Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Confusa Realidad por camilita4045

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es otro fanfic que lo iré actualizando con más regularidad en wattpad.

https://www.wattpad.com/user/camilita4045

El fanfic esta basado en Re:Birthed de los hermanos Kagamines.

Notas del capitulo:

Sin más preambulos, les dejo aquí el capítulo.

Corría como le daban sus piernas. La enorme herida surcaba la mitad de su rostro, específicamente encima de su ojo derecho, sabía perfectamente que esa herida no le permitiría nunca más abrir su ojo. Debería cambiar el sentido de su peinado puesto a que siempre se cubría el ojo contrario.
Ante sus ojos había visto como un simple joven de su edad había acabado con la vida de sus compañeros y de su familia, técnicamente de todos los que fueron enviados de la organización para frenar a ese monstruo. Vio como con un disparo a cada uno de los agentes los había derribado con facilidad, como con un corte limpio de una katana había traspaso el corazón de su padre y madre… solo él había salido vivo.

— TA-JI-MA — La voz de su contrario sonaba más infantil que la edad que mostraba su cuerpo. Nunca olvidaría aquella apariencia de aquel asesino que apenas poseía tan solo 17 años.

Su objetivo, su nuevo enemigo mortal parecía de tan solo 10 años a pesar de que su registro lo tenía por 17 años, ese era el único dato que conocía aparte de ser miembro de Ashura, una organización mafiosa como las demás. Si bien esta era una organización basada en mafia, nunca antes había visto a algún Senju actuar con brutalidad como este chico. La vestimenta por otro lado también era bastante exótica. La vestimenta consistía en una especie de kimono blanco abierto, cual mostraba completamente sus hombros, cierto kimono poseía varios detalles de violeta. Un obi rojo cerraba aquel kimono blanco cual a simple vista parecía completamente pesado pero aquel chico se movía con mucha agilidad, como si ese no pesara. La mitad de ese rostro y cabeza estaba cubierta por varias vendas mientras que la otra mitad mostraba aquellos cabellos, un ojo y la boca, pero aun así no se podía ver bien la identidad. El cabello completamente marrón largo hasta los hombros, a pesar que los mechones que caían por la frente eran apartados por la bandana que estaba allí. Los pies poseían las getas femeninas de madera… Era extraña la vestimenta, era una mezcla entre hombre y mujer.
Podía escuchar la risa sádica con toque infantil de su combatiente… Tenía que escapar de allí.

La herida le había costado la visión de ese ojo, pero logró ocultarla con un flequillo. Con el paso de los años logró acostumbrarse a poseer la visión en un solo ojo, logró obtener una pareja a pesar de su horrible cicatriz, y logró obtener hermosos hijos, cinco pequeños. En su vida de paz pensó que nunca volvería a encontrarse con aquel joven que le había arrebatado a su familia y su ojo… que equivocado estaba.
Los miembros de Indra nuevamente luchaban en aquellos bajos suburbios, esta vez junto a su esposa. Si bien habían encontrado varios de Mokuton entre otras pandillas como la de Oro y Plata o los Kurama, nunca pensaron que todas las pandillas se helarían ante una persona.
La piel de Tajima se había colocado como la piel de gallina al ver el hombre que ingresaba al lugar junto a otros dos adultos y una niña.
Una mujer de cabellos blancos enmarañados hasta el suelo, un mirar bastante frio y calculador. Portaba una túnica de científico totalmente blanca y bajo esa se podía ver un uniforme de empresario. El hombre era de cabello marrón oscuro hasta los hombros, sin embargo, el lado derecho estaba rapado. La vestimenta de ese era igual a la de la mujer. Por último, la niña que poseía un corte similar al de Tajima solo que tenía un moño. La vestimenta era la de un niño común y corriente.
Pero esas apariencias no eran tan crueles para su mente como la del cuarto. Ese hombre poseía las vestimentas de aquel joven que en el pasado le había arrancado su ojo.

— Satsuma… ¿Crees que podrá solo contra un ejército de 20 de los Sharingan? — Interrogó la mujer al más alto. Ese parecía quien poseía el poder por completo.
Y con un simple chasquido de ese mismo, quien portaba aquel kimono blindo de cada mano una katana. El sonido del chasquido retumbo en la cabeza de Tajima por un buen tiempo pues ese mismo sonido sentenciaría la muerte de 19 de sus miembros. Incluyendo su esposa.

