seguir sin embargo Ritsu se obligó a continuar leyendo mientras el recuerdo de la primera vez que escucho aquella canción lo invadía, por fin conocía la historia que la vocalista intentaba contarle a través de su voz de soprano.

Una daga exquisita adornada con hermosas esmeraldas y otras piedras preciosas propiedad del antiguo señor de ese castillo y que había sido un regalo de este al cumplir su único hijo y heredero la mayoría de edad se hallaba clavada en su pecho, y la mano que lo hizo fue la de Ritsu, Masamune no hizo nada para defenderse, aunque sabía que lo haría... después de todo en verdad era el monstruo que todas las leyendas sobre él y su especie decían pues había lastimado a la persona que más amaba en el mundo le había robado su inocencia y él mismo había renunciado a la suya sólo para poder retenerlo por siempre a su lado.

-perdóname Ritsu. -acaricio su mejilla mientras lágrimas sanguinolentas corrían por sus mejillas. -perdona a la adorada bestia que te ama.

Ritsu lloró también entonces, porque había lastimado también a quien amaba, y ahora su vida se desvanecía mantras se desangraba en sus brazos.

-Takano-san yo...yo sólo quería ser libre...yo...tú dijiste...-trato de explicarse a sí mismo porque lo había hecho.

-no llores amor mío, mi amor estará en ti, mi caída será por ti...eres tú quien me cortó así que sangrare eternamente.

Ritsu vio la daga en sus manos y los ojos de Takano inmóvil en sus brazos, esos hermosos ojos que amaba y que ahora permanecerían cerrados para siempre.

¿Que... que había hecho?

Quería ser libre pero su alma solo podría ser libre en los brazos de Takano, miro de nuevo la daga en sus manos manchada en sangre, no podría...no quería ser por siempre un esclavo de la culpa... llevo la punta del arma hasta dónde se hallaba su propio corazón...

-Dios perdóname pero...mi amor está perdido en el oscuro corazón de la eterna noche a la que lo condene yo...no quiero estar sin él...

Enterró la daga en su pecho y sintió la vida abandonar su cuerpo, pero no dolía, nada podría lastimarlo jamás, más que la culpa de lo que le había hecho a su otra mitad, porque desde el momento en que Takano cerró los ojos parte de él había dejado también de existir...

"Solo te pido una cosa Dios, por favor dámelo una vez más, permite que volvamos a encontrarnos hasta que podamos redimir nuestros errores, hasta que nuestro amor sea tan inocente cómo la primera vez que nos vimos, no dejes que ninguno olvide el sonido del piano que nos unió, has que vuelva a nosotros tan mágico como el canto de una sirena"

 

 

 

Nunca fue consciente de ello hasta que era muy tarde pero, Su plegaria había sido escuchada.

Nunca fue consciente de ello hasta que era muy tarde pero, Su plegaria había sido escuchada.

Cincuenta años después cuando Takano despertó, pues como el príncipe de los vampiros no podría morir por algo como eso, cuando la herida de la daga en su corazón ya había sanado descubrió el cuerpo de Ritsu en sus brazos y lloró pensando que lo había perdido para siempre, jamás había rezado antes o siquiera había pensado en la existencia de Dios pero imploro a quien sea que pudiese escucharlo volver a encontrar a su otra mitad pérdida.

Nota al pie de la página del Diario:
He revisado está historia muchas veces y he investigado tanto en los mitos y leyendas que rodean nuestro viejo castillo, he leído una y otra vez acerca de la reencarnación, no entiendo que es lo pasa, ¿Porque cometemos los mismos errores? ¿Porque no te encontré antes Takano cuando aún era una niña, antes de casarme? Ahora la historia se ha repetido, tú te has vuelto mi carcelero y yo he vuelto a hacerte sangrar para poder escapar, ¿será que debido a esos errores por siempre nuestro destino estará maldito?
Te amo, aunque nunca pude decírtelo ni en esta vida ni en las anteriores, creo que es porque está vieja alma condenada a renacer una y otra vez está cansada que ya no quiero continuar con esto, sólo me he quedado después de lo que creí que era tu muerte para poder escribir esto esperando que nuestro próximo encuentro sea mejor... Mi último pensamiento serás tú y aquello que jamás podré decirte, Tómame, Cúrame, Mátame, Llévame a casa, de cualquier manera, cualquier día, esta vida que terminara pronto es sólo otra vuelta en el lazo del verdugo.
Siempre tuya: Wilhelmina Harcker


Junto a la última página del diario había un recorte de periódico la noticia de una joven y bella mujer que en un extraño accidente o un incomprensible suicidio se había caído desde un acantilado en Whitby.

Ritsu cerró el diario y ya había dejado de llorar, así que era la mitad pérdida de Takano. Pensó en un pequeño párrafo que había leído en uno de los tantos libros que había en la biblioteca, uno de los libros más antiguos que pese a estar tan bien conservado gracias al paso del tiempo parecía tan frágil que podría desmoronarse entre sus dedos.

