“Cuando me dijiste que debía conseguir un trabajo, desearía haber sabido que hablabas de malditas flores. Kang Jun estornudó mientras empujaba un jarrón decorativo. "Creo que soy alérgico a todas las cosas florales."
Los olores terrosos le hacían cosquillas en la nariz. El sol de la mañana a través de la ventana era irritante. El sonido constante del teléfono hizo que Kang Jun quisiera arrancar el cable de la pared. La única gracia salvadora para su mañana era el frío aire. A Kang Jun le encantaba esta época del año e incluso había ido tan lejos como para ir sin su chaqueta esta mañana.
“No estás acostumbrado a trabajar”. Jerry cortó un largo trozo de cinta plateada del carrete, sus caderas se balanceaban con la molesta y optimista música que se filtraba a través de un altavoz colgado en una esquina. “Tenemos que preparar estas órdenes para la boda.”
Kang Jun puso los ojos en blanco. “Ni siquiera sé quién es la pareja.”
“No importa. Necesitas el dinero y necesito hacer algo con mi tiempo mientras T.O trabaja. "Jerry dejó las tijeras y giró el jarrón completamente para mirar su obra.
Kang Jun llevo las flores decorativas de Jerry al refrigerador de entrada mientras Jerry contestó el teléfono. Tan pronto como entró, Kang Jun supo que algo andaba mal. Debería haber sido lo suficientemente fría para las flores, pero él estaba un poco sudando cuando él se quedó allí mirando alrededor.
Kang Jun dejó el jarrón y se apresuró a salir. "Creo que tenemos problemas", dijo, pero Jerry le hizo un gesto con la mano. Kang Jun pudo haberle dicho al diablo, pero Jerry tenía razón. Necesitaba el trabajo. Después de que sus padres habían cortado lazos con Kang Jun, él estaba sin dinero.
Dios, su vida como cambió. Kang Jun incluso había ido tan lejos como para cambiar su color de cabello de nuevo a su negro original en lugar de mantenerlo verde. Jerry había dicho que necesitaba mezclarse. A Kang Jun le gustaba su individualidad, pero necesitaba pagar el alquiler de su apartamento amueblado en Jungkook's Bar and Grill, por lo que se había sacrificado.
"Oye, Jerry" Kang Jun gritó, pero Jerry siguió hablando por teléfono, dándole la espalda a Kang Jun. De lo que Jerry le había dicho, la ceremonia sería pequeña, pero cientos de billetes de arreglos florales estaban a punto de marchitarse.
Se movió hacia el mostrador y toco a Jerry en el hombro. Su amigo se volvió y lo fulminó con la mirada. "Sí tenemos Esas plantas en macetas individuales." Él agitó su mano a Kang Jun. "Estamos abiertos hasta las seis." Hizo una pausa. "Eres muy bienvenido."
Cuando Jerry colgó, se volvió hacia Kang Jun, con sus pequeñas fosas nasales. "¿Qué?"
"Eres un idiota para trabajar” dijo Kang Jun. “¿Y quieres hablar de lo repugnante que es mi actitud?”
"Estaba en el teléfono" se quejó Jerry. "¿Qué es tan importante para que estuvieras siendo tan grosero?"
Mientras Kang Jun estaba simplemente trabajando en el trabajo, Jerry parecía estar en su elemento. Incluso había visto a su amigo leyendo algunos libros sobre todas las cosas florales, y cómo cuidarlas.
Nerd.
"Oh, nada." Kang Jun se colocó detrás del mostrador. “Sólo pensé en decirte que el refrigerador parece tener un corto y hace calor como el infierno.”
Los ojos de Jerry se estrecharon mientras corría alrededor del mostrador y se disparó directamente al enfriador. Salió segundos más tarde, casi tropezando con una fuente de agua junto a una estantería, retorciéndose las manos.
“Llame al Sr. Cooper. Tenemos que avisarle antes de que se arruinen los arreglos.”
"Tú eres el único amigo del jefe." Kang Jun no se preocupaba por el humano. El Sr. Cooper estaba un poco en el lado escamoso, seguía mirándolo fijamente como si Kang Jun fuera un aparato extraño, y se puso todo rojo cuando le gritó. Kang Jun no estaba de humor para que le griten.
Utilizó sus manos para limpiar trozos de hojas de ferny y recortes de flores del mostrador. Los arrojó a la basura detrás de él mientras Jerry hacía una loca carrera por el teléfono.
No queriendo quedar atrapado justo allí, Kang Jun agarró una escoba y salió a barrer la acera frente a la tienda. Además, necesitaba aire fresco. El olor a tierra en el interior tenía todos sus conductos nasales atascados. Habría encontrado trabajo en otro lugar, pero sólo la florería había estado contratando.
