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Acendrado por Drakarfox

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Notas del fanfic:

Oficialmente es el primer fic que voy a hacer de está pareja, a pesar de haber estao ya un tiempo inmersa en el fandom. Así que, primer intento del Drarry. 

Notas del capitulo:

El título es sólo una forma irónica de llamarlo, porque habrá algunas manchas que si quedan en alguno de los dos.
Está es mi primera historia Drarry, y para comenzar creo que es bueno hacer sólo un fic corto, si al final logro animarme más y ver que me acoplo bien a este fandom, trataré de hacer alguno largo, que normalmente hago bastante largos. Así que, agradeceré enormemente los comentarios que puedan dejarme, también eso me ayudaría a mejorar en cuanto al acomodo de ideas, también aclaro que hay lime, por el momento no me siento ni con la inspiración ni con la confianza de escribir lemon, estoy más centrada con el drama pero bueno, aquí no hay de eso.

Espero les guste.

Ya saben, los personajes no son míos y bueno… todo eso.

Capítulo único

No había manera, lo sabía, lo sabía perfectamente y aún así ahí estaba él, tratando de que no fuese tan obvio el hecho de que lo estaban llevando a rastras a un sitio que los demás no sabían pero el cuál él conocía perfectamente. Así que ahora le escena, porque en definitiva era una escena, que todos los demás alumnos presenciaban se resumía en ser llevado, casi a rastras había que aclarar, por un furioso Draco Malfoy quien no hacía nada por fingir que deliberadamente le estaba ignorando y donde él ya se había dado por venido de convencerlo que nada había pasado. Por eso no le sorprendía que los no tan pocos chicos de diferentes casas sólo los observaran perplejos y cuidando no entrometerse mucho en su camino, porque nadie quería hacer enojar más al Príncipe de Slytherin, no cuando el segundo campeón de Hogwarts lo lograba por sí solo.

-Malfoy podrías…- aunque todo ese cuadro no le impedía tratar de calmar el pésimo humor de su ahora conocido novio por todo el colegio.

-Cállate Potter. -Siseo entre dientes mientras seguía tomando camino hacía el único lugar donde sabía no los molestarían por un tiempo o al menos lo suficiente para poder aclarar algunas cosas con su chico problemático.

Y ahí iba otro intento de Potter por querer arreglar lo que ni siquiera él sabía bien que había hecho mal, pero ya se imaginaba que si llegaba a preguntarle al otro posiblemente sólo aumentaría su sentencia. Además de que si ya había cedido en lo de dejar que el otro le llevase jalando de la muñeca, quizá podría ceder en quedarse callado, pero claro, la vena de valentía (estúpida valentía según palabras de Malfoy) Gryffindor no le permitía ceder en todo. Y fue así como siguió tratando de llamar la atención del rubio mientras se acercaban cada vez más a su destino, la confiable Sala de los Menesteres.

Cabe decir que las tres vueltas que tuvieron que dar fue algo incómodo al seguir siendo sujetado de la muñeca, como si fuese capaz de salir corriendo en cualquier momento, situación que era más que claro que no pasaría, pero no podía hacer que eso le entrara en la cabeza a la sucia serpiente rastrera que le seguía sujetando, que venga, sólo le llamaba así en su mente y cuando estaba fastidiado por algo. Y si, el alivio de ese agarre había sido bien recibido cuando estuvieron dentro, pero no por ello todo el ataque se detuvo si no que ahora había sido acorralado, con bastante rudeza en una de las paredes de la sala, mientras que unos ojos plateados le veían con demasiado interés, mismo que también quería dar a notar lo molesto que aún se encontraba.

-¿Y bien?- preguntó aún con el muy marcado tono de enfado.

-Bueno, ¿ahora si vas a escuchar?- preguntó a modo de reto, porque no, no iba a someterse, no tan fácil ni tan pronto al menos.

-Potter- llamó con un tono de voz firme, dando a mostrar que no, no estaba para bromas.

-Malfoy- pero al parecer él si lo estaba y vaya que disfrutaba un poco de eso, más porque veía que el enfado del otro sólo aumentaba por la sonrisa burlona que estaba mostrando.

