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Ringoring por gonwaifu

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Notas del fanfic:

Siempre quise hacer un fanfic sobre todas las parejas que tiene este lindo shota. 

Este fanfic ha sido escrito en wattpad pero como me eliminaron la cuenta decidí publicar todo por aquí jsjs.

Advierto que tiene en su mayoría contenido para +18 pero igual avisaré al principio de cada cap sisi. 

Notas del capitulo:

Como no empezar por mi otp de otps sisi

Advertencias: Escenas con contenido para +18, shota. 

Correr junto a Gon era lo mejor que él podría pedir.

 

Carreras en el bosque a plena luz del día, saltando sobre el agua usando nen para no caer y empaparse hasta que no mas que unas pocas gotas de esta misma salpicaran a los lados y a sus tobillos dándole una ligera frescura en el acalorado día.

—¡Te estoy ganando! - Exclamó el de cabellos azabache mirando hacia atrás con superioridad hacia un albino que solo renegó por lo bajo e intentó acelerar. La diferencia entre los dos no era mucha, pero Gon seguía en la delantera. "Tiene un cuerpo ágil y más flexible que el mío" Pensó para no sentirse tan mal en ese momento.

 

La meta era el puerto de Isla Ballena, y no faltaba mucho para llegar. El moreno seguía sonriendo con mucha confianza, pero Killua no quería perder nuevamente contra él, por lo que activó godspeed rodeandole una aura de rayos poniendo su cabello en puntas que parecían filos brillantes y en tan sólo un segundo sobrepasó a Gon quien casi se cae por la ráfaga de aire tan fuerte que pasó a su costado. El albino al llegar desactivó su técnica y miró a Gon con una sonrisa socorrona.

 

Unos cuantos segundos después Gon apareció frente a él con un puchero adorable. —Mo~ Killua ¡Hiciste trampa! - Renegó y se cruzó de brazos cerrando sus ojos un poco molesto lo cual no le salía muy bien. —Nunca dijimos que no se podía utilizar nen. - El gato Killua contraatacó, los dos se miraron a los ojos pareciendo que salían rayos de ellos.

—¿Pero no era obvio? ¡Asi nunca ganaría! - Reclamó el mayor acercándose más a Killua y apuntandole con el dedo acusadoramente. —¿Haaa? Pues en la vida se gana y se pierde, ¡Pequeño! - Contestó apartando de un manotazo la mano de Gon quien se sintió algo ofendido por el apodo. —¡No soy pequeño! Solo... ¡Tu eres muy alto! - Se excusó frunciendo su ceño. —¡Mido mucho menos que Kurapika! Y el no es el más alto del mundo ¿sabes? - Rió con arrogancia sonriendo aun más por ver a Gon sin algo con que responder. Igualmente este último lo volvió a mirar feo. —I-igual no tienes el derecho de decirme pequeño. - Suspiró con la cabeza gacha y el albino solo hizo una mueca gatuna otra vez, mientras veía al azabache con un puchero se acercó rápidamente a su oreja y susurró. —Pequeño~ - haciendo a este mismo dar un respingo y cayendo de tracero en la madera del puente. —¡Ki-Killua no hagas eso! - Renegó viendo como el menor se partía de la risa. El más pequeño sintió vergüenza ya que se reían de él, un puchero nuevamente adorno sus labios frunciendo sus cejas hacia abajo. 

 

—¡Yo me voy! - Exclamó cerrando sus ojos de la furia y con la cara roja se fue corriendo, desapareciendo en un instante haciendo a Killua parar de reír. —Creo que me pasé. - Se dijo para sí mismo observando a Gon desde la lejanía. —Pero sólo bromeaba, y él sabe que soy así. - Sin esperar más se fue por la misma dirección que Gon, suponiendo que había ido hacia su casa.

 

Al llegar ya era algo tarde, el sol se escondía frente a sus ojos, y al vivir Gon en una especie de montaña se podía ver la vista del sol escondiéndose en el mar. Se quedó observando eso hasta que al fin se escondió.

