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Campo de trabajo Flossenbürg por mazaka-san

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Notas del fanfic:

Disfrutenlo

Notas del capitulo:

recordad que esta basado en epocas de la segunda guerra mundial, dicho de otra manera, una historia de la Alemania nazi

Hola amigos, hoy les traigo un nuevo fic llamado: campo de trabajo "Flossenbürg" espero que lo disfruten

 

Cap1: Flossenbürg, el campo de pesadillas

 

Bonnibel Pov

 

No distingo nada, no logro distinguir nada, vida, muerte, ¿cuanto hace que llevo aquí?... ah! Es cierto, meses, infinitas horas de maldito dolor, me es difícil mantenerme en pie, apenas logro respirar, "campos de trabajo" lo llaman los alemanes, "portales del infierno" son llamados por los judíos

 

-"levántate basura!"- escucho a uno de los soldados mientras trato de abrir los ojos y comprender lo que sucedía – "entra a los camiones!"– sigue gritando en mi oído ¿Qué sucedía?, no importaba, después de todo solo éramos insectos, ratas perseguidas por salvajes y sanguinarias bestias, todos los días era la misma historia, nos encontrábamos en el Campo de trabajo Dachau, una terrible pesadilla en donde el sol no se hace presente y la lluvia tampoco.

_ rápido!, entren todos a los camiones!- gritaban muchas voces – sucedía algo, al parecer, no era el día monótono que acostumbrábamos tener, diviso a un grupo de soldados los cuales conversaban sobre otro campo.

_ ya veo- hablaba suavemente – un traslado, un infierno a otro infierno – susurro, levanto la mirada y vagamente recuerdo a canela, sin tan solo ese pequeño, tonto y alegre amigo estuviera aquí.

 

Entramos en los camiones y el recorrido se me hacia sin fin, miro alrededor y lo que distingo no son personas, es desesperación, algunos lloraban, otros rezaban y suplicaban a los cielos, se encontraban también los enfermos, dudo que soporten el viaje, bajo la cabeza y al igual que ellos, me sumo en el dolor.

 

_ ha visto a mi mamá señorita? – pregunta una niña la cual me jala la ropa, levanto la cabeza, la miro fijamente y me regala una sonrisa "pobres inocentes" me digo a mi misma y pregunto tristemente,

_como es tu madre?

_es muy bonita, la perdí cuando esos hombres nos hicieron subir en los camiones.

_comprendo, no te preocupes – hablaba suavemente para no asustarla - cuando esos hombres detengan los camiones y nos hagan bajar, de seguro encontraras a tu madre.

_de verdad? – me pregunto aun sonriendo.

_si, es lo mas seguro – metí una de mis manos a un bolsillo y tome unas galletas que había estado guardando para mas tarde – tienes hambre? - pregunté.

 

Ella simplemente asintió alegremente.

 

_ten esto, cómelas, te las regalo – decía mientras se las entregaba - guarda algunas para mas tarde, para compartirlas con tu madre cuando la encuentres.

 

Aparto la mirada un instante, fue todo un dia de viaje, apenas nos dan agua, los enfermos que había visto horas atrás, ahora solo eran cuerpos inertes, sin vida, algunos silenciados por balas tras la mas mínima queja, pobres infelices.

 

_bajen escorias!

 

El sonido de muchas voces me despierta "llegamos?" pienso mientras veía a la pequeña dormir aferrada a mi, la despierto y a paso veloz bajamos, nos hacen formar y me despido de esa criatura que por fortuna había encontrado a su desaparecida madre.

 

_a partir de ahora, este será su nuevo campo, "Flosseburüg" es su nombre, ya habrán escuchado de el – la voz de un sargento retumba en nuestros oídos – no se les olvide que también deberán obedecer a su nuevo mayor.

 

No presto atención a nada o a nadie, nuevo campo?, nuevo infierno? Miro al cielo y solo nubes oscuras con amenaza de tormenta se divisan a lo lejos, somos separados y llevados a nuestros barracones, me encuentro en el grupo de las mujeres arias, todas alteramos el orden supremos de Reich, distingo a chicas influyentes, poderosas, otras de clase alta, pero aun así, todas prisioneras.

 

_que suerte – digo mientras entramos en los barracones y miro alrededor, cada una tenia su respectiva cama separada del resto, había un baño con su enjuagador, jabón y una toalla – nuestra barraca era mas humana a diferencia de las judías, por fin podía dormir algo tranquila en muchos meses ademas, se podia apreciar ligeramente la nieve cayendo por una pequeña ventana.

 

5:30 de la mañana, somos despertadas, la nueva rutina comenzaba, rápidamente aseamos nuestros lugares antes de la inspección, nos conceden la ducha, cosa realmente buena, todo debe ser perfecto, en ese momento, ni un minuto mas ni un minuto menos entra la sargento en la barraca, se siente la tensión.