"Al igual que los humanos, los Dioses olvidados poseen un alma y está conectada a el alma de alguien más, su otra mitad. Sin embargo tal y que como sucede con muchos humanos no siempre la encuentran y ya que estos pueden vivir eternamente a menos que algo acabe con su vida ~esto dependerá como se explicó anteriormente de la edad y linaje del Nosferatu o Dios Olvidado según el Folclore del lugar~ quienes no lo hacen se hunden en la depresión y el sufrimiento"



-es mucho peor cuando la encuentran y la pierden.

-¿Takano-san? -su voz lo sobresalto no se dio cuenta del momento en que había dejado de tocar el piano y había entrado a la biblioteca.

-siempre que despertaba lo primero que hacía y durante años lo único que hacía era tocar el piano, viajaba por todo el mundo a donde quiera que estuviese el mar cerca con la esperanza de que tú me escucharás para volvernos a encontrar y estar junto a ti y amarte hasta que finalmente la historia volviera a repetirse... nunca conocí a Tuomas Holopainen, jamás le conté nuestra historia y tampoco he tocado para nadie más que para ti esa melodía así que imaginarás mi sorpresa la primera vez que escuche Ghost Love Score, se reproducía en una tienda de música y tuve que huir antes de que las lágrimas de sangre que habían comenzado a derramar alarmaron a algún humano... no podía creerlo había tomado la decisión de dejarte descansar en paz, no buscarte más para que pudieras ser feliz así que busque los diarios de Mina para que nunca los fueras a leer por error pero no podía destruirlos, porque tenían nuestra historia la historia en la que alguna vez fuimos felices y los oculte aquí... incluso destruí aquel viejo piano...el único con el que podría invocar te...pero ese día, no sólo escuche la melodía... esa canción relataba en su letra nuestra historia Ritsu, lo que te he dicho una y otra vez en cada una de nuestras despedidas no podía creerlo, temí que el destino me persiguiera y hui, salí corriendo...pero desde entonces he asistido a cada uno de los conciertos de Nightwish, lo deje por completo en manos del destino si te encontraba en uno de ellos volvería a reclamarte, pensé que mi maldición te hacía daño y luego la noche de ese concierto, me di cuenta de que no soy el único maldecido por el destino y que sin importar lo que haga no puedo dejarte... aquí estoy de nuevo Ritsu, tómame y has que la historia se repita, cúrame que para puedas volver a herirme, mátame y huye de mi para que pueda volver a atraparte -Masamune le mostró al castaño la daga que ya había visto varias veces en sus sueños, aquella que la historia describía. -eres mío, estoy condenado a amarte por toda la eternidad, nos encontraremos en cada una de tus vidas y me pertenecerás de nuevo hasta que vuelvas a destruirme entonces dormiré, esperando que otra vez llegué el momento de reclamarte, hasta que la música y el mar te traigan a mí, mi alma en pena te buscará por siempre, Yo jamás te abandonaré Ritsu, esa es tú maldición...

-no...No quiero Takano-san ¡No puedes pedirme eso! Si...si esa historia es cierta, esto no es lo que yo pedí, yo quería ser feliz contigo recuperar nuestra inocencia pérdida para poder estar a tu lado, quería poder amarte sin tener que ser un prisionero.

-Yo también pedí un milagro Ritsu, también quería encontrarte de nuevo y amarte sin errores, sin miedo, quería poder creer que no necesitaba encerrarte para que quisieras estar a mi lado, pero mira lo que he hecho otra vez, si no temieras que puedo lastimar a las personas que amas ya me harías abandonado porque nunca supe amarte, porque desde el principio la única forma de hacer que estuvieras siempre mi lado era asegurándome de ello, me equivoqué y le pedí a Dios que me regresará a la niñez para mostrarme ante ti sin escudos y sin miedo, pero no puedo Ritsu las almas de los vampiros no tienen permitido renacer, jamás podré volver a ser inocente para ti... -Abrazo a Ritsu tan fuerte que temió romperlo debido a su fuerza sobrehumana, beso su frente y sus labios igual que hizo la noche del concierto, sus lágrimas de sangre no habían dejado de brotar. -no quiero lastimarte más Ritsu, así que te diré que debes hacer amor mío, recuerda que mi amor estará en ti. -cada palabra hería a Ritsu, las había escuchado tantas veces en sus sueños que sabía lo que seguía después de ello. -mi caída definitiva será por ti. -¿Definitiva, porque por esta vez decía eso? -si tú eres la persona que me corta sangrare eternamente... pero está vez ya no despertaré más, te daré tú libertad Ritsu voy a decirte cómo deshacerte de mí y de la maldición a ha tenido atado tu destino al mío, ya ha pasado mucho tiempo y sólo nos hacemos daño una y otra vez, ambos estamos cansados.

