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Moretón por Silver Bullet

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Notas del capitulo:

Se recomienda haber visto los capítulos 11 y 13 de Inazuma Eleven Orion No Kokuin, porque se hacen muchas referencias a diálogos y hechos del ánime, que podrían ser SPOILERS para el lector.

 

El equipo de Inazuma Japón estaba reunido en el campo bajo techo del que disponía el complejo, era de noche, pero no debían bajar la guardia. Mañana se jugaría un importante partido contra Arabia Saudita y debían estar preparados para todo.

- ¿Qué tipo de entrenamiento haremos, Nosaka? – preguntó Asuto ansioso por comenzar el entrenamiento, ese niño era una carga de energía inagotable a su parecer.

- En el partido que jugaremos mañana contra Arabia Saudita, también habrán miembros de Orion al parecer. Por los partidos que hemos tenido hasta ahora, es de esperar que harán juego sucio. – comenzó a explicar el emperador para todos – Es por eso que sugiero un entrenamiento para evitar sus jugadas.

Tras Nosaka se encontraban dos extensas cajas formando un pequeño corredor, desde que entraron al campo sintió curiosidad por ellas, sus instintos ya estaban acostumbrados a los métodos poco usuales de entrenamiento que se solían practicar con el entrenador Chou Kinun. Agradecía que el Instituto Imperial fuera más tradicional, porque si eso vivían diario los del Raimon no se imaginaba cómo más de uno no ha perdido algún tornillo.

Una explicación demostrativa por parte de la actual cabecilla del grupo fue todo lo que se necesitó para comenzar a entrenar. Saltando la parte en la que Goujin terminó mal herido e ignorado completamente por Nishikage, encargado de detener las máquinas. Si le preguntan a él, juraría a fuego que Nosaka omitió a propósito informarles que la máquina aumentaba la velocidad después de un tiempo.

Para el resto aquello no fue gran cosa, Kazemaru las saltaba con su grácil habilidad, Endo siendo el portero igual cumplió con el entrenamiento realizando raros movimientos, por alguna razón desconocida Haizaki y Hiroto hicieron juntos el entrenamiento y nadie estaba seguro de si esquivaban los pies o los golpes del otro, Fubuki fue otro de los destacados en aquella tarea con un desplazamiento innato, por supuesto que él no se quedó atrás.

Unas cuantas rondas después se realizó un pequeño descanso, las managers tenían bebidas y aperitivos para todos, eran las diez de la noche y no debían de extender mucho más aquel entrenamiento. Al final, parte de mantener al equipo en buenas condiciones era el descanso, una buena noche de sueño antes del partido también era importante.

En medio de las burlas hacia Goujin y su actualmente desfigurado rostro, Nosaka aprovechó la distracción para hablar con dos miembros del equipo.

- ¿Es una orden imperial del emperador?

- ¿Cómo planeas utilizarnos?

Kazemaru y Fubuki no dudaron en acatar cualquier orden o capricho que diera Nosaka, además todo lo que ha hecho hasta ahora ha sido para beneficio del propio equipo.

En aquel momento no le dio mucha importancia a ese llamado, después de todo si Nosaka lo requería como pieza clave en algún otro partido él también aceptaría, era como una norma general no escrita pero sobreentendida entre todos.

Al final el resto de los miembros del equipo se retiraron dejando a unos pocos bajo el cargo de Yuuma y su entrenamiento especial para aquellos que serían la clave del próximo partido. Por supuesto que en todo ese tiempo Ichihoshi; la actual fuente de problemas; no hizo acto de presencia en ningún momento y aquello no podía llegar a importarle menos.

...............(*)...............

Abrió los ojos con fastidio, el reloj marcaba la 1:57 am y los ronquidos de su compañero de cuarto no lo dejaban conciliar el sueño.

Dio varias vueltas en su cama, cambio su posición por una más cómoda, se destapaba con la sábana, le daba frío y se arropaba de nueva cuenta, incluso llegó al punto de cubrirse los oídos con la almohada cual avestruz tratando de crear una barrera anti ronquidos, pero aquello no estaba rindiendo frutos y por minuto que pasaba la idea de asfixiar a su compañero de cuarto se hacía más tentadora, le dio una última mirada a la almohada que llegaría a ser el arma homicida si se decidía por cumplir su idea, pero desistió a último minuto pues sería el principal sospechoso en caso de un deceso...

Resignado a tener que calmarse por su cuenta o Inazuma Japón amanecería con un jugador menos, salió del cuarto rumbo a la cocina, tomaría leche o algo que lo relajara y trataría de volver a dormir... en el peor de los casos utilizaría algún sofá de las pequeñas salitas que tenía el complejo como cama.

Salió del cuarto importándole poco el hacer mucho ruido, si su compañero no lo dejaba dormir, él no tenía por qué ser cuidadoso.

Camino por los oscuros pasillos solo iluminados por las ventanas que poseía el complejo, la luz de luna tampoco era la gran lámpara, pero él orientaba bien; bajó las escaleras y dobló a la derecha, estaba por llegar al comedor cuando dos voces más allá de la cocina y en medio de un pasillo con luz artificial llamaron su atención. Impulsado por su curiosidad, más específicamente al haber reconocido una de las voces, se ocultó en la penumbra que le ofrecía el lugar en el que estaba y se asomó lo más que pudo sin llegar a delatarse.

