El Wizengamot escuchó los cambios que la Ministra Granger planeaba hacer a las leyes que desde el siglo XVI los protegían, no era lógico que esa mujer deseara mezclarlos con muggles a sabiendas que podrían ocasionar su aniquilación total.
Era cierto, como bien decía la joven bruja, que las persecuciones habían finalizado, pero eso no era un seguro de vida para ellos. Conocían por los Inefables que el riesgo había aumentado, porque lo que los muggles no entendían, lo destruían, o peor aún, "lo estudiaban". Nadie quería estar en una celda siendo analizado cómo un conejillo de Indias, menos estigmatizado por su ascendencia y separado de esta.
La sociedad mágica no era perfecta, es más, distaba mucho de serlo, los magos eran prejuiciosos, clasistas y mantenían varias creencias que se podían asemejar a las vigentes en la edad media de los muggles, pero comprendían el límite entre el conocimiento y el quitar la dignidad de una persona, suficiente con dos guerras mágicas y levantamientos de todo tipo por maltratos o discriminación.
—Ha llegado el momento de un cambio radical, y eso requiere mentes nuevas, sangre joven que comprenda que abrirnos al mundo no mágico es una ventana al crecimiento de nuestra sociedad—. Hermione mostró la carpeta con el documento firmado por Draco, y con una sonrisa recalcó lo dicho al inicio de esa reunión—, quiero que sepan que han perdido el apoyo de los sangre pura y su círculo de hipócritas.
—Muestra esa carpeta como si tuviese el mundo en sus manos Ministra —interpeló Ginger Bonnes con seriedad y procurando no perder la poca calma que le quedaba por la desfachatez y autoritarismo que Granger les mostraba—. Le exijo conocer lo que la cabeza de los Sagrados Veintiocho autorizó, es más, creo que todos queremos saber las causas de la dimisión de señor Malfoy de manera tan repentina.
—Draco Malfoy era el amante de Lord Voldemort, suficiente para regresar a Azkaban y morir por el crimen de ofrecerse como horrocrux.
Los murmullos se tomaron la sala, nadie daba crédito a las maliciosas palabras, los que conocían a Lucius y a Narcissa sabían que hubiesen dado su vida por proteger la del unigénito, así que la historia tenía que ser falsa.
Creado el malestar y sembrada la cizaña, Hermione continuó su discurso.
—Les doy un plazo de una semana, en la cual quiero que lean los documentos que están ante ustedes —explicó la Ministra con prepotencia—, serán removidos de sus cargos tan pronto firmen, y se procederá a establecer un registro de sus propiedades y bóvedas, los Sangre Pura tendrán que acceder a lo estipulado como fortunas de uso común, mientras los mestizos que aquí se encuentran, tendrán la oportunidad de demostrar su lealtad con un pago voluntario equivalente al 50% de lo ganado en los años que estuvieron en el Wizengamot.
Los miembros del Tribunal Mágico se levantaron con intención de sublevarse, sin embargo, al fijar la vista detrás de la Ministra, quedaron en silencio e hicieron una pequeña venia. Para Hermione fue la mejor muestra de que ella era una verdadera figura de autoridad. Sonrió satisfecha terminando el discurso con una frase igual de ofensiva y con el tono que utilizó durante toda su intervención.
—Me alegra que lo entiendan, pero eso no modificará mis intenciones, ustedes tienen los días contados al igual que sus fortunas.
—Considero señora Ministra que la acción realizada por el Wizengamot ha sido mal entendida por usted, ya que los miembros del tribunal estaban saludándome.
Granger giró para encontrarse con una aristocrática bruja de unos cuarenta años de edad, de cabello negro y ojos de igual color que le recordaron, por la manera como movió la capa, al difunto profesor Snape, y que con elegancia se situó frente a ella darse a conocer.
—Como mi amigo Kingsley no tuvo la oportunidad de presentarnos, lo hago yo misma. Asesora de Seguridad del C.I.M., Bertha Vogel.
La