Durante la siguiente semana las visitas al Ministerio por parte de Ron, se hicieron frecuentes, Shacklebolt no quería atenderlo sacando siempre una excusa relacionada con el balance que se encontraba realizando sobre su gestión en esos ocho años.
La audiencia para determinar la custodia provisional de Hugo se efectuó a puerta cerrada, le comunicaron a Ronald que la responsabilidad de tener al niño mientras se solucionaba el caso de manera definitiva, fue dada a una persona imparcial que no permitiría las visitas de ninguna de las dos partes, el nombre brilló en el pergamino como si fuese una burla a su razón: Harry James Potter Evans. El mismo que tan pronto terminó la cena de Reyes en la Madriguera colocó barreras que no permitieron más sus visitas a la Casa Black, imposibilitando ver a Albus y a Scorpius, ahora tenía a Hugo.
Entró a la oficina del CEO de Black & Red sin importarle que la secretaria le tratara de detener, encontró al azabache revisando unos documentos en compañía del ojiambar, que al verlo le saludó con alegría, la cual desapareció al Ronald soltar el reclamo tirando sobre el escritorio el pergamino con la decisión del caso.
—¿Cuántos niños necesitas robarte para poder completar tu adorable familia "perfecta"?
—Señor Weasley creo que debe contro...
—¡NO TE METAS! —Ron calló a Cameron que sólo buscaba no liberar más información comprometedora, los ojos azules del pelirrojo lo miraron con tanta ira, que Sandoval apartó el rostro—. Esto es entre el tipo al que le calientas la cama y yo, porque asumo que eres su puta de turno.
—¡Respétalo Ron! —ordenó Harry viendo el gesto de dolor que de su amigo—. Él no es mi amante, evita decir cosas de las que puedas arrepentirte.
—Acabas de destruir la poca confianza que te tenía Potter, eres una mierda, te has convertido en alguien peor que Voldemort —recogió el papel que recibió del Ministerio enfrentando al ojiverde—. Puedes meterte tu empresa y tus negocios por donde mejor te quepan, sólo recuerda que "el que ríe de último, ríe mejor".
Ronald dio la vuelta para salir de la oficina, en la puerta se encontró a Ginevra con Hermione, Molly y Arthur, que llegaban a dar la buena nueva a Harry y se toparon con la discusión. Con pena, la madre de la familia Weasley extendió sus brazos para acercarlo a su pequeño.
—Hijo...
—¿Hijo? —bufó Ron evadiendo el toque de la bruja delante de él, luego señaló a sus antiguos compañeros de l Trío de Oro—, ahí los tienes mujer, tu los elegiste sobre tu propia sangre. En cuanto a mi y a Hugo —el pelirrojo habló recurriendo al ritual mágico de Jano y apretando el anillo Prewett en su dedo—, determino que desde este momento y por lo que resta de nuestra vida y de la descendencia de mi hijo Hugo Weasley Prewett, el lazo sanguíneo que nos une con Molly Weasley, de soltera Prewett, queda disuelto, y que no perdemos nuestros derechos ante la ley mágica, porque ella rechazó abiertamente su legado y estirpe.
Arthur miró incrédulo al menor de sus hijos varones por lo que acababa de hacer, pero tampoco podía reprenderlo, el dolor y la rabia lo consumían y lo que menos deseaba era alejarlo también de él. Le dio paso para que abandonara la oficina, viéndole caminar por el corredor rumbo al ascensor para marcharse definitivamente de sus vidas.
Ronald se metió en el elevador, para comenzar a llorar por la rabia y la angustia de no poder ir contra el maldito sistema, de tener que callar y dejar pasar cada acción de los malditos que llamó sus amigos por carecer de pruebas. Al abrirse la puerta quiso salir, pero se encontró con los ojos ambarinos de quien insultó al entrar donde Potter. El chico lo empujó regresándolo al interior, bloqueó el elevador y se quitó uno de sus guantes.
El pelirrojo se agarró el cabello desesperado, al intentar preguntarle por lo qué quería, sintió la descarga de magia que la mano sobre su pecho le transmitió.
—La próxima vez que me digas que soy una puta, será porque en la cama te complací como la mejor descendiente de Messalina —la diferencia de estatura no fue impedimento para Cameron que aprovechó el desconcierto de Ron para atraparlo contra la pared y besarlo transmitiéndole todo aquello que durante años había guardado.
Al terminar, Sandoval se despidió desapareciendo.
Tras quince días en que Pansy buscó cualquier vacío jurídico, el informe que le entregaba a Draco determinaba que no había mucho que hacer para quitarle la custodia provisional a Potter, lo cierto es que el Kingsley estaba bien asesorado, y tan sólo tocaba esperar a la audiencia definitiva, la cual debía realizarse en máximo un mes.
