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Todo se trata de una buena estrategia por Solecitoyanass

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Notas del fanfic:

-En esta historia nunca existió el Señor Tenebroso, por lo que no hubo mortífagos y por tanto todos los personajes muertos en la historia original están vivos.
- al inicio de la historia Draco y Harry aún se llevan mal, pues pertenecen a casas diferentes, entre otros factores que irán descubriendo conforme avance la historia.
-En este universo no hay problemas con las personas homosexuales, todos son libres en cuanto a sus preferencias sexuales.
- Es completamente HARCO, por tanto, Harry es el Seme y Draco es el uke, no hay sukes. Quería aclararlo por las personas que no gustan de este y prefieren el Drarry, con el objetivo de que no lean ya que después pueden terminar decepcionándose.
-Originalmente pensaba hacer una historia corta, pero luego me vinieron más ideas a la cabeza, me dejé llevar mucho y bueno aquí están los resultados, espero les guste.

Nota: ¡¡¡Este es un fic dedicado una de mis más grandes amigas, por ella conocí el yaoi y por ella es que he llegado a apreciar mucho el BL!!!

Notas del capitulo:

Este fanfic es uno de los primeros que escribí, no es la gran cosa, pero le tengo mucho cariño por eso he decidido compartirlo con ustedes.

Era su último año de escuela y únicamente faltaba la mitad del curso para la graduación, por lo que estaba muy consciente de que una vez terminara el curso, no lo volvería a ver. Él había intentado un par de veces confesarse, pero siempre fallaba por culpa del cuatro ojos, tarado de pacotilla "Harry Potter", y es que Neville no se separaba del pelinegro ni de sus amigos. Las veces que intentaba acercarse siempre aparecía él y le arruinaba los planes. Claro, porque siempre que había encuentros entre Gryffindors y Slytherins todo terminaba en insultos.


Ya no tenía más cartas bajo la manga, lo único que le quedaba por hacer era resignarse y continuar con su vida, tal vez en el futuro se volverían a encontrar, uno nunca sabe. Aunque el poco acercamiento que tuvieron durante la escuela no le daba muchas esperanzas de lograr entablar una amistad y después una relación. Al final todo eran simples ilusiones, claro que eso jamás iba a pasar; definitivamente tenía que resignarse y continuar con su vida, eso sí, aprovecharía el último mes para admirar a su amor desde lejos.


— ¿Qué te pasa Theo? —preguntó Blaise, llevaba algún rato intentando comunicarse con su amigo.


— Nada, no me pasa nada —aseguró entre suspiros.


— A mí no me engañas, desde hace rato que te ando hablando y no me pelas, estoy seguro de que eso es amor no correspondido.


Inmediatamente se puso colorado, —cómo había sido tan fácil de leer—, si algo hacía bien el Slytherin era ocultar sus sentimientos y ahora de buenas a primeras su amigo descubre la verdad.


— ¡Por supuesto que no! —intentó engañar al italiano.


— Claro que sí, se te nota en toda la cara —comenzó a frotarle las mejillas mientras hacía pucheros extraños—. Vamos, dime quién es la malvada que hace sufrir a nuestro querido Theo.


— Ya déjame, Blaise —quitó las manos de su amigo, y sintió un ligero ardor en las ya muy sonrojadas mejillas.


— Pero dime, en serio quiero ayudarte —aseguró su amigo.


— Está bien, pero no te vayas a enojar cuando te lo diga —advirtió el chico.


— Bien, no me enojo, pero en serio ya dime que me muero de la curiosidad.


— Tú nunca cambias Blaise Zabini —le agradaba su amigo, mucho, aunque a veces fuera un pesado—. Bien, para empezar... no se trata de una chica, si no de un chico.


— ¡¿Qué?! —jamás pensó que Nott fuera del otro bando, aunque no le extrañaba, después de todo existían varios muchachos en Hogwarts a los que les traía muchas ganas, más los magos fértiles y es que todos los fértiles tenían un aire sensual que era inevitable no desearlos.


— Si, y eso no es todo —continuó— el que me gusta es un Gryffindor —Esperó a que su compañero lo despedazara vivo.


