Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~ 

Les dejo la actualizacíon de hoy. Espero que les guste. 

 De paso les comparto la portada 

 

Me duele el brazo. Es un dolor molesto, hormigueante, y no puedo moverme.  Abro los ojos. Esta oscuro, pero me siento tan rápido que todo da vueltas. Tengo las manos atadas, el brazo entumecido y estoy en el suelo de algún lugar ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? Las náuseas me ganan, me inclino a un lado y vomito.


Ah, maldición… ¿estoy pensando coherente?  Con el golpe que me di en la cabeza podría tener una contusión, vomitar no es una buena señal. Otra arcada y vomito otra vez, entre toses y más arcadas.


— mierda— ¿Qué hice para merecer esto? Está claro que es un maldito error, no he hecho nada que merezca esto ¿en dónde estoy? Es una habitación vacía, no hay nada, ni siquiera una ventana. Apenas puedo mover mis manos, aunque mis pies no están atados. Escucho unos pasos pesados y luego la puerta se abre. Es uno de los hombres motociclistas.  Me quedo mirando cómo se acerca ¿Qué se supone que debe hacer uno en caso de secuestro? Se queda de pie, mirándome y con una mueca de asco.


— ¿Dónde está Rowan?


— Aah ¿otra vez con eso? no lo sé. Ni siquiera sé quién es Rowan.


— tu…


— no, escucha, no conozco a nadie con ese nombre, yo solo… tengo un trabajo normal. Hice mis compras… no estoy metido en nada ilegal, se equivocaron de hombre— dios, como me duele la cabeza. Tengo demasiado miedo de esto ¿podría morir?— no diré nada de esto, si me dejan ir.


— no estas mintiendo.


— no, no lo hago. Por favor, déjame ir… juro que no diré nada.


— maldita sea, en serio solo eres un humano.


— claro que…— él está hablando de nuevo no se en que idioma. Ni siquiera está mirándome. No puedo alejarme cuando se acerca y me levanta, no siento las piernas, tropiezo, y al final no puedo ponerme de pie y me lleva arrastrando fuera de la habitación. Me raspo las rodillas mientras intento caminar o ponerme más estable, lo que sea. Nunca he tenido clases de defensa personal, si salgo vivo de esta será la mejor inversión que pueda hacer. Terminamos de recorrer un pasillo largo y ancho, apenas miro alrededor, solo hasta que nos detenemos y por fin puedo pararme. Vuelvo a perder el equilibrio cuando me empujan otra vez para entrar por una puerta a lo que me parece un estacionamiento en el que no hay nada más que solo los que me trajeron aquí y tres personas más que no conozco.


— Así que Rowan está aquí ¿vas a seguir insistiendo que no lo conoces?— ¿Qué? ¿Quién?


— ¡Yo no conozco a ningún Rowan!— aunque al mismo tiempo que grito, reconozco el cabello de la chica. Es la misma chica que estuve en la veterinaria con el lobo, también están los dos chicos. Oh, mierda, sabía que estaban en algo malo pero esto es realmente peligroso.


— ¿así que no los conoces?— se burla el tipo rudo que me está sujetando.


— no los conozco, solo les vi una sola vez ¡Y fue solo por una emergencia! Yo no tengo nada que ver en lo que sea que sea esto— siento el pecho demasiado oprimido por el miedo.


— tiene razón, él no lo sabe nada, solo acudimos a él por un problema que tuvimos— ¡Al fin!— no tienen que involucrar a nadie más.


— no llegaríamos a esto si no te escondieras. Te niegas a hablar, Rowan.


— es que no tengo nada que decir— dice Rowan, el hombre de cabello negro. Parece bastante relajado para todo el asunto.


— ¿ya puedo irme? Por favor— no quiero estar aquí para cuando todo se ponga mal. Me gano algunas miradas de todos, de no ser porque me están sujetando creo que hubiera podido irme sin que me notaran. Nadie dice nada.


— solo déjenlo ir— dice el hombre rubio.


— si lo dejamos ir podríamos tener problemas.


— pero no ha visto nada— no, no… 


— Leyre estará muy decepcionada de ver cómo han estado actuando. Ni siquiera pudieron encontrarnos y tuvieron que recurrir a algo tan bajo— Rowan otra vez. Escucho un suspiro, no sé de quién.


— mira quién habla de bajezas.


— inútiles.