Le dio las gracias a su amiga, le informaría a Ronald cuando se vieran esa tarde, él llegaría de Nueva York directo a la cena del ministerio, esperaba que en el tiempo que estuvo en Estados Unidos haya podido analizar con cabeza fría como derrotar a Potter y a Granger, porque él juraba que la idea de quitarle a Hugo era de ella y no del ojiverde.
Cuando salió Pansy, la colonia de Blaise anunció su presencia, llegó con la programación de lo que harían esa noche en la cena de presentación de los candidatos al puesto de Ministro. Aprovecharían la fiesta para que Krum junto a los jugadores del equipo que tenían, hiciera un anuncio que afectaría notablemente la reputación de la asistente de Shacklebolt, y al mismo ministro por permisivo. Dejaron todo listo, y salieron para arreglarse para el evento.
Draco se alistó para sentarse en la sala de la mansión a espera de sus padres que llegarían de su viaje a Francia, ahora permanecían más viajando que encerrados en esas cuatro paredes. Una rutina que adoptaron desde que Stevenson en los últimos exámenes determinó que Lucius tenía una esperanza de vida cercana a quince años, menor a la de un mago normal, pero que demostraba la fortaleza del patriarca que, a pesar de la pulmonía que su estadía en Azkaban le dejó, las fracturas por las torturas de los mortífagos y del señor Tenebroso, y del envenenamiento con arsénico sufrido por casi un año, se recuperó favorablemente.
La verdad es que el dictamen convirtió en su mano derecha a Lucius que tomó el papel de asesor en los negocios de Malfoy Co., recordando a sus agregados, que el era un simple empleado, ya que el dueño la empresa era Draco. El sonido de la red flu atrajo la atención del heredero hacia la elegante pareja que se limpió la ceniza, y miró el reloj, justo a tiempo como siempre, saludaron al menor que dio las debidas indicaciones al elfo doméstico, para tener lista la habitación del matrimonio a la hora que regresaran de la reunión, y se macharon.
La fiesta fue en uno de los hoteles de mayor prestigio del Londres Mágico, las luces, la música y las cámaras de los medios de comunicación no perdían ninguno de los movimientos de las familias que entraban, desde la llegada de los heroes de guerra, hasta los sangre pura y empresarios que desfilaron por la alfombra negra y dorada dieron la bienvenida entre fotografía y entrevistas a una de las primeras actividades sociales y políticas del año que iniciaba, ya que oficialmente quedaban abiertas las campañas en busca de votos.
Como era de esperar, tan pronto como ingresaron en el salón, los ojos de los asistentes se clavaron en el trío de rubios, Lucius siempre lo había dicho, «cuando un Malfoy llega, los demás callan ante su presencia», saludaron a Kingsley haciendo gala del respeto e hipocresía que por tantos años practicaron, fueron llevados a su mesa para comenzar con la ceremonia. Draco vio a Ronald al lado de George, alejado de sus padres y antiguos amigos, con una sonrisa lo saludó siendo correspondido de inmediato, aunque sabía que nunca sería un amor romántico el que los uniría, lo cierto es que disfrutaban de la compañía que se brindaban.
Se sentaron junto con los Zabini y los Stevenson, fue una sorpresa agradable cuando la rubia hija del dueño del Quisquilloso llegó corriendo a saludar a Draco, olvidándose de los lugares que tenían reservados a Luna y Rolf Scamander en la mesa de los héroes de guerra. La chica solicitó dos sillas y comenzaron a charlar de cientos de criaturas mágicas, pociones y otros negocios que interesaron al matrimonio Malfoy como inversión, minutos más tarde, el último en unirse a la misma mesa, que tuvo que ser modificada con un encantamiento por parte de Daniel y Blaise, fue Neville Longbottom y su esposa Hanna Abbot, que saludaron expresando abiertamente que no querían ningún trato con Ginevra Weasley o con Hermione, Pansy no aguantó la curiosidad y con dos pequeñas historias entendieron que las brujas crearon un ambiente nocivo alrededor de ellas alejando a quienes las querían en otros tiempos.
Kingsley dio comienzo a la ceremonia con un discurso sentido que agradecía a los que le apoyaron cuando fue nombrado Ministro, pero como bien recalcó, su puesto era transitorio, siendo tiempo de entregar el cargo a alguien que llevara al Mundo Mágico a un nuevo siglo con una visión más moderna y que mantuviese la paz.
Los comensales aplaudieron, continuaron las presentaciones de los candidatos y de sus propuestas políticas, Narcissa comentaba a su esposo sobre cada uno de ellos, el hombre escribía en una pequeña libreta, y señalaba aspectos importante de la alocución cada que terminaban la exposición general del plan de gobierno.
