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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del fanfic:

Buenas noches y bienvenidos a mi proyecto de Cuarentena, se suponía que esta era la época perfecta para terminar los fics que tenía pendientes, pero resulta que en vez de eso me dio un atacáso artístico y me inspire en una nueva historia de un nuevo fandum. No tengo remedio… lo sé.

 

Los personajes no me pertenecen, si no a la cocodrilo de corazón frio como reptil de Koyoharu Got?ge. Que no le tiembla la mano al momento de matar personajes. Inspirada gratamente por esta obra espero que les guste mi historia.

Notas del capitulo:

Espero que estén bien y sanos en sus casas.

Este nuevo proyecto lo traje con la esperanza que las ansias se me bajaran. Es Multiship y omegaverse, de este último género he comenzado a escribir bastante últimamente. Con respecto a las parejas habrá bastante, principalmente será un GiyuuTan, porque esta pareja me encanta mal. Estoy realmente obsesionada con ellos, también hay otras parejas que se irán revelando mientras la trama avance. Así que con cariño les dejare este nuevo proyecto.

Capítulo 1: El desertor

 

 

Tanjiro, cariño… por favor no te salgas del sendero.

 

Aun podía ver el rostro de su madre, preocupada mientras le aseguraba que todo estaría bien, después de todo era solo un viaje de ida y vuelta. Recogería las medicinas y regresaría a la casa, así de fácil…

 

- lo siento… mamá - Solo esperaba que su madre lo perdonara por no hacerle caso.

 

Aquella tornamenta de nieve había llegado de la nada

 

Su respiración era cada vez más pesada, y aun que el viento sople fuertemente contra su rostro y sus piernas puedan sentir la nieve cortándole el paso, sentía calor… mucho calor. Tanjiro aún no podía entender por qué su pecho palpitaba tan rápido, porque su cabeza dolía o porque su vientre palpitaba. Se sentía como si su cuerpo fuera ajeno, como si le perteneciera a otra persona, sus entrañas parecían quemarse desde dentro, quería desesperadamente que aquello terminara.

 

Llego un momento en que no pudo continuar caminando, cayendo en la suave nieve.

 

Y así se quedó unos minutos…  con sus ojos rojizos viendo aquella blanca capa que cubría todo lo que estaba sobre la tierra, las raíces, las ramas… incluso a él.

 

- me siento… muy cansado – tenía entre sus manos la medicina, pero de nada servía si no podía llegar a su casa – lo siento mamá… - repitió, de verdad queria que su madre lo escuchara. Tanjiro siempre fue un hijo fuerte y saludable, en especial desde que murió su padre y se convirtió en el sostén de la familia Kamado - Nezuko y los demás de seguro están muy preocupados… - el cansancio le estaba ganando, si cualquiera pudiera verlo diría que estaba alucinando, hasta él lo creía, en especial al ver una sombra acercarse - lamento tener que causarles problemas – sus parpados pesaban.

 

- ¿acaso quieres morir aquí? –

 

Aquella voz le mareo un poco, ahora su alucinación parecía ser muy real, pudo sonreír, aun que en esa situación parecía un poco sínico, nadie más que el estaría lo suficientemente loco para salir en una tormenta de nieve. No pudo definir un rostro a pesar que estaba tan cerca, tal vez por eso la alucinación, seguiría siendo una alucinación…

 

- no… no quiero – ¿Quién lo querría?... aun en su precaria situación, Tanjiro se negaba a morir. Rio por lo bajo y extendió una de sus manos – ayúdame… por favor -

 

- bien… fue tu decisión… - pudo ver como unos finos labios eran apretados, aun así su alucinación dudaba en ayudar. Que mezquindad.- no te vayas a arrepentir –

 

Tanjiro sintió en medio del frio del exterior y su fiebre que crecía, como un aroma lo envolvía por completo… un aroma que jamás había olfateado antes… y pensó… ¿Cómo podía arrepentirse de eso?

 

 

-.-

 

 

- Tanjiro-chan… felicitaciones a tu hermana por el nuevo bebe – aquella mujer le sonríe de oreja a oreja... Tanjiro se ve algo conmocionado, sin saber qué hacer, con el dinero de las verduras en la mano.

