Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Noche de Copas - Fyoya por Kurai Akuma

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Y allí estaba él, uno de los ejecutivos más fuertes de la Port Mafia, Nakahara Chuuya, caminando entre las oscuras calles de Yokohama con dirección a aquel bar en que se le había hecho costumbre ir solamente los días viernes con quien alguna vez fue su pareja y amante por un poco de diversión; pero en esta ocasión era por un motivo completamente diferente, lo único que buscaba era desahogarse con ayuda del alcohol

 

Ingreso al local con una cara de pocos amigos, se podía notar lo molesto que se sentía, además de que tenía un gran nudo en la garganta y miles de sentimientos en su pecho buscando salir a flote, más lo único que esperaba era que tras el quinto trago dichos sentimientos comenzaran a desaparecer hasta mitigar su dolor; odiaba sentirse así, verlo deprimido o decaído era sumamente extraño para él nunca le gusto mostrarse débil ante los demás, pero tuvo que caer ante el amor, eso fue el mayor error que pudo haber cometido en su vida

 

Bien dicen que la ignorancia es un motivo de dicha y tranquilidad, ya que en todos esos meses en los que se encontró saliendo con su excompañero Osamu Dazai se había sentido tan feliz y realizado, pero todo se derrumbó en el momento en que lo encontró con aquella mujer de cabellos rubios, jamás habría imaginado que sería traicionado de aquella forma, siempre pensó que ese castaño le amaba, pero todo era una mentira

 

Ese día termino temprano su trabajo, al ser las 6 de la tarde pensó en darle una sorpresa al detective e ir a buscarlo a su departamento, planeaba pasar la noche con el como muchas otras veces, así que para no ser descubierto por su mentora o por Morí no fue en su auto; pero al llegar vio aquella escena que le causó un gran pesar en su corazón, Dazai estaba besándose con esa mujer, la abrazaba y reían, sin pensar en todos los que los veían, que ni siquiera notaron su presencia. Tan fácil que pudo haber sido ir y asesinarlos a ambos, pero prefirió alejarse lo más rápido del lugar y poner en orden sus pensamientos, llegando a este lugar, un bar de mala muerte

 

Estaba decidido a no continuar atormentándose por ello, no lloraría por alguien quien no vale la pena, por alguien que solamente jugo con su persona, podía hallar a alguien más que reamente le quisiera, pero aun así dolía, desde su adolescencia se había enamorado de ese desperdicio de vendajes y a pesar de que le habían advertido que no debía salir con el decidió no escuchar

 

-que estúpido- se dijo a si mismo antes de terminar el vaso que sostenía entre sus manos el cual minutos antes el bartender le había entregado junto a la botella de whisky más fuerte del lugar, a estas alturas era obvio que si kouyou o algún otro miembro de la mafia lo veía no perderían el momento para decirle el típico >>te lo dije<<

 

Recargo su cabeza sobre la barra una vez retiro su elegante sombrero, observando el vaso vacío, cerró los ojos un momento para dejar divagar su mente y no escuchar ningún sonido que había a su alrededor, quedando su mente perdida en un silencio total, siendo interrumpido por una extraña y profunda voz

 

-¿Qué hace un lindo petirrojo en un lugar como este?- pregunto un hombre de cabellos azabaches y un extraño gorro sobre su cabeza

 

Chuuya abrió los ojos observando al sujeto que se había sentado a su lado, llenando su vaso nuevamente haciendo que se reincorpore; no lo había visto con anterioridad, además le llamo la atención con la que le había llamado, pero sobre todo esos profundos ojos violáceos y sonrisa tranquila, que de alguna forma le hizo pensar en Dazai

 

-no es de tu incumbencia- respondió molesto esperando que este se alejara por su actitud -podrías no molestar, te lo agradecería- bebió de un solo trago el whisky intentando ignorar a su extraño acompañante

 

-lamento si te moleste, mi nombre es Fyodor Dostoievski- se presentó sin importarle si aquel chico pelirrojo que tenía al frente suyo sabía que era el líder de una organización enemiga - ¿te molesta si bebo contigo?- en ese momento el hombre de la barra le entrego un pequeño vaso con un whisky un poco más ligero que el del contrario