Desde la mesa de los invitados especiales, Harry seguía con interés la manera como los influyentes personajes del mundo mágico repetían la acción de Lucius, era como ver una subasta, había perdido parte del discurso de Hermione que fue la primera en ser presentada, así que sacó el celular y comenzó a grabar la intervención, al verlo, Ginny detuvo la acción convencida de que iba a apuntar igual que los retrógrados magos y brujas que se hallaban en el salón.
—¿Qué vas a hacer? —cuestionó con una falsa sonrisa.
—Soy el dueño de Black & Red, pronto van a ir por mi apoyo, creo que es importante conocer sus propuestas.
—Es más que lógico que los Potter y los Weasley apoyaremos a Hermione —intervino Molly de inmediato cuando percibió el tono de la respuesta de Harry—. No veo la necesidad de apostar a otro, ella tiene claro que lo principal es abolir esas estúpidas tradiciones y el sangre purismo que nos tiene sometidos desde antaño.
Ronald y George se miraron, cada vez conocían menos a su madre, entre ellos y Bill habían notado varios cambios relacionados con la manera como se expresaba de las personas que curiosamente también eran objeto de burlas, sátiras y desprecio de Ginny y Granger, negaron con la cabeza y continuaron escuchando los discursos. Cuando los tres candidatos concluyeron, Kingsley pidió se sirviera la cena. Esa frase sirvió de pie para la función que Draco y Blaise prepararon como abreboca a la copa de la Liga de Quidditch de Gran Bretaña e Irlanda.
Las luces se apagaron, el silencio llenó la sala cuando los pasos de varias personas vestidas con capas entraron al lugar, la música de un violín comenzó a sonar, dando paso a un espectáculo similar al del Torneo de los Tres Magos, pero esta vez realizado por los jugadores del equipo Shadow Vampires, que enloquecieron a los y las más jóvenes de los invitados, disfrutando al mismo tiempo de los Troles Babeantes que interpretaban la melodía que permitía ver los juegos en tierra con la snitch y las quaffles.
El micrófono resonó en el salón dejando escuchar el marcado acento de Víctor Krum, que habló de la importancia del deporte en el Mundo Mágico, preguntó a los candidatos por qué no estaba incluido en sus planes, al igual que lo relacionado con las criaturas mágicas, si una de las supuestas prioridades era llegar a un tratado con ellas.
Ante la falta de respuestas, el entrenador sonrió para anunciar que la Liga de Quidditch, y en honor a los diez años de la muerte de Albus Dumbledore, acordó dar la mitad de las ganancias de los partidos al Orfanato Mágico como símbolo de cambio de la sociedad, ya que muchos de los niños que allí residían carecían no sólo de padres, sino también de una buena calidad de vida.
Suficiente para que el Ministro volteara a ver a Hermione interrogándole con la mirada por la acusación que Krum acaba de hacer. Las fotos y videos de las condiciones del Orfanato se reprodujeron en una pantalla, provocando diversas expresiones. Las cifras no mentían, y eso indignó a los presentes, exigiendo que los candidatos propusieran verdadera medidas de mitigación para el maltrato que los sobrevivientes de la guerra recibían en todos los campos.
Cumplido el objetivo, Víctor agradeció la atención y se sentó junto con los otros entrenadores y capitanes de los distintos equipos en la mesa que se colocó especial para ellos.
La cena dio paso a una fiesta amena donde las felicitaciones fueron para los empresarios Malfoy y Zabini, y el vino que se degustó fue del viñedo de los exSlytherine, Harry veía desde su puesto a Draco que reía por los halagos de sus conocidos y de otros que pasaron sus tarjetas para posibles nuevos negocios. Lo único molesto era que a su lado se encontraba Ron, y parecía que Malfoy disfrutaba de la caricia que la mano del pelirrojo hacía sobre la ropa que traía puesta a la altura de la cintura.
Finalizando la reunión, el marcador con las fotos de los candidatos apareció en la sala del Hotel donde sería vista por toda la comunidad por el tiempo que durará la campaña y elección del nuevo Ministro.
Shacklebolt dio las gracias por la asistencia en la puerta del lugar, de pronto un Bombarda Maxima provocó los gritos y el descontrol, hombres vestidos con túnicas blancas y antifaces apuntaron a los Sangre Pura disparando varios hechizos que los obligaron a esconderse bajo las mesas o detrás del escenario. Un nombre fue pronunciado, y con él una amenaza, el chillido de una de las mujeres cerca a los Malfoy se escuchó, Draco vio como si el tiempo se volviese más lento, la caída de su madre mientras Stevenson devolvía el ataque y Lucius ponía una protección sobre los tres y Pansy que sostenía a Narcissa comprobando sus signos vitales. En medio de la multitud, los atacantes desaparecieron, Daniel tomó a Cissy para por la chimenea dirigirse a su clínica seguido de su esposa y el señor Malfoy.