-¡Potter!- aunque bueno, ya escuchar que decía su apellido de esa forma le dio a entender que podría intentar explicar todo por última vez.

-Me estaba ayudando- dijo por fin, después de un suspiro que se le escapo de los labios, -me estaba diciendo que hacer con el huevo. -Bueno, al menos no había gritos por el momento, así que supuso que podría continuar. -Sólo llegaste en el momento en que más posibilidades había de que comenzarás a hacerte ideas que no- siguió diciendo tratando de mantener su mirada fija en los ojos del otro que aunque menos turbios no significaba que estuviese menos enfadado.

-¿En el baño de prefectos?- preguntó mientras alzaba una ceja, -¿es ahí donde te iba a ayudar?

-Merlín- dijo rodando los ojos, ahí estaba ahora, la vena celosa del otro, -sólo me estaba diciendo que ahí podía tomarme mi tiempo para meditar bien que podía significar todo lo que el huevo dice o grita.- aclaró lo último porque por más veces que lo intento en su dormitorio sólo podía escuchar gritos demasiado molestos y que a la larga le causaban dolor de cabeza.

No, no se lo creía, no tan fácil, porque él ya sabía lo que ese Diggory quería, lo había notado, todos en el maldito colegio lo habían notado y como sabía que no podía darse los aires de héroe al fingir que se preocupaba por Harry o que quería protegerlo en las pruebas; lo mejor que podía hacer era ayudarlo, claro que una ayuda muy distinta a la que el pelinegro se imaginaba. -¿Y para eso tenía que acercarse tanto?

-Era para que nadie escuchara, no puedo recibir ayuda en esto, ¿recuerdas?- dijo cruzando los brazos y un tono fastidiado.

-Claro, entiendo y por eso es que era necesario que te tomara de la cintura para que nadie los escuchara ¿verdad?- y con eso supo que había dado en el clavo, porque la expresión de sorpresa que el otro había hecho al apenas escuchar ese comentario lo había delatado y con eso también una sonrisa ladeada había salido en su rostro, -para hablarte al oído, pegarte a él, incluso puedo asegurar que se ofreció a ir contigo para que ambos descubrieran que decía el huevo, ¿no es así?- porque si, porque sabía cuales serían las artimañas del sucio Hufflepuff, nunca tan dignas de un Slytherin, pero cuando el objetivo era justamente el tan siempre bueno y despistado niño-que-vivió podrían ser peligrosas.

Bueno si, ese dato lo había descolocado, pensaba que podía salir airoso de todo eso, es decir Draco no había escuchado toda la conversación ni las raras insinuaciones que el otro le había hecho y que él se había dignado a dejar de lado, pensando en que quizá sólo lo estaba malinterpretando, pero no, él solo se había echado la soga al cuello por no saber aparentar en el momento justo. -No es…

-Entonces- continuó cortando cualquier excusa que el chico pensara decir, -solo con que él te dijera, “oye Harry, tengo una idea de como descubrir lo que dicen los huevos para la segunda prueba- empezó a decir con una muy mala imitación de la voz de Diggory mientras iba colando su mano en la cintura ajena, dando suaves caricias – así que, ¿por qué no vamos a los baños del quinto piso, el baño de los prefectos y tratamos de averiguarlo juntos?” cederías sin ningún problema ¿no?, porque después de todo sólo es para ayudarte y porque como él es más conocedor en esos temas es obvio que sólo es una buena acción – y una mierda con eso, pensó.

Eso había hecho que se enfadara, tampoco es como que él fuese alguien a quien abrirle las piernas al primer momento, una especie de mujer… ¿cómo era que las había llamado Ron?, ¿cómo decía que su madre les decía?, bueno, el punto era ese -no es como que ceda con el primero que me lo dice Malfoy- porque si habían empezado a llamarse por los apellidos desde el principio de la conversación; no veía razón para dejar de hacerlo- ni como que fuera la primera vez que me lo dice…- aunque con eso se apresuró a cerrar la boca, porque de nuevo había hablado de más, últimamente lo hacía muy seguido, quizá por el hecho de aún tener algunas burlas detrás de él, pero supo con toda certeza que la había cagado cuando vio ese brilló en los ojos plateados, uno que sólo demostraba que sí, que podía estar más furioso todavía.