Cinco minutos más tarde, el Sr. Cooper se detuvo frente a la tienda. Aparcó justo enfrente de donde barrió Kang Jun. “¿Por qué estás barriendo?” preguntó el señor Cooper mientras salía de su sedán de tamaño mediano. “Entra y ayúdame con esos arreglos.”
¿Qué diablos esperaba el humano que Kang Jun hiciera, soplar su aliento en el enfriador? No era Jack Frost. Suspirando, Kang Jun siguió al Sr. Cooper y observó cómo su jefe y Jerry tenían una crisis nuclear.
Mientras los dos corrían como si no supieran qué hacer, Kang Jun se acercó al teléfono, echó un vistazo a la lista de números que había junto a él, y llamó al reparador.
"Las reparaciones de Gary. Este es Gary hablando.
“La nevera de Cooper's Floral se ha descompuesto. Te necesito aquí enseguida.”
"Estaré allí en diez minutos," dijo Gary antes de colgar.
Después de colocar el teléfono en su soporte, Kang Jun miró al ventilador de Sr. Cooper mientras que él se colocó apenas afuera del refrigerador. "Esto es un desastre total. La boda es este fin de semana. No hay manera de que pueda reemplazar todo a tiempo.”
Kang Jun se preguntaba cómo su jefe se quedaba en el negocio. En lugar de llamar a un reparador certificado, se quedó allí sintiéndose mal. Eso era malo para los negocios. El tipo era horrible bajo estrés.
"¡No te quedes ahí parado!" El Sr. Cooper apuntó su enojo hacia Kang Jun. "Haz algo."
Kang Jun extendió las manos, levantando las cejas. "¿Cómo qué?"
¿Esperaba el Sr. Cooper que Kang Jun sacara una varita mágica de su culo?
El rostro de su jefe se puso tan rojo que Kang Jun esperó a que su cabeza explotara. “¡Entonces vuelve fuera y barre porque eres tan inútil!”
Sin embargo, Jerry estaba parado detrás del mostrador, sin hacer nada, y el señor Cooper no había dicho una palabra sobre eso. Kang Jun miró a su jefe antes de arrebatarle la escoba y abrir la puerta. El airado aire de otoño giró alrededor de él y Kang Jun se quedó allí, absorbiendo la frescura que le subía por los brazos y por el pecho. Si hubiera estado fuera del reloj, habría dado un paseo, haciendo compras mientras disfrutaba del día.
“Necesitas el trabajo” murmuró Kang Jun mientras se aferraba con fuerza al mango, imaginándose que era el cuello del señor Cooper. "No vuelvas para darle una bofetada a la perra. Mantén la calma. Tienes alquiler que pagar y no puedes permitirte el lujo de ser despedido. "
Le habría dicho a su jefe que ya había llamado al reparador, pero eso no habría importado. El Sr. Cooper estaba buscando a alguien a quien culpar, y Kang Jun había sido su objetivo. "Debería empujar esta escoba justo encima de su culo tenso."
Un pensamiento más profundo y oscuro salió a la superficie, pero Kang Jun lo sacó de su mente. Él no era su padre y... Kang Jun agarró la escoba tan fuerte que casi la rompió por la mitad. Sólo no pienses en ello.
“¿Hablas mucho contigo mismo?
Kang Jun se giró, listo para decirle a quienquiera que fuera que se preocupara de su maldito asunto cuando su polla se sacudió y su corazón aceleró. Detrás de él estaba el hombre más sexy que jamás había visto. Y el tipo ni siquiera era hada.
La raza de Kang Jun no jugaba fuera de su propia especie, pero como su rey había sido llevado al inframundo por los atroces crímenes que había cometido, ninguna de las reglas con las que Kang Jun había crecido parecía aplicarse -excepto en lo que se refería a su padre. El padre de Kang Jun era un tradicionalista extremo.
No es que Kang Jun alguna vez hubiera dado a la regla un segundo pensamiento.
Si pensaba que el tipo estaba caliente, Kang Jun dormiría con él. Mientras nadie descubriera lo que había hecho, todo estaba bien.
¿Pero este tipo? Parecía un Vikingo de 1,92 mts. Su pelo era rubio, sus ojos eran azules, y dios, él fue construido como un tren de carga.
Sus facciones eran muy masculinas, y su sonrisa... wow, Kang Jun se sorprendió por su belleza.
“Sólo cuando trato de impedirme matar a alguien “admitió. El olor del extraño vino a Kang Jun por la ligera brisa que emanaba de él. El tipo no era humano. Olía como el compañero de Jerry.
