Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu mano en la mía por klaushunlove

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 



Tu mano en la mía


Soy Kakashi, un ninja desaparecido de la aldea escondida entre las hojas y voy a contar la historia de amor y compromiso que tuve con Iruka Umino, mi compañero y amante, quién me dio fuerzas y me motivó para luchar y tener una familia.


 


Todo empezó hace aproximadamente unos 50 años, cuando lo conocí. En un principio era un hombre arrogante, idiota e imbécil, lo tengo que reconocer, pero a medida que lo conocía, él fue robando mi corazón y nos enamoramos. Nos tomábamos de las manos siempre, nos daba consuelo y mostraba nuestro amor hacia el otro sin la necesidad de formar palabras.


 


Lastimosamente, la aldea ya tenía unos planes para mí, planes en los cuales Iruka interfería pero nuestro amor era tan nuevo pero fuerte que ninguna de las acciones del consejo de la aldea nos pudo separar. Vivimos tiempos de paz, la calma antes de la tormenta. Y nuestras manos seguían tan unidas como siempre.


 


Naruto siempre estaba rondando solo y abandonado así que con Iruka decidimos acogerlo sin importarnos lo que dijeran los demás. Recuerdo que fue Iruka quién me convenció de volverme un jonin sensei, y fue ahí que nuestra familia se agrandó. Sasuke era un niño tan lastimado y usado como cuando era niño. Él necesitaba un hogar y no una casa fría que le recordara los fantasmas de su familia cada noche, así que también lo acogimos en nuestro hogar.


Sin embargo, todo se fue al carajo cuando la aldea del sonido atacó nuestra aldea y Sandaime-Sama fue asesinado. Tsunade no alcanzó a llegar a la aldea a tiempo y el poder lo tomó Danzo en un Golpe de Estado que nos sumergió en una cruenta dictadura.


 


Todos mis amigos estaban desconcertados, enojados y asustados, pues no sabíamos que iba a pasar con nosotros.


 


Iruka estaba asustado por mí, por Naruto, por Sasuke, que casi se fue con Orochimaru, por mí y todos sus estudiantes. Pero debió preocuparse por él también. Todos sabían que era un opositor al régimen de Danzo, pues era cercano al Tercer Hokage y defendía ¡con honor! la voluntad de fuego.


 


Estábamos todos muy tensos y cada vez más amigos se iban de la aldea o desaparecían de un día para otro, por lo que junto con Iruka, decidimos que nuestros hijos se fueran con Kurenai y Asuma, que abandonaban la aldea. Queríamos que Naruto y Sasuke estuvieran seguros para después nosotros mismos escapar de Konoha y luchar contra Danzo con aliados y amigos de afuera. Que tonto fuimos.


 


Yo trataba de no tomar misiones, pero no podía escapar siempre del deber y terminaba en más misiones de las que quería, sin embargo, todo se fue a la mierda cuando golpearon mi apartamento para encontrar a Iruka detenido con dos ANBU y me venían a detener a mi también ¡nos harían desaparecer como les había pasado a Izumo y Kotetsu! ¡Solo por amarnos!


 


Nos mandaron a los calabozos de T&I no sabíamos para qué, pero lo sospechábamos. Aún recuerdo la pregunta que Danzo le hizo a Iruka.


 


-Tú sabes donde Hiruzen escondía los archivos de sus shinobis más valiosos, ¿no es así?.-


 


-Yo no sé nada, Danzo-san.. Dijo Iruka. -Soy solo un simple chunin de escritorio, nada más. Esa información la tienen otros.-


-Tú sabes algo, maldito chunin sin valor, y sacaré toda la información que tengas en tu cabeza, cuésteme lo que me cueste. Además recuerda que yo soy tu Hokage ahora, tenme más respeto.-


 


Con esas palabras Danzo se fue, pero no así sus ANBU, que nos arrojaron a la misma celda que bloqueaban nuestro chakra. Y por varios días no vimos ni sentimos ningún tipo de luz, excepto de cuando abrían la puerta del calabozo y nos daban una comida raída y pobre. Nuestras manos nunca se soltaban, nos dábamos fuerza y amor a través nuestras manos, tal y como siempre lo hicimos.