-Oh, así que ha habido más- dijo apegándose más al cuerpo de Harry, dejándole sin ninguna posibilidad de separarse del muro ni mucho menos de escapar (que sabía no haría) por si llegaba a pensarlo, -entonces, creo que tengo que ser más convincente a la hora de dejarle en claro que no estás precisamente libre, ¿no es así?- preguntó mientras se acercaba a su cuello, pasando sus labios de forma suave, lenta, incluso paso un poco su lengua, antes de separarse de forma brusca, pero sin ser tan distante, -no me gustan que toquen lo que es mío Potter, deberías de saberlo.

Se estremeció al sentir los labios de Draco en su cuello, porque aunque le llamara Malfoy, en su mente ya se había acostumbrado a referirse a él por su nombre, y también se tensó cuando el otro se separó sólo lo justo, sintiendo como aunque las manos del rubio estaban en su cintura estás comenzaron a subir llegando al borde la túnica para comenzar a quitarla de forma lenta. Y ahí comenzaba, ya esperaba que eso pasara aunque pensó que podía salir bien librado de eso, claro que ese pensamiento se fue en el momento en que escuchó lo de dejar en claro que estaba con él, no había manera de hacer entrar en razón al otro, en realidad nunca la había quizá por eso ya se encontraba demasiado acostumbrado a todo eso  y por eso mismo fue que también cedió, no iba a ganar nada si seguía resistiéndose, ya lo había experimentado un par de veces y no era del todo agradable, después de todo hablaban de Draco Malfoy, el grandísimo hijo de puta que no le importaba que Harry fuera su novio, si él pensaba que tenía que dejarle en claro algo lo hacía por todos los medios posibles, no por nada ya era más rápido en distinguir los hechizos que podía usar.

Cuando lo despojó de su túnica le tomó de nuevo de la cintura haciendo que se girara, seguía con las caricias si, al menos en lo que comenzaban a recorrer el cuerpo del otro, pasando a sus brazos, llegando a sus manos, tomándolas para comenzar a subirlas por el muro y dejarlas posicionadas a la altura del pecho de Harry, -aunque también parece que tengo que dejarte en claro que no puedes dejar que nadie coquetee contigo Harry- le dijo de nuevo al oído, pegándose más a la espalda del chico, soltándole las manos, sabía que el otro no las movería hasta que él le dijera, bajando por sus brazos, sus costados, llegando de nuevo a su cintura, deslizándose por sus caderas para llegar finalmente al trasero del pelinegro, apretándolo de manera sugerente.

-Draco- llamó sintiendo todo ese recorrido expectante sabiendo que momento el otro comenzaría con todo lo que sabía ya tenía planeado, no era la primera vez que se veía en una situación como esa. -¿Enserio vas a hacerlo?- preguntó con un muy ligero temblor en la voz, sintiendo como el otro le soltaba un momento sólo para volver a tomarlo está vez de la cadera y le separaba sólo un poco de la pared.
-No despegues las manos- escuchó y con eso supo que de nuevo no había manera, iba a tener que hacerlo, después de todo era parte de su acuerdo. Tomó aire, dejándose hacer sintiendo como su espalda se curveaba un poco por la posición en la cual se encontraba y sabiendo lo que se venía, todo lo que se venía, aunque no por saberlo significaba que no lo pusiera nervioso, no por saberlo significaba que esa mano de nuevo en su trasero no le produjera un estremecimiento y claro, no por saberlo ni significaba que ese azote no lo hubiese tomado desprevenido y hubiese soltado una débil protesta a causa de eso.