— ¡Rowan!— el grito es de la mujer y el hombre rubio. El lugar se pone ruidoso, apenas escucho las voces de ellos entre el ruido. Un sonoro crujido es lo que atrae mi atención, porque conozco bien ese ruido: es el ruido que hace un hueso cuando se rompe. El ruido se repite, una y otra vez.  Es uno de los hombres que me trajeron, su cuerpo se mueve como involuntariamente, cada ruido viene con espasmos ¿¡porque a nadie parece importarle!?


—  ¿Qué está pasando? Él… tiene… oh, dios ¿está bien?— Nadie me pone atención— joder, duele— me está apretando mucho el brazo. El sonido de otro hueso quebrándose me deja inmóvil. No es mío, ahora el tipo que me sujeta también está haciendo eso ¿esta… gruñendo? Me quedo mirando como el primer tipo se sacude cada vez más hasta que no puede mantenerse en pie, su cuerpo sigue moviéndose como si se derritiera. Me suelto y pego en la pared. Se convirtió en un lobo. Él… esta…  lobo. Hay muchos lobos ¿Por qué…?


Algo tira de mí, lo sé porque de pronto estoy mirando a otro lado. Frente a mi hay un chico que reconozco vagamente, está hablando pero yo solo puedo escuchar un zumbido. Señala mis manos, ya no estoy atado y luego me empuja. Doy algunos pasos, me cuesta conectar mis acciones con lo que quiero, mi cuerpo no responde.


— vamos, vamos…— el sonido regresa de golpe, y también mis ganas de correr— eso, no mires atrás, sigue corriendo Eddie— otro gruñido a mi espalda me pone la piel de gallina. Me falta el aire pero ya veo la puerta— por allí, ve— me giro el tiempo suficiente para ver como al chico medio convertido en lobo. Las piernas me duelen, golpeo la puerta cuando salgo y la empujo para cerrarla. No me detengo para ver si se quedó cerrada, sigo corriendo aunque apenas puedo respirar. Me veo rodeado de gente de pronto, me doy cuenta de que no sé dónde estoy. No dejo de correr hasta que veo una fila de taxis.


 — Hey, amigo, llegamos— el chofer me ve raro, dejo que me regrese la respiración después del susto que me dio por hablarme y abro la puerta— tienes que pagar.


— oh, si… un momento— no tengo nada más que mi ropa. No estoy en la veterinaria y por un horrible momento me siento expuesto, hasta que reconozco el edificio del departamento de Fabien. Camino hasta la puerta, aunque más bien corro. Escucho la puerta del taxi abrirse, pero ya estoy tocando el timbre.


— ¿sí?


— Fabien…— no sé qué decir, todo quiere salir de mi boca y a la vez no. no puedo encontrar palabras— ayúdame— escucho el sonido de la puerta, y Fabien está aquí. Sé que no llegue aquí de inmediato y me asusta un poco mi atención dispersa.


— ¿Qué te paso? ¿Estás bien? Eddie.


— el taxi. No tengo como pagar— Fabien mira sobre mi hombro y sale a pagar, Will me hace entrar. Escuchar cerrarse la puerta me tranquiliza, o eso creo. La casa de Fabien es tan normal que me da un poco de seguridad— Eddie, ¿me escuchas? ¿Qué paso?


— no lo sé…


— estaba algo preocupado, no viniste a la comida, y no respondes desde ayer— ¿ayer? ¿Cuánto tiempo estuve…? Siento el gusto amargo del vómito y salgo corriendo al baño, apenas logro llegar y vomitar.


— estoy bien. Estoy bien.


— estas sangrando, necesitamos ir al médico— Will parece preocupado, esta pálido.


— Fabien es médico.


—  soy veterinario, no médico. Déjame ver ¿puedes traer el botiquín?— cierro los ojos, Fabien me revisa la cabeza, me punza un poco cuando me toca pero no es mucho— solo es un golpe… pero en la cabeza ¿Qué te paso? luces terrible— siento que me llevan, camino sin notarlo.


— yo... Creo que tuve una contusión. Vi cosas…— ¿Qué fue lo que vi? Fabien me está mirando, Will ya regresa con el botiquín. No puedo decirles. No puedo decirle a nadie ¿cierto? es… no sé qué mierda acaba de pasar pero ¿me creerán? Peor aún ¿no es peligroso? No, que pregunta tan tonta, es muy peligroso. Es todo lo que se— me asaltaron. Me quitaron mi teléfono, y mi cartera— eso es verdad— me golpe con un muro— los dos parecen relajarse cuando digo eso, algo común que jamás paso. Quiero vomitar otra vez.