 

—¿Killua? - Cuestionó una voz femenina haciendo al mencionado salir de su ensoñación y volver en si, la tía de Gon se encontraba en la entrada de la casa mirándolo confundida. —Mito-san- Dijo mientras caminaba hacia ella. Un poco incómodo preguntó. —¿Está... Gon? - la joven mujer asintió intuyendo lo que acababa de pasar. "Típica pelea de amigos." pensó. —Se encerró en su habitación desde que llegó. - Se hizo a un lado dejando a Killua entrar quien no lo dudo dos veces y agradeció, corriendo escaleras arriba viendo la puerta de madera, dio un ligero suspiro y tocó dos veces. —¡Si eres Killua, no te abriré!- Escuchó la voz de su querido amigo dentro de la habitación. El albino suspiró, parece que si lo enfureció de verdad. —Ammh... Soy Mito. - Hizo una voz aguda que le salió algo rara. De pronto escucho una risotada dentro de la habitación. El ojiazul también se comenzó a reír un poco avergonzado por hacer tal tontería. La puerta se abrió de un momento para otro observando al mayor con una sonrisa en el rostro. —Te dejaré entrar solo porque eso fue gracioso. - Se apartó de la puerta y dejó entrar al más alto quien no lo dudo y entró cerrando la puerta detrás de él. —Lo siento, Gon, pensé que no te molestaría tanto. - Se disculpó antes de que fuese demasiado tarde, el mayor se tiro en su cama y luego lo miró con el ceño levemente fruncido. —Mo~ Está bien, pero no me digas otra vez así. - Renegó con las mejillas infladas haciendo al menor reír, por Dios, su amigo de verdad era muy infantil. —Si, si, lo que digas. - Dijo restándole importancia y sentándose en la cama de su mejor amigo, justo al lado del ojimiel quien se encontraba mirando el techo tendido en las sábanas verdes. —Killua. - Mencionó sin dejar de mirar hacia arriba llamando la atención del más alto quien lo miró de reojo haciendo un sonido de afirmación. —¿Quieres dormir conmigo hoy? - Las tres simples palabras hicieron al corazón de Killua retumbar y un leve rubor se instaló en sus pómulos. —¿Haa? ¿P-por qué? -Preguntó algo interesado en la respuesta de su amigo. —Hmm... Porque sí. - La respuesta fue tan simple como lo había previsto, Killua agitó su cabeza a los lados lentamente. —Idiooota. - Puso su dedo índice en su frente y lo movió como un taladro, dejando un poco roja el área. —¡Duele! - Gimió el dueño de la habitación sacando la mano de su mejor amigo de su frente.

 

—Hazte a un lado. - Dijo Killua entre risas y el mayor asintió. Arrimándose hacia la pared. Killua no se había dado cuenta de que Gon usaba su playera negra sin mangas y su short verde de siempre hasta ahora. Con su corazón en la boca se acostó a su lado, tieso como una roca miraba hacia el techo. ¡Dormiría con Gon! ¡Como hace dos años que no lo habían hecho!

 

Gon se puso de lado, dándole la espalda y dando un resoplido. La verdad el mayor se encontraba sin sueño pero tampoco quería hacer algo en ese momento. Killua volteó su cuerpo al mismo lado del más pequeño, haciendo algo así como cucharita pero bastante alejados.

El albino poco a poco fue calmando sus latidos. "Solo dormirás con tu mejor amigo. ¿Por qué te pones así? " pensó mientras miraba sin expresión alguna la espalda del cazador mayor quien se encontraba tranquilo y con la mirada perdida.

