Yoongi se sentó en la orilla de la cama, observando la mitad del closet vacío. Parpadeó un par de veces, solo para asegurarse de que no estaba teniendo una alucinación, todo lo que había pasado los últimos tres meses le parecía una pesadilla, creía que en cualquier momento se despertaría y Hoseok lo tendría abrazado fuertemente contra su pecho, pero eso no pasaría, aquello no era ninguna pesadilla, era la realidad y dolía, le había dolido tanto que su cuerpo ahora parecía estar entumido, incapaz de sentir algo, pensó que aquello era bueno, aunque seguro se debían a las pastillas que estaba usando para drogarse desde la semana pasada. La palabra drogarse sonaba un poco ruda, sí... eso era lo que hacía, pero lo dejaría, solamente era para poder dormir bien.
Se recostó, las sábanas se sentían frías contra su piel, tan suaves que cerró los ojos un momento. Se sentía un poco mareado, todo a su alrededor parecía estar flotando, Yoongi se pasó la mano por el cabello, luego se talló los ojos y se dio cuenta que estaba llorando, con un rostro sin expresión, un cuerpo que incapaz de sentir y su mente volando a otros lugares...
Había hecho todo lo posible para que su relación con Hoseok siguiera funcionando, volvería a intentarlo si le dieran la oportunidad, repetiría cada intento por hacer que lo amara de regreso, solamente necesitaba escuchar que lo amaba, una vez más, solo una vez más.
***
Cuando Yoongi llegó del trabajo se encontró con un Hoseok serio, sentado en la sala, las luces de la casa estaban apagadas, excepto por la lámpara en la sala, la luz blanca hacía parecer, lo que antes fue un hogar tan cálido, una escena de película de terror. Lo había notado diferente las últimas semanas, Yoongi creía que estaba estresado por asuntos laborales, Hoseok jamás había sido una persona fría, no con él, jamás con Yoongi.
- Tenemos que hablar, Yoongi.
Escuchar su nombre a secas en la voz sin expresión de Hoseok le heló la sangre, comúnmente tenía algún apodo lindo para decirle, Yoongi avanzó hasta sentarse en el sofá frente a él, descansó las manos sobre las piernas, manos inquietas que lo único que querían era abrazar a Hoseok y no dejarlo ir hasta la mañana siguiente.
- ¿Qué pasa? -Preguntó inseguro, sin poder sostenerle la mirada siquiera un segundo.
- No está funcionando –Hoseok carraspeó, no había señal de estar arrepentido de lo que estaba a punto de decir-. Lo de nosotros ya no funciona más, lo siento.
¿Lo siento? Yoongi pensó que si estuviera tan dolido como él no estaría diciendo aquellas palabras después de seis años juntos. Cuanto más lo pensaba su cabeza parecía querer explotar. Claro que no lo sentía, no era algo que se arreglara con una disculpa. Sabía que los sentimientos de las personas podían cambiar, los sentimientos eran cosas volátiles, pero jamás pensó que Hoseok lo dejaría de amar. Todo el tiempo se imaginó pasando su vida junto a él, gran error de su parte creer que el amor era para siempre.
- ¿Hice algo mal? -Yoongi tragó saliva con dificultad, sus labios estaban secos, su voz no sonaba como la suya, dudaba que aquello estuviera pasando en realidad-. Si hablamos podemos arreglar cualquier cosa, Hobi. Estoy seguro que si nos esforzamos un poco más seremos felices otra vez, ¿qué necesitas? Puedo hacer cualquier cosa, en serio...
- Yoongi, escúchame... -Hoseok apenas y se movió en el sofá, Yoongi no pudo ver signos de empatía en su mirada, sus ojos que siempre había visto llenos de amor cuando lo veía, parecían sin vida, infelices-. Ya no puedo seguir en esta casa, siento que me sofoco, ¿entiendes?
- Bien, entonces puedes tomarte un tiempo, ¿por qué no te quedas con tu madre mientras pensamos en como arreglar esto?
