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Love song (banana fish) por meyagatha

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Notas del fanfic:

fic de Banana Fish

Ash x Eiji

Shorter x Yut

Notas del capitulo:

holiii nuevo fic de Banana Fish (no me maten, juro que  a los otros los estoy escribiendo xD) espero que les guste <3

“El barco de los sueños” así llamaban a aquel crucero en el cual embarcaríamos con mi padre Dino Golzine y mi prometido Arthur con quien solo estaba porque mi progenitor estaba en bancarrota y el tenia mucho dinero.

Mi vida no era como todos pensaban: era fría, despiadada, una vida de la cual yo no tenía riendas si no que como títere la manejaban a su antojo.

 

-Eiji, mi querido hijo, es hora. Hoy estaremos en el crucero más exclusivo y caro del mundo: el Titanic. Debes estar presentable ya que todos los periodistas estarán allí y nosotros seremos el foco de atención al ser tan privilegiados- como quisiera ser alguien normal, poder hacer cosas normales, sin depender de si estaban bien o estaban mal.

 

-lo se no es necesario que me lo repitas- respondí cerrando mi ultima maleta para así subirnos al carruaje que nos llevaría a nuestro destino, aquel crucero sin gracia alguna.

 

-¿ya esta listo mi lindo prometido?- pero sin duda iba a ser un infierno conviviendo con Arthur a quien jamás llegue ni llegare a amar

 

-si ya vámonos. No soporto un segundo mas su presencia- tomando mis cosas decidí bajar los escalones de la mansión pero una gran mano me detuvo, aquella que conocían desde que era un niño

 

-niño ingrato. Deja ese carácter de lado porque no te sirve. Solamente debes ser un perfecto ejemplo de esta familia y hacer feliz a tu prometido porque sabes que dependemos de el- ¿Por qué debía ser yo quien se sacrificara por esta familia?

 

-pues lo hubieras pensado antes de dedicarte a la mafia y a la prostitución- odiaba aquello, sin embargo ¿Qué podía hacer? Ellos tenían mas poder, ellos me tenían cautivo, yo no era nada.

 

- si no quieres terminar allí compórtate como tal- sin mas fingió una sonrisa cuando el rubio salio de mi cuarto y yo solamente quise vomitar. Las nauseas se apoderaron lentamente de mi.

 

Cuando llegamos al puerto era impresionante la cantidad de gente que había: estaba la clase alta que subió primero, como la gente presuntuosa y asquerosa que eran, la clase media quienes  tenían unas sonrisas en su rostro mientras se despedían de sus seres queridos y algunos de la clase baja los cuales rápidamente se encontraban arriba de aquella gran estructura gritando cosas y celebrando su suerte.

 

-Eiji que bueno que viniste. Estaba ansioso de verte- Yut Lung lee era una víbora. Esa falsedad que manejaba cada vez que iba a nuestro hogar era digna de admirar.

 

 

Quería responder que yo no, que odiaba su falsa cortesía, sin embargo la mirada de mi padre lo decía todo.

 

-claro, yo igual. Espero que este viaje sea muy prospero- había aprendido a ser falso, a actuar con la misma gente que me rodeaba

 

-lo mismo digo- sin mas aquel chico subió al barco rodeado de sus sirvientes de lujo y su altanero porte

 

- amor, como un recuerdo de este viaje que cambiara nuestras vidas te obsequio este anillo. Símbolo de nuestro amor- ¿amor? ¿Desde cuando nos amábamos?

 

-oh…gracias…eres muy amable- susurre odiando esa sortija, deseando que alguien me rescatara de mi infierno, anhelando que un héroe apareciese de repente, cosa que jamás sucedería.

 

-subamos. No perdamos mas tiempo- cuando me di cuenta ya estábamos arriba del Titanic y la vista era hermosa. El mar se veía precioso, el cielo estaba a punto de oscurecer y por un momento me sentí libre de toda esta vida.

 

Cuando llego la noche, a pesar de que quise quedarme en mi camarote, tuve que ir a cenar con todas las familias importantes, incluyendo a mi prometido, quien me había venido a buscar para dirigirnos juntos al salón principal.