 

Killua sin querer bajo la vista hasta la cintura de Gon. "Es pequeña, igual que él." Pensó y luego sonrojandose por pensar algo así de su mejor amigo. Pero nuevamente su traviesa mirada bajo hasta los cortos shorts verdes. "Grande, espera ¿Por qué sigo viéndolo?" Se regañó internamente viendo el tracero de Gon sobresalir levemente. Killua seguia renegando consigo mismo en su cabeza, su mirada viajó hasta esas firmes piernas. "¡Deja de mirarlo!" Grito internamente desviando por fin la mirada del cuerpo de Gon, sus mejillas estaban bastantes rojas por todo lo que acababa de suceder, se removió incómodo.

 

—¿Killua? ¿Está todo bien? - Preguntó un tanto preocupado el mayor por sentir algo de movimiento a sus espaldas, volteó su cabeza hacia su dirección viendo como el más alto estaba pegado a él, está vez si hacían cucharita, la mano del albino se apoyaba en su cintura y la otra estaba escondida en quien sabe donde. El azabache alzó su mirada viendo de muy cerca el rostro de su mejor amigo, sus ojos azules lo miraban con intensidad. —¿Ki-llua... ? - Preguntó un tanto confundido por la posición tartamudeando sin querer, diablos ¡Esta vez si que se sentía pequeño! —¿Si, Gon? - No se había dado cuenta cuando el más alto se había acercado a su oreja y le susurró tales palabras haciéndolo temblar un poco al no esperarselo. —¿Q-Qué haces? - Bajo su mirada al sentir la mano de Killua acariciar su cintura lenta y suavemente. Su rostro enrojeció mirando hacia otro lado, estaba en desventaja pues le daba la espalda a Killua. —Algo que debí de haber hecho hace tiempo. - Susurró de forma sensual mordiendo el lóbulo de su oreja suavemente. Gon no pudo evitar jadear cerrando sus ojitos por un segundo. ¿Hace tiempo? ¿A qué se refería? "Killua está raro." Pensó antes de que la mano de Killua la cual estaba en su cintura se colase en su playera, tocando todo a su paso hasta llegar a los pequeños botones de Gon, sin pensarlo mucho comenzó a torturarlos, estrujarlos y estirarlos. Gon se removió sintiéndose raro. "¿Por qué me siento caliente?" Pensó, queriendo alejarse por un momento pero su curiosidad le ganaba ¿Qué quería Killua hacerle desde hace tanto tiempo?

 

