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No me destruyas~ por Pandy

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Notas del fanfic:

Canción usada: No me destruyas, Zoê!

Notas del capitulo: Perdí mi musa en todo el capí...asi que no lo escribio ella sino io! XDDD
No me destruyas
[AioriaxShaka]


Advertencias: Shota-kon. Lemon. Tortura.      Ya no me destruyas
Con tus mitomanías

 

-Shaka-chan… ¿sabes que día es hoy…?- sus dedos deslizaban la bata que cubría el delgado cuerpo.

-Hn…- dio la media vuelta sobre la cama. El moreno lo volvió a girar hacia su rostro y le lamió la mejilla.

-No te hagas el renuente Shaka…cumples 12 años. Ahora eres todo un adolescente…-

-Soy una mierda.- el rubio escupió al castaño en el rostro y cerró sus ojos justo a tiempo antes de ver la cara del otro descomponerse por el enfado.

-¡Basta ya de cosas infantiles! ¡Eres un hombre ahora, Shaka…!- su mano abofeteó el ya azulado rostro del más pequeño.- ¡Deja de actuar así!-

-¿Y como más quieres que actúe?- sus orbes azules brillaron de dolor.- ¡Cumplo 12 años…! ¡Te desharás de mí…!- apretó sus ojos al cerrarlos, tratando de que las lágrimas no salieran de allí.


El moreno lo miró detenidamente. Era verdad. Tenía doce años, tenía el cuerpo espigado y frágil, la cabellera rubia le llegaba a la cintura y sus rasgos ya no eran los de un niño. Y por supuesto, ahora su cuerpo reaccionaba a las caricias…ahora el niño tenía erecciones.

-Probablemente me deshaga de ti. Tienes toda la razón, Shaka…- y se abalanzó contra el grácil cuerpo, que indefenso quedaba estático bajo el cuerpo de aquel hombre maduro que 6 años atrás hacía lo mismo…noche tras noche.

 

no rasques mis alas
que me duelen

 

Rasgó el ropón blancuzco que portaba el rubio, dejándolo desnudo de inmediato. Apresó las muñecas del rubio con una de sus manos y su lengua bajaba y subía lenta y tortuosamente por el pecho de Shaka. Este, ahogó un sollozo.

-Shaka…vamos…di mi nombre.- pedía el mayor en un susurro, ahogado por las mordidas que poco a poco dejaba hasta el vientre del niño.

-No…esta vez no lo haré.- se quedó rígido y entonces, Aioria lo comenzó a azotar sobre el colchón.

-¡malagradecido! Todo este tiempo… ¡cuidando de ti…! ¡y te niegas…!-

 El rubio no decía nada. En cuanto el zarandeo cesó, sintió nuevamente esa lengua en su piel. Asqueándola.

 
pastillas gigantes
recámaras secretas
con luces obscenas
sáquenme de aquí

De un momento a otro, quedó boca abajo y el arma de aquel hombre apuntaba una vez más a su trasero. Se removió nervioso.

-¡Aioria, me duele! ¡Me duele…!-

-¿Qué te duele mi niño…?- ronroneó casi sin hacerle caso, mientras lo penetraba de un empujón.

-¡AHHH! ¡Mierda…! Aioria…me lastima…-

 

El moreno se movía una y otra vez dentro del rubio, sujetándolo por las caderas.- Ya estás acostumbrado a que te haga esto Shaka…no… ¡ah…ah…! Hagas drama…-

 

Shaka se quejó una vez más.- ¡No es eso, mierda…!- el otro había apretado lastimosamente su piel.- Soy yo… ¡me lastima…!-

 

Se detuvo en las embestidas. Salió del cuerpo del chiquillo y lo jaló fuertemente hacía él.- Se te ha parado ¿no? Es lo malo con esto de la pubertad…- tal como lo tenía sujeto, lo arrojó al piso.- Vístete y largo de aquí…no quiero verte Shaka.- el moreno ordenó al rubio que apenado recogió una sábana que estaba tirada en el piso.

 

No pudo evitar ver como Aioria se bajaba las ganas masturbándose él solo.