 

-como sea, no me importa- y así era, no tenía ni el mínimo interés por el azabache, de todas formas en cualquier momento se iría si no seguía su absurda conversación buscando alguna compañía más agradable

 

Por varios minutos ninguno dijo alguna palabra, se sentía incómodo de que aquel sujeto estuviera a su lado, incluso llegaba a sentir como lo veía por pequeños lapsos de tiempo haciendo que su piel se erizara -Nakahara Chuuya- hablo llamando su atención -ese es mi nombre- 

 

-Chuuya- repitió el mayor bajando la mirada esbozando una ligera sonrisa en su rostro -lindo nombre, pero dime Chuuya ¿qué es lo que te tiene tan decaído?- se acomodó de forma en que pudiese verlo de frente, esperando una respuesta - ¿acaso fue un mal de amores?

 

Su estómago dio un vuelco tras escucharlo, ¿tan obvio era lo que le había ocurrido? ¿Tan mal se veía para que cualquiera lo notara?

 

-no es de tu incumbencia- respondió dándose la vuelta y verle de igual forma de frente observando esta vez por completo sus facciones notando que no era japonés -¿Qué es lo que quieres conmigo?

 

-me gustaría conocerte ¿acaso no es obvio?- tomo su mano acariciando sus nudillos con lentitud para posteriormente llevarla a la altura de sus labio y depositar un pequeño beso sobre esta - ¿me lo permitirás hermoso petirrojo?

 

Aquella acción logro sacar un notable tono color carmesí sobre sus mejillas llevándole a desviar la mirada sin retirar su mano, sin duda aquello le había avergonzado pero no se dejaría llevar por sus palabras bonitas, no permitiría que alguien más jugara con él 

 

Por unas largas horas una grata conversación se suscitó entre ambos, poco a poco comenzaba a hablar más siendo el alcohol en su sangre el culpable, llegando al punto de comenzar a mencionar al culpable de su dolor, siendo escuchado con total atención por el ruso

 

-eshe maldito de Dazhai, shimpre hace lo que quiere- a estas alturas hablaba con dificultad y aún más si ya había terminado con la primera botella y la segunda iba por más de la mitad, sin en cambio al mayor no parecía hacerle efecto el alcohol que -sholo eshtaba jugando conmigo, jamash le importe- sus ojos se humedecieron dejando ver un par de lágrimas bajar por sus mejillas, recargo el codo sobre la barra colocando su frente sobre la palma de su mano, no quería llorar pero era inevitable. 

 

Se puso de pie dejando una cantidad sobre la barra, no le tomo importancia a la cantidad, solo quería salir de allí para que no le viese su ahora compañero de tragos -me voy, ya no quiero sheguir hablando- se iba a alejar del lugar cuando una mano lo sostuvo por el brazo haciendo que se detuviera, redirigió la mirada a aquel que evitaba su salida -Fyodor shuel...tame- no se molestó en forcejear, solo bajo la mirada dejándose llevar por un llanto silencioso

 

-tranquilo petirrojo, no derrames más lagrimas por alguien como el- llevo una mano a su mejilla para alzar su rostro, sus ojos estaban completamente colorados, podía sentir un ligero temblor en su cuerpo, podía darse cuenta del dolor que estaba sintiendo en esos momentos -yo hare que lo olvides- sin pensarlo dos veces se acercó a su rostro depositando un pequeño beso sobre sus labios, acariciando su mejilla con su pulgar, removiendo las lagrima que continuaban bajando

 

Por su parte, Chuuya permanecía estático, no sabía cómo reaccionar, además de que no estaba en sus cinco sentidos -¿Por qué? ¿Por qué me besaste?- necesitaba una respuesta aunque al día siguiente la olvidaría, pero también quería que volviera a besarlo, quería sentirse amado por alguien ahora que había perdido todo

 