 

- ah sí… gracias Hamiya-san – sonríe con los labios apretados, algo perturbado. Conocía a la dulce anciana que le gustaba darle cosas gratis a la gente a cambio de jugosos chismes… ¿Por qué le había tocado a él? - ¿Cómo lo supo? -

 

- eso es lo de menos… pero te digo que es comidilla del pueblo… tu hermana, siendo una omega con esa discapacidad… espero que su alfa sea alguien decente. Mira que es el deber de un omega estar debidamente casado… que te lo digo yo – la tención podía sentirse, Kamado Tanjiro era un joven amable y por eso dejaba que la señora Hamiya hablara hasta que se cansara. Pero ahora estaba tieso, no le gustaba que su hermana fuera habladuría de nada. – ni siquiera sabía que la pretendían –

 

- si bueno… a todos nos sorprendió -

 

No podía evitarlo, era un pueblo pequeño, muy al sur… un pueblo tranquilo, tal vez demasiado tranquilo. Por eso solo existían dos cosas que se podían hablar, de la guerra o de los forasteros como él. Y a nadie le parecía grato una charla sobre matanzas tan temprano en la mañana

 

- toma… unos dulces de arroz para los niños… - Aun así la señora Hamiya estaba empeñada en sorprenderlo ese día. – y promete que me presentaras al galán de tu hermana -

 

- gracias… sé que les van a encantar… - sujeto con cuidado, con los ojos brillosos – está bien… cuan… - pero ni siquiera pudo terminar aquella mentira blanca cuando sintió un empujón.

 

- quítate –

 

Sus ojos no perdieron nada de vista desde el momento en que sintió como el sujeto lo empujo, sus manos resbalaron y aquella cajita fue rodando en cámara lenta hacia el piso. No conforme con eso, uno de esos asquerosos zapatos pisa los dulces, arruinándolos por completo.

 

- ¡oye!... ¿Cuál es tu problema? –

 

- ¿Cómo dijiste? – el sujeto se voltio irritado, mientras le miraba de arriba abajo por sobre el hombro – ¿Qué no sabes quién soy?... mocoso – le sujeto del haori con fuerza. Tanjiro no era más que un mocoso, mientras que él era alto, tenía un impecable uniforme, una placa y una katana… era un soldado de la republica del sur.  

 

- solo que eres un pobre borracho con un uniforme que le queda grande – la litosis era más que obvia, pero para el desarrollado olfato del pelirrojo era una tortura si quiera que abriera la boca – dime… ¿Qué dirá tu superior si se entera que bebes estando en servicio… soldado? –

 

La cara de aquel sujeto se contrajo en una mueca desagradable.

 

- tienes suerte – dijo soltándolo y empujándolo al piso.

 

Solo cuando el sujeto estuvo a una gran distancia Tanjiro suspiro… eso sí que había sido peligroso.

 

- las galletas… quedaron arruinadas -

 

- déjalas así, te daré más si quieres – la señora Hamiya corrió a levantarlo del suelo y limpiarle el rostro. El menor sonrió por tanta amabilidad - Tanjiro-chan… no le hables así a un soldado… ¿Qué pasaba si era alguien importante? –

 

- no lo era, lo sé por su traje, los de alto rango suelen usar un haori con el título de pilares – aquel sujeto solo era un pobre diablo con el ego inflado y de esos Tanjiro conocía bastantes. - ¿Qué hacen aquí? -

 

- no lo sé, la guerrilla nunca ha llegado tan al sur… pero se dijo esta mañana que buscan a un desertor – Hamiya se coloca las manos en la cintura mientras seguía parloteando. Tanjiro ya no la escuchaba… un desertor – esto es inaudito, esta guerra ha durado ya una década, no me sorprende que hayan personas que ya no quieran pelear más… ¿Tanjiro-chan? – vio a su alrededor pero ya el joven no estaba – ah… que raro, creí que estaba muy ilusionado por esos dulces –

 

 

-.-

 

 

Su casa quedaba a las afueras del pueblo, tuvo que correr unos treinta minutos de distancias, pero aunque los pulmones le explotaran no iba a detenerse. Corría lo más rápido que podían sus pies, con el corazón en la mano…

 

- esto… esto no puede volver a pasar… por favor, no de nuevo –

 

Trato de aguantar las lágrimas, pero era difícil, a cada paso su angustia aumentaba. ¿Por qué ocurría esto?... tomaba todas las precauciones necesarias, se mudó de pueblo, mantuvo el bajo perfil lo más posible y aun así siempre lo encontraban.