No le gustó nada de lo que estaba viendo.

¿Qué hacían Kazemaru y Nosaka a estas horas solos en el corredor?

Más importante aún.

¿Qué diablos hacía el emperador tan cerca del defensa?

Por suerte el silencio total de la noche le permitía escuchar claramente la conversación que se estaba llevando a cabo sin mucho esfuerzo.

- Está muy rojo Kazemaru-san.

- No pasa nada Nosaka, con todo lo que me has pedido hacer es normal.

- Por lo mismo, asumo la responsabilidad de esto. – Nosaka acercó su mano al rostro de Kazemaru y este se alejó antes de que lo tocara, para tranquilidad de Fudou.

- No tienes que hacer esto, no es necesario. Si es por el equipo no me molesta lidiar con las consecuencias. – Kazemaru hizo amago de marcharse, pero Yuuma le cortó el paso – Nosaka...

El tono empleado para nombrar al emperador Fudou lo conocía muy bien, era la primera señal de advertencia que daba Kazemaru cuando alguien del Instituto Imperial quería salirse por la tangente y hacer lo que se le pegara en gana... dígase él cuando quería molestar a Sakuma y Kazemaru lo descubría.

La mano que anteriormente fue rechazada levantó la barbilla del defensa, Nosaka en algún momento había logrado arrinconarlo contra la pared con una sutileza digna del emperador táctico.

No le retenía de ninguna forma física, la mano de Nosaka sobre el rostro de Kazemaru era el único contacto que mantenían, y fue suficiente para mantenerlo en su posición. Estaba abrumado por la presencia del otro y no le gustaba sentirse así. Intentando poner algo de distancia, Ichirouta trató de apartar a su actual capturador empujándolo un poco, no quería hacer un escándalo innecesario a estas horas de la noche, pero la cercanía que había creado Nosaka lo tenía sumamente incómodo.

-Solo déjeme dar un vistazo rápido, senpai.

Un escalofrío subió por su columna y todo empeoró cuando notó que el rostro de Nosaka se acercaba aún más al propio, se supone que solo quería revisar su nariz que fue lastimada en el entrenamiento especial y que ahora tenía un leve rojo producto de un animalito con pinzas. Pero algo en la leve inclinación que tomó la barbilla del ojigris acercando más de la cuenta sus labios a los propios encendió las alertas en su cabeza, estaba por decir algo para apartarlo definitivamente, cuando una tercera voz rompió con el silencio de la noche.

- ¡¿Qué se supone que está pasando aquí?! – salió de su escondite no dispuesto a seguir viendo aquello, por lo silencioso del lugar su voz resonó con más fuerza de la que debería logrando asustar a los presentes que tomaron distancia entre ellos, pero seguía sin disminuir el coraje que acumuló en el poco tiempo que los espió.

El corazón del defensa se agitó preocupado por la expresión que cargaba Fudou, no quería imaginar lo que estaría pensando por la forma en que los encontró en aquel pasillo. Nosaka por el contrario se mantuvo impasible ante la clara amenaza que le estaba lanzando el ojiverde, un rápido vistazo a la persona junto a él, le indicó que sus planes de intentar algo más con el peliceleste estaban acabados... al menos por esa noche.

-Ha llegado maestro del circo inesperadamente, creo que es mejor que me retire por hoy. – con calma, Yuuma dio la vuelta y se alejó del dúo proveniente del Instituto Imperial – Buenas noches.

Fue lo último que escucharon de Nosaka antes de verlo perderse por los pasillos del complejo. Al perderlo de vista el aire en el pasillo se volvió menos denso, pero no por eso menos incómodo.

Kazemaru sentía que había hecho algo malo ante los ojos de Fudou, aún si no había pasado nada.

Fudou por su parte juraba sentir su sangre ebullir, el tono en el que Nosaka pronunció la palabra – senpai – fue el detonante que dio rienda suelta a su aparición. Ese tono claramente era una insinuación acompañado por las acciones que estaba tomando, Fudou no soportó más ver la que se estaba montando el emperador, lo único que lo mantuvo quieto hasta ese momento había sido el obvio rechazo que estaba demostrando Kazemaru, pero cual animal que siente el peligro saltó fuera de su escondite cuando todos sus instintos gritaron ¡Detenlo!

Ahora ambos solos en medio de la madrugada y después de semejante escena, ninguno se atrevía a dirigirle la mirada al otro. Pero no podían permanecer ahí perdiendo el tiempo, no cuando mañana había un partido importante y se notaba que Kazemaru no había tocado cama en toda la noche por el "entrenamiento especial".

-Kazemaru. – llamó Fudou aún con el fastidio latente en su tono de voz, pero haciendo lo posible por controlarse, no quería perder los papeles, no cuando Kazemaru se veía arrepentido por algo de lo que ni siquiera tenía culpa - ¿Qué hacías a esta hora con Nosaka aquí?

- Hace unos momentos terminamos el entrenamiento para el partido de mañana, solo quería un poco de hielo. – cual niño pequeño Kazemaru señaló su nariz, la zona estaba levemente roja y Fudou notó unas pequeñas marcas sobre la piel del defensa.

