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Piggyback [ChanChang] por erickkbaj

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Capítulo VI: Probabilidades en contra.

“Uno por la fama, uno por el juego

En cualquier momento está bien, seré como ellos

Uno por el camino que voy a tomar”

—3Racha; Even a shadow needs light to exist.

 

BangChan regresó a la oficina al día siguiente, entró donde trabajaba su padre, molesto. Según la secretaria Kim, había salido antes que él, y nunca regreso a casa con su madre quién no paraba de quejarse con su hijo a cada minuto hasta volverlo loco. No le molestaba siquiera que no estuviera con su madre, sino que por no avisar sobre su paradero él tuvo que recibir esa tortura, sino es por la ayuda de su amigo HoSeok hubieran ido a la estación de policía a levantar un acta por extravío.

Incluso si tuviese un amante, no le importaría si con ese pretexto terminara ese matrimonio de infierno que sostiene con su madre, los detestaba por eso.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —Murmuró HyunWoo dándose la vuelta en su sofá que tenía dentro de su oficina, su hijo había abierto las persianas dejando que la luz del día entrara y lo despertara. —Seokkie-ah, amor. —HyunWoo abrazó una almohada mientras estiraba su cuerpo con pereza.

BangChan giró de golpe a ver a su padre, ¿Había imaginado aquellas palabras? —Soy tu hijo. —Murmuró desconcertado. El mayor abrió los ojos de golpe, tratando de guardar la calma y pretender que no había dicho eso.

—Por eso ¿Qué haces aquí tan temprano? —Se sentó dando un bostezo esperando a que su hijo se trague su mentira.

—Nada, hoy se vence el plazo para conseguir a un diseñador, así que… como sea deberías de ir a la casa a darte un baño. —Fingiría que no escuchó nada, así que solo se apresuró a salir de la oficina de su padre mientras HyunWoo se levantaba, tomaba su saco y se largaba.

Había sido una noche larga, no quería ver a HoSeok, al menos no por ahora, se había quedado mirando las cámaras de seguridad para tratar de averiguar de quien se trataba, incluso pensó en correrlo, pero si hacía eso podría revelar lo que vio así que podría funcionar comprando su silencio y conseguirle un mejor trabajo en otro lugar. Sería un gran gasto, las personas suelen ser abusivas en casos así.

—¿Puedo tomar su orden? —HyunWoo había pasado a comprar un americano cargado para despertar y poder manejar camino a casa. Pero su sorpresa fue cuando aquel chico delante de él era a quien había pasado toda la noche buscando.

ChangBin hubiera huido, pero todo había estado en su contra, el sujeto anterior era demasiado grande así que tapó por completo a HyunWoo y no había otro trabajador cerca como para cambiar un rato el puesto, estaba jodido, sería despedido y desterrado de la ciudad, sus piernas temblaban.

—¿No estabas en el área de limpieza? ¿Qué haces aquí? —Seo ChangBin. Leyó en su uniforme. El chico delante suyo empezó a tartamudear.

—Yo, señor…yo. —

—Solo dame un americano cargado y a medio día te espero en mi oficina. —ChangBin asintió y se apresuró a servir aquel pedido, el último de su vida seguramente, no podía levantar la vista, HyunWoo no dijo nada más, era un momento incomodo y no sabía cómo llevarlo, no era su culpa haber pasado por ese bochornoso episodio, él solo estaba haciendo su trabajo mientras HyunWoo echaba a perder su vida ¿Por qué otros tendrían que pagar los platos ratos?

No quiso despedirlo en ese mismo lugar, lucía tan pequeño, jovial y entusiasmado por ese trabajo, el café sabía bien, se preguntaba cuántos años tendría y por qué estaba laborando con ellos, ¿Habrá estudiado? Pensaría mejor que hacer con él después de unas horas de sueño y algo de comida, al menos ya podría estar en calma al saber dónde encontrarlo.

Para su buena suerte la clientela desapareció, todos seguían sus vidas, unos muy relajados dentro de sus trajes, otros que parecían super modelos y otras apresuradas de la vida corriendo en sus zapatillas, a veces la vida era tan injusta ¿Qué sucede en casos así? Lo irían a despedir, seguro. Ni siquiera podría cobrar una buena liquidación y mucho menos podría pedir recomendación laboral, perdería la oportunidad de seguir con sus amigos y estaba tan entusiasmado con ello y la cafetería que no se dio cuenta cuando empezó a llorar, últimamente lo hacía con facilidad, y no le gustaba, se suponía estaba viviendo su sueño, aunque un poco retorcido, pero estaba logrando cosas por su cuenta, tenía planes a futuro y todo parecía irse a la mierda, por algo que ni fue su culpa.

—¿Binnie? ¿Qué sucede? —JeongIn se acercó mientras se ponía su delantal, estaba preocupado de ver a su amigo en ese estado.