Killua siguió tocando a Gon y este último jadeaba en voz bajita de vez en cuando. Eso hasta que Killua acercó su boca hacia la nuca del azabache, lamiendo lentamente esa área y luego mordiendo suavemente, succionando hasta dejarlo de un color rosado. Gon gimió sonoramente por eso. "¿Por qué salió eso de mi?" Pensó el moreno sintiéndose más caliente que antes. —Me gusta escucharte. - Susurró gravemente Killua haciendo a Gon jadear por eso. "Me siento muy raro." Gimió nuevamente cuando Killua volvió a hacerle lo mismo, sus pesones fueron torturados nuevamente hasta dejarlos erectos y de un bonito color rosado. Gon observó eso y sintió su cara arder al no entender muy bien porque su cuerpo reaccionaba así. —Quiero escucharte, pequeño. - El albino había bajado su mano hacia su short de forma lenta, comenzó a desabrocharlo. Gon gimoteo cuando sintió los dedos de Killua tocar por esa zona, iba a reclamarle por el apodo de nuevo pero la ágil mano del albino se metió tocando su pene despierto por encima del bóxer. —¡Ahh! - Gon dio un alarido de placer. El albino sonrió gatunamente colando la otra mano que no le había dado uso hasta ahora, pasándola por el hueco entre la cabeza y hombro de Gon, metiendo dos dedos en su boca. Para ese momento el moreno tenía pequeñas lágrimas de placer en sus comisuras, sus mejillas estaban rojas. "Se siente bien." Pensó dando otro gemido cuando Killua metió sus dedos en su boca. Sus ojos se entrecerraron cuando los sacó y los metió nuevamente. —No queremos hacer sospechar a Mito-san ¿Verdad? - Sugirió Killua, bajandole el bóxer a Gon y esta vez tocando directamente su pene el cual comenzaba a botar gotas de presemen. Los ojos de Gon se cerraron por un momento. "No podré soportar mucho más." Chupó los dedos de Killua moviendo su cadera hacia adelante para sentir más contacto con la tibia mano pálida, está última acarició la punta del adorable y pequeño miembro. Lentamente los dedos de Killua desalojaron la boquita de Gon, extendiéndose un hilo de saliva entre sus dedos y los labios del azabache. —¡Ahhh~! Killuwaaah. - Gimió fuertemente apenas dejó de tener los dedos y se corrió en la mano del más alto, manchando también las sábanas e incluso su playera negra. —¿Te gusta, pequeño? - Preguntó sensualmente Killua moviendo sus dedos con la viscosa saliva de Gon frente a este mismo quien tenía la respiración agitada y lagrimas resbalando por sus mejillas. En realidad, el que Killua lo llamara pequeño ahora mismo no hacía más que excitarlo. Se removió un poco —S-sí.. - Respondió. Sintiendo algo chocando contra su tracero en ese momento, duro como una roca. Killua gimió, metiendo de nuevo sus dedos en la boca de Gon que inmediatamente comenzó a chuparlos entrecerrando sus ojos cuando sintió los resbaladizos dedos salir y entrar de su boca, se sobresalto cuando sintió otros en otro lugar totalmente distinto, abriendo sus ojos de golpe cuando lo sintió remover se y adentrarse en él. "Se siente extraño" pensó entre gemidos ahogados por los dedos en su boca. Otro dedo se metió en su estrecho agujero, el albino los removió haciendo tijeras y luego contrayendolos, moviendolos hacia arriba y abajo. Gon lloró de placer cuando tocaron algo que le hizo sacudirse violentamente, sintiendo su intimidad despertar nuevamente, botando gotas blancas que cayeron lentamente hasta las cobijas. —Está muy caliente aquí. - Susurró luego de mucho rato después de hacer aquellos movimientos. Lentamente los sacó haciendo a Gon morder suavemente sus dedos, justo cuando comenzaba a querer más lo dejaban. Repentinamente sintió su pierna izquierda fue alzada y luego puesta quedando su rodilla pegada a su abdomen. Era una posición algo incomoda pero estaba tan excitado que eso era lo de menos. —Esto puede doler un poco. - La voz grave susurró contra su oído, y justo después de decir la advertencia Gon sintió algo mucho más grande que los dedos adentrarse en él. Sus ojitos nuevamente se cerraron y sus mejillas volvieron a adquirir un color rojo bastante llamativo llegando hasta sus orejas. Los dedos de Killua se adentraron nuevamente en su húmeda boca y no dudo en seguir lamiendo y chupando para distraerse del dolor que la intromisión le hacía sentir. "Duele mucho" Pensó removiendose incómodo, sintiendo como el miembro del albino seguía sin parar hasta que por fin no pudo más. Killua soltó el aire contenido