Capítulo 1: Decisión Tomada
-No voy a permitir que me destruyan así la vida. Por "La Fuerza" soy vuestro hijo, no pueden pretender eso de mí, sólo tengo 17 años. Soy muy joven, además yo quiero ser un guerrero, no quiero casarme con el insoportable príncipe de la Federación de Comercio ¡Es más me niego!
Dijo Luke furioso.
Su padre Anakin Skywaker, Rey de la República, lo miró con seriedad y su madre, Padme Amidala, indignada.
-No nos hables así Luke Skywaker.
-Padme tranquilízate.- Le advirtió Anakin a su mujer. Luego se viró a su hijo.-Lo siento si no te gusta Luke, pero es necesario forjar amistades con otros sistemas planetarios que no pertenecen a la República. Y tú, como mi hijo y príncipe de la República y de los Jedy, tienes que sacrificarte por la República si verdaderamente la amas.
-Padre, pídeme lo que quieras, que entrene con el maestro Windu- Quien es el maestro más temido por todos los Jedy- incluso pídeme que cuide del loco de mi abuelo Palpatine, es más pídeme que vaya a la guerra (que voy encantado), pero no me pidas que me case con el príncipe Han Solo, padre. Que lo haga Leia, a ella le gusta ese estúpido, pero yo lo odio desde que tengo uso de razón.
Dijo Luke desesperado. Anakin suspiró y adquirió la expresión <i>Dark Varder</i>. Así le decían los Jedy, cuando ponía esa cara, de "Ya la decisión esta tomada gústele a quien le guste y si a alguien no le gusta, se las verá con mi sable de luz".
-Lo siento Luke, es una decisión tomada. Te casarás con el príncipe Han Solo, en dos semanas, lo quieras o no.
-¿Madre?
-Luke, tú tienes un don especial, la Fuerza es grande en ti, tanto que puedes tener hijos. Junto al príncipe de la Federación de Comercio serás muy feliz.
Le dijo su frívola madre.
-Los odio, los odio a los dos. Me tienen que arruinar la vida ahora que me falta tan poco para la mayoría de edad (apenas 11 meses). Me arruinan la vida a mí, pero la de Leia ni siquiera se toca, ella es sagrada, la gemela favorita...
La diatriba de Luke fue interrumpida por una cachetada de Padme. Luke la miró furioso. Su madre volvió a levantar la mano, pero Anakin paro la mano de Padme en el aire.
-Padme sal de aquí, te he dicho mil veces que no quiero que golpees a Luke.
Padme miró furiosa a su marido y salió del despacho de este.
-Lo siento hijo, pero la decisión ya fue tomada por el consejo y yo no puedo hacer nada. Soy el rey, pero porque así lo quiere el pueblo, esto es una democracia no una dictadura y a veces, ni yo mismo puedo evitar ciertas cosas.
-Me estás abandonando, cuando más te necesito.
Dijo Luke en un susurro dolido, mientras las lágrimas escapan de sus hermosos ojos azules.
-Lo siento Luke, pero sólo piensa por un segundo cuanto me duele a mí perder a mi único hijo varón.
Le dijo Anakin e inclinándose sobre él, le beso la frente con el cariño que sólo un padre podía demostrar.
-Yo siempre seré tu padre. Y como padre me duele perderte, más como Rey es lo mejor para todos.
Dijo su padre y salió de allí.
-¡Lo mejor para todos, menos para mí!... con esto me mataste padre.
Le gritó Luke mientras Anakin salía del lugar. Luke se derrumbó en el sofá y lloró hasta que sintió que la furia lo abandonaba.
Luke sabía muy bien cuanto amaba su padre aún a su antiguo maestro Jedy, Obi Wan Kenoby, pero Anakin lo había dejado ir, porque en aquel entonces el padre de Anakin el Lord Sith Palpatine, había reclamado a su hijo y su padre (Anakin) no había estado dispuesto a arrastrar a su maestro con el destino incierto que le esperaba. Cuando Palpatine enloqueció misteriosamente y Anakin se convirtió por derecho en el Rey de los Sith trató de hacer la paz con los Jedy, quienes lo habían criado en su niñez y adolescencia. La única forma en que el consejo Jedy se le ocurrió que podría haber paz era casándolo con la Reina Padme Amidala de la República. Y Anakin lo aceptó y nunca miró atrás, olvidando la promesa que le hizo a Obi_Wan de que algún día volvería y juntos serían felices. La historia se la había contado Quin Gon Jin el antiguo maestro de Obi Wan, quien estaba en el Consejo Jedy y quería mucho a Luke.
Luke levantó sus ojos azules y miró al cielo desde la ventana.
-Yo no desgraciaré mi vida al lado de alguien a quién no amo, como hiciste tú. Lo siento padre espero que algún día me perdones, tú y la República también.
Susurro Luke a la noche. Luke se encamino a empacar algunas cosas para viajar, pensaba escapar de la República hacia algún sitio donde nadie lo encontrara nunca.
Continuara....