El extraño sexy era una bestia alada.
Y entonces otro olor más poderoso lo envolvió y Kang Jun sintió una profunda y abrumadora necesidad de arrojarse en los brazos del hombre. Él jadeó cuando la escoba cayó de su mano y cayó al suelo.
La sonrisa en la cara de la bestia alada se ensanchó mientras miraba a Kang Jun de arriba abajo. “Ahora ¿Cuánta suerte tengo?”
No tan afortunado como Kang Jun. Maldita sea... maldita sea. "¿Cuál es tu nombre?"
"Ray, ¿y el tuyo?" El tipo se acercó un paso más y el corazón de Kang Jun aceleró aún más rápido.
"Kang Jun." Él no podría haber detenido sus alas de revolotear aunque lo hubiera intentado. Se puso de pie frente a su compañero. Apenas se dio cuenta de que la furgoneta de reparación se llegaba cuando Ray lo agarró y empujó a Kang Jun en sus fuertes brazos.
“¿Eres una hada?” preguntó Gary mientras caminaba por la acera. Sus ojos cafés se ampliaron mientras miraba fijamente a Kang Jun. "Guau."
Kang Jun inmediatamente metió las alas. Eran su único punto débil. Si sus alas fueran destruidas, moriría. Hizo todo lo posible para mantenerlas ocultas, pero no siempre tuvo éxito.
Gracias a Dios Gary era un shifter lobo o Kang Jun habría estado jodido. Tratar de explicar a un ser humano por qué un hombre tiene alas de colores. No era una conversación que él quisiera tener. Nunca. "El Sr. Cooper está teniendo un colapso” dijo desde los fuertes brazos de Ray. "Por favor entra y arregla el enfriador antes de que tenga que darle una bofetada".
La sonrisa de Gary fue impresionante cuando él asintió. "Me haré cargo de ello. Le dije más de una vez que el motor necesitaba ser reemplazado, pero se niega a sacar el dinero".
El sueldo de Kang Jun atestiguaba la tacañería del Sr. Cooper.
Ignoró el resto de lo que dijo Gary mientras miraba hacia los ojos azules más bonitos. Envolvió sus brazos alrededor del grueso cuello de Ray y acercó a su compañero, sus labios chocando. Gimió cuando Ray lo sacó de sus pies, su lengua profundizando en la boca de Kang Jun. Oh sí. Había sido un tiempo desde que tuvo acción, y su polla estaba tan dura que estaba a punto de estallar.
Sabía que las bestias aladas no vivían en la ciudad, a excepción de T.O, que había comprado una casa a unas pocas calles, y Kang Jun no pensó que pudiera esperar el tiempo suficiente para ser follado. “Mi lugar está justo encima de la taberna.”
Las fosas nasales de Ray se dilataron mientras asentía.
Mierda. “Espera.” Kang Jun empujó los bíceps impresionantes de Ray. Tomó un breve segundo para apreciar la firmeza musculosa antes de que su compañero lo pusiera en pie de nuevo. Kang Jun extraño instantáneamente la cercanía. “Todavía estoy en horario.”
La puerta de la tienda se abrió y Mr. Actitud Desagradable salió.
“¿Te estoy pagando para que no trabajes? El rostro del señor Cooper era aún más rojo, si era posible. Su labio superior se curvó mientras miraba fijamente entre Ray y Kang Jun. "¡Vuelve al trabajo! La única razón por la que no te despido es porque tienes suficiente inteligencia como para llamar a Gary.”
Un maldito agradecimiento habría sido agradable.
El humano volvió a entrar, y Kang Jun estaba a cinco segundos de entrar allí y envolver sus manos alrededor del cuello regordete del hombre.
Kang Jun se lamió los labios y miró a Ray. La bestia alada tenía que ser un metro más alto que Kang Jun, y le encantaba eso. A Kang Jun siempre le había gustado ser bajo, y siempre había dormido con chicos construidos como montañas. Era su kinky, y había tenido suerte de tener un compañero que se ajustara a ese gusto particular.
“No tienes que trabajar” dijo Ray mientras agarró a Kang Jun por la cintura y lo acercó. "Yo me ocuparé de ti."
Esas palabras deberían haber hecho que Kang Jun arrojara su escoba y decirle al señor Cooper que se fuera a la mierda. Odiaba su trabajo, pero disfrutaba de su libertad ahora que no estaba bajo el pulgar de sus padres. No estaba a punto de quedarse sentado en la casa de Ray. Un papi dulce no era lo que necesitaba.
