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Cancionero por sagadegeminis

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"La noche aspira a guardarme algún misterio
y como un extraño salgo a caminar.
Por las calles silenciosas del suburbio va mi alma
solitaria entre el mundo y las veredas viejas".

Esa noche también me sentía asfixiado, al igual que solía pasar cada por tres, en el Templo de Géminis. Necesitaba aire y estaba por demás de inquieto, así que salí a caminar. Los senderos del Santuario resultaron insuficientes, por lo que me aleje mas aun y termine en Rodorio. 

Las calles del pueblo estaban vacías y el silencio era sepulcral. Aun así, eran las mismas calles donde pase unas cuantas horas durante mi infancia y al principio de mi adolescencia huyendo de mi destino, aquel que me invitaba a ser tan solo una sombra de Saga. 

Las cosas habían cambiado un poco en la actualidad y ya no me importaba tanto lo que dijeran los demás, especialmente cuando se referían a mi como "el gemelo de" o "el hombre que engaño a un Dios". Tenia un nombre que me daba una verdadera identidad, no necesitaba seudónimos, mucho menos aquellos que me ataban a mi pasado. 

"Buenas noches, me digo, y me invito a beber.
Estamos solos, me dije, y te advierto
de nada sirve mentirse a uno mismo.
El propio espejo y la puerta  sabe quien soy,
se abrió y me dejó desnudo para siempre".

Continué caminando hasta llegar a un bar. No lo pensé dos veces y entre. Me ubique en la barra y pedí un Whisky con hielo. Absorto en mis pensamientos, ignore el bullicio a mi alrededor. Mi vida corría por mi mente sin lastima alguna, aunque con cada imagen, cada palabra que se denotaba me sintiera morir. 

Mis años en el Santuario, las acciones desesperadas por llamar la atención, aunque fuesen por lo menos de mi gemelo, el tiempo en Cabo Sunion, el cosmo de Athena resguardando mi vida, mi sed de venganza, me llegada a Atlantis, el comienzo de mi plan ambicioso, la llegada de los generales marinos, el despertar del dios, la lucha contra los caballeros de Athena, mi derrota, mi arrepentimiento, mi humillación. Estuve a punto de quitarme la vida después de eso, pero por alguna razón sentí que debía defender a Athena y luchar a favor del amor y la justicia. 

Lo hice y estuve dispuesto a morir en batalla. Aunque no fue así, termine mal herido en mi ultimo combate contra el juez, pero logre sobrevivir y regresar. Destinado a convertirme en el Gran Patriarca sentí ahogarme otra vez por la crueldad de mi destino. Respire aliviado cuando Shion, Saga y Aiorios revivieron. Ellos serian sumos sacerdotes antes que yo. Cuando llegara mi turno probablemente ya estaría muerto. 

He intentado morir pero me fue negado. Supongo que el hecho de que mi corazón siga latiendo y mi mente siga consciente no es mas que el castigo infligido por los dioses ante mi atrevimiento. Una vez Saga me dijo en una ilusión que mi cuerpo seria devorado, pero en realidad es mi alma la que se están comiendo poco a poco. 

Salí por el paso más metálico de la noche,
a un viaje de encuentro con mi extraño
y la magia cautiva de su interior
detonó la bomba más preciada de los sentimientos
al rozar con mi alma.

No se porque, pero recuerdo a la perfección cuando levante mi rostro y mire hacia la puerta como si algo hubiese llamado mi atención. Fue entonces cuando lo vi entrar. Estaba vestido de civil, un pantalón jean negro, una camiseta blanca y una campera de cuero encima. Tuve que mirarlo dos veces para distinguir al caballero de Leo en medio de la tenue luz del bar. Me quede mirándolo fijo y el enfoco sus ojos en mi. Nuestras miradas se encontraron y sentí un vació inmenso recorriendo mi estomago. 

Leo comenzó a caminar hacia mi sin apartar su mirada. Sin decir palabra alguna, sonrió de lado y tomo asiento también en la barra...