 


Después de un tiempo, Danzo y ANBU Root vinieron a nuestra celda a preguntarnos cosas del Tercer Hokage, archivos, pasillos, secretos, etc. Estoy seguro que Iruka sí sabía todo lo que le preguntaban y más, sin embargo, y puedo dar fe de todo, Iruka nunca dijo nada a nadie, ni siquiera a mí. Todo esto hizo que a Danzo y Root se les agotara la paciencia y empezaron a interrogar de otras maneras más físicas.


 


Nos torturaban el uno frente al otro, siempre haciendo visible lo mal herido que estábamos para que nos rompiéramos y dijéramos secretos de nuestros amigos y de nuestra aldea, cosa que nunca hicimos.


 


Nuestro confort eran nuestras cálidas manos, el saber que el otro estaba allí, junto a mi, siendo fuertes y testarudos.


En nuestra mente siempre estaban Sasuke y Naruto y nuestros torturadores los usaban como amenazas, sin embargo, sabíamos la verdad y no nos preocupaban que ellos tuvieran a nuestros hijos. Sakura, milagrosamente, había escapado con su familia, que era civil, y no había alcanzado a ver tanta muerte en su aldea.


 


Una de las técnicas favoritas para torturar a Iruka era el de golpear sus oídos contantemente, dejándolo mareado y sordo por algunos momentos. También lo acostaban en un catre de metal y le ponían electricidad por todo el cuerpo, especialmente en su pecho, rostro y partes íntimas, haciendo descargas eléctricas cada vez que no respondía una pregunta o las respondía mal.


 


Y cada vez que lo arrojaban al piso de nuestra celda, nuestras manos se buscaban y nos reconfortaba a ambos.


 


Sin embargo, algo le pasaba a Iruka. Estaba tan mal herido que ya no podía ni siquiera apoyarse en la pared sentado por si solo, no podía comer y sus heridas ya no se curaban.


 


-Kakashi.- Me dijo aquella noche que murió en mis brazos. -Por favor, no cuentes nada, sé que voy a morir y no quiero que mi sacrificio sea en vano.-


 


Lloramos como dos niños desconsolados porque lo éramos, no merecíamos nada de esto, nada de las miradas de asco que recibíamos de Danzo cada vez que nos veía de la mano o los dichos de Root cada vez que nos torturaban e interrogaban. Nuestro amor es igual que todos.


 


Esa noche recuerdo que nuestras manos nunca se soltaron, ni siquiera cuando el agarre de Iruka se aflojó para nunca más afirmarse ni agarrarse de de la mía y lloré como nunca había llorado.


 


Ese día, cuando vinieron a nuestra celda y yo todavía me aferraba a su mano, se fueron con  él para nunca más volverlo a ver y a mí me soltaron y pusieron en el hospital. Dijeron que no podían deshacerse de mí siendo yo una herramienta tan importante para Konoha. Y eso fue su error.


 


Con ayuda de otros amigos shinobi, me escapé de Konoha para nunca más volver. Esa aldea me había quitado mi niñez, mi vida, mi amor y no iba a permitir que siguiera robando de mí, pues merecía la paz, como Iruka siempre decía.


 


Pude encontrar a Kurenai y Asuma y mis hijos estaban con ellos sanos y salvos.


 


Con ellos construimos un hogar y fuimos una familia pero siempre sentimos el vacío de Iruka en ella.


 


Konoha pudo deshacerse de Danzo dos años después y Tsunade tomó el puesto que debió haber sido suyo desde un inicio y yo nunca regresé, ni mis hijos tampoco. Nunca supimos como nos clasificaron, pero prefiero pensar que somos ninjas desaparecidos.


 


Finalmente estoy llegando al final de mi vida. Naruto y Sasuke se convirtieron en grandes y buenas personas. Civiles de gran corazón pero con el entrenamiento suficiente como para defender a sus propias familias. Ellos ya no me necesitan.


 


Y lo único que quiero es que al morir me encuentre con Iruka al otro lado, pues nunca dejé de amarlo y de extrañar su cálida mano tomada de la mía.


 


~Fin.

Notas finales:

Primero que nada, debo decir que este fic se basó en la historia real de Alfonso Chanfreau (detenido y desaparecido en la dictadura de Pinochet) y Erika Hannings y en los métodos de tortura de las dictaduras latinoamericanas de la 2° mitad del siglo XX.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).