Ritsu tomó la daga que Takano le ofrecía, estaba cansado era cierto por eso ya no sería una marioneta más moviéndose bajo los hilos de ese destino, había tomado una decisión pero no podía hacerlo solo, juntos él y Takano se enfrentarían al destino y ese era el momento.

-tómame Takano-san. -llevo la daga a su cuello -cúrame, cura el dolor de cada doloroso encuentro hazme definitivamente tuyo...

-¿Que? No...No puedes pedirme eso...ni siquiera sé si puedo hacerlo, hace miles de años que no se intenta y si no logramos tú alma podría ser destruida, es por eso que no intente nunca...

-entonces Mátame, acaba está vez tú conmigo Masamune yo no quiero hacerte daño.

-no puedo lo que me pides es.... ¿Cómo podría matar al amor de mi vida?

-¡¿Entonces porque yo debo hacerlo?! ¿Sabías que Mina no fue la primera? No puedo vivir sin ti, mi alma no puede hacerlo, me llevas a la desesperación y haces que te mate una y otra vez con la esperanza de ser libre pero no puedo vivir sin ti, Wilhelmina, Mirai, Chris...todos han terminado igual, porque todos te amaban, yo.... te amo Takano Masamune, no quiero vivir sin ti. -Estaba sorprendido jamás creyó que volvería a escuchar esa palabras y su corazón latió con fuerza sus sentidos extasiados por sus emociones no pudieron reaccionar tan rápido así que no puedo evitar el corte que Ritsu hizo en su cuello.

-¡¡¡Ritsu, no!!! ¿Porque? Se supone que está sería la última vez, tú serías libre y vivirás feliz por ambos... ¿Porque?

-porque te amo, Takano-san llévame a casa y déjame ser tuyo, este vez yo elijo y quiero serlo. -jamás se había sentido tan débil e impotente como en ese momento, era algo peligroso demasiado, era apostar a su alma gemela y sabía que sus posibilidades de perder eran altas, casi absolutas, si el organismo de Ritsu no lograba asimilar la sangre vampírica está vez lo perdería para siempre, su más grande temor haciéndose realidad.

-¿Y si no vuelvo a verte? -de nuevo ambos podían escuchar la canción que los hizo conocerse y Ritsu sonrió sujetando con la poca fuerza que le quedaba la mano de Takano, se desangraba bastante rápido ya no había mucho tiempo, sonrió aún más y con todo su esfuerzo dijo, dándose cuenta de que la canción también contaba parte el final de esa historia.

-te prometo que...Cómo la llegada de mayo, estaré ahí cuando tú lo digas...
Takano sonrió y enterró sus colmillos en el cuello de Ritsu, lo había vaciado casi hasta la muerte mientras abría con la misma daga una herida en su propio cuello, y sujeto a Ritsu contra este para que pudieras alimentarse de él...Ritsu bebió con avidez de esa fuente que parecía inagotable y hacía que su cuerpo recuperara la fuerza y el color hasta que sintió un gran dolor... estaba muriendo...

Ya habían pasado varios segundos y parecía que Ritsu no reaccionaba, Takano beso sus fríos labios y se dedicó a escuchar como poco a poco el corazón del castaño dejaba de latir.

-El tiempo nunca resistió nuestro amor Ritsu...


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Un año más tarde de nuevo el ambiente se llenó de electricidad, los gritos del público dejaron de existir junto con este, no importaba cuántas veces la escuchara; la introducción de la canción siempre sería igual de poderosa, siempre lo llenaría de nostalgia. Ritsu cerro sus ojos verdes que ahora poseían un ligero brillo rojizo y se dejó envolver por la hermosa voz de soprano de la vocalista, igual que esa noche que ahora parecía tan lejana se encontró con unos hermosos ojos miel que lo miraban con hambre sólo que a diferencia de esa vez, él fue quien los busco.
Takano paso un brazo por sus hombros y lo pegó más a su cuerpo, sabía que después de que Ritsu despertara y una vez que el mismo se dedicó a alimentarlo para después hacer el amor por horas mientras intercambiaban besos y mordidas le encantaría ir al concierto de Nightwish, no se había equivocado...

De nuevo Ghost Love Score cerró la presentación y mientras caminaban juntos hacia su hogar tomados de la mano, Takano se dio cuenta de que algo sería igual por siempre.

-sabes Ritsu. -una vez que había llamado su atención le mostró sus colmillos y como estos se enterraban en su labio inferior hasta hacer que el vino carmesí brotará. -por ti sangrare eternamente.

Ritsu solo negó divertido y le besó con gula, devorándose mutuamente en ese beso, pensó que no le importaba herir de esa manera a Takano porque él también estaba dispuesto a sangrar eternamente por él.


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