— ¿En serio? —al final no le sorprendió tanto cómo esperaba— y entonces por qué no vas por él y lo haces tuyo.


— Pero..., ¡Qué te ocurre Blaise, eso no es tan fácil cómo parece! —Nott intentaba dejarle claro a su amigo que ya era demasiado tarde y no había nada por hacer. Mientras tanto Blaise reía, claro que ya entendía el interés de su amigo por el mismo sexo, era tan obvio; y es que, si algo tenían los Gryffindor, es que eran demasiado lindos, bueno, en su mayoría. Tal cómo esos dos pelirrojos menores; Ginevra y Ron Weasley, cómo lo encendían esos dos hermosos chiquillos y ni hablar de la castaña Hermione, alguna vez intentó acercarse, pero ella lo ignoró completamente, había otros lindos y deseables Gryffindor, pero esos eran los únicos que no se había podido echar al plato, ellos y Neville, por supuesto.


— Yo creo que es bastante sencillo, los Gryffindor están servidos en charola de plata en espera de que algún atractivo y genial Slytherin los deguste sin pudor — Nott reía de las babosadas que decía su amigo, indudablemente era un casanova sin remedio.


— Este no es tan fácil como tú crees— sentenció.


—Claro que sí, todos ellos lo son — estaba muy seguro de sí— a ver, dime de quién se trata y yo te lo consigo.


— Lo... Longbottom —por fin pudo decir, mientras su amigo se ahogaba de la impresión— es el Gryffindor que quiero.


— Ya, entiendo bien —lo miraba impresionado mientras asentía continuamente—. Si, la tienes difícil, más con el estúpido de Potter todo el tiempo a su alrededor, parece mamá gallina el maldito —Nott pudo notar que a su amigo le hirieron el orgullo los amigos "lindos" de Potter, pues eran los únicos de Gryffindor que no había logrado conquistar.


— Lo ves, te lo dije —el chico se levantaba de su asiento para dar por terminada la charla— es imposible, ni tú lo has logrado, así que si me disculpas...


— ¡Espera! —detuvo al chico—, tengo una idea, me habría servido a mí cuando quise conquistar a los amiguitos de Potter, pero ahora que tengo a Pansy ya no me interesa ejecutar mi plan malvado.


— ¿A qué te refieres? —estaba muy interesado.


— Algo de lo que me di cuenta hace algún tiempo y que ahora amigo, sé que te será de mucha ayuda. Agradezco a Merlín por no haber jugado esa carta antes de tiempo  —Se sentía victorioso.


— ¡Ya dime de qué carajos se trata! — exigió ansioso por saber de qué iba todo lo que decía su compañero.


— Ok, esto te va a gustar. Lo único que necesitas hacer es alejar a Potter de Neville y su grupo de tontos—  sonrió satisfactoriamente.


— ¿Todo para eso? —formuló decepcionado— crees que no lo he intentado antes idiota.


— Espera... es que no lo has intentado de la forma correcta —Definitivamente Zabini era un caso, no se explicaba cómo podían ser amigos de tanto tiempo—. Lo que tienes que hacer es que el tonto de Potter se enamore, así estará más concentrado en descargar su frustración sexual, que en andar cuidando la virginidad de sus amigos, ¿Entiendes ahora? —indudablemente funcionaría, pero aún existía un detalle.


— Todo lo que dices suena muy bien, de hecho, te aplaudiría si no fuera por un pequeño pero esencial detalle.


— ¿A si? ¿Y cuál es ese detalle? — Zabini no perdía la sonrisa de satisfacción y orgullo.


— Qué tendríamos que buscar a alguien que este dispuesto a conquistar a Potter mientras yo hago mi jugada, y obviamente nadie va a querer después de que la Weasley lo dejara por que según ella es muy idiota —Vociferó para después quedar en completo silencio.


— Ahí es dónde te equivocas querido amigo —esperó unos segundos para continuar— es cierto, que Potter es idiota, y las chicas se alejaron de él, pero eso no quiere decir que todas las personas interesadas en él lo dejaron de hacer.


— Explícate mejor —pidió su amigo.