Las horas pasaron y las katanas de ambos chocaban constantemente. A duras penas Tajima lograba llevarle el ritmo a este ser monstruoso. Apenas podía esquivar los cadáveres de sus compañeros y su esposa. Apenas podía con su única katana mientras el contrario poseía dos. En medio de esa lucha Tajima logró divisar la piel de este hombre y su único ojo visible… Piel bronceada y ojo negro.

Un golpe fue lo que sintió Tajima en su cabeza, un golpe que lo trajo a la realidad para que olvidara los recuerdos del pasado.

— Vamos, ¿Qué te pasa Butsuma? ¡Siempre golpeándome! — Si bien en las noches seguía trabajando como miembro de Sharingan para Indra, en el día era únicamente un profesor más. Se había quedado pensando en su pasado en plena sala de profesores.

— A veces cuando veo a tu hijo Madara pienso que es adoptado ¿Sabes? Es muy serio como para ser hijo tuyo, si eres un completo idiota que sueña despierto en plena sala de profesores — Butsuma mencionó con disgusto al haber descubierto por segunda vez en el día a Tajima soñar despierto.

— Oye… Butsuma vuelvo a preguntarte lo mismo desde que somos niños — Con cuidado poco a poco Tajima comenzaba a levantarse de su asiento para sonreír ligeramente. — Nunca me mencionaste tu apellido, sin embargo, siempre decías que tenías familia. Tampoco hablas mucho de tu esposa a pesar de que esta difunta.

Por varios momentos no recibió ni una respuesta por parte del profesor de biología, solo un simple suspiro.

— Mi familia me sacó el apellido, según ellos yo soy un monstruo…

(…)

Madara ya estaba harto de hacer aquel maldito informe para mañana sabiendo que en la noche no podría terminarlo debido a que debía hacer patrullaje junto a su hermano menor y a su padre. Él seguía los pasos de su madre desde que se enteró que esa había fallecido y años más tardes habían sido asesinados sus hermanos.

— Mada — Ya podía escuchar la voz de Hashirama, aquella voz infantil que hacía en sus momentos más estresantes con el fin de alegrar, aunque hacía todo lo contrario a alegrarlo.

— ¿Qué quieres Hashirama? — Madara Interrogó a su compañero de habitación al verlo entrar a la misma, sin embargo, le llamo la atención ver que poseía un horrible golpe en la mejilla derecha. Sabía con perfecta precisión que Hashirama odiaba pelear, odiaba la discordia. — ¿Quién te hizo esa horrible herida? — Soltó rápidamente al ver aquella herida, sin embargo, no obtuvo respuesta alguna, al contrario, recibió un cambio de tema por parte de Hashirama.

— Pues únicamente venía a tirarme a dormir un poco antes de salir a la noche, sé que hay problemas con los asesinos y eso, pero no les temo… ¡Después de todo también son personas!

— Pienso muchas veces que eres demasiado positivista Hashirama… — Al tiempo que fue madurando al lado de su mejor amigo notaba que Hashirama día a día se volvía cada vez más extraño de lo habitual. — Y cada día más extraño

— ¡Vamos Madara! ¿Por qué dices eso? — Hashirama ladeó la cabeza a un lado mientras iba rumbo hacia su propia cama, donde allí se tiró pesadamente.

Por un buen tiempo Madara se había quedado pensativo en si mostrarle a Hashirama o no donde trabajaba en la noche, muchos salían con el rumor de que se estaba prostituyendo, sin embargo, era una gran mentira, él al igual que el resto de su familia eran justicieros nocturnos.

— Hashirama… ¿Conoces a los Sharingan? — La interrogante de Madara había logrado captar completamente la atención de Hashirama.

En otro lugar, justo en Naka un joven de gran kimono blanco con decorados rojos se encontraba caminando por las calles. Sus vestimentas indicaban quien era, las marcas en sus mejillas y barbilla igual. Indicaba que era uno de los miembros de Mokuton. A sus lados caminaban dos hombres de una distinta pandilla, los líderes de Oro y Plata.

— Vamos Tobirama ¿Acaso no te has divertido en aniquilar a todas esas basuras? Tu hermano se divierte mucho más, incluso ríe. — Ginkaku soltó aquellas palabras en busca de molestar a Tobirama. Y había logrado su objetivo.

— Mi hermano posee trastorno múltiple de personalidad, bipolaridad y hematofilia… No me divertiría jamás como él.

Estos tres transeúntes no sabían que desde los techos de los edificios el menor de los miembros de Sharingan los estaba siguiendo con sigilo, comenzando a blandir poco a poco su katana.

Notas finales:

Espero que les gustará mucho, no olviden seguirme en wattpad para más historias y actualizaciones con regularidad.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).