Jiang Cheng se encorvó en su cama, abrazando su vientre, las lagrimas estaban a punto de salir de sus ojos, así que los apretó fuertemente. Se repetía así mismo una y otra vez que debía ser fuerte, que el podía luchar contra el mundo, que nada lo detendría y si alguien se interponía en su camino, se encargaría de deshacerse de lo que fuera, porque ahora no era solo él, no era una lucha que debía ser por él mismo, ahora había algo creciendo en su vientre y que llegaría formar parte de su vida para siempre. El solo hecho de repasar en su mente esa idea hacía que en su corazón y su mente los sentimientos brotaran, pero era una mezcla que lo hacía sentirse culpable, solo él era el culpable del lado malo de esta situación. Volvían a su mente los recuerdos luego de la muerte de Meng Yao, había estado visitando a Lan XiChen por largos periodos de tiempo en su reclusión voluntaria, al principio había sido por mera cortesía, luego la secta Lan al ver que XiChen hacía caso a sus cuidados, le habían encargado no dejar de hacerlo, pero al final se dio cuenta que eran los sentimientos que llevaban creciendo dentro de él por muchos años los que lo habían llevado a tal preocupación por el líder de la secta Lan. Cuando ya no podía luchar con sus sentimientos bajó la guardia y no supo darse cuenta cuando se convirtió en el amante del hombre dueño de la sonrisa mas dulce y sincera del universo para él. Tanto era lo que lo había cegado la pasión y la felicidad de verse noches seguidas envuelto en aquellos fuertes brazos, que olvidó su época de mayor fertilidad y el hecho que podía quedar esperando un bebé. Cuando se dio cuenta de sus acciones lo invadió el terror, el miedo, el pavor, de que aquello pudiera hacerse realidad, amaba la idea de tener un hijo con Lan Huan, pero en todas esas noches juntos, el jade mayor de la secta Lan jamás había sido claro en sus sentimientos. Estaba seguro que si se lo comunicara él se haría cargo, inclusive le pediría que se unieran en matrimonio, pero no por las razones correctas. Necesitaba escuchar que es lo que aquel hombre sentía por él, que es lo que lo llevaba a hundirse en la pasión noches seguidas. Necesitaba aclarar aquello, pero lo invadía el miedo a no escuchar lo que deseaba oír de sus labios. Respiró profundo para calmarse, tragando saliva para que se llevara ese nudo que sentía en la garganta, se sentó a la orilla de la cama, con la mirada perdida. Sostuvo su vientre con ambas manos, ese día estaba decidido a ir al medico para confirmar lo que ya podía sentir. Se puso de pie y sintió el llamado de la puerta, no estaba en las mejores condiciones para recibir a nadie, estaba en su ropa de dormir, con su cabello suelto, pero las preocupaciones no lo dejaban pensar, solo se acercó hacía una pequeña mesa de donde tomó el anillo de Zidian colocándoselo, invitó a pasar a quien fuera que lo necesitaba. Luego de unos segundos donde la persona entró, pero se mantuvo en silencio, se giró para encontrarse con los ojos que menos quería ver en ese momento.
-Líder de la secta Lan ¿que hace en Lotus Pier?-se acercó a un biombo para ponerse una bata que estaba colgando.
-No has venido a Los Recesos de la Nube, pensé que estabas molesto por algo.-notó algo de tristeza en sus palabras
-No. Lo a malentendido. Es solo que he dejado muy desatendido mi secta, por eso al ver que ya se encontraba de mejor animo últimamente, pensé que tal vez estaría bien si dejaba de ir.
-Por supuesto que no-se acercó peligrosamente.-El hecho de verte seguido me hace feliz.
-Soy el líder de la secta Jiang. Mi lugar es aquí-dijo de manera fría alejándose, pero Lan Huan lo sujetó deteniéndolo con un abrazo por su cintura , con la cara escondida en su hombro.
-Te necesito WanYin-susurró de manera que provocó un escalofrío en todo su cuerpo
-Por favor.-deshizo la unión de sus cuerpos sin mirarlo-Deberíamos terminar con ese tipo de relación. No es correcto.
-WanYin ¿qué es lo que hice para que te comportes de esa manera fría y estés tan molesto?
-No hay razón. Solo...me cansé...me aburrí de ti. Ya no quiero nada que ver contigo.
-¿Podrías decírmelo a los ojos?-le tomó por los hombros obligandole a que sus miradas se cruzaran-Dime de esta manera que ya no quieres nada conmigo.
Aunque Jiang Cheng intentaba que las palabras salieran, solo sus labios se movían, pero la voz no salía,en cambio, tímidas lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, causándole impotencia-Yo...yo...
-Jiang Cheng solo dime que es lo que ocurrió-su mirada era sincera, dulce y comprensiva. Incluso limpió las lagrimas suavemente.
Quería hablar, pero no salía su voz, el sentirse débil lo hizo enojarse, se alejó nuevamente, pero Huan volvió a enfrentarlo alegando que no se iría hasta obtener respuesta. Solo había una manera de volver a ser fuerte, escuchar como era rechazado.