—Nada ¿Por qué? —Sonrió al menor frunciendo su entrecejo por su comentario.

—Estas llorando. —El mayor se tocó sus mejillas, estaba sorprendido, nos sintió cuando empezó a hacerlo de nuevo, lo que menos quería era que otros lo vieran en ese estado. Tampoco era como que a cualquiera pudiera hablarle sobre lo que pasó, de algo que estaba seguro es que no cualquiera debería de conocer esto.

—¿Qué, no te alcanza el salario minimo? —Esa maldita voz hizo que su sangre empezara a hervir, se giró para ver a Felix y a su amigo MinHyuk quienes estaban del otro lado del mostrador.

—¿Se te ofrece algo? —Trató de ser profesional, pero con estas personas era dificil.

—Sí, dejarte de ver. Pero no se pueden hacer milagros. —ChangBin rodó sus ojos mientras marcaba en la caja sus pedidos y JeongIn los preparaba, no pasó mucho tiempo, soportando sus insultos y sus comentarios apresurando al pequeño, aunque tenía practica y tiempo trabajando con la cafetería se puso nervioso y Felix y MinHyuk se burlaban de ello.

—Son cuarenta y… —Felix alzó su mano para indicar que se callara mientras bebía del café, poniendo una cara de asco genuino.

—Yo no voy a pagar por esta porquería, esta cosa está frío y sabe asqueroso… —ChangBin había pasado el límite, podría meterse con él, pero con alguien más pequeño y siendo su amigo no.

Tomó el vaso y lazó el contenido directo en el rostro de Felix, quien había decidido llevar un atuendo completamente blanco ese día, todos quedaron sorprendidos e incluso Felix se detuvo a toser un poco, quedando aturdido por se reprendido de esa forma. ChangBin se sintió tan bien en ese momento, de todas formas, lo iban a despedir y sin liquidación ni nada, ¿Qué más podía perder?

—Esto, no se va a quedar así maldito. Haré que te corran. —Se alejó junto a MinHyuk quien guardaba sus ganas de reírse mientras lo consolaba.

—No debiste hacer eso, te van a despedir y será por mi culpa. —JeongIn se acercó limpiando la barra que había quedado sucia, el mayor solo revolvió sus cabellos.

—Descuida, de todas formas, ya lo iban hacer, no perdía nada. —JeongIn le observó, pero no pudo evitar cuestionarle el porqué.

—¿Es por esos dos? Las cosas no tienen por qué ser así, ellos son unos idiotas y si existe la manera de hacerles pagar deberías hacerlo, pero no así. —

—Y si no es la forma ¿Entonces cómo? ¿Me convierto en el jefe y dueño y les hago la vida de cuadritos? Innie, las cosas no son tan fáciles. —Suspiró palmeando su espalda, ya casi sería medio día y a estas horas el lugar ya esta muerto, así que será mejor hacer su corte de caja para entregar todo impecable antes de irse.

—Son del departamento creativo ¿No? Estaban solicitando diseñadores, escuché decir a JooHeon que hay un gran proyecto en puerta, dices que eres diseñador ¿No? Estoy seguro que eres mejor que esos idiotas, podrías ser su jefe y hacerle la vida de cuadritos. —ChangBin se enterneció por sus palabras y a la vez le dio gracia, pero se escuchaba tan distante.

—Para ser el jefe de esos idiotas necesitas ser BangChan o tener un buen contacto para entrar, como…el… CEO. —ChangBin sintió su pulso acelerarse, JeongIn no le hizo caso pues se concentraba más en terminar de limpiar para el cambio de turno y poder irse a tiempo, además de evitar uno que otro regalo, después de todo hoy había llegado un poco tarde y había dejado solo a ChangBin un rato.

Aún faltaba una hora para que fuera a la oficina del CEO, se había hecho la idea que su vida sería otra, tendría que regresar a corea con sus padres o terminaría en la calle sin un trabajo por estos lares. La vida era injusta, parece que cuando tienes un sueño, un objetivo en la vida el mundo entero se pone en tu contra. El motivo de su despido sonaba absurdo cada vez que lo pensaba, a él no le interesaba saber quién follaba con quién, mucho menos su jefe directo, pero… ¿Sería capaz de chantajear a su propio jefe? Ahora solo faltaban quince minutos, tiene que cambiarse y quitarse el uniforme, su turno esta por acabar y su reunión esta por empezar, mientras se cambia sigue debatiendo, poniendo en la balanza todos los pro y contra, avanza por el elevador, atraviesa el pasillo y se detiene afuera de la puerta donde la secretaria del CEO anuncia su llegada, le pide que pase, entra y avanza a través de la oficina.

Ahí está el CEO y presidente y a su lado el vicepresidente y jefe del departamento creativo además de amante, tragó en seco cuando ambos con semblante sumamente serio lo voltearon a ver.

Notas finales:

Gracias por leer <3 


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