- ¿Cómo te hiciste eso? – ningún entrenamiento de futbol que pasara por su cabeza en ese momento explicaba el leve daño en el rostro de Kazemaru, no creía que dejara marca, pero no quitaba que la zona estaba enrojecida. Fudou acercó su mano palpando suavemente la piel afectada, su ego se infló un poquito al notar que Kazemaru no rechazaba su tacto como hace unos momentos lo hizo con el emperador.

Ichirouta guardó silencio sin atreverse a contarle nada, la clave para mañana era precisamente el factor sorpresa. Fubuki y él juraron mantener en secreto aquello, pues cualquier reacción poco natural del resto del equipo podía delatarlos... no, no podía decirle.

-No puedo decirte. – apenas lo dijo una punzada de culpa atacó su conciencia, la decepción en los ojos verdes era clara como cristal, Fudou apartó su mano inmediatamente – Yo...

- Déjalo. No te obligaré a contarme los secretos que tengas con Nosaka. - el reclamo en aquella frase era obvio, aún más lo fue el ácido con el que se pronunció el nombre del emperador, pero Akio Fudou era una persona orgullosa y no iba a rogar por respuestas – Deberías dormir, es tarde.

Kazemaru asintió no sabiendo qué más decir, su conciencia le recordaba que no debía contar nada, pese a que su pecho reclamaba por arreglar las cosas con Fudou. Pero no podía, no podía poner sus sentimientos por sobre el equipo. Estaban en una lucha y cualquier error por mínimo que fuera, sería la sentencia de ellos.

Fudou comenzó a avanzar para regresar a las habitaciones, con tantas cosas se le cerró el estómago y no tenía ánimos para tomar nada. Es más, sabía que ahora más que antes le costaría conciliar el sueño por el enojo que estaba cargando.

-Lo siento... - la disculpa de Kazemaru detuvo su andar, de reojo volteó a verle - Lo siento por no poder decirte – sería lo que cualquiera asumiría estando en su posición.

Pero no, Kazemaru no se disculparía por una causa que creía justa. Fudou lo sabía, ese chico aguantaría callado incluso un insulto a su persona si sabía que era por un bien mayor. Kazemaru no se estaba disculpando por ocultarle un secreto.

Kazemaru se estaba disculpando por no detener a tiempo el acercamiento de Nosaka. – y Fudou lo entendió.

-No te disculpes por algo que no pediste.

En silencio uno junto al otro, subieron a las recámaras, el pasillo estaba oscuro y se escuchaban leves ronquidos desde algunas de las habitaciones. Internamente ambos agradecieron no volver a toparse a Nosaka en ningún momento.

Un escueto – Buenas noches – por parte de Kazemaru, un leve movimiento de cabeza por parte de Fudou en respuesta y cada uno entró a su respectiva recámara.

Fudou gruñó al ser recibido por los ronquidos de su compañero.

Kazemaru cayó agotado en su cama no queriendo pensar en nada más.

Eran las 2:25 am cuando finalmente todos los integrantes de Inazuma Japón estaban en cama descansando.

...............(*)...............

Era una movida mañana, parece que los ánimos por el partido que tendrían estaban a tope, el desayuno fue bastante animado entre los que trataban de balancear sus dietas alimenticias y aquellos que parecen posos sin fondo. Los pocos que fueron conscientes de la situación llegaron a sentir lástima por Nishikage aceptando de Nosaka el arroz frito artesanal del entrenador.

Como era común no había rastro de Ichihoshi por ninguna parte, lo que mantenía ameno el ambiente de convivencia, desde que las sospechas estaban puestas sobre él siempre se creaba un tenso momento con su presencia.

Kazemaru ingresó al comedor dando los buenos días y fue directo a servirse. Tomó asiento junto a Fubuki y mientras disfrutaba del desayuno se unió a la conversación de la importancia de comer balanceado.

Poco después Fudou entró al comedor, pasando del grupo sin saludar. Sirvió su desayuno y tomó asiento en una de las mesas vacías, como siempre haciendo alusión a su apodo del solitario rebelde.

Desde donde estaba podía observar perfectamente las leves bolsas bajos los ojos de cierto defensa. Aquello no era de extrañar, considerando que él mismo despertó con leves ojeras, ni siquiera tenía ánimos de recordar el motivo de su trasnocho. Esperaba que Kazemaru lograra dormir bien las horas de descanso que tuvo, porque él casi no pegó ojo anoche entre los ronquidos de Goujin y el cabreo que se presentaba cada que rememoraba a Nosaka demasiado cerca de Kazemaru.

-Tch... - chistó por lo bajo, el causante de su enojo estaba junto a Nishikage tomando su propio desayuno ajeno a todo lo demás... incluso a la cara de nausea total que se cargaba el portero a su lado – Es un sádico total.

Dijo para nadie más que él mismo.

...............(*)...............

El recorrido en autobús fue una tortura... estaba exagerando un poco, pero él tenía pocas horas de sueño, seguía cabreado con cierto emperador táctico y Haizaki no había dejado de gritar en todo el viaje, no lo culpen por no brincar de alegría.

Primero Haizaki se estaba peleando con Hiroto por alguna tontería, sobre algo mal puesto en el cuarto que compartían ambos, según lo que llegó a escuchar. El pasillo del autobús separaba al dios y al demonio, pero no impedía que asomaran las cabezas desde cada asiento para gruñirle al otro. Era patético ver como Tatsuya trataba de calmar a Kira y como Kazemaru trataba de lidiar con Haizaki.