Unos minutos después los Aurores entraron para comprobar que los demás estaban bien, organizaron a las personas ayudandoles a salir del recinto, pero en ningún momento preguntaron por el atentado o por su hubo heridos, para Draco fue la confirmación de que era un montaje en contra de los Malfoy. En la confusión buscó a Kingsley viendo como sonreía a Granger y la abrazaba para dirigirse a la parte de atrás del salón con su escolta.
La indignación creció en la mente de Draco, que fue tras el hombre, para llamarlo antes de que abandonara el salón.
—¡Ministro! —el mago se detuvo y giró para enfrentarlo, observó a Malfoy tronar sus dedos mientras movía los labios murmurando lo que parecía ser un hechizo—. Las consecuencias de las malas decisiones se reciben más rápido de lo que se piensa.
El moreno se llevó la mano al pecho adolorido por lo que parecía un punzón clavándose en su corazón.
—¿Tiene familia Kingsley? —inquirió el platinado aproximándose como si fuese una serpiente, el mayor advirtió que a pesar de estar en el salón rodeados de tantas personas, parecían dentro de una burbuja que los separaba de ellos manteniéndoles invisibles, el terror de perder a sus hijos y esposa se reflejó en su rostro—. No se preocupe, yo sólo cobró venganza en quien se merece el castigo, salúdame a la bruja por quien ha cometido tantos errores.
Shacklebolt cayó al piso tratando de recuperar el aliento, estaba helado, el dolor en su pecho se intensificó, con gran dificultad ordenó a los Aurores que buscaran a Draco Malfoy y lo encarcelaran, los escoltas negaron con la cabeza porque era imposible que lo hubiese agredido el ojigris, ya que se marchó a los segundos que se fueron sus padres, siendo acompañado por Ronald Weasley. Además, en todo momento lo vieron y siempre estuvo solo, se había regresado diciendo que algo se le quedó, nunca nadie se le acercó.
El ministro no podía rebatirlos, con lágrimas en los ojos por el dolor que soportaba, les pidió llevarlo a San Mungo e informar a su familia, quizás con suerte podía encontrar a los Malfoy y convencerlos de entregar a Draco por la amenaza que le lanzó.
En la clínica Stevenson Narcissa Malfoy era atendida por urgencias, Draco daba vueltas frente a la puerta de la sala de operaciones como si eso la fuese a curar más rápido, cuando oyó las voces de Ronald y Lucius aproximarse preguntó que averiguaron. El ataque había sido una pantalla, lo que realmente querían los subversivos era asustarlo.
—Quién está detrás del atentado, quería mandarte un mensaje Draco —el rubio menor no comprendió de lo que hablaba su padre—. Frente a la reja de la mansión colocaron está nota.
El ojigris leyó , “que no te acerques a él”, arrugó el pergamino para arrojarlo al piso, sus manos ardían, sabía que podía incendiarlo con su pensamiento, pero se contuvo.
—Tan pronto a madre le den de alta irán al Palacete, yo los visitaré —exigió Draco a su padre—, no quiero perderlos, cuando estén lejos me haré cargo de averiguar quien es el psicópata que nos persigue.
Al despuntar el sol Cissy fue dada de alta, y para las tres de la tarde, los patriarca Malfoy se hallaban lejos de allí y seguros.
Esa noche Blaise lo vio vestirse con una túnica negra ajustada, unas botas negras y una máscara que le cubría nariz y boca, peinó su cabello hacía atrás con gomina como en sus primeros años en Hogwarts, ajustó una daga a su cintura, Draco dio media vuelta encontrándose de frente con la voz de quien le sirvió muchas veces de conciencia.
—¿Por qué lo haces? —cuestionó Zabini a Malfoy que se ubicó de nuevo ante el espejo manipulando su esencia mágica para quedar irreconocible incluso para la persona que tenía a su espalda, el moreno notó que el platinado se convertía en especie de un dejá vu, algo que parecía real, más no se fijaba en la memoria.
—Porque es momento de que alguien comience a ser el alma de aquellos que no han entendido que deben corregir sus errores.
—¿Tu harás eso Draco? —no quiso sonar tan sardónico, pero era difícil cuando la expresión de su rostro indicaba que no creía que ese era él único motivo de la venganza que el ojigris iniciaría.
—No lo hara Draco, sino yo, Angra Mainyu —el rubio se miró al espejo contento con su aspecto—, la fuente de todos los males del Chico de Oro, y de quienes le apoyan.