 

- revisen toda la casa –

 

Sus ojos no podían dar crédito a lo que estaba viendo… un grupo de sujetos registraban su casa, lanzando cosas, rompiendo sus paredes y ventanas. Pudo reconocer a uno de ellos, era aquel horrible soldado con quien tuvo la desgracia de tropezar…

 

- señor… es una omega… - arrastras socaban de la casa a una joven – parecía que está protegiendo algo, pero no ha querido decir nada – termino por empujarla contra la tierra justo en frente de los pies del superior.

 

Era un sujeto delgado, con una cicatriz en el rostro y con ojos pequeños como rata… sonrió con malicia al ver aquel lindo rostro, no todo el tiempo podias ver a una omega tan hermosa.

 

Tanjiro no estuvo dispuesto a ver más, con la furia en la punta de la lengua dio zancadas grandes, hasta hacerse notar.

 

- ¿¡que mierda le hacen a mi hermana!? – da enormes zancadas tratando de llegar donde Nezuko – suéltenla, ella no ha hecho nada malo –

 

- no hasta que responda nuestras preguntas – el sujeto más alto le detiene parándose firme frente a él.

 

- ella no lo hará… es sorda - 

 

Se mofa y volteo a ver a la chica que era obviamente menor que el joven, de cabello negro y largo, con ojos rozados y una fino perfil, una linda omega que se veía asustada, cualquiera lo estaría si llegaba un grupo de extraños que irrumpían en tu casa y destrozaban todo lo que veían. Pero no lucia discapacitada, se quedó meditando unos segundos, bien podría ser una trampa del mismo chico.

 

- ¿es así? – Hace una seña a uno de sus subordinados para que levantaran a la chica del suelo – dale la vuelta – todos estaban a la expectativa de lo que pensara hacer el superior.

 

El hombre saco un arma y apunto a la cabeza de la chica…

 

- ¡no… espere! – Tanjiro intento detenerlo pero fue sujetado por otros dos hombres – le responderé todo lo que quiere… pero no le haga daño a mi hermana – intentaba alcanzarla y los guardias intentaban que se quedara quieto - ¡no la lastime! –

 

- no me sirve una omega sorda – sonrió, era algo macabro, le gustaba que le suplicaran y con un gusto mal sano apretó el gatillo.

 

Tanjiro se le había salido el corazón por la boca, con los ojos tan abiertos que podían salir fácilmente de su cuenca, el ruido del disparo perforo hasta hacer un enorme eco… pero Nezuko ni siquiera pestaño, no respingo, ni se alteró. El hombre alzo una ceja y se acercó a ella para tronar dos dedos al lado de su oído, pero nada, ni una sola reacción.

 

- se… se lo dije… ella no oye – la voz salió temblorosa, las fuerzas se le fueron al pelirrojo en un solo segundo, cayendo de rodillas al suelo. Recibió un susto de muerte.

 

- bien chico… parecieras decir la verdad… - el sujeto guardo su arma y se agacha en cuclillas frente al menor – entonces te preguntare a ti… estamos buscando a un desertor del ejército, al parecer se llevó algo que no debía… – sonrió con ironía - solo necesito saber si has visto a algún omega con una bebe de ojos bicolor… debe tener alrededor de un par de semanas nada más… entonces muchacho… ¿has visto a alguien así? –

 

Tanjiro trago seco, mirando a su hermana, ella no entendía nada de lo que estaba pasando, miro a la casa destrozada y volvió de nuevo la mirada al sujeto, que se veía paciente pero bastante serio. Aquel hombre no parecía ser alguien estúpido, de seguro sabría si le mienten… ¿verdad?

 

- no… no lo sé –

 

- oh, vamos… habíamos comenzado con buen pie niño – negó mientras se levantaba – sujétenlo – la desesperación le volvió a ganar mientras era sujetado por los soldados.