- No me hagas decirlo, Yoongi –Hoseok se cubrió el rostro con las manos, soltó una maldición y volvió a mirarlo a los ojos-. No me hagas decirlo, ¿tan difícil es aceptar que ya no puedo estar más contigo?
- ¿Decir qué? -Yoongi se controló para no alzar la voz, sus palmas ahora formaban duros puños, Hoseok suspiró con pesar-. Dímelo, no creo que puedas hacerme más daño del que me has hecho estos últimos meses.
- No eres el único sufriendo, yo también lo he estado pasando muy mal.
- Dímelo, Hoseok, quiero escuchar lo que sea que tengas que decir –Hoseok guardó silencio, sus ojos se llenaron de lágrimas de un momento a otro, ¿por qué lloraba?
- Ya no te amo, Yoongi... lo siento mucho, pero ya no te amo. -Las lágrimas ya le resbalaban por las mejillas, Hoseok se las limpió con el dorso de la mano. Yoongi se quedó inmóvil, sus manos dejaron de estar apretadas y nuevamente descansaban extendidas sobre sus piernas. Su cabeza daba mil vueltas a lo que acababa de escuchar.
- ¿Qué es el amor para ti, Hoseok?
La pregunta lo tomó desprevenido, cuando el cerebro de Hoseok comenzó a trabajar en una respuesta, se olvidó de hacer secretar más líquido a los lagrimales. Hoseok de pronto estaba más repuesto, los ojos tan limpios como si llorar le hubiese terminado de llevar a su epifanía perfecta, como si hubiese terminado de completar un rompecabezas después de un largo tiempo. Había seguridad en su expresión.
- No estoy seguro de saberlo, pero puedo asegurarte que no es amor lo que siento por ti, Yoongi.
- ¿Alguna vez lo fue?
- Lo fue, te amé tanto como me lo permitió la vida.
Seis años. El amor para Hoseok tan solo había durado seis años. Lamentablemente para Yoongi no había terminado, ¿cómo dejas de amar de un momento a otro al amor de tu vida? No sabía si eso era siquiera posible.
***
- ¿Yoongi? -Entre sueños escuchó una voz, luego el ruido de la puerta de su habitación al abrirse-. Yoongi...
Abrió los ojos lentamente, los parpados le pasaban y su boca estaba seca, Taehyung estaba de pie al frente de la cama, con una mirada preocupada y una bolsa de plástico con lo que supuso era comida en una mano, en la otra su celular listo para hacer una llamada.
- No vayas a llamar a emergencias, sigo vivo, en serio.
- Como sigas tomando esas pastillas algún día terminaré haciéndolo, ¿podrías dejar de hacerlo?
Su amigo se alejó volviendo a meter el celular en el bolsillo de su abrigo, abrió las cortinas y el sol iluminó toda la habitación. ¿Cuánto tiempo había estado dormido? Se había acostado cercano al anochecer, pero parecía ser medio día, había pasado más de diecisiete horas dormido y se sentía todavía agotado.
- Dejaré de hacerlo, mis vacaciones terminarán pronto.
- Espero que regresar a dar clases te distraiga, necesitas un poco de aire fresco, reírte un poco de las tonterías de los chicos de secundaria, algo. Ahora ven y come, no soporto verte tan flaco.
Taehyung salió de la habitación, dejándolo solo de nuevo. Yoongi se removió sintiendo que el efecto de las drogas había pasado, todo a su alrededor volvía a sentirse real, la soledad en la que se encontraba era tan notoria, a su lado la cama estaba vacía. Quería sentirse mejor con urgencia, levantarse cada mañana y que todo se volviera más fácil de llevar. Necesitaba recuperar su vida, que los chistes de Seokjin volvieran a ser divertidos, que la manera en la que se preocupaba Taehyung por ir a su casa todos los días le impulsara a salir de aquel hoyo en el que se había hundido un mes antes.
Quería mejorar, pero seguía amando a Hoseok. Todavía lo amaba y quería ser capaz de desechar todos los sentimientos y recuerdos felices como Hoseok había hecho.
Quería volver a ser feliz, aunque no supiera cómo empezar de nuevo.