 

-Ai-nii…- llamó tiernamente.- Sé que empiezo a no ser de tu agrado…pero al menos…deja que…- no terminó la frase. El otro se arrojó sobre él como un león a su presa.

 

-Estaba esperando a que dijeras eso, mi niño…-

 Ya es triste aceptarlo
pero no vale llorarlo
uno siempre recibe
lo que viene dando

 

Tomó con su manita el pene de Aioria y poco a poco lo introdujo en su boca. Casi se ahogaba…era la primera vez que le hacía un oral…en todos esos años.

 

-¡Ah Shaka…!- colocó su mano sobre la cabellera rubia.- Lo malo de la juventud…es que… ¡ah…! siempre toman la iniciativa…- el castaño cerró sus ojos, gozando de la maravillosa experiencia que la inexperta boquita le estaba brindando.

 

Shaka hizo lo mismo. Cerró sus ojos y chupó aquel instrumento hasta que la semilla fue depositada en su boca.

 

-Lo hiciste bien, mocoso…- dijo despectivamente el moreno mientras lo hacía aun lado con brusquedad.- Pero haz crecido…y ya no siento lo mismo por ti…- se dio la media vuelta.- Este será nuestro último juego, Shaka…-

 

El rubio asintió lentamente. Una lágrima escapó de sus ojos.

 

ya no afiles las navajas
ya no me haces daño cuando me las clavas
ya no afiles los colmillos
ya no me haces daño
cuando me desangras

 

Lo amarro fuertemente a la pared. Los grilletes ahora sí le lastimaban las muñecas. La boca de Aioria estaba entretenida chupando el pequeño miembro erecto del rubio, que, sonrojado y triste al mismo tiempo, apenas atinaba a disfrutarlo.

 

-Ai-nii… - susurró mientras explotaba en la boca del otro.

El castaño alzó la mirada y con su mano limpió su boca.

 

-Ya no sabes tan delicioso como antes, Shaka…- agachó la mirada nuevamente y su boca se dedicó a morder las piernas del rubio, que flaqueaban con cada ataque pues cada vez las mordidas eran más bruscas.

 

-¡Detente…! ¡Me duele…!- comenzó a sollozar y entonces lo sintió. Sí, otra vez esa sonrisa y esa mirada. Cada año, lo hacía…hacía lo mismo. Jugar pesado con él.

 

Detuvo la navaja en el bracito del rubio.- La marca número 6…mi nuevo corazón…- comenzó a delinear por encima de la piel un corazón deforme, apenas y sangraba pero a Shaka le ardía. Tanto, que dio un grito cuando en lugar de delinear el dibujo, comenzó a marcarlo con saña.

 

-¡Para, Aioria…por favor! ¡Detente…! ¡Me haces daño…! ¡Me duele…! ¡Por piedad…!- pero todo era en vano.

 

ya no me destruyas más
ya no me destruyas más
ya no me destruyas mejor desaparece
no rasques mis alas
que me duelen

 

Despertó sobresaltado. ¿Dónde estaba? ¿Sábanas blancas? ¿Luz del sol…? No, definitivamente esa no era su habitación. No recordaba nada de la otra noche…sólo recordaba el ardor en su brazo…y en espalda baja.

 

Quizá…ya lo había regalado a alguien. Y ahora descansaba en un lugar impropio…se acurrucó en un rinconcito pegado a la pared por qué se oían pasos.

 

-¿Shaka…?- llamaron a la puerta. Una mujer ya entrada en años le dejo una charola con el desayuno.- Aioria ordenó que te lo trajera hasta acá…dice que no desea verte. Y que…bueno, arregle toda tus cosas pues tienes que irte.-

 

-¿Irme…? ¿Irme a donde…?-

 

-No lo sé, Shaka…esas órdenes me fueron dadas y no pregunté. Lo siento señorito…- la señora iba a salir de la habitación cuando los bracitos del rubio la detuvieron.

 

-¿Qué es este lugar…?-

 

-Es la habitación del Sr. Aioria…- la mujer salió de allí y dejó a Shaka solo con sus pensamientos.

 

-Así que…pasé la noche aquí.- suspiró. Tomó un pan de la charola y bebió el vaso de leche. Espero a que la mujer regresara con sus maletas hechas. Tocaron a la puerta dos veces y entraron. Shaka estaba mirando por la ventana.