Esa era una de la tantas formas con las que lidiaba con Potter, si, había más y sabía que al chico le gustaban todas y cada una de ellas, por eso las seguía usando, por eso habían llegado a ese acuerdo, ese donde Harry podía ser todo el Salvador del Mundo Mágico que quisiera, todo el niño-que-vivió con todos los demás magospero con él sólo sería Harry, por momentos sólo Potter y nadie más, sólo un león demasiado impertinente que tenía que ser domado en cuanto se pudiera, porque en esa relación, en esos momentos él tenía todo el poder sobre Harry, porque él no siempre lo vanagloriaba, pero si lo castigaba de todas las formas que pudiese ser en parte divertidas y en parte bien recordadas por el pelinegro. -Quizá- empezó a decir siguiendo con los azotes, hablando cerca de su oído, murmurando, como si hubiese alguien más en la sala y pudiese escucharlos -con esto recuerdes- seguía sin detener su mano, marcando su recordatorio una y otra vez -que ya tienes novio- después de unos segundos de esa frase detuvo los azotes, dando algunas caricias ahora en la zona donde habían sido recibidos, moviendo de nuevo las manos, llegando a los pantalones del otro para comenzar a deshacerse de ellos, bajándolos junto con la ropa interior, decidiéndose por dos cosas, la primera que aún no veía un tono demasiado intenso en el trasero del chico como para pensar que ya había dejado bastante clara su intención y la segunda en que al menos funcionaba por la semi erección que el otro comenzaba a mostrar. -O podría ser- empezó de nuevo con su monólogo al mismo momento que los azotes, está vez quedando a un lado de Harry para con su otra mano tomar el aparentemente necesitado miembro del chico, coordinando bien los dos movimientos -que necesites un poco más para tenerlo en claro.

Escuchaba todo lo que le decía, quizá no con toda la atención que podía, porque se estaba debatiendo entre si soltar algunas quejas por los golpes en su zona baja o en si dejar que los jadeos que se estaban arremolinando en su garganta a causa de las caricias en su parte delantera salieran, pero al menos escuchaba lo que el otro decía, sintiendo como de un momento a otro la fuerza de los azotes aumentaba, eso no significaba que el recordatorio le durara quizá más de dos días, incluso pensaba que no llegarían hasta el segundo día, pero no significaba que no dolieran y aunque en algún momento termino bajando la cabeza, sólo un poco, para poder ver la mano del rubio moverse en su miembro, su debate seguía creciendo en su mente. También se encontraba algo perdido en cuanto a la noción del tiempo, no pensaba que llevaran mucho tiempo con eso pero el escozor que comenzaba a sentir en el trasero le decía que quizá si era más del que estaba consciente, aunque de nuevo sus ideas se veían entrecortadas por cada azote que llegaba, hubo un momento en que fue uno tras otro sin detenerse y otro momento donde eran demasiado pausados, tampoco había mucho alivio en cuanto a su ya muy notable erección, porque él otro solo le masturbaba para mantenerlo así, sin dejar que se relajara y tampoco sin dejarlo llegar y con eso de nueva cuenta sabía que todo eso iba a durar un buen rato más.

No fue si no hasta que por fin se giró un momento a ver a Malfoy, entre los jadeos que por fin habían ganado la batalla, para mostrarle que el que le impidiera correrse y que le siguiera azotando habían causado que algunas lágrimas que aún se negaban a salir se comenzaran a juntar en sus ojos, una manera muda, o al menos eso pensaba, que le pidió que terminara con uno o con otro, pero que le dejara librarse de alguno de los dos ataques, acción que sólo ocasiono una sonrisa de satisfacción del rubio.

-¿Qué pasa Harry?- al menos volvía a ser Harry y eso ya era un pequeño avance, -¿quieres correrte?- preguntó de nuevo a su oído- ¿o quieres que deje de azotarte?- su voz no podía ser más burlona y también escucharse más satisfecha, nunca acostumbrara a llevar la cuenta de todos los azotes que le daba pero por el ardor que estaba sintiendo cada vez más fuerte en su trasero supuso que ya serían los suficientes para que recordara bien lo que no tenía que hacer por al menos un par de días. -Es una lástima que no podamos hacer más, después de todo este es tu castigo- sabía que no iban a llegar más, sabía que no iba a tener tanta suerte como para que el otro lo tomara, iba a dejarlo así con toda la lujuria y todas las ganas de sexo que pudiese provocar, esa era su manera de recordarle que necesitaba de él para sentirse de cierta manera satisfecho. -A menos que logres convencerme. -Aunque esa había sido una ventana abierta, una manera de poder atacarlo, por lo que su mirada se mantuvo fija en Draco, pensando en que podía hacer, en que podía decirle, viendo por los alrededores algo que pudiese servirle o bien un espacio que fuese lo bastante confortable para hacer lo que quería hacer y en ese momento se dio cuenta que no había visto bien que habitación había pedido Malfoy, porque al menos el sillón que podía ver sin cambiar de posición le estaba gritando para que lo usara, así que haciendo caso a ese llamado de nueva cuenta se fijo en Draco.