-¿Por qué? Porque desde que te vi por primera vez me cautivaste por completo a pesar de que te encontrabas con aquel sujeto y ahora que puedo tenerte no perderé a oportunidad- unió por segunda vez sus labios, pero en esta ocasionen un beso más demandante, poso su diestra sobre su nuca para que no intentara separarse y su mano libre la bajo hasta su cadera, apegándose mas a su cuerpo y dejarlo sin oportunidad de escapar; paso su lengua por sobre sus labios esperando a que el menor entendiera el mensaje y abriera la boca, ingresando su lengua aumentando por cada segundo la intensidad del beso, separándose solo para apreciar el rostro sonrojado del menor, así como su respiración agitada por la falta de aire -vámonos de aquí- pago lo que había bebido y sin soltar su mano salieron del bar donde un automóvil negro los esperaba, subiendo ambos en la parte de atrás y dirigirse a donde se encontraba hospedado el ruso

 

Chuuya no dijo nada más, solo le siguió caminando de forma torpe intentando no tropezar, no estaba borracho del todo, solamente algo mareado, pero eso era lo de menos, no importaría lo que hiciera con ese hombre que acababa de conocer, necesitaba desahogar su dolor, necesitaba olvidar a Dazai y todo sería con Fyodor, no importaba si decía la verdad o le mentía, no pasaría nada malo por algo de una noche, algo que no se volvería a repetir a futuro 

 

Durante el camino no desaprovecharon el tiempo, Chuuya se había acercado sin vergüenza alguna al azabache, besando sus labios con lujuria mientras el contrario con sus grandes manos se apresuraban a explorar el cuerpo del menor, provocando múltiples escalofríos en su cuerpo así como uno que otro pequeño jadeo

 

Al llegar se apresuraron a entrar, donde una vez cerraron la puerta y nadie les viera Fyodor lo tomo entre sus brazos haciendo que este rodeara con ambas piernas su cadera llevándolo hacia la amplia habitación, depositándolo con delicadeza sobre la cama

 

Lentamente fueron despojándose de sus ropas hasta quedar ambos completamente desnudos, el ruso observaba por completo el cuerpo del menor con deseo, mientras el rojinegro cubría su rostro con el dorso de la mano por la vergüenza de que alguien más lo viera en ese estado tan vulnerable

 

Con el pasar de los minutos la habitación comenzó a llenarse de diminutos jadeos que escapaban de la boca del menor, cada beso y caricia le era realmente excitante, podía sentir la delicadeza con la que le tocaban en todo momento, desde el momento en que le preparo hasta que entro en su interior, su cuerpo se sentía tan caliente, dejándose llevar por las múltiples olas de placer que subían por su columna vertebral, gimiendo de manera descarada una y otra vez el nombre del mayor

 

Diferentes posturas, diferentes posiciones, llegando al orgasmo más de una vez, susurrando en su oído tanto palabras románticas y cariñosas como algunas palabras obscenas, ni siquiera Dazai, que a pesar de haberle conocido por tanto tiempo, lo había tratado así, lo suyo se había vuelto metódico y aburrido, como si solo lo hiciera para cumplir una obligación, ya se había acabado el amor entre ellos a final de cuentas

 

-Chuuya, quédate conmigo, no vuelvas con Dazai- hablo con la respiración entrecortada mientras retiraba su miembro de su interior, depositando un diminuto beso sobre su frente y acariciando su suave cabellera -no permitiré que vuelvan a causarte dolor- lo abrazo con fuerza pero sin llegar a lastimarlo

 

-si- respondió a su petición cerrando los ojos, llevando sus brazos alrededor de su cuello para abrazarle de la misma forma, no tenía motivo para negarse, aunque en un principio pensó que solo seria sexo lo de aquella noche, Fyodor le brindaría el amor que necesitaba, el amor que perdió ese mismo día

 

Al final cayo profundamente dormido, sin soltarse del mayor en ningún momento, cuando el ruso lo noto se acomodó a su lado acomodándolo sobre su cuerpo, pensaba en si su respuesta había sido a causa del alcohol o estaba consiente, cosa que al día siguiente comprobaría, a final de cuentas no permitiría que se alejara de su lado ni que nadie se atreviera a arrebatárselo.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).