— Theo querido, aquí es donde entra nuestro lindo y deseable amigo Draco Malfoy —Nott quedó con la boca abierta, lo que acababa de oír era una completa locura, Draco qué tenía que ver en todo eso, no le encontraba relación con nada de lo que estaban discutiendo—. No te quedes así, qué no te das cuenta, haremos que mi lindo Draco conquiste a Potter, cuando el idiota esté perdido por nuestro amigo, tú tendrás acceso a Nevi y todos felices para siempre.


— ¡Te has vuelto loco! —Apuntó Theo— Te das cuenta de lo que dices, en qué mundo Draco accedería a conquistar a Potter.


— En ninguno mi amigo, pero sí podemos darle un pequeño empujoncito a Draco y así se decida de una vez a tirar esa fachada de "odio a Potter".


— No digas idioteses Blaise, acaso me estás diciendo... diciendo qué— sus palabras titubearon— ¡Qué a Draco le gusta Potter!


— Pues claro, y estoy seguro que el otro tarado está igual, solo date cuenta como se están peleando todo el maldito tiempo desde que pisaron Hogwarts.


— A ver... explícame mejor eso que no termino de entender.


Blaise, se cruzó de brazos y se recargó por completo en el asiento frente a Nott—. Ay Theo, no necesitas ver para creer. Draco se la pasa hablando todo el tiempo de ese menso, si no está estudiando o durmiendo, está hablando de cuanto "lo odia" —hizo un gesto de comillas con sus dedos.


— Está bien, creo lo que tú digas, es cierto que cada que me lo topo no hace más que hablar tarado pero dime... ¿Cómo lograras eso? —indagó el muchacho.


— Tú no te preocupes, déjamelo tooodo a mí —aseveró con un coqueto giño.


— Esta bien, pero... ¿Crees que funcionará? —dudó, pues no estaba muy seguro de que Draco realmente tuviera algún tipo de sentimiento positivo por el Gryffindor.


— Notty, todo se trata de tener una buena estrategia —sonrió—, si tu estrategia es buena, el plan funcionará. Cómo dije, no tienes que preocuparte, qué de Draco y Potter, me encargo yo. Tú sólo concéntrate en pensar lo que harás cuando tengas a Longbottom en tu propia charola de plata —Un guiño confidente selló el plan de Zabini y Nott para conquistar a su Gryffindor.


***


Esto si que había sido un completo desastre, no sabía porque su arrogancia siempre lo llevaba a cometer estupideces. Se fue directo a los vestidores para darse una ducha rápida, después se dirigió a las mazmorras, tenía ganas de recostarse y pensar un poco.


Como un Slytherin y como un Malfoy no podía retractarse, pero cómo le pesaba haber cedido tan fácil, de haber sabido lo que pasaría, habría manejado mejor sus emociones, y no hubiera terminado aceptando la estúpida apuesta de Zabini.


Recordó como la noche anterior, cuando Blaise regresaba de una cita con Pansy, entró a su dormitorio para contarle lo bien que le había ido, luego entre una y otra cosa llegaron al tema del partido de Quidditch que se celebraría al día siguiente. Blaise insistió ferviente en que no tenía caso que jugaran pues los Gryffindor siempre ganaban, así que le pedía a Draco lo acompañara a comprar unas cosas que necesitaba.


Ante su afirmación Draco se molestó, y no era para menos, cómo se atrevía a decir que no valía la pena jugar si de todos modos perderían. Por su puesto que defendió a sus compañeros de equipo y a su adecuada actuación como líder de equipo, sin embardo, Blaise insistía en que aún con su alto nivel de entrenamiento terminarían perdiendo.


Después de una larga disputa, Blaise retó a Draco para ganar el partido, una simple apuesta —el que gane pedirá lo que quiera al perdedor había propuesto. La furia de Draco no le permitió pensárselo dos veces y entonces aceptó encantado.


¡Qué bien!, era pan comido para el Slytherin, ya que en la última temporada habían entrenado sin descanso para por una vez en sus años de escuela se llevara el trofeo de campeón. Al final, cómo bien lo dijo Zabini, los Gryffindors ganaron, por una fracción de segundos en que no pudo alcanzar la snitch y su peor enemigo, Harry Potter, la había tomado.


Al finalizar el juego, Blaise corrió a dónde Draco se encontraba.