Lo que realmente le fastidiaba, era ver a Kazemaru tan encimado al goleador. Tratando de mantenerlo en su lugar para evitar una riña más grande, Tatsuya e Ichirouta habían terminado sosteniendo a los goleadores para mantenerlos en sus puestos y evitar que llegaran al otro.

¿Y cómo él estaba al tanto de esos detalles?

Porque estaba sentado frente a Kazemaru, solo quería mantener vigilado al defensa por si alguien quería volver a pasarse de listo. Nosaka junto a Nishikage se habían sentado tras Kazemaru y Haizaki, dudaba que se atreviera a hacer algún movimiento con tantas personas, pero mejor prevenir que curar.

Con lo que no contaba es que sería el demonio del campo el que detonaría su molestia.

Cuando finalizó la ridícula pelea inicial con Kira, hubo momentánea paz. El suficiente tiempo como para que Kazemaru cayera dormido. Haizaki estaba distraído escuchando música y por lo que pudo distinguir el emperador estaba enfocado en otra cosa. Notó las leves miradas que dirigía a la parte posterior del autobús... aquello ya no le interesaba.

Se acomodó en el asiento aprovechando que nadie se había sentado junto a él. Imitaría al defensa de cabellera celeste, no estaría mal una pequeña siesta para compensar el sueño perdido.

Ese era el plan, hasta que cierto goleador lo despertó de un grito. Volteó sobre su asiento buscando una explicación a semejante exabrupto, Haizaki gritaba algo sobre el volumen en sus audífonos. Iba a reclamar, cuando notó que Kazemaru no se había inmutado por aquello. El defensa estaba profundamente dormido.

Decidió dejarlo pasar y se reacomodó, cerró los ojos y cuando estaba perdiéndose de nuevo en el mundo de los sueños, Haizaki volvió a gritar y ahora le buscaba pelea a Hiroto.

Adiós a su idea de dormir un rato... por lo menos Kazemaru si logró descansar.

...............(*)...............

El partido dio inicio con el saque de Arabia Saudita, Ichihoshi corrió hacia el equipo contrario y no pudo importarle menos que lo último que hiciera fuera tratar de robar el balón, igual todos eran conscientes de que no podían contar con él para el partido.

Kazemaru se lanzó al ataque y logró robarle el balón al capitán del equipo contrario, pero un parpadeo bastó para que el defensa se viera rodeado por tres jugadores. Justo como les advirtió Nosaka la noche anterior, Arabia Saudita dio rienda suelta al juego sucio por el que se caracterizaban, estaba tranquilo sabiendo que Kazemaru podría con eso, ese chico no era débil y sabía dar batalla.

El narrador del partido elogió la brillante forma en la que Ichirouta esquivaba los ataques. Parece que el entrenamiento con aquellas cajas extrañas rindió sus frutos, aunque se negara a admitirlo.

Pero de un momento a otro la felicidad y orgullo que sentía cayeron en picada, Kazemaru cerró los ojos por un brillo ya conocido y fue cuestión de tomar la oportunidad. La pierna izquierda del defensa se vio impactada por la de dos de los jugadores contrarios.

Comenzó a correr en su dirección antes de que incluso terminara de arrodillarse para tomarse la zona herida. Fubuki, Nosaka y él alejaron a los causantes del daño ni bien llegaron junto a Kazemaru, Endou se acercó a ellos gritando junto a Sakanoue.

Aquello, aunque le molestara no le sorprendía, el capitán solo sería capaz de dejar la portería por aquel defensa tan preciado para él.

-Lo siento. – se disculpó – Como los estaba esquivando bajé la guardia.

Estaba molesto, odiaba que Kazemaru se disculpara por cosas de las que no cargaba culpa. Fue frustrante ver cómo le sacaban del campo en camilla y el sentimiento se acrecentó al ver que fue cambiado por Iwato.

El partido debía continuar...

...............(*)...............

Hay momentos en la vida donde nos damos cuenta de que todo puede cambiar en un solo día, y hoy, para Fudou Akio fue uno de esos momentos. Inazuma Japón sufrió un cambio de 180° en menos de veinticuatro horas, es más, era una burla decir veinticuatro horas, en un solo partido de futbol cambiaron completamente su situación.

Ichihoshi Mitsuru, estaba muerto... Ichihoshi Hikaru, resultó ser un agradable y tranquilo joven traumado por las circunstancias de la vida, siendo utilizado por una organización que se decía buena y se aprovechó de su condición. Muy buen jugador de futbol había que resaltar.

Más impactante aún, descubrir que Kira tenía un corazón bondadoso bajo la petulante personalidad que se cargaba, cuando ofreció que su familia corriera con los gastos médicos. Por suerte no fue necesario nada de eso.

Pero aquí le estamos dando vueltas al verdadero asunto, Nosaka Yuuma.

Le mosqueaba saber que el emperaducho ese tenía conocimiento de toda la situación de Ichihoshi, nunca reveló nada hasta que fue el momento clave, mintió sobre su propia condición de salud jugándosela por el chico. Y aun así podía pasar por alto el teatro que se montó.