"Tengo que trabajar." Kang Jun odiaba decir eso, pero no había trabajado mientras vivía con sus padres, y eso no había salido tan bien. Su padre lo acusó de no tener motivación, ni metas ni ambiciones. Aunque trabajar en una tienda de flores no era su sueño de toda la vida, Kang Jun había tenido tiempo para darle una razón a su vida y sabía que necesitaba hacer cambios.
“Además, ni siquiera te conozco” dijo Kang Jun. "Puede ser que seas mi compañero, pero me gustaría conocerte antes de arruinar mi vida".
“¿Cómo te arruinarías la vida?” preguntó Ray. Parecía realmente confundido.
“Salgo a las seis.” Kang Jun no estaba a punto de entablar una conversación profunda en la acera. “¿Me encontrarás aquí cuando termine mi turno?”
Ray sonrió mientras asentía. Maldición, pero el hombre era demasiado tentador. Con un profundo suspiro, Kang Jun tomó su escoba y se dirigió al interior de la tienda.
¿Por qué, cuando Kang Jun necesitaba ir a la cama para dormir lo suficiente para trabajar, el tiempo pasaba? Era como si se acostara, cerrara los ojos, y segundos más tarde, la alarma sonaba.
Sin embargo, cuando quería que el tiempo se diera prisa para poder estar con Ray, las manecillas del reloj parecían moverse hacia atrás. El tiempo se arrastró, y cuanto más tiempo Kang Jun tuvo que esperar, más irritado se volvió.
"¿Tienes una cita caliente?" Jerry bromeó.
Gary tenía el motor fijo, y dentro de una hora, el refrigerador congelaba de nuevo. El señor Cooper había salido tan pronto como Gary había terminado el trabajo. Kang Jun se alegró de que el hombre se hubiera ido. Con su paciencia en un hilo fino, podría haber enterrado el cuerpo del hombre.
Kang Jun no le había dicho nada a Jerry sobre Ray hasta que la tienda se había despejado de gente. Cuando el cliente que había llamado por las plantas en maceta finalmente se fue, Kang Jun cerró la puerta con llave y se volvió hacia Jerry.
“Yo encontré a mi compañero” dijo con naturalidad, pero Kang Jun estallaba por dentro. Sus coloridas y delgadas alas salieron de donde se doblaron en su espalda y empezaron a aletearse mientras levitaba desde el suelo y volaba hacia Jerry.
Jerry se rió, sus brillantes ojos azules brillando. “No creo que me vaya a acostumbrar a que lo hagas. Él apoyó los brazos en el mostrador. "Entonces, ¿quién es el afortunado?"
Kang Jun giró, finalmente capaz de estallar de felicidad. “Se llama Ray.”
Las cejas rubias de Jerry se alzaron. “¿La bestia alada?”
Kang Jun asintió y luego aterrizó, agarrando a Jerry y girando al shifter impala para enfrentarlo. "¿Qué sabes sobre él?"
Jerry se encogió de hombros. "No mucho. Es un experto en computación y maneja todo el equipo de vigilancia del castillo. También es un hacker, si eso es lo que todavía se llama. Nunca lo sé en estos días.”
Así que el tipo era inteligente, así como guapo. Kang Jun apoyó los codos en el mostrador, acunando su rostro contra sus puños. “Es un sueño.”
Jerry se rió entre dientes. “Sí, es precioso. Realmente no lo conozco muy bien, pero por lo que he visto, tiene una personalidad bastante buena. Él va a terminar tirando de su cabello corto después de tratar contigo. "
Kang Jun se enderezó y miró a Jerry con el ceño fruncido. "¿Qué significa eso?"
"Lo sabes," dijo Jerry mientras saludaba a Kang Jun. "Eres un poco malintencionado y a veces tu actitud es una mierda."
Kang Jun frunció el ceño. Esa declaración hiere sus sentimientos. Desde que se hizo amigo de Jerry, había hecho todo lo posible por ser amable y simpático. Había pensado que se habían llevado muy bien, pero Jerry, obviamente, todavía tenía en su contra su primera reunión. ¿Qué esperaba el tipo? Kang Jun había sido atacado por un succiona alma, y había estado ido de su mente. No había sido culpa de él haber actuado como un idiota.
Durante el mes pasado, él y Jerry se habían llevado fabulosamente, pero ahora Kang Jun vio que esos sentimientos habían sido unilaterales. "Lo que sea."
Empezó a alejarse, pero Jerry le agarró del brazo. "Lo siento. No estaba intentando derribar tu estado de ánimo. Sólo estaba bromeando.”
Alejando su brazo, Kang Jun fue a la parte trasera de la tienda y empezó acomodar los estantes. Las seis no podían llegar lo suficientemente rápido.
Continuará...