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Ambivalencia por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Día 19 del fictober

Ambivalencia

"Estado de ánimo en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos"

 

Malik tenía todo en su vida 'etiquetado' a falta de una mejor palabra.

 

A Joey, Duke, Tristán y Tea, podía considerarlos amigos, aunque le costó más que un poco entender y aceptar que realmente había hecho borrón y cuenta nueva con él tras lo sucedido en Ciudad batallas.

 

Algunos chicos y chicas de su salón, así como de otros grados con los que de vez en cuando socializaba por cuestiones escolares, eran compañeros o conocidos, no había establecido relación cercana con nadie fuera de la pandilla desde que se había trasladado a Dómino.

 

Ishizu y Odion, desde luego, eran su familia. Habían pasado altos y bajos, pero habían sabido sobrellevar cada situación y se mantenían juntos, salían adelante juntos.

 

Yugi y Ryou eran sus mejores amigos. Siempre invitándolo a jugar con ellos, a pasar el rato, a divertirse. Siempre estando ahí para hablar o simplemente ofrecer compañía, un abrazo, un consejo, lo que hiciera falta. Ellos eran muy importantes para Malik, haría lo que fuera por ellos, tanto como lo haría por sus propios hermanos.

 

Atem y Bakura habían sido un poco más difíciles de etiquetar, con sus personalidades reservadas no era fácil saber realmente cómo veían a los demás ni lo que representaban para ellos. Pero con un poco de paciencia Malik descubrió que él y Bakura podían superar su momento como 'compañeros en el crimen' y ser realmente amigos, divirtiéndose al hacer bromas juntos o jugar videojuegos. Atem por otra parte era alguien con quien podría fácilmente tener una conversación larga y amena, el oji-vino era amable con​ él, con lo que Malik descubrió que lo veía como un amigo, y no solo amigo de su luz. 

 

Así que sí. Bakura y Atem eran buenos amigos.

 

Pero Marik…

 

Ugh.

 

Malik definitivamente no sabíacómo registrar a Marik en su vida.

Sí, bien, el tipo había cambiado. Y no eran solo palabras vacías, Malik podía sentirlo, tanto como verlo. Marik hacía lo suyo por ser parte de la familia, se esforzaba -a su manera- en convencerlos de que podía encajar con ellos; ayudaba a sus hermanos mayores en el museo para que él no tuviera que hacerlo.

Jamás había dicho en voz alta que no estaba especialmente entusiasmado con trabajar en el museo, pero sabía que Marik lo sabía… y llegó a preguntarse si lo hacía por él o por propio interés.

 

Marik no había tardado en encajar con Atem y Bakura, aunque verlo murmurando e intercambiando sonrisas con el albino significaba que algo interesante iba a pasar en el día. Usualmente a algunos profesores desagradables en la escuela.

 

Pero, a pesar de que se hizo de su lugar en la familia, Malik definitivamente no podía verlo como a Odion. Aunque Marik no disimulaba que para él era importante, y le cuidaba a su manera, no había un vínculo fraternal ahí.

 

Tampoco podía verlo como veía a Bakura, aun cuando los tres a veces se metían en travesuras y hacían jugarretas juntos. Había cierto vínculo entre ellos, pero no fluía tan sencillo y juguetón como con Bakura. No, Malik sabía que había más emociones y sentimientos involucrados en medio de los dos.

 

Muchos menos podía verlo como a Ryou y Yugi. Ni hablar. La complicidad de similar, la sensación de pertenencia también existía entre ellos… pero ¿Referirse a Marik como un mejor amigo?

No. Eso simplemente no se sentía bien. Ni siquiera podría planteárselo a sí mismo en voz alta.

 

Entonces ¿Qué era Marik para él?

 

 

Mientras se dividía entre la necesidad de enfadarse con Marik y la de jalarlo para besarse hasta que a ambos les dolieran los labios, jadeando acalorado y sin poder dejar de frotar su cuerpo contra el del más alto, Malik decidió que no había una sola forma de etiquetar a Marik en su vida.

Marik representaba demasiadas cosas como para que hubiese una palabra que las juntara todas.

 

Estar en los brazos de Marik era sentir que había un lugar al que realmente pertenecía, dónde era querido, no, adorado y necesario.  

Tener la boca de Marik contra la suya, o recorriendo su piel era placer y calidez, era olvidarse de todo lo demás y rendirse a un mundo de sensaciones indescriptibles.

Acurrucarse con Marik por la noche, a escondidas de sus hermanos, era un juego divertido y obtener un​ premio al final del mismo.

 

Algún tiempo después, Malik aprendió que quizás sí había una forma de explicar que era Marik en su vida.


Y eso era alma gemela.


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