La verdadera causa de su malestar y que tenía su cabeza funcionando sin descanso desde que regresaron a las instalaciones de Inazuma Japón, fue el segundo montaje creado por Nosaka.

Las "lesiones" que deberían sufrir Kazemaru y Fubuki, fueron cuidadosamente planeados y entrenados para parecer reales. No le molestaba la mentira, ni el hecho de que Kazemaru no le contara cuál era el plan de Nosaka, porque cumplieron con su meta, le dieron al equipo entero un susto de los mil demonios cuando ambos salieron con "heridas" del campo.

El epíteto de su enojo era todo lo que pudo haber salido mal en aquel plan.

Si Nosaka quería jugarse el cuello y arriesgarse a que Ichihoshi le diera una patada en toda su cabeza, por él perfecto, hasta lo ayudaba si quería. Pero de ahí a poner en una situación de verdadero riesgo a otros, era completamente diferente.

Sí, aceptaba que Yuuma Nosaka, era una calculadora persona y podía decidir el nivel de riesgo que podía implicar ser lastimado por Ichihoshi del que conocía su trasfondo. Pero no había fuerza humana en la tierra que le convenciera de que Nosaka conocía el nivel de riesgo al que expuso a Kazemaru y Fubuki.

Bastaba un mal paso, un mal movimiento, un descuido o más astucia del otro equipo y tendrían dos serias lesiones... como si con Gouenji fuera del campo no fuera ya suficiente.

Caminaba por las instalaciones tratando de mantenerse alejado de sus compañeros de equipo. No tendrían partido hasta dentro de unos días y con la victoria de hoy decidieron tomar más calmadamente la noche.

Luego de evitar que Ichihoshi abandonara el equipo por creerse no deseado, el resto estuvo sobre el ruso como si se tratara de un cachorro recién llegado a la familia. Ese tipo de ambiente era demasiado empalagoso para su gusto.

Apenas vio la oportunidad se alejó de todos, vagó buen rato sin rumbo fijo y tratando de calmar a sus demonios que estaban exigiendo ver correr la sangre de Yuuma Nosaka, decidió que quería un emparedado.

Bobamente invocó el chiste de "Cómete un Snickers", riéndose de su estado de ánimo. Pero no era muy fanático de lo dulce, un emparedado estaría bien para él.

Con un nuevo destino enfiló rumbo a la cocina y mientras pasaba por una de las salas de estar de las tantas que tenía el lugar, de reojo distinguió unos largos mechones celestes.

Automáticamente sus pies detuvieron su rumbo.

...............(*)...............

Kazemaru estaba tranquilamente en el sofá de la solitaria salita revisando unas notas sobre jugadas y técnicas, muchos aprovechaban noches como esta para descansar un poco, pero él sentía la constante necesidad de mantenerse ocupado, no quería bajar el ritmo de entrenamiento, no cuando se estaban enfrentando al mundo.

Tan perdido estaba en sus ideas, que dejó caer las páginas que leía cuando alguien junto a él lo nombró.

-Fudo. – llamó al culpable del sobresalto y que ahora se encontraba agachado recogiendo las hojas que él antes sostenía.

Cuando quiso recoger su desorden, Fudou ya le estaba entregando en mano todas las páginas. Agradeció el gesto y se extrañó al ver que el ojiverde seguía arrodillado en el piso junto a él.

Cierta incomodidad volvió a él, desde anoche con todo el malentendido no habían hablado. Y ahora estando completamente solos la intensa mirada que Fudou le dedicaba lo ponía nervioso.

Sentía que ahora que podía explicarle mejor las cosas, ahora que no había nada que ocultar podrían arreglar las cosas entre ellos. Pero cuando trató de hablar, Fudou dejó de verlo a los ojos y se enfocó en sus piernas... específicamente su pierna izquierda, justo donde habían golpeado los jugadores de Arabia Saudita. Agradecía llevar medias semi altas en ese momento, porque se sentía expuesto en cierta manera. Maldijo el momento en el que decidió que la noche estaba un poco calurosa y en lugar de un pantalón buso agarró un short hasta la rodilla.

Su corazón se agitó en su pecho cuando Fudou levantó su pierna y lentamente deslizó la media fuera de esta. Una leve marca morada resaltó en su piel y apenas quedó a la vista la expresión en su acompañante se afiló.

- ¡No es tan grave como parece! – se apresuró a aclarar – Solo es un pequeño moretón.

Y era verdad, haberse golpeado contra una silla o una mesa por accidente dejaría la misma marca, no estaba hinchado, raspado o herido de gravedad. Algo tan pequeño como eso no pondría en peligro su futuro como jugador de futbol.

Pero Fudou Akio seguía viendo aquella mancha en su piel como si se tratara de un grave problema.

-Ni siquiera me duele. – trató de suavizar aún más las cosas, quería hablar con Fudou y aclarar todo, pero sabía que mientras tuviera esa mirada tan pensativa y frustrada no lograría mucho.

- Yo decidiré eso.

- ¿A qué te ref... ¡Ah! – cortó la oración por la pequeña exclamación de dolor.

El ojiverde sostenía su pierna izquierda con la mano derecha a la altura del pequeño hematoma, solo presionó un poco con el pulgar y obviamente le dolió. En sí la herida no le molestaba para nada, pero si venía Fudou tan bruto como era y hacía presión claro que iba a quejarse.