 

_Heil - saluda.

_Heil Hitler – respondemos, suspiro aliviada, salio perfecto.

_como ayer habrán escuchado, deben respetar y seguir las órdenes de su nuevo mayor Abadeer Marceline

 

Una silueta aparece en la puerta, me cuetiono, acaso debe importar quien es?, seguimos manteniendo la mirada al frente, y notamos como empieza a caminar hacia nosotras, preguntando una a una por su nombre, es el momento, ha llegado hasta mi lugar, se detiene y fija su mirada en mi.

 

_nombre – pronuncia.

 

No logro responder, estoy en blanco, su presencia me resulta tan amenazante que me deja muda, porque, porque no puedo abrir la boca?, porque no puedo emitir palabra alguna?... entonces lo comprendo, a pasado tanto tiempo que lo he olvidado, he olvidado mi nombre, bajo la vista, que decir?

 

_mírame y dime tu nombre – su voz no cambia, se mantiene tranquila, levanto la mirada y choco con esos ojos tan penetrante, es como si pudieran leer todo sobre mi, mis pensamientos, mi mente, mi alma, pero, permanezco todavía en silencio.

_tu mayor te a dado una orden! – uno de los soldados grita y se acerca a mi para poner su pistola en mi frente, solo espero el disparo y cierro los ojos pero lo único que escucho es un gemido de dolor por parte del mismo.

_¿¡quien demonios te crees para hacer eso frente a mi sin ninguna orden?! – hablaba ella mientras sostenía a ese hombre en el piso al cual quería romperle el brazo, lentamente se levantó, suspiró y paso de largo preguntando a los demás sus respectivos nombres.

 

Pasados unos minutos y terminada la inspección, la mayor dio una orden.

 

_bien, todas pueden ir a realizar sus labores – cruza sus brazos de forma tranquila – todas menos tu – se dirige a mi y noto como todas comienzan a salir dejándonos completamente solas, ella por su parte también da la orden a que sus hombres salgan de la barraca, ya estando completamete solas es cuando siento el frió recorrer mi espalda, mis manos has comenzado a enfriarse, mis pulso se acelera un poco, conozco este sentimiento, miedo.

_aun no me dijiste tu nombre – cada vez se acerca más a mí - ¿Por qué no respondes? – sujeta mi cabeza con fuerza.

_ha…ha pasado tan…tanto que ya no lo recuerdo.

_vaya, así que puedes hablar – sonríe mientras todavía sujeta mi cabeza con fuerza, eso comienza a doler.

_te duele?, te lastimo? – pregunta sarcasticamente, siento como su agarre se suaviza, pero a cambio recibo un golpe el cual me aturde y hace que caiga al piso, mi vista se enrojece, es la sangre la cual pasa a través de mi ojo derecho.

_Bonnibel – pronuncia – ese es tu nombre, lo recuerdas ahora? – me levanta a la fuerza y sujeta mi cabeza una vez mas.

Tenia razón, ese era, seguramente mi rostro sorprendido expresaba mas lo que estaba a punto de decir.

_como lo sup….

_como lo supe? – termina la frase y me enseña unos papeles – por esto, estas hojas salvaron tu vida hoy pero, aun puedo matarte si así lo deseo.

 

Me suelta bruscamente y revisa la herida que hace poco me había hecho.

 

_no es nada grave, lávate y sal de aquí.

_si- logro pronunciar.

_una cosa mas - dice y giro para mirarla directamente – olvídalo, solo vete.

_si.

 

Que había sido todo eso, toco mi cabeza y duele, limpio completamente la sangre de mi rostro para empezar a trabajar, al menos estaba viva, o eso también es algo malo?, antes de ser atrapada, solía dirigir un laboratorio especializado en los productos químicos y materiales volátiles, eso debió ser útil para los alemanes ya que me pusieron en la fabricación de explosivos y el manejo de pólvora, un trabajo de mucho riesgo pero no suele importarme.

Llega la hora del almuerzo, un pequeño pan, una agria sopa y agua deben mantenernos fuertes el resto del día, me aparto del grupo como de costumbre, me siento en una piedra que esta apoyada cerca de las rejas las cuales impiden cruzar y sentir esa libertad que tanto anhelo, un pájaro pequeño se posa en mi hombro y comparto con el ese pan hasta volver a mis labores nuevamente

 

_TU PERRA! – giro violentamente al escuchar un grito y unos pasos que se dirigían a mi.

_tu eres….

_CALLATE! – soy empujada por ese soldado que no hace mucho la mayor por poco le rompe el brazo.

_no entiendo que…

_te dije…QUE TE CALLARAS! – un golpe me silencia eso hace que mi labio se parta y la herida de mi frente comienza a sangrar otra vez- ..POR TU CULPA… LA MAYOR A DISLOCADO POR COMPLETO MI HOMBRO! Y LO PAGARAS!

