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My One and Only por yaoista

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Notas del capitulo:

Hola!

Antes que nada quisiera agradecerles por entrar al fic, en verdad espero que sea de su agrado, poco a poco mejora, lo prometo.

Este Fic ya lo había publicado anteriormente, pero por cosas del destino se borró, y yo ya no pude continuaro hasta ahora, decidí subirlo desde el principio así que espero les guste!

Un pequeño niño de ojos verdes entraba temeroso y curioso a una gran tienda, llena de prendas y con algo de polvo, había tantas cosas como en las otras tiendas y cada cosa que volteaba a ver le sorprendía.

-          ¿Hogwarts, guapo? —Preguntó Madame Malkin, una bruja sonriente y regordeta, vestida de color Malva –tengo muchos aquí... En realidad, otro muchacho se está probando ahora.

En el fondo de la tienda, un niño de rostro pálido y cabello rubio estaba de pie sobre un escabel, mientras otra bruja le ponía alfileres en la larga túnica negra. Madame Malkin puso a Harry en un escabel al lado del otro, le deslizó por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcarle el largo apropiado.

-          Hola —dijo el muchacho—. ¿También Hogwarts?

-          Sí —respondió Harry.

-          Mi padre está en la tienda de al lado, comprando mis libros, y mi madre ha ido calle arriba para mirar las varitas —dijo el rubio. Tenía voz de aburrido y arrastraba las palabras—. Luego voy a arrastrarlos a mirar escobas de carrera. No sé por qué los de primer año no pueden tener una propia. Creo que voy a fastidiar a mi padre hasta que me compre una y la meteré de contrabando de alguna manera –aseguró haciendo reír al ojiverde — ¿Tú tienes escoba propia? —continuó el muchacho.

-          No —dijo Harry.

-          ¿Juegas al menos al quidditch?

-          No —dijo de nuevo Harry, preguntándose qué diablos sería el quidditch.

-          Yo sí. Papá dice que sería un crimen que no me eligieran para jugar por mi casa, y la verdad es que estoy de acuerdo. ¿Ya sabes en qué casa vas a estar?

-          No —dijo Harry, sintiéndose cada vez más tonto.

-          Bueno, nadie lo sabrá realmente hasta que lleguemos allí, pero yo sé que seré de Slytherin, porque toda mi familia fue de allí. ¿Te imaginas estar en Hufflepuff? Yo creo que me iría, ¿no te parece?

-          No lo sé —contestó Harry, deseando poder decir algo más interesante, no tenía idea de lo que el rubio decía.

-          ¡Oye, mira a ese hombre! —dijo súbitamente el chico, señalando hacia la vidriera de delante. Hagrid estaba allí, sonriendo a Harry y señalando dos grandes helados, para que viera por qué no entraba.

-          Ése es Hagrid —dijo Harry, contento de saber algo que el otro no sabía—. Trabaja en Hogwarts.

-          Oh —dijo el muchacho—, he oído hablar de él. Es una especie de guardabosques.

-          Si, suena genial su trabajo –exclamó Harry.

-          ¿Te imaginas los animales que ha de conocer? –añadió el ojigris abriendo grande los ojos – ¡hombres lobos y dragones!

-          Podemos decirle que nos lleve a verlos –sugirió el moreno.

-          ¿Tú crees que quiera? –preguntó emocionado el rubio causándole ternura a Harry.

-          Puedo preguntarle cuando estemos allá –respondió divertido y el chico sonrió.

-          Está muy grande –comentó el ojigris con ojos asombrados –me hace sentir pequeño.

-          Eres pequeño –respondió el moreno divertido acercándose al otro para despeinarlo.

-          ¡Oye! No soy pequeño –se quejó inflando sus pequeños cachetes sonrojados.

-          Si eres pequeño –respondió quitando un mechón de la frente del otro –no había notado tus ojos, son grises.

-          Si, lo son –dijo apenado por la cercanía del otro.

-          Me gustan –afirmó con naturalidad.

-          Me tratas como mi papá trata a mi mamá –se quejó desviando la mirada, pero sin apartarse del chico.

-          ¿Enserio? –respondió el moreno encogiendo sus hombros –No conozco a mis papas, no sé cómo se trataban –agrego –y mis tíos no se tratan así. ¿Pero es malo?

-          No es malo –respondió tras la confesión del moreno –pero así se trata a las personas que te gustan.

-          Pero tú me gustas –afirmó poniendo extremadamente rojo al rubio –me gustan tus ojos.

-          Eres muy directo –rio aun apenado –y un poco inocente… No creo que sepas lo que estás diciendo.

-          Ya está listo lo tuyo, guapo –interrumpió Madame Malkin y Harry volteó a ver a su acompañante lamentando dejar con él.

-          Bien, te veré en Hogwarts, supongo —dijo el muchacho.

-          Nos vemos en Hogwats –sonrió el moreno y salió de la tienda mientras comía el helado que Hagrid le había comprado.

-          Hagrid, ¿qué es el quidditch?

-          Es nuestro deporte. Deporte de magos. Es... como el fútbol en el mundo muggle, todos lo siguen. Se juega en el aire, con escobas, y hay cuatro pelotas... Es difícil explicarte las reglas.

-          ¿Y qué son Slytherin y Hufflepuff?

-          Son casas del colegio. Hay cuatro. Todos dicen que en Hufflepuff son todos inútiles, pero...

-          Seguro que yo estaré en Hufflepuff —dijo Harry desanimado.

-          Hey ninguna casa es mala –dijo sonriente el gigante.

-          ¡Quisiera estar en Slytherin con… rayos! ¡No le pregunte su nombre! –se lamentó el moreno.

-          Oh! Así que conociste a alguien –se alegró el mayor.

-          Sí, es un chico rubio, tiene ojos grises, dijo que estará en Slytherin y que le gusta jugar quidditch.

-          Valla, ¿suena un chico muy interesante no?

-          ¡Lo es! Ya quiero entrar a clases Hagrid –exclamó animado el menor.

Notas finales:

Les gustó? 

No duden en dejar su lindo comentario que amaré leer.

Saludos!


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