-Entonces si duele. – le dijo casi con burla, refiriéndose a su intento anterior de negar la verdad.

- Si haces eso claro que... ¡Ah! ¡Para! – trató de apartar de Fudou, pero este solo detuvo sus intentos con la mano que tenía libre.

- ¿Ves que si duele? – volvió a ejercer un poco de presión. Esta vez logró reprimir la queja de dolor, pero su cara expresaba la verdad que callaba.

- No dolía, hasta que hiciste eso. – se defendió, antes de que Fudou volviera a presionar el moretón - ¡Para ya!

Akio alejó por fin su pulgar del morado, pero no soltó su pierna en ningún momento. Verde y avellana chocharon con intensidad, una pequeña lucha de miradas se estaba llevando a cabo en aquella sala. Después de un momento Kazemaru apartó la mirada, notaba el reproche en los ojos de Fudou y de nuevo sentía que hizo algo malo.

-Fudou, sobre anoche... no podía contarte sobre el plan, yo... no podía, sería sospechoso si alguno de ustedes no reaccionaba y-

- Lo sé. – lo cortó Akio – Debía parecer real. Entiendo por qué lo hiciste, pero no me agrada la idea.

- Lo siento... - ni siquiera estaba muy seguro del por qué se estaba disculpando, pero sentía que debía hacerlo.

- No vuelvas a hacer algo así, no puedes jugarte el cuello por los planes de otra persona. La próxima vez puede no ser solo un pequeño moretón.

- Fudou... - Kazemaru cerró los ojos y se dio valor mentalmente para lo próximo que iba a decir, no iba a agradarle escucharlo – No puedo hacer eso... si Nosaka me pide que vuelva a hacer algo así, lo haré. Si es por el equipo lo haría sin pensar.

Ni siquiera había terminado de hablar cuando Fudou ya fruncía el entrecejo. Sabía que sus palabras lo iban a molestar, pero no iba a mentirle para tranquilizarlo aquello solo sería peor a futuro.

-Eso es lo que me fastidia, sé que lo harás, aún si trato de detenerte. – Fudou se veía decepcionado, molesto más bien – ¿Sabes que es lo que realmente me enfurece de esto? Que lo harás si Nosaka te lo pide, vas a confiar ciegamente en él y mientras te diga que es por el bien del equipo, tú lo seguirás. Porque así eres, siempre pensando en los demás, antes que en ti mismo Kazemaru. Por eso se terminan aprovechando de ti, por eso es que terminas en un pasillo con Nosaka a punto de besarte si yo no llego a intervenir.

Kazemaru frunció el ceño con aquello, tampoco es que fuera una oveja que ciegamente sigue un pastor, tenía pensamiento crítico y propio, pero no podía negar la parte en la que afirmaba que haría lo que fuera por el equipo.

Era verdad, él haría todo lo que estuviera en sus manos con tal de proteger a Inazuma Japón, incluso seguir los planes de otros, pero no sentía que merecía el regaño que obviamente le estaba propinando el ojiverde.

-Mira Fudo, si estás molesto por lo que pasó anoche con Nosaka – comenzó a defenderse, pero Akio no lo dejó terminar.

- No estoy molesto por lo que pasó anoche. – aprovechando el agarre que tenía sobre su pierna, Akio utilizó su extremidad como palanca reacomodándolo, lo tumbó sobre el sofá y se posicionó sobre el sorprendido defensa – Estoy celoso.

Tanto aquella confesión como la comprometedora postura hicieron estragos en Kazemaru, sintió su rostro calentarse hasta las orejas y su corazón golpear con tanta fuerza que temía ser escuchado por Fudou.

-Fudou... - llamó asustado por la intensidad en su mirada. Podía lidiar con el Fudou que peleaba con Sakuma, con el que realizaba travesuras, el que a veces escapaba de sus obligaciones o el enojado que gritaba sin importarle a quién hiriera con verdades... pero este... este Fudou que tenía frente a él era diferente, no podía controlarlo, porque sí, varias veces se había visto envuelto en situaciones un tanto penosas con él.

Todo comenzó con un inocente beso en la biblioteca y las cosas en cierta forma fueron escalando... La última vez que recordaba haber pasado por algo parecido era en las duchas del Instituto Imperial pocos días antes de la selección del FFI, por cosas que en este momento no se molestaría en recordar quedaron solos en las duchas, el resto del equipo ya se había retirado y...

Prefería no seguir la línea de pensamientos en lo que terminó esa tarde.

Pero rescataba que la mirada que tenía el Fudou que estaba reteniéndolo en ese sofá ahora mismo, fue el mismo mirar que tenía aquel día que lo cazó en las duchas.

Fudou tenía aún su pierna izquierda firmemente sujeta, su pierna derecha estaba inmovilizada por las contrarias, la mano libre que tenía la utilizaba para sostener su peso por sobre él evitando aplastarlo.

Rogaba internamente que nadie decidiera pasar por ahí, porque esa situación sería muy difícil de explicar.

-Fudou, no es gracioso. – su intento de sonar firme se fue al traste cuando la voz le falló al final de la oración, el leve temblor de su cuerpo delataba el nerviosismo que trataba de disimular con su ceño fruncido, pero el sonrojo en su rostro quitaba toda muestra de seriedad.