— limpiare la herida, y podemos ir al médico después.


— no, no… solo… termina con eso y me iré.


— no te iras— quien habla es Will— si te golpeaste la cabeza es más seguro que alguien te vigile, si regresas a tu casa estarás solo y si pasa una emergencia no habrá nadie. Vomitaste y estas confundido.


— tiene razón, quédate esta noche, mañana iremos juntos a la veterinaria.


— está bien— me pasan ropa y me dejan en el baño. Me alegro de poder limpiarme un poco, aunque no pongo mucha atención a lo que hago.  Cuando termino, Fabien vuelve a revisarme la herida y Will me da una taza de café. Estoy temblando tanto que tiene que darme una servilleta. Hoy es domingo por la tarde, así que estuve más de doce horas en ese lugar. Fabien me pregunta sobre lo que paso, y cuento cosas a medias, detalles de cuando salí del centro comercial. No digo nada más y quizá eso hace que me miren con más preocupación. Hasta que Fabien me lleva a la habitación de invitados y me quedo a solas, me doy cuenta de que venir aquí no ha sido tan buena idea ¿no les he ocultado todo por el peligro? Es… peligroso ¿no? Ah, ya no sé nada. Deseo tener unas pastillas para dormir pero dudo que me vayan a dar alguna si tienen en casa, hasta yo sé que dormir después de un golpe en la cabeza no es bueno. Hay una ventana pequeña, aunque estamos en un edificio, me siento un poco mejor cuando cierro la ventana y suelto la cortina.


Despierto en medio de un grito, con el cuerpo helado y ahogándome por falta de aire.


— lo siento, no quería… ¿Estas bien?— Will está en la puerta. Estoy en una habitación simple, en el edificio de Fabien.


— tenía una pesadilla, estoy bien— Will sonríe.


— me alegra ver que estas bien. Venía a despertarte y traerte algo de ropa. Fabien está en la cocina— pone la ropa en la cama. Will me agrada, viene mucho a la veterinaria desde que salía con Fabien, cuando se casaron pasa casi todas las tardes y van a comer juntos— esa herida se ve mal— sigo su mirada, a mi brazo. Tres cortes rojizos, la piel algo amoratada. No me di cuenta de esta herida, ni siquiera me dolía— debió ser un gran animal— me froto el brazo.


— fue un perro. Un enorme perro.


— así que también es un trabajo peligroso— no dice nada más y me deja a solas. Apenas pongo atención cuando me visto o desayuno. Cuando bajamos del departamento al estacionamiento y veo la luz del sol me siento un poco mejor, pero ¿la luz solar ayuda ahora? no estoy seguro… me niego a pensar en ello como un hecho real, aunque tampoco puedo decirme que no paso. Sé que lo que vi no fue un producto de mi imaginación, no tengo una imaginación tan interesante. Solo me niego a creer que sea real porque ¿Quién cree que eso es real?  Ojalá hubiera sido solo un asalto como dije.


— Fabien ¿podemos parar en un centro comercial? Me quede sin nada en casa y…— no quiero salir esta noche—necesito que me prestes dinero.


— claro— andamos unas calles y nos detenemos. Fabien me acompaña por los pasillos,  es temprano pero me apresuro y tomo solo las cosas más indispensables porque no quiero llegar tarde y no quiero aprovecharme más de la amabilidad de Fabien.  Pagamos y volvemos al auto, apenas registro el camino hasta la veterinaria, Fabien me tiene que llamar para que note que llegamos. Gabriela ya está dentro, ordenado su escritorio.


— Aquí estas, estaba preocupada, siempre estás aquí cuando llego y hoy no aparecías por ningún lado.


— tuve inconvenientes— no le pongo atención al relato de Fabien, o a la explicación que le da de porque no estuve aquí.


— tal vez sea mejor que te tomes unos días, Eddie. No te ves bien— los dos me miran, no se lo sí me preguntaron algo antes. Intento sonreír.


— solo estoy conmocionado— eso es poco— un poco de trabajo me ayudara. No se preocupen, si es demasiado te pediré ayuda ¿les deja más tranquilos eso?— es obvio que sí. Y así iniciamos el día. Voy por mi acostumbrada bata y entro a mi consultorio. Sin un teléfono no pude hacer mucho mientras estaba en la casa ajena, pero mi consultorio tiene una computadora. Enciende con el acostumbrado ronroneo del aparato. Según recuerdo no tengo citas hasta más tarde. La máquina es algo lenta, pero aprovecho para servirme un café y cuando regreso dejo la puerta abierta, no quiero que toquen y me den un susto.