 

Sostiene uno de mis brazos con su única mano libre y pregunta burlonamente.

 

_sabes que te haré verdad?

_supongo que se lo romperás o me equivoco? – esa voz

_Ma…Mayor! – me suelta para poder saludarla

_que crees que haces sin permiso alguno animal? – pregunta seriamente

_yo..

 

Un veloz golpe al estomago hace que el soldado caiga de rodillas.

 

_responde! Que hacías!

_so…lo iba a desquitarme

_desquitarte eh? – lo único que podía hacer era observar como la mayor imponía su fuerza sobre el – eres un cobarde y una maldita basura, no mereces ni siquiera mirarme.

 

Vi como el se levanto y lleno de ira trataba de golpearla sin ningún resultado, ella evadia sencillamente cada golpe que el atacante planeaba asestarle.

 

_vaya, vaya, aparte de ser una escoria, también resultas un inútil – por tercera vez es derribado y un sonido despierta mis sentidos, esta vez su brazo había sido roto y un grito de dolor emanaba de el.

_levántate! – hablaba ella mientras se llevaba al soldado - y tu - sus ojos se clavan en los míos - vete!

 

Salí corriendo de ese lugar, todo había sucedido tan rápido que todavía me costaba asimilarlo, llego a las barracas y me siento en una esquina, no entendía nada, solo que ella había evitado una desgracia sobre mi.

 

 

Marceline Pov

 

Fui asignada al campo de trabajo Flossebürg por mi padre, según el seria un buen lugar para desestresarme… vaya mentira!, debía de ocupare de miles de judíos y no mencionaré el papeleo por mi traspaso, estaba jodiendome

 

_Mayor, permiso para entrar – hablaba alguien detrás de la puerta

_adelante, dime, se hizo todo lo que ordene?

_si

_algo mas?

_eso seria todo

_entonces retírate

 

Mande a las líneas de frente a un soldado que había osado tratar de levantarme la mano y desobedecido mis ordenes, mas aun, una duda permanecia en mi, no logro entender porque había defendido a esa mujer.

 

_a donde se dirige mayor? – pregunto uno de mis subordinados al verme abrir la puerta.

_saldré a despejar mi mente unos minutos.

_quiere que envié a alguien con usted?

_no, así estoy bien.

 

Ya estaba apunto de anochecer, este lugar era deprimente, cada que giraba la cabeza, maltrato, humillación y muerte pasaban frente a mis ojos "esto apesta" me decía a mi misma mientras ponía las manos al bolsillo y seguía mi camino.

 

_arrodíllate judío maldito!

Escucho detrás de unas barracas un grito y me acerco a el.

_señor yo..

_cierra la boca!- me asomé y vi a uno de los soldados con pistola en mano golpeando a un muchacho.

_que sucede aquí? – pregunte mientras me acercaba a ellos.

_heil – me saludaron y pusieron firmes tres soldados.

 

Mire al judío y note la terrible golpiza que le pudieron brindar, sangraba tanto de la boca como por la nariz y permanecía arrodillado en el piso, definitivamente habian disfrutado dejandolo en ese estado, daba pena.

 

_que es lo que hizo este chico?- pregunté.

_esa basura – respondió uno de ellos – no trabajo bien todo el día y derramó los cimientos de una construcción cuando tropezó con….

_tropezó? – cuestione mientras lo miraba – así que no fue apropósito?

_supongo que no, pero aun así el…

_porque tu arma esta fuera de su funda? – seguía cuestionado – guárdala.

_si, y que haremos con el?

_váyanse, yo me encargare del resto.

_si.

 

Cuando los tres bravucones se perdieron de vista, mire al judío, tome su rostro y distinguí heridas profundas pero nada que un buen descanso aliviara.

 

_no estaré aquí la próxima vez para evitar tu muerte – decía mientras giraba y me ponía a caminar.

_gracias

_no agradezcas, desde mañana trabajaras en alimentos y repartición, yo me encargare de tu cambio, solo no lo jodas.

_no lo haré, gracias.

_como sea.

 

Salí de ese lugar, yo no protegía judíos, los mataba, y maté a muchos de ellos, por eso llevaba este rango, por eso utilizaba este uniforme, por eso dirigía este lugar, sin darme cuenta llegue a la barraca donde vivía esa chica de nombre bonnibel, quise entrar pero me detuve.

 

_esta no eres tu marceline – hablaba por debajo – no eres tu.

 

Di media vuelta, mire una vez mas aquella barraca y proseguí mi camino

 

Gracias por leer el primer cap de esta historia, espero les haya gustado, ya veremos como todo va surgiendo entre marceline y bonnibel sin mensionar los nuevos personajes, que iran apareciendo, sin mas me despido y dejen sus reviews para comentarme y hacerme saber que les parecio

Notas finales:

Espero les haya gustado, comenten que les pareció


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