Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Violeta y celeste. por Rebeca-chan

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Leve RenxHoro horo 

Notas del capitulo:

Espero que les guste, es cortito pero le puse amorcito. 

Lo que necesitaba Ren después de una ardua jornada de combates, era un baño caliente. Un baño en las aguas termales limpia tu alma o eso se decía en su tierra natal. Se desvistió con parsimonia intentando no romper ni dañar sus preciosos trajes de seda. Seda de la más alta gama, tejido por artesanos expertos, de calce perfecto. Contempló sus brazos musculosos, fibrosos y su torso desnudo en un espejo. Le molestaba su delgadez, pero reconocía que su silueta era diferente. Había cambiado mucho desde la primera vez que conoció a Yoh y al resto del grupo. Ahora su reflejo representaba madurez, serenidad, confianza. Haber muerto, fue la mejor experiencia para ganar todas las virtudes antes mencionadas.

En China, se cree que un hombre virtuoso, lleno de sabiduría, era el mejor candidato para liderar a su  propia familia. Pero el no creía en eso ni tampoco le interesaba su estirpe. El solo quería ser el rey chamán a como dé lugar. Lo conseguiría incluso si eso significaba renunciar a las cosas que amaba. Pensó en su amigo Yoh y le causó repulsión aquella relación que tenía con su prometida. Los lazos solo te hacen más débil, más propenso a doblegarte ante el enemigo. Pero no podía prescindir de ellos.

Suspiró ante aquella verdad y maldijo a su tonto ser, que era débil y que había hecho amistades—Te maldigo Asakura—gruño sacándose lo que restaba de la ropa para ir a bañarse. Cogió una toalla y se la amarró en la cintura, pues sentía pudor frente a su desnudez. Salió hacia el patio y contempló la luna llena, que se alzaba imponente en el firmamento, iluminando todo bajo ella. Miró hacia todos lados, encontrándose solo por lo que procedió a quitarse la toalla y se sumergió en las aguas cálidas, que le envolvían el cuerpo doloroso. Cuerpo doloroso por los combates y la tensión acumulada, cuerpo lleno de heridas de guerras, la cual estaba orgulloso. Por primera vez en mucho tiempo, se relajó. Amaba su tiempo solitario aunque a su pesar, también le gustaba estar rodeado de su grupo.

Pronto sintió unos ruidos, agudizó su oído, miró hacia todas partes y en el fondo de los baños había una figura. Se puso en posición de ataque, llamando a su espíritu guardián. Estaba a punto de atacar, pero el desconocido salió de su escondite. Vio unos cabellos celestes, unos ojos ónix que lo miraban entre divertido y avergonzado. Relajó su postura, pero no su ceño fruncido—maldito Horo horo, había arruinado su momento a solas—pensó.

-¿Y bien? ¿Qué haces aquí?- preguntó el chino.

-Creo que la respuesta es bastante obvia ¿no?-Ren lo fulminó con la mirada. No estaba de humor para sus bromas.

-¿Puedes irte? Quiero estar solo-

-¿Y tú, que te crees?- se levantó del agua, dejando al descubierto su desnudez. Ren lo miró y encaró una ceja. Rápidamente Horo horo se tapó las partes nobles y volvió al agua.

-Eres muy ruidoso-

-Y tú un idiota-

-Payaso-

-Cascarrabias-

-Inepto-

-Viejo chico-

-Idiota...-

-Tú…tú…..-

-¡Ja!, te quedaste sin insultos gané-en aquellas oportunidades se veía la verdadera edad de los jóvenes aspirantes a rey chaman. Niños de tan solo trece años de edad, infantes en su más tierna pre-adolescencia.