 

- no lo sé… en serio, no tengo idea – se sacudía con fuerza, dándole un poco de problemas a los soldados.- por favor déjenos en paz, solo somos civiles que venden carbón… solo eso, por favor –

 

El sujeto miro el rostro del chico, estaba sucio, al igual que sus ropas, llenas de marcas de carbón, también vio las reservas que tenían en el pequeño cobertizo al llegar a esa casa. La historia encajaba a la perfección, los dos hermanos que se mantenía vendiendo carbón, la omega sorda y el hermano mayor que trabajaba arduamente por mantenerla a salvo. Casi conmovedor…

 

- señor… encontramos algo – el pelirrojo se puso pálido al reconocer la caja que el soldado borracho llevaba en manos, el hombre sonrió y volteo todo el interior… tirando todo al piso - es una Nichirin –

 

Aquellas espadas eran solo permitidas a soldados que habían superado cierto rango de habilidad, en definitiva no eran logro de cualquier herrero, mucho menos fácil de conseguir. El superior vio que ahora el joven estaba en completo silencio.

 

- ¿donde la conseguiste? –

 

- la robe – contesta casi automático.

 

- no… claro que no lo hiciste – sonríe, sujetando el filo de la espada que era totalmente negra y la puso contra el fino cuello del muchacho – sabes algo… eres muy malo mintiendo –

 

Ya aquel hombre tenía la cuartada perfecta, un lamentable accidente a las afueras del pueblo, un incendio forestal, pasaba todo el tiempo en verano… y para unos totales desconocidos como ese par era mucho más fácil. Nadie lloraría por ellos, nadie los buscaría. Todo estaba planeado… bueno, casi todo.

 

Un llanto fuerte y claro detuvo los movimientos de todos. Incluso hizo a Nezuko alterarse.

 

- no puede… -

 

- entren y busquen… esta en esta casa –

 

Los instintos de Tanjiro pudieron más que su razón. Con fuerza cabeceo a ambos sujeto que estaban a sus espaldas y llevando sus manos al suelo tomo impulso para volver a levantarse, el superior no le dio tiempo de decir algo cuando termino por ser noqueado también. El pelirrojo recupero su espada y fue tras los soldados que habían entrado a su casa.

 

- ¿de dónde crees que venga? –

 

- pareciera venir del sótano -

 

Ambos estaban frente de lo que parecía una puerta, era bastante pequeña y estaba en el suelo, un adulto de tamaño regular no podría caber allí, pero claro, no estaban buscando a un adulto.

 

- aléjense –

 

- ¿crees que por que tienes una espada puedes vencernos? – era el mismo joven incauto que ahora tenía una espada. Por más aterrador que pretendiera verse, no aprecia ser una amenaza, después de todo eran dos contra uno.

 

Sus ojos se volvieron a la puerta, de donde salía el sonido lastimero de un bebe, y volvió su vista de nuevo a los sujetos.

 

- es mi última advertencia – ambos se mofaron.

 

- si claro… la última – sin importarle que lo estuvieran amenazando llevo una mano a la hendidura de la puerta.

 

El sonido de un filo fue lo único que se escuchó y luego el grito del sujeto, para ver una mano cayendo al piso. Los soldados reaccionaron un segundo después sacando sus espadas, yéndose contra el menor. Tanjiro deslizo un pie para atrás, mientras inspiraba profundamente, volviendo a alzar su espada.

 

La diferencia de velocidad era grande, ellos respiraron de más y perdieron la pelea, ninguno de los dos vio si se movía o no, un segundo estaban por cortarlo y al segundo ellos habían sido noqueados, perdiendo el conocimiento.

 

Aun que era muy pronto para cantar victoria, tuvo que detener una bala con su propia espada, que termino astillándola.

 

- una Nichirin no se le da a cualquiera… me alegra encontrarte finalmente… Kamado Tanjiro –

 

 

Continuara…

Notas finales:

Bueno si llegaron hasta aquí es que la historia les pareció interesante, lo cual es excelente, el primer capítulo revelo pocas cosas pero bastante concretas. Verán como en este universo no existen los demonios, solo hay gente buena y mala, también medio mala. Por eso el asunto de hacer a una Nezuko muda, donde tenga una condición en la que sea sobreprotegida por su hermano mayor me pareció que encajaba en lo que trataba de crear.

 

No sean tímidos y comenten que les pareció, posiblemente el capítulo siguiente este para el 4 de julio.

 

Nos leemos.


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