-Quiero…- tuvo que pensar bien en que manera decirlo, de lo contrario no iba a conseguir lo que quería, se mordió el labio inferior una nueva forma de tomar valor en esas situaciones, -Draco…

-¿Si Harry?- oh, como lo disfrutaba, verlo así, sabiendo que no podía moverse, buscando la mejor manera de pedirle que le diera lo que en ese momento más necesitaba y claro que había visto la mirada del chico hacía el sillón, por algo lo había pedido.

-Draco… por favor… quiero, quiero que me folles.

Ahí estaba, el chico que aunque bien podía obedecer todas las indicaciones que le daba, dejaba también salir su lado más vulgar, aunque claro, en ese momento sólo había salido un poco, por lo que sonrió, pensó en negárselo, pensó en hacerle rogar más, pero también pensó en que, si quería dejarle en claro algo a Diggory esa también era una muy buena forma de lograrlo. -Entonces desnúdate. -ordenó viendo que el otro asentía de manera apresurada, separándose de la pared, comenzando a quitarse las prendas que aún llevaba puestas, observando al rubio una vez quedó desnudo, esperando a que le dijese algo, siguiéndolo cuando el otro sólo pudo sonreír mientras caminaba al sofá, tomando asiento con toda parsimonia, dejando un buen espacio entre sus piernas, sin decir nada, cuestión a la cuál él reaccionó arrodillándose, sabía lo que tenía que hacer, siempre lo sabía, por ello fue que acercó sus manos ahora a las prendas del otro, específicamente al pantalón, liberando por fin lo que había estado buscando. Fue por eso mismo que ni siquiera espero a que el otro le dijese algo más, sólo se decidió por fin a ser él quien torturara sólo un poco al Slytherin, sólo lo suficiente para también hacerle perder el control y que le tomara como tantas veces ya lo había hecho.

La sensación que ahora sentía era una que siempre procuraba disfrutar, sentir como la boca de Potter le tomaba, le atendía y sobre todo le calentaba era lo más satisfactorio que podía sentir, sólo comparable con el poder estar dentro de él, arremetiéndole sin ninguna prisa y sin ningún cuidado. Y ese momento se acercaba, por ello le tomó de las mejillas, lo separó, sus manos bajaron a los brazos del otro, sólo para poder guiarlo ahora a quedar recostado en el sillón, sin esperar lo estrictamente necesario ya se encontraba encima de él, besándole de una manera ansiosa, demasiado hambrienta, pasando a su cuello, por fin la zona que había querido atacar, comenzando a morder con fuerza, quería dejar la marca de sus dientes, al igual que las pequeñas manchas tan bien conocidas por el Gryffindor. Dos, tres, cuatro, cinco, no tenía pensado en cuantas terminaría haciendo, sólo supo en cuanto se separó un poco que ya había hecho las suficientes, al menos en el cuello, el cual ya se encontraba notablemente marcado, por lo que bajó a los hombros al mismo tiempo que rozaba su erección con la del chico debajo de él, su manera vaga de distraerlo para que le dejase con su importante tarea de morderlo, de marcarlo, de dejar en claro que era suyo.

Cuando sintió que, después de lo que a él le pareció una eternidad, Draco por fin estaba dentro de él cedió completamente a todo, a las marcas de su cuello, a las mordidas en sus hombros, a las mordidas en sus costados e incluso a las marcas que ya se hallaban en sus muslos, hechas en el momento en que el rubio le había levantado las piernas para dejarlas sobre sus hombros y así poder dejar cuantas quisiera, ahora sólo se concentraba en sentir como lo embestía una y otra vez, con tanta fuerza que sólo le hacía delirar.