-Lan XiChen ¿que es lo que sientes por mi? ¿qué es lo que te llevó a hacerme tu amante?
El primer jade quedó pasmado por la pregunta y lo miró como diciendo si era enserio, WanYin endureció su mirada haciéndole notar lo serio de la pregunta.-Pensé que te habías dado cuenta. Fui un tonto. Conozco como eres y lo sensible que eres en el fondo, por eso aparentas ser fuerte en el exterior.
-¡Responde la pregunta maldita sea!-escupió impaciente
Lan Huan se acercó acariciando su mejilla, con una dulce y sincera sonrisa-Yo...te amo WanYin. Eres el dueño de mi corazón.
-¡Mas te vale que no juegues conmigo Lan Huan!
-No lo hago. Lo que digo y siento es sincero...mi amado WanYin-acarició la mejilla suavemente con una dulce sonrisa- Aunque no creas que alguien pueda llegar a hacerlo, he conocido cada parte de ti y me he enamorado profundamente.
Las lagrimas volvieron a caer por sus mejillas, para volver a ser limpiadas por Huan, quien insistía en que no debía llorar.
-¡Lloro de felicidad tonto!-ambos rieron y se unieron en un abrazo que mantuvieron por un largo rato.
Aunque al separarse, la sonrisa de Jiang Cheng ya se había borrado, recordando que este era solo el primer paso, aun quedaba decirle a XiChen sobre su hijo, pero no encontraba las palabras para decirlo, sin causarle molestia.
-¿Hay algo mas que quieras decirme?-parecía leer sus acciones
-Bueno, me he sentido enfermo este par de semanas...¿me acompañarías al medico?
-Por supuesto-sonrió amable depositando un suave beso en su frente.-Esperaré afuera a que te prepares.-le besó suavemente en los labios para luego salir de la habitación.
Se vistió lentamente, aumentando el agónico dolor de la duda, como podría con solo una frase cambiar lo bien que ambos estaban ahora "Vamos a ser padres". Temblaba con el solo hecho de pensar en la situación, aun así tragándose el temor salió de la habitación y ambos se dirigieron a donde se encontraban los médicos cruzando una pocas palabras. Decidió entrar solo a la sala donde lo atendió una doctora, sentía que podía confiar en aquella mujer. Con un par de preguntas y una exhaustiva revisión confirmó lo que temía. Tenía cinco semanas de embarazo. Al salir no dio mayores detalles a Lan Huan y se encaminaron por los pasillos. Presentaron ofrendas a su familia y luego se sentaron bajo un cerezo en flor contemplando el atardecer.
Lan Huan parecía haber notado que algo andaba mal con Jiang Cheng e insistió en preguntar, tomándole de las manos notó que temblaba.
-WanYin ¿que ocurre? ¿estás mas enfermo de lo que me contaste?
-Lan Huan...nosotros...-su pecho comenzó a subir y a bajar, le costaba respirar y pensó que la tensión que sentía en ese momento le haría mal a su bebé-...vamos a ser padres. Vamos a tener un hijo-le dijo tocando su vientre, entonces notó como la cara de Huan cambió-Entiendo que estés aterrado. ¡Yo también lo estoy! No es necesario que te hagas cargo. Este hijo lo puedo mantener yo, después de todo fui irresponsable con mi cuidado y...-no pudo seguir hablando mas porque Lan XiChen lo cayó con un beso, que al calmarse pudo corresponder. Huan al notar que no se resistía lo abrazó.-AChen...-se miraron intensamente y vio las mejillas de su pareja siendo empapadas de lagrimas.
-Soy feliz WanYin. Me haces inmensamente feliz. No se si estoy preparado para ser padre, te mentiría si te dijera que no tengo miedo, pero si es a tu lado. Si tu eres el que me vas a dar un hijo, me haré mas fuerte por ti y por él-le tocó el vientre suavemente sin dejar de mirarlo a los ojos-Seremos inmensamente felices los tres.
Jiang Cheng suspiró aliviado y se abrazó a Lan Huan fuertemente comenzando a llorar también.
Había sido el día mas extenuante y agotador mentalmente de su vida, pero también uno que le había dado la felicidad extrema.
Estaba recostado en su cama, con Lan Huan a su lado hablándole a su vientre, era una imagen muy graciosa aunque no lo quisiera admitir. Tapó su estomago con las colchas.
-No creo si quiera pueda escucharte aún AChen.-se acomodó e inmediatamente fue rodeado por aquellos fuertes brazos que tanto adoraba.-Me vas a asfixiar...-se quejó pero sin intensión de separarse un centímetro.
-Bueno aunque no me escuche, tengo que hablarle, para que reconozca la voz de su padre, y no digas que te asfixio, se que te gusta dormir así de apretados.-rió divertido por la actitud infantil de su pareja
-No pongas palabras en mi boca Lan Huan sino quieres ir a dormir entre las flores de loto.-fingió molestia mientras se acomodaba aun mas en el pecho cálido de su pareja, cerrando sus ojos y quedándose dormido rápidamente.