en un suave gemido justo en la ultrasensible oreja de Gon quien sintió un escalofrío placentero. —E-Está estrecho. - Susurró y medio gimió mientras que la mano que se encontraba en su pierna comenzaba a acariciar sus muslos lenta y suavemente, en el proceso también acariciaba el pene de Gon el cual necesitaba atención urgente. "Quiero que me toque más" Dijo una vocecilla en la cabeza del azabache dejando lentamente de sentir dolor, torpemente una de sus manos se dirigió hasta su playera, alzandola hasta dejarla sobre su pecho, acarició las protuberancias como Killua se lo había hecho antes. —Que lindo. - El mayor se estremeció nuevamente, sentir la voz del más alto detrás de él y en ese tono era algo inexplicablemente excitante. Gon gimió cuando el albino comenzó a deslizarse hacia atrás, apretó su pesón mientras que la otra mano se dirigía hacia su miembro, tocándolo y luego bombeandolo mientras que rápidamente se adentraron en él, penetrándolo sin piedad pero antes de embestirlo quitó sus dedos de su boca escuchando el alarido de placer que el ojimiel dio. —¡Hyaaaaa! - Gritó, y luego de eso Killua volvió a meter sus dedos en su boca. Gon enrojeció por dejar salir aquel sonido sin pensarlo aunque sea un poco. —Te gusta esto, y mucho. - Volvió a gemir Killua, cerca de su oído y Gon sentía que ya no podría soportarlo más. El albino volvió a deslizarse hacia atrás y penetró de nuevo a Gon quien nuevamente gimio en un alarido pues los dedos de Killua desalojaron su cavidad bucal. —¡Aaaah! - Sus ojos se entrecerraron cuando Killua lo volvió a hacer cada vez más rápido, y más conciso. Su vista se nubló y ahora sólo era un desastre gimiendo cuanto podía, le gustaba, realmente le gustaba tanto el movimiento que el más alto hacía con él. Su miembro escurría más líquidos y su cuerpo comenzó a sudar, aferrando sus manos a las sábanas y mordiendo sutilmente los dedos en su boca, escuchar los gruñidos y comentarios sucios de Killua mientras lo follaba le hacían perder los estribos cada vez más hasta que sintió que habían tocado algo sensible dentro de él, Killua sacó sus dedos por tercera vez y Gon nuevamente gimió en un grito de placer. —Mmhg ¡AAhhh! - Lágrimas comenzaron a caer de nuevo, el pene de Killua llegaba tan profundo en él en ese momento. Los dedos de este mismo se metieron de nuevo en su boca pero está vez entraron y luego salieron haciendo el mismo movimiento que le hacía a Gon en otra parte. "Siento que algo saldrá otra vez." Pudo pensar el ojimiel cuando el albino siguió dando en ese mismo lugar. —M-Me vendré dentro. - Susurró Killua, lamiendo después su hombro y mordiendolo suavemente. Sus cuerpos moviéndose al mismo tiempo de arriba a abajo, el sonido de las pieles chocar y los pequeños susurros y gemidos de Killua enloquecieron al mayor quien ya no pudo soportarlo por más tiempo. Sacó los dedos de el albino de su boca sacando su lengua en el proceso mientras los miraba llegando a correrse, cerró sus ojos cuándo lo hacía cayendo por todos lados hasta en su cara. —¡Ki-Killuaaaah! - Gimió el nombre del que estaba a su atrás. Gon se apretó en él y el hecho de que exclamara su nombre fue la gota que revalso el vaso. —¡G-Gonnn! - Gimió en voz alta esta vez, corriendose dentro de Gon hasta que ya no pudo más.

 

Ambos jadeaban fuertemente, Killua abrazo al más pequeño sin salirse de él, y este último se sintió extraño por la nueva experiencia vivida.

 

—Killua. Despierta- Susurró Gon luego de unos cuantos minutos de estar abrazados. —¿Qué? - Preguntó confundido el mencionado.

 

—¡Despierta! - Gritó en su oído haciendo al albino abrir los ojos de golpe y casi cayéndose de la cama. —¡¿Qué demonios te pasa?! - Regañó al ver a Gon riéndose a su costado. "Así que... Todo fue un sueño." Suspiró al pensar eso ¡Se veía tan real! —Lo siento Killua, es que Mito-san nos llama para desayunar. - Comentaba mientras se acercaba a su amigo observando por un momento la ereccion de Killua y de un momento para otro sonrojandose hasta las orejas. —¡A-Ah! Apresurate, no quieres que Mito-san se enoje, ¿Verdad? - Mientras decía aquello salió de la habitación tan rápido como pudo. Cuando salió Killua sonrió gatunamente al ver a Gon cojear.

 

Tal vez no fue del todo un sueño. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, gracias por leer <3

 


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