 

-¿Ya es hora de irme…?- preguntó el rubito.

 

-Así es Shaka.- contestó una voz masculina tras de él. Era Aioria y traía tres maletas entre sus manos.- Ya no me haces falta aquí, Shaka. Disculpa…pero has crecido y comenzaste a perder encanto.-

 

El rubio asintió dolido. Tomó una maleta pero no podía cargarla. Pesaba demasiado…y no se humillaría a pedirle ayuda a la persona que lo usó durante varios años y ahora lo botaba como si fuera basura.



no me destruyas más
no necesito más
no me destruyas más

 

A como pudo, tironeó de una de las maletas hasta llegar a la puerta de la habitación. Abrió despacio y tironeó una vez más la maleta…pero esta vez, se deslizó con más facilidad. El castaño la había empujado fuera de la estancia.

 -Tienes que darte prisa o acabarás por destruirme más…-

El rubio quedó estático. ¿Destruirlo a él? ¿Qué las cosas no eran al revés?

-No sé de que coño hablas. El único que ha destruido mi vida por completo, desde el inicio has sido tú…-

-Te amo Shaka. Por eso tienes que irte… ¿lo entiendes? Si pasas un segundo más conmigo, no te dejaré ir nunca. Y llegará el día en que tú quieras volar de mi lado…mejor que sea ahora.-

-¡Que idioteces estás diciendo Aioria! ¡No me dejes ir nunca! ¡Yo no me quiero ir!-

-¡No lo entiendes! ¡Nos destruimos y tú eres el culpable…!-

-¿Yo…?-

Finalmente lo recordaba todo.

 

ya no afiles las navajas
ya no me haces daño cuando me las clavas
ya no afiles los colmillos
ya no me hacen daño
cuando me los hundes

 

Flash back~

 

-Niño, ¿qué haces tan solito en este parque…a estas horas…?- preguntó un desconocido castaño a un pequeño rubio que lloraba sobre un columpio.

 

-¡Lárguese! ¡Estoy esperando a mis padres…!-

 

-¿Tus padres…?- preguntó nuevamente el desconocido.- Soy Aioria puedo ayudarte a encontrarlos y…-

 

-¡NOOOO! ¡Ya le dije que se largue! ¡Quiero estar solo…! ¡Los voy a esperar hasta que vengan por mí!-

 

-¿Dónde están tus padres, pequeño…?-

 

-Me llamo Shaka y no soy ningún pequeño.- argumentó enfadado el niño.- Mis padres están allá.- señalo con su dedito al cielo.- ¿lo entiende? Así que déjeme solo o me reñirán cuando vuelvan…-

 

El moreno no comprendía.- ¿Están de viaje…?-

 

-No sea idiota, señor. Ellos, están muertos…-

 

Fin del Flash Back~

 

-Aioria…así que destruí tu vida desde un principio…- el rubio suspiro.- Déjalo. No me llevo nada.- comenzó a caminar deprisa por entre los pasillos de la casa hasta que halló la puerta de salida. Tomó el pomo de la puerta entre sus manos y lo giró…unos brazos lo atraparon por la espalda.

-No puedo dejarte ir…después de todo no puedo. Quédate a mí lado…Shaka, perdona todo lo que te hecho…por favor…no voy a poder vivir sin ti….-

-Nadie depende de nadie para sobrevivir.- se deshizo del agarre.- Dices que ya no me encuentras encanto, que me echarás…y luego vienes con esto.- suspiró.- Prometo regresar cuando esté listo para afrontar nuestras realidades, Aioria…-

-Shaka… ¡No, no…! – Lo alcanzó a tomar del brazo.- Piénsatelo… ¿qué vas a hacer sin mí…? ¿Cómo te mantendrás…? ¡Eres un niño, Shaka!-

-¿Y tú como vas a poder vivir con la carga de arruinarme la vida…?- dijo por último el rubio, antes de echarse a los brazos del mayor.- Arruíname ahora que te lo permito…- susurró en el oído de Aioria.

El castaño le devolvió el abrazo.- Destruyámonos…-

 

No me destruyas más…END

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