Dudo un buen rato frente a la pantalla, pero al final escribo letra por letra las palabras en el buscador. La mayoría son páginas que tienen información sobre películas o juegos de rol. No puedo creer que realmente este buscado sobre hombres lobo en internet. Casi me creo como uno de estos que escribió las entradas: alguien que solo está divirtiéndose. Pero no es nada divertido. Hay también imágenes, ninguna ser acerca a lo que yo vi, y no me atrevo a abrir los videos, no me siento preparado. Lo que es mas ¿Por qué estoy viendo esto? es mejor que pretenda que nunca paso y culpar al golpe que me di en la cabeza. Cierro las ventanas de búsqueda y apago la máquina. No necesito esto. Necesito trabajar, hacer algo. No hay mascotas para atender pero debe haber algo… algo… ah, el inventario. Hace tiempo que no reviso las cosas que tenemos, y hemos atendido varias eventualidades. Armado con un bolígrafo y hojas de papel me pongo a anotar las cosas que se están acabando. No termino para cuando llega mi primer cliente de hoy y de allí me mantengo ocupado atendiendo algunas emergencias.  Todo está bien, aunque cada vez me pongo más nervioso. Quiero pedirle a Fabien que me lleve con él otra vez.


— ¿estás seguro que estarás bien? puedes venir otra vez a casa si no te sientes bien.


— estoy bien. Prometo llamar si me siento mal— si no me quedo aquí hoy, siento que no podré volver a quedarme solo nunca más.


— vendré enseguida si te sientes mal— Fabien se va después de repetirme que vendrá. Gabriela también se marcha. Me quedo un rato dando vueltas antes de subir al departamento. Enciendo la televisión y hago lo mismo de siempre. Había pensado que no podría dormir ni quedarme solo aquí, pero sí que me siento cansado y no me siento mal por estar aquí.


 


Han pasado algunos días desde el incidente. He estado tan ocupado que cada vez es más fácil hacer como si no pasó nada e ignorar cuando recuerdo eso. Lo cierto es que también estuve evitando cualquier cosa que me lo pudiera recordar, incluso le he dicho a Gabriela que por el momento le pase a Fabien a los perros más grandes. No me pregunto porque, ni Fabien hizo comentario si lo noto y por gracia divina no hemos tenido emergencias que requieran que las mascotas se queden. Eso sí, me quedo bien encerrado por las noches, quizá no funcione… no quiero pensar en eso y me hace sentir seguro que hay al menos puertas bien cerradas.  


— Eddie, estoy por irme.


— Bien, dame un momento— Gabriela siempre espera a que vengan por ella, hoy es un poco más tarde de lo que usualmente se va. Fabien se fue hace un rato con Will.


— lo siento, pero estamos cerrando— ah, es tarde. Si no tiene una emergencia no me quedare. Quiero cerrar y…— Eddie, entro sin que me diera cuenta— No puede ser.


— ¡Eddie!— Ella le impide el paso a Beau ¿Por qué esta aquí? él… no, no, no— espera, no…— ni me lo pienso cuando me doy la vuelta y abro la puerta para subir a mi departamento, escucho como Gabriela insiste y finalmente dejo de escuchar sus voces. No puede ser, no puede ser… ¿otra vez? No, no, no. Tal vez sea bueno llamar a la policía y decirle que intentaron robar, así habrá más movimiento por aquí y no se atreverían a actuar ¿cierto?  No escucho nada más, no hay ruidos abajo, pero de cualquier modo saco mi teléfono y llamo.


****


— ¿Por qué hay patrullas de policía fuera?


— anoche creí que intentaban robar— respondo simplemente. Me quedé demasiado tranquilo cuando llegaron y hasta pude dormir un poco. No hubo nada raro.


— ¿Qué?


— no fue nada, al final no encontraron a nadie pero se quedaron solo por si acaso. Dijeron que era poco probable que volvieran— eso si fueran ladrones. Se que no puedo tener a la policía frente a mi casa todo el tiempo. No sé qué hare si Beau viene otra vez. No viene en todo el día, pero siento que oscurece demasiado rápido. No sé si podré volver a llamar a la policía hoy. Gabriela y Fabien se van al mismo tiempo y yo solo me quedo abajo para revisar a un par de gatos recién nacidos y un cachorro con fractura. Estoy nervioso, cualquier cosa me sobresalta, pero puedo quedarme. La alarma está encendida y si suena con más razón vendrán personas y eso me tranquiliza. Enciendo la televisión y me quedo viendo un rato “Wall—E”.