-Bobo-una sonrisa se instaló en el rostro de los dos jóvenes. A pesar de que pasaban peleando, sabían que entre ellos se forjaba una amistad fuerte, que podían contar con el otro si algún problema se presentase- ¿Y qué haces aquí? Pensé que no eras de lo que les gusta la paz, ni estar tranquilo-

- Lo mismo podría decir de ti. Eres un ruidoso-

-Ren, vamos no seas un imbécil- se acercó a su amigo, quedando a pocos centímetros del cuerpo contrario, había confianza de sobra entre ellos. Las aguas termales ya habían hecho su efecto, subiendo la temperatura de los cuerpos jóvenes que se encontraban en el lugar. Las mejillas se enrojecieron, dándoles un aspecto más infantil. El peliceleste miró por primera vez  y  detenidamente el rostro de su amigo, dándose cuenta que en verdad era muy guapo y varonil. Ese cejo fruncido le daba un aire de sabio, intelectual casi rayando la arrogancia (aunque su actitud no dictaba mucho de aquello). Su cuerpo menudo pero fibroso le daba un aspecto delicado, casi como un nenúfar danzante en el agua. Pero no tenía que engañarse, era un maestro de las artes marciales y en cualquier momento podía encestarte un golpe y mandarte al más allá. Tragó duro por aquel pensamiento.

-¿Qué tanto me ves? ¿Acaso te gusto?-sonrió con picardía y la cara de Horo horo se sonrojó como un tomate. Debía recordar que a pesar de su apariencia delicada, su  lengua era muy afilada y que no tendría tapujos en decirte las cosas, ni gastarte bromas pesadas como aquella ¿O lo preguntaba en serio?

-¡Ja! Ni en tus sueños chino, no me gustan los de tu tipo- pero lo cierto era que le gustaría encontrar a alguien con aquella apariencia tan femenina.

-¿Los de mi tipo? Claro que no, no tienes gustos tan refinados-

-Lo decía porque no me gusta la gente tan amargada-se miraron desafiantes.

-Tampoco te tomaría en cuenta, no me gusta la gente tan descerebrada-

-Eres un idiota-

-Y tú un bobo-voltearon sus cabezas refunfuñando, como dos niños pequeños. Aunque debían admitir algo, por más que pelearan, se entretenían juntos y disfrutaban la compañía contraria- Oye ¿Pero a ti no te gustaba alguien?-recordaba aquella conversación con Hao ( y como olvidarla, si fue una experiencia fuera de serie ¿Quién toma un baño con su enemigo a derrotar?)

-Yo…-se quedó callado, avergonzado. Las aguas termales ya estaban haciendo estragos en su cabeza- me gustaba alguien-bajó la mirada ¿Triste? ¿Con vergüenza? Ren no podía decir.

-A mí nunca me ha gustado alguien, es un tema segundario para mí. Lo más importante es luchar y ser el rey chamán-Horo horo sabía que ese era el patético intento del chino de consolarle. Le decía palabras para que no perdiera el objetivo, para que se concentrara en el torneo.

-¿Y crees que tú serás el rey chamán? No me hagas reír-

-¿Y piensas que serás tú? Antes muerto-volvieron a mirarse desafiantes con una sonrisa enigmática en el rostro. Se entendían y por eso eran mejores amigos.

-Ahora que te veo de cerca, pareces una chica-ese comentario desconcertó al pelivioleta ¿A que estaba jugando Horo horo? Ofuscado y avergonzado se levantó del agua, mostrando todo su cuerpo. Horo horo lo miró sin tapujo, no podía quitar los ojos de aquel níveo cuerpo.

-¿Sigues pensando que soy una mujer?-una sonrisa de superioridad se implantó en su rostro antes de andar hacia la salida. Había perdido mucho tiempo ya. Su mente se había refrescado y su cuerpo ya se había relajado, estaba listo para volver al torneo—Estúpido Horo horo, gracias a ti que estoy mejor—admitió a su pesar. Fue hacia los vestidores y desapareció sin dejar rastro, mientras el peliceleste había quedado de piedra al medio del agua, aun recordando aquel cuerpo, aquellos gráciles miembros, fuertes, blancos, juveniles, vigorosos. Sacudió la cabeza, intentando alejar aquellos pensamientos. Salió rápidamente del baño.

FIN.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).