- ¿Quién está bromeando? – Fudou disfrutaba de ver todas las reacciones que causaba en el defensa y con asientos en primera fila como los que tenía ahora, se disfrutaba aún más el espectáculo – Te dije que estaba celoso.

Ichirouta apartó la mirada al escuchar aquello de nueva cuenta, a veces maldecía que Fudou fuera tan honesto y directo en momentos como ese. Lo desarmaba completamente y quedaba a merced de sus caprichos.

-Este no es lugar para hacer lo que sea que estés pensando. – recriminó, tratando de resaltar el hecho de que cualquier podría entrar por esas puertas y encontrarlos así.

-Y podrías contarme ¿qué se supone que estoy pensando en hacer? – el hecho de poder ser descubiertos más que aplacar sus actuales acciones, solo lo incitaban a continuar. Amaba ver las reacciones de Kazemaru, todas sus reacciones, feliz, molesto, concentrado, mandón... excitado...

-Tu sabes a lo que me refiero. – Kazemaru pareció encogerse bajo él y eso solo lo prendía más. Nadie más conocía a este Kazemaru, el que temblaba de nervios y se sonrojaba era adorable, el Kazemaru inocente que conoció en la biblioteca aún existía... pero el que respondía a sus besos y caricias, el Kazemaru que apareció la última vez en las duchas del Instituto Imperial...

- No, no lo sé. Sería más fácil si me lo explicas. – Fudou iba acortando la distancia entre ellos, consciente de que tampoco debía tentar a su suerte. Estaba molestando a Kazemaru, pero no planeaba hacer gran cosa en aquel sofá, no por pudor, sino por egoísmo. No quería compartir esas facetas de su defensa con gente indeseada.

- ¡Esto! ¡Esto que estás a punto de hacer! – le estaba recriminando por algo que Fudou aún no había hecho, pero lo irónico del momento es que no hizo amago de apartarse o alejarlo.

- No tengo idea de lo que estás hablando. – rozaba sus labios sin llegar a sellarlos, solo jugueteaba dándole leves toqueteos. Kazemaru no lo rechazaría, lo sabía por la forma en que abrió levemente su boca esperando a que terminara de cortar la distancia.

- Fudou... – llamó sobre la boca del nombrado, el cosquilleo que estaba sintiendo con cada rose que Fudou provocaba sobre sus labios, solo incrementaban la necesidad por los labios ajenos. Alguna parte de su cabeza le decía que entre más rápido iniciaran con aquello, más rápido Fudou lo dejaría libre... quería creer que lo llamaba por aquel pensamiento y no por la necesidad de sentir la calidez de aquella boca tan problemática. Fudou lo estaba tentando y él estaba cayendo sin oponer resistencia.

- Pídemelo. – exigió cuando tuvo que alejarse apenas unos centímetros al sentir que Kazemaru se alzaba para alcanzarlo. La vista del defensa viajaba de sus ojos a sus labios y él mismo estaba controlando la necesidad de lanzarse sobre su presa.

- ... Bésame...

Con todo el desborde de las emociones acumuladas desde ayer, atrapó los labios del peliceleste, deleitándose por la intensa danza que formaban. Con el tiempo y la práctica Kazemaru había aprendido a seguirle el ritmo, volviendo mucho más intensos sus esporádicos encuentros.

Succionó los labios del defensa con tanto empeño que lo escuchó jadear contra su boca, suavizó sus movimientos cuando sintió dos temblorosas manos posarse sobre sus mejillas y comenzar una leve caricia.

Le daría tregua por hoy, no era el lugar ni el momento, aparte de que, si aquello subía mucho de tono, sería más difícil detenerse. Se separaba por breves momentos permitiéndole tomar aire y regresaba al ataque, sabía que Kazemaru disfrutaba más los besos tranquilos, era la cursi manera en la que expresaban el mutuo afecto que se tenían, porque hablar de aquello o formalizar algo aún no estaba en vigencia. Tenían una rara relación de exclusividad sin ser oficialmente nada, no diría amigos con derecho porque aquello implicaría no tener sentimientos de por medio, lo cual no era el caso.

Abrió los ojos disfrutando de la expresión que tenía Ichirouta al corresponderle y fue cuando notó algo más... alguien más...

Aun ocupándose de distraer a su chico, posó su mirada en el ojigris que observaba desde la entrada de la sala. Quiso reírse por la frustración claramente palpable en el rostro de Nosaka Yuuma, pero si lo hacía Kazemaru podría tratar de separarse para reclamar aquello y encontraría a el espectador poco deseado... sería el fin de su diversión.

Así es que hizo lo que mejor se le da hacer, si iba a terminar de fastidiarle a Nosaka cualquier idea que tuviera con Kazemaru, lo haría con todo.

Cerró los ojos y se entregó a los labios del chico bajo su cuerpo. Volvió a subir la intensidad del beso, separándose apenas un momento, Kazemaru trató de tomar aire y él aprovechó para introducir su lengua en aquella cálida cavidad.

Ichirouta jadeo ante la intromisión y hubo un leve temblor momentáneo en las manos que sostenían sus mejillas. Saliva escurría producto del jugueteo entre las lenguas de ambos y leves quejidos eran amortiguados en la boca de Akio. El deslice entre sus labios se volvió más fácil ahora con la humedad de por medio, regaló unos leves mordiscos en el labio inferior de su chico antes de volver a sellarlos.