-¿De quién eres Harry?- le preguntó al momento que se acercaba a sus labios, -¿A quién le perteneces?- una mordida ahora en el labio, iba a dejar marcas en todos los lugares posibles.

-Tuyo, tuyo Draco- gimió buscando rodearle con los brazos, buscando el menor contacto, cualquier cosa, quería sentirlo más cerca, incluso había olvidado como era que habían llegado a eso, no le interesaba, no le importaba, no en ese momento.

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-Joder Draco- se quejó una vez pudo levantarse del sillón, apenas había tomado un momento para relajarse después de todo lo que habían estado haciendo y ahora en ese momento comprendía que no había sido muy buena idea. -No era necesario ser tan salvaje.- dijo observando ahora partes específicas de su cuerpo, el torso y las piernas específicamente. -Sabes que esto me va a traer problemas- seguía soltado queja tras queja, mientras se seguía observando con atención, sabiendo que el culpable de todo eso ahora le viera con suma atención y seguramente con diversión también. -Voy a tener que quitarlas con magia o algo…

-No- dijo con voz firme -tendrás que dejarlas.

Se giró al escuchar eso con el ceño fruncido, -¿lo dices enserio?, ¿si sabes que van a ser demasiado visibles no sólo en clases, si no que también en la prueba?, sea lo que sea.

-Ese es el punto, así que no puedes quitarlas- decía mientras se ponía de pie, quedando a un lado de Harry, -y si veo que simplemente ya no las tienes tan notorias sólo tendré que hacerte más, más grandes y más notorias.

Se mordió de nueva cuenta el labio, maldiciendo por lo bajo, tenía que aceptarlo, después de todo ese era el trato, era su acuerdo, donde él tenía que hacer lo que Malfoy dijera, porque él llevaba casi todo el control en la relación, era una de sus pocas vías de escape para olvidarse de toda la mierda que le pasaba en la vida.

-Bien, lo estás entendiendo- dijo mientras le tomaba una vez más por la cintura -y sé que vas a ser obediente con eso ¿verdad?- preguntó aunque sin esperar alguna respuesta en realidad. -El banquete estará por comenzar y no quiero perderme nada de lo que pueda pasar ahí. -dijo sabiendo perfectamente que el otro estaba buscando una excusa para no ir, -así que espero verte en la cena- fue lo último que comentó para después salir de la habitación. Si, se moría por ver que pasaría en la cena.

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Nunca, ni siquiera cuando llegó por primera vez a Hogwarts y habían mencionado su nombre se había sentido tan observado, pensó que podría pasar un poco desapercibido, pero apenas comenzó a caminar hacia Ron y Hermione supo que ya comenzaba a llamar la atención y también sabía porque era, todo porque su grandioso novio había considerado adecuado, dejarle no una si no tres marcas moradas en el cuello y una marca de sus dientes del otro lado del mismo, siendo esas las únicas que no pudo ocultar con la túnica.

-Harry, ¿qué…- empezó a hablar la chica, pero fue callada de golpe por el aludido.

-No quiero hablar de eso, sólo… sólo no pregunten ¿si?- pidió pensando en como iba a pasar ahora lo que quedaba de la semana y claro la segunda prueba, porque aún tenía que ir al baño de prefectos para tratar de averiguar lo del huevo. Pero no iba a tentar más su suerte ese día, no después de ver la sonrisa bastante burlona del rubio en la mesa de Slytherin. No iba a preguntar, no iba a indagar y también iba a esperar un poco, un par de días al menos, los días suficientes para que ya no tuviese que recordar a Draco cada que se sentara, para averiguar que era lo que le otro había hecho.

No se percató de que Diggory no estaba en su mesa, pero tampoco quería ver por lo alrededores, no gracias, ya estaba muy metido en el centro del huracán como para seguir indagando más.

Y Draco sonreía porque al menos había dejado en claro que Harry no estaba disponible y Diggory, bueno de él ya se había encargado.

Notas finales:

Y pues... ¿qué les ha parecido?


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