 

-te ves hermoso Eiji. Eres una obra de arte. Tu padre nos espera para cenar.- ¿el podría ser mi héroe? Claro que no, que pensamiento absurdo.

 

-lo se. Bajemos- sin mas ambos llegamos a nuestro destino al cual solo podía acceder la clase privilegiada. Todos eran iguales: falsos, fríos, idiotas, no había nadie que realmente valiera la pena.

 

-les presento a mi hijo Eiji Golzine, quien en el próximo mes se casara con Arthur, mi nuevo aliado en los comercios que tengo con Europa- las personas me miraban como si fuese carne, como si fuese un producto el cual estaba siendo utilizado para beneficiar a ricos asquerosos.

 

- es un placer- respondí con la miraba gacha, no podía contradecir a mi padre, no debía.

 

- estamos muy enamorados. Nunca encontré tal joya como lo es Eiji. Esperamos ser muy felices- ¿en algún momento me habían preguntado como me sentía? ¿si quería aquello? Claro que no.

 

-se ve que son una gran pareja. Que envidia tengo- así eran ellos, envidiosos, hostiles.

Pasaron las horas y cada vez me sentía peor, yo no quería esto, estaba agotado mentalmente, quería huir, no sentir, dejar de fingir, quería que alguien me preguntara lo que yo quería, que alguien me salvase pero no ocurriría.

 

-si me disculpan, debo ir a mi cuarto, no me siento bien- siempre estaba fingiendo, siempre cobarde, siempre débil

 

- te acompaño Eiji- Arthur quizás se preocupaba por mi pero era asfixiante. No era lo que yo necesitaba.

 

-no. Debo ir yo. Disfruta la cena- mi padre me veía con ojos inquisitorios pero yo no les haría caso, no esta vez.

 

-esta bien. Que descanses cariño- al salir de allí mis piernas se movieron solas. Corrí y corrí por todo aquel lugar, empujando personas, ignorando los gritos, solamente sintiendo como mis lágrimas caían por mis mejillas y mi cerebro me daba solo una orden: acabar con esta mierda.

 

Cuando llegue a la cubierta, al borde de aquel barco, solo me quedaba arrojarme y sentir como el agua helada me llevaría a otra vida mejor, a otra vida en donde no seria  un objeto de la sociedad, en donde no me controlarían la vida como si fuera de alguien más.

 

-no lo haga- ¿Quién era aquel chico para decirme lo que debía hacer? ¿Por qué venia hacia mi?

 

-no camine. No se acerque mas- estaba decidido

 

-por favor. Solo dame tu mano. Te ayudare a subir- vamos Eiji ¡salta! el no es tu héroe.

 

-¡NO! Quédese en donde esta, o me suelto, lo haré, no dudare- ¿Qué quería de mi? ¿Por qué queria salvarme?

 

-no lo hará-sus ojos verdes estaban seguros, no dudaba de lo que decía

 

-¿Qué quiere decir con eso? No presuma de saber lo que haré y lo que no haré. No me conoce- ya bastante tenia con mi familia como para que este extraño me diese ordenes.

 

-bueno…si de verdad quisieras hacerlo ya hubieses saltado- lentamente el chico se acerco a mi hasta quedar lado a lado.

 

-me esta distrayendo. Ya váyase- sin más el rubio tomo mi mano e hizo que lo observara

 

-No. Si tu saltas yo saltare detrás de ti- ¿Por qué se preocupaba por mi? ¿Qué quería a cambio?

-¿Qué es lo que quieres? Ya déjame. Mi vida es horrible, no quiero volver a ella- su mano se sentía tan calida, tan suave.

 

-pues si me permites intentare que sea mas alegre. Solo no saltes por favor- sus ojos no mentían, era bonitos, eran la clase de ojos con los que yo soñaba que alguien me mirase

 

-de acuerdo…-en un movimiento el me agarro de la cintura y me atrajo hacia el, envolviéndome en un abrazo tan calido que me reconfortaba. ¿Quién era aquel extraño y por que no podía pensar en otra cosa que no fuera el?


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