Volvió a abrir los ojos confirmando que Nosaka se había retirado por fin, se separó del defensa que jadeaba tratando de recuperar el aire, él no estaba mejor por lo que ambos alientos chocaban con el rostro del contrario.

Kazemaru llevó una mano a sus labios cubriéndolos como un intento de barrera por si Fudou quería volver a la carga, giró el rostro apenado como siempre que terminaban en alguna situación parecida. Tampoco es como si la vergüenza lo abandonara en algún momento desde que comenzaban a besarse.

Fudou se alejó por fin dándole espacio para relajarse. Flexionó un poco su pierna izquierda alzándola hasta la altura de su rostro y dejó un beso justo donde el hematoma resaltaba.

Y aquello lo apenó aún más que todos los besos que compartieron hace un momento.

-Kazemaru... - llamó por fin liberando su pierna y permitiendo que se sentara por fin en el sofá junto a él – No me disgusta que ayudes a los demás... eres así, lo tengo asimilado, pero no bajes la guardia frente a otros... Mucho menos frente a Nosaka.

Fudou se desparramó en el sofá luego de decir aquello. Ya no estaba molesto y había cobrado su venganza con el emperador, ya estaba en paz.

Abrió los ojos encontrándose a un Kazemaru que lo observaba feliz. Sí, ya todo estaba bien viendo aquella sonrisa.

-Lo prometo.

Ahora el bochorno se hizo presente en el rostro del solitario rebelde, era débil, muy débil ante ese chico frente a él. Tratando de evitar que Kazemaru notara su vergüenza, lo haló recostando la cabeza de Kazemaru sobre su hombro, posó su mano sobre la cabeza del peliceleste evitando que la levantara y miró en otra dirección. Aún así Ichirouta logró ver un leve tono rojizo en las orejas de Akio cuando levantó la mirada buscando alguna explicación de aquel gesto.

Fudou era todo un caso.

Se relajó entre los brazos ajenos y agradeció que nadie pasara por aquella sala. Eran raros los momentos como este entre ellos.

Fudou era brusco en sus actuares y malo con las palabras. Quizás por eso su "relación" no subía de categoría a algo más formal, pero así estaba bien, sin presiones y a la manera de ellos. Honestamente él tampoco tenía prisas ni agregaba presiones, ahora mismo tenían muchas cosas por las que preocuparse; ganar las selecciones de Asia, ir al mundial y ganarlo, la fundación Orion, sobrevivir a los entrenamientos...

Sí, había prioridades y ambos eran conscientes de aquello, no era momento de romperse la cabeza por darle un título a lo que tenían.

Después de todo, eso era solo de ellos y si ellos estaban bien con su "algo sin nombre", no había mayor problema.

Kazemaru cerró los ojos queriendo tomar un breve descanso luego del agitado día que habían tenido, Fudou parece tuvo la misma idea la cercanía del otro producía un efecto calmante casi inmediato.

Los cinco minutos para descansar la vista, se volvieron varias horas de sueño. La mañana los encontró en la misma posición en la que cayeron dormidos.

...............(*)...............

Nishikage iba junto a Nosaka siguiendo sus pasos sin cuestionar a dónde iban.

El ojigris detuvo su andar cuando llegó a la sala en la que los encontró la noche anterior, mantuvo su expresión imperturbable viendo junto al portero a la pareja descansar.

- ¿Esos son...? – dejó la pregunta al aire Nishikage, algo sorprendido. Nosaka dio un leve asentimiento confirmando lo obvio – Nunca lo hubiera imaginado.

- Debo admitir, que tampoco lo esperé.

Aquello no era problema para el portero, la vida amorosa de cada persona era únicamente de su propia incumbencia. Él no juzgaría a nadie... menos sabiendo que albergaba sentimientos que no se atrevía a expresar.

Dio un leve vistazo a su costado, donde Nosaka seguía sereno, pero con la vista fija sobre los dos cuerpos que descansaban en aquel sofá.

- ¿Deberíamos despertarlos? – sugirió al ver que Nosaka no parecía tener intensiones de moverse. Y él no encontraba otro interés por el cuál permanecer ahí.

- No, no hace falta.

Con eso Nosaka dio media vuelta y se alejó de aquella sala junto a Nishikage dejando a la pareja un rato más en su pequeño mundo de felicidad, aceptando de manera muda la derrota del emperador ante el circense.

Fin...

Notas finales:

Espero de disfrutaran de esta nueva idea, disfruté muchísimo redactando todo esto y apegándome a todo lo que se ve en los capítulos 11 y 13 mencionados.

Las palabras utilizadas por Kazemaru y Fubuki, diciéndole a Nosaka básicamente que los utilice como quiera.

Los asientos del autobús están como salían en el capítulo, que creo fue una de las cosas más curiosas que encontré reviendo el episodio.

Que Fudou fuera de los primeros en llegar a Kazemaru cuando fue lesionado, pero que ni se apareciera cerca de Fubuki cuando fue tu turno de fingir.

Y creo que es la primera historia en la que utilizo los honoríficos después de los nombres, pero quería utilizar el senpai, que me quedé con eso del episodio en que Nosaka llama senpai a Kazemaru y bueno, fue todo o nada.


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