Salió de su casa y lo observo dirigiendo a los chicos de la mudanza;
-No puedo agradecerte lo suficiente por lo que hiciste Bruce- le dijo
-Solo corregí un error, es todo- le contesto tan serio como el podía ser
- ¿Cómo hiciste que el banco devolviera la casa? – Clark estaba un tanto intrigado de cómo le habían devuelto la casa tan rápido
-Compre el banco- contesto
- ¿Todo el banco? – lo miro atónito mientras Bruce lo conducía a la entrada
- Es un reflejo que tengo, no se – Clark soltó la carcajada, era sorprendente como su perspectiva hacia él había cambiado tanto en tan poco tiempo.
Entraron a su casa, todavía era un desastre, cajas por aquí y por allá, su madre y Lois estaban platicando muy tranquilamente en la cocina.
-Mamá invitare a Bruce a comer – parecía un niño pequeño aun cuando estaba frente a ella
- No, ¿Qué? Espera – balbuceo Bruce - el camino a Gótica es largo
-No, no, no -exclamo Clark jalándolo del brazo – tu tienes que comer aquí, no es pregunta – y nuevamente le dio esa brillante sonrisa que hacia que su pulso se volviera irregular y no sabia porque
-Si, señor Wayne, en modo de agradecimiento al menos déjenos invitarlo a comer – comentó su mamá
La tarde fue amena, un poco callada por los hombres de la mudanza, pero terminando estos Martha se desato, no dejaba de hablar de lo orgullosa y feliz que se sentía por su hijo, le platico anécdotas graciosas sobre el super hombre, el solo observaba lo feliz que se veía este, la sonrisa que le daba a Lois, que hacia que algo dentro de el punzara, tal vez tenia que ir al doctor, eso ya no era normal, aun recordaba cuando los cubos se separaron, mas que el mundo, no quería que nuevamente lo perdieran, el mundo no toleraría eso, el tampoco; no, no tenia que pensar en eso, volvió a la conversación y noto que este se había levantado.
-Voy por algo para que se cubran-comento este- Bruce te dejo con ellas, por favor mama ya no le cuentes cosas vergonzosas
Se encamino hacia las escaleras, aun escuchando la conversación, se centro en los latidos de las tres personas, su mamá estaba muy tranquila, Lois tenía cierto nerviosismo lo había notado desde que volvió, cada vez que no estaba con ella ese ligero alteramiento en sus latidos, los latidos de Bruce no eran los que recordaba, ese desbalance no era normal, estaría enfermo, necesitaba hablar con él, al haber regresado hace poco sus habilidades no estaban aun totalmente controladas así que al querer empujar un librero que dejaron mal posicionado lo hizo de manera excesiva y este salió volando hacia el fondo del pasillo, todos los corazones se alteraron, pero había uno que logro ubicar como el del murciélago, este se altero de manera excesiva, a los pocos segundos ya estaba a su lado con un Batrang en su mano, dispuesto a atacar, lo seguía Lois y su mamá se había quedado a media escalera, sabía que no quería estorbar si empezaba una batalla.
- ¿Qué paso? ¿Quién está atacando? -susurro Bruce, sabía que él podía escucharlo, hasta su voz sonaba afectada
-Nada, perdón, demasiada fuerza-Clark se veía apenado, lo que menos quería era arruinar el momento, los corazones de ambas mujeres volvían a la normalidad pero el de Bruce no lograba controlarse, inclusive su mirada se veía perdida, algo en definitiva le estaba pasando.
- Nos espantaste- su mama puse el pensamiento de todos en voz alta
-Lo se, perdón, vuelvan abajo, todo esta bien-y avanzo hacia el cuarto central de la casa
Las mujeres bajaron pero Bruce estaba confundido, no entendía que estaba pasando, él, el hombre que no se inmuta, el hombre de los planes, el detective, se sentía aterrorizado ante la idea de que algo le pasara a Clark, los escalones se le hacían infinitos, no comprendía que era ese sentimiento y finalmente vio algo brillante en la mano izquierda de Lois, algo brillante en su dedo anular, tenia que felicitarlo, pero algo dentro de el estaba roto, Clark no había dejado de escuchar ese extraño latido, con su visión de Rayos X logro ver que el murciélago aun no llegaba al primer piso, se había quedando viendo hacia ellas, y su latido se volvió a alterar, tal vez el recuerdo de su madre le volviera a afectar, no quería que eso le importunara, tenia que ir a ayudarle, tomo los dos suéteres y fue lo mas rápido que su velocidad le permitiera al lado de Bruce, este apenas iba llegando a la planta baja.
-¿Estas seguro que estas bien?- le pregunto al llegar a su lado, este dio un respingo y rápido se mostró calmado
-podrías no hacer eso, por favor- le dijo con su voz neutra- si, nunca he estado mejor-¿entonces por que sus latidos siguen siendo extraños?
Les dio los suéteres a ambas y se sentó entre el y Lois, la noche ya iba cayendo cuando Bruce dijo que ahora si tenia que regresar a Gótica, las cosas no estaban tan bien y tenia que ir a patrullar, se despidió de su madre y de Lois, pero Clark noto que su corazón estaba tranquilo con ellas, al momento de extenderle la mano a el este volvió a su irregular latido, no podía mantenerle la mirada mucho tiempo, al menos accedió a que lo acompañara a su auto, sus latidos seguían siendo irregulares.
-Fue una velada agradable- le dijo con una sonrisa genuina en su rostro, Clark nunca había visto esa sonrisa, era muy diferente a la diplomática que le dio el día que lo conoció, era asombrosa y no entendía porque algo dentro de el se sintió extraño – Felicidades por la boda, espero estemos invitados – eso lo desconcertó, el corazón del murciélago se volvió irregular nuevamente, se perdió en esa irregular palpitación, mientras este se subía a su auto – Buenas noches Clark- y así, sin mas lo dejo desconcertado ante ese latido y ante semejante felicitación, demasiado triste, demasiado solitaria, una felicitación que no sentía estuviera bien.