Ah, me dormí. Estoy seguro que escuche algo. Me siento muy despierto, pongo la televisión en silencio y me levanto, listo para correr. Hay demasiado silencio, escucho el sonido del reloj, y algún auto que pasa por la avenida a unas calles de aquí y ¿eso es…? ahí está de nuevo. Corro hacia la escalera y bajo de dos en dos escalones.


— Ayuda…— es una mujer, su voz sin aliento apenas llegaba a mí arriba pero aquí puedo escucharla mejor. Me atoro en la puerta mientras intento abrirla, y justo cuando la abro, el acto llega a mi cerebro. Estoy abriendo la puerta, en la noche. Me quedo con un pie fuera y otro dentro— por favor… alguien…— ay, no puede ser, si alguien está herido debería llamar una ambulancia pero no puedo hacerlo sin saber que tiene, llamar y decir que alguien está pidiendo ayuda sin saber… maldición. Corro a la calle, si lo pienso no saldré nunca. Escucho unos pasos, y justo antes de llegar a la esquina la veo, una mujer joven. Su ropa esta rasgada y tiene el cabello desgreñado, como si hubiera peleado— Ayúdame…— me dice, extendiendo las manos hacia mí.


— ¿Qué paso? ¿Cómo e…?— me detengo tan de golpe que me lastimo la rodilla. Su mano se ha movido y ese sonido, nunca olvidare ese sonido. Su cuerpo se sacude de nuevo.


— detenlo, por favor, has que pare… yo… no quiero…— se deja caer de rodillas mientras grita, un sonido tan… inhumano, que me pone los pelos de punta. Me doy la vuelta, no debí salir. No estoy lejos de la veterinaria, pero siento que es una carrera infinita mientras escucho los jadeos de ella, y luego un gruñido. No mires atrás, no mires atrás, no mires, mires… la puerta, está justo allí, la puerta… ¿esos son patas corriendo? Solo un poco más, mas…


Llego a la puerta al mismo tiempo que otro gruñido aleja al primero, luego solo escucho lo que parece una pelea. Hay dos lobos peleando demasiado cerca.


— Eddie— Beau aparece frente a mí. Me empuja dentro y cierra la puerta. No puede ser, no puede ser, no puede ser— ¿Estas bien? Intente decirte que no salieras.


— otra vez no,  otra vez no… No, no te acerques.


— está bien, me quedo aquí— levanta las manos. Afuera el sonido de los gruñidos se aleja— vine a decirte que hoy era luna llena y era peligroso que salieras— ¡Claro que es peligroso! No tiene que decírmelo dos veces para que lo entienda. Beau me da la espalda unos momentos, pero no tengo a donde correr ahora, podría ir arriba pero ¿y de allí a dónde? Solo que me arroje por la ventana— Eddie, no voy a hacerte daño.


— dímelo cuando no intenten comerme. 


— ¡Nadie intento comerte!


— díselo a esa cosa de afuera.


— ella no es una conocida nuestra— no es la voz de Beau. Es el chico alto, Rowan. Como olvidarme si me preguntaron por él hasta el cansancio— deberías darle las gracias al chico, de no ser por él no hubiéramos ido por ti ni estaríamos aquí hoy. Un lobo solo no hace la manada— le revuelve el cabello a Beau.


— ¡No necesito que me de las gracias! Eddie me ayudo cuando me trajeron aquí y fue amable conmigo— El rostro moreno de Beau se pone colorado. Lobo. Claro ¿es raro que no lo pensara antes? El lobo que estuvo aquí, tan domesticado y que aparecía en cualquier lado…— solo estoy haciendo lo que cualquiera.


— Hey, doc, espero que estés saliendo del shock porque necesito algo de ti.  


— No voy a convertirme en un… hombre lobo— logre sonar serio y no tartamudear. Rowan me mira confundido.


— ¿Por qué querría otro iniciado con todos los problemas que tengo? No, necesito ayuda. Están heridas.


— ¿Qué?


— eres medico no.


— veterinario.


— hiciste un buen trabajo con Beau, y ellas dos…— se aparta y me deja ver la puerta— necesitan ayuda— en la entrada están dos lobos, uno tirado en el suelo y sin moverse, el otro tiene heridas y se ve fatigado— ¿Qué dices? 

Notas finales:

El proxímo episodio sera publicado el 21 de Agosto.

Gracias por leer <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).