— Bien, qué es lo que quieres —Los Malfoy siempre cumplían sus promesas y esta vez sería de la misma forma, no importaba que le pidieran una gran suma de dinero o un viaje a otro país, lo que sea lo haría.


— Quiero que beses a Harry Potter— estableció el italiano,


— ¿Qué? ¿Te has vuelto loco? —estaba colérico y anonadado.


— No, es en serio, quiero que beses a Harry Potter enfrente de todos, obviamente Pansy y Theo como testigos.


— Estás idiota si crees que voy a hacer algo así —refunfuñó el rubio.


— ¿Te vas a echar para atrás? — cuestionó descaradamente.


— No, un Malfoy, nunca se retracta de sus palabras —hizo a un lado al moreno para darse paso— hoy, a la hora de la cena, besaré a Potter.


Y con esas últimas palabras salió de la cancha para dirigirse a los vestidores, mientras tanto Blaise saboreaba la victoria y Nott alababa a su amigo por tan bien elaborado plan. Todo iba viento en popa, ya sólo faltaba que Potter cayera rendido y todos serían felices para siempre.


***


— Bien, era un hecho, no podía dar marcha atrás; era hora de pagar la deuda... —Apretó los puños con fuerza, un poco agobiado por lo que estaba a punto de hacer.


Entró al gran comedor, pudo ver a varios chicos que platicaban animosos mientras tomaban sus alimentos. Escaneó todo el lugar para detectar a Potter, ni él, ni el resto de sus amigos estaba en la mesa de Gryffindor, eso quería decir que aún no se presentaba para la cena. Suspiró de desesperación y es que ya quería que todo pasara, antes de que se arrepintiera, no quería quedar como un cobarde, pero el sólo hecho de imaginarse besando al cuatro ojos le hacía sentir un escalofrío y ganas de vomitar.


Como el tonto Potter aún no se presentaba, decidió ir a sentarse con sus amigos, en la mesa ya se encontraba Pansy, quién le saludó con agrado, a su lado se encontraba Blaise con su sonrisa de estúpido, y a su lado Theodore. Cuando llegó a la mesa Nott le preguntó si se sentía preparado para pagar la apuesta, obviamente se disgustó, pero no lo demostró, como un Malfoy no podía darles el gusto de que lo vieran perturbado por algo como eso.


— ¿Enserio lo harás? —preguntó Pansy.


— Ya dije que sí, no tienen por qué dudar de mi palabra —tomó un poco de zumo de calabaza.


— No es eso Draco —susurraba para que nadie más pudiera oírla— es sólo qué... se trata de Potter y tú...


— ¿Y yo qué? —esta charla comenzaba a ponerlo furioso, acaso lo estaban subestimando, pensaban que después de un simple beso caería rendido ante el gran dios Harry Potter, ¡Pues no! Estaban totalmente equivocados, él no iba a caer rendido antes sus encantos, es cierto que era muy atractivo, cualquiera querría acostarse con él, pero... ¡pero qué rayos estaba pensando! Definitivo, sus amigos molestando eran una mala influencia para sus pensamientos.


— Nada nada, de hecho —desvió la mirada haciéndole una seña— allí viene.


Draco se puso tenso al momento, giró la mirada lenta y disimuladamente para ver como Harry iba entrando con sus amigos, a su lado derecho Granger y Weasley, en el izquierdo Finnigan y Longbottom, hasta parecían sus guardaespaldas y él en medio del cuarteto con una sonrisa boba que daban ganas de tirársela de un golpe.


Ese día al verlo entrar todos aplaudieron felicitándolo por ganar el partido de esa tarde. Como lo odiaba y ahora estaba menos dispuesto a pagar su deuda, era lo que tanto había temido, pero ya era tarde sus amigos lo miraban esperando a que cumpliera con su promesa.


— Draco —canturreó Zabini.


— Bieeen... ya voy —fue lo único que dijo y de mala gana se levantó de su asiento. Después caminó con su elegancia natural y llegó hasta la mesa de los leones.


Se plantó frente al moreno, aún titubeó un poco antes de decidirse, apretó los puños y entonces...

Notas finales:

Intentaré actualizar todos los días para finalizar en poco tiempo este Fic.


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