__Kanon...buenas noches. Me sorprende verte por aquí...

__Buenas noches caballero. Yo podría decir lo mismo, no?

__No lo has dicho. Por favor, trátame como yo lo hice. Leo se quedo en el quinto templo. Esta noche he salido solo. Lamame Aioria. 

__Jamas creí que un caballero podría separarse de su rango y renegar así de su destino. 

__¿No?...¿tu no lo has hecho en su momento?

__He renegado de mi destino, pero sin rango...ni siquiera una verdadera identidad.

__Kanon...en esa palabra se resume tu identidad. No le des tantas vueltas. Y yo no reniego de mi destino, solo he hecho un paréntesis por hoy. 

__¿Un paréntesis?

__De vez en cuando necesito salir a caminar, respirar un aire diferente, sentarme en la barra de algún bar, tomar un trago...como quien ignora la existencia de los caballeros, su mundo, sus batallas, sus destinos....ser alguien normal, aunque sea solo por un rato...crearme la ilusión de que mi vida es diferente o alimentar el sueño de que pueda llegar a serlo algún día...

__Creo que sueñas demasiado...incluso estando despierto, Aioria...

__Gracias por eso...y si, tienes razón. Pero soñar no es malo...

__Escucha...se que no hace mucho que has llegado, pero... ¿quieres salir a caminar y continuar nuestra charla al aire libre?

__Si eso me permitirá conocerte un poco mas...acepto.

No entendí su respuesta, pero aun así me levante y deje unos billetes en la barra. Aioria también se levanto y justos salimos a la noche que estaba esperándonos.  Comenzamos a caminar hacia al Santuario, tal vez por falta de otro destino, o por la seguridad de que ese encuentro tendría un fin inminente, no lo se...

Después de unos pasos en silencio, decidí preguntar.

__¿Qué quisiste decir con conocerme un poco mas? 

__Eso mismo...te he estado observando desde que regresamos a la vida y no me resulta suficiente saber lo poco que se sobre ti..creo que el caballero de géminis, el segundo guardián del tercer templo, es mucho mas de lo que se dice sobre él...

__Nada nuevo debajo del sol y nada bueno al otro lado de las sombras...no tiene sentido alguno que intentes hurgar en mi miserable existencia. 

__Eso...déjame que lo decida yo. Yo seré quien decida si lo valió o no al final de mi búsqueda...

Lo mire nuevamente y nuestras miradas volvieron a encontrarse. No puedo explicar exactamente lo que vi en sus ojos, pero sentí que ese joven podría ver mi alma y no solo eso...desnudarme, dejarme al descubierto, despedazar mi barrera por completo. 

Pase saliva y decidí optar por el silencio. El hizo otro tanto y solo seguimos caminando sumergidos en un cómodo silencio. No sabia decir por que pero su compañía me resultaba agradable. Tan así que cuando quise darme cuenta estábamos en el quinto templo...

__Gracias por acompañarme Kanon. Yo....tuve un rato agradable...

"Buenas noches, me digo, y me invito a beber.
Estamos solos, me dije, y te advierto
de nada sirve mentirse a uno mismo.
El propio espejo y la puerta saben quien soy,
se abrió y me dejó despedazado por mil partes".

Volví a mirarlo una vez mas...y al recorrer sus ojos nuevamente lo entendí. El era inalcanzable para mi. Si había algo que yo no merecía era que este joven fuese parte de mi vida. Pero me daba completamente lo mismo volver a desafiar mi destino y sumergirme una vez en la ambición. 

No era para mi, no podía tenerlo. Dudaba que estuviese escrito que nuestras caminos permanecieran cruzados. El era lo mejor, y yo, una vez mas, quería lo mejor para mi. 

__Yo también...¿quieres repetirlo en alguna otra ocasión?

Lo hubiese repetido mil veces con tal de poder divisar el brillo de sus ojos acompañando esa genuina sonrisa que obtuve como repuesta. 

__Claro...me gustaría mucho, de verdad....

Y ahí estaba yo...Kanon de Géminis, tal como lo había presentido....totalmente despedazado por la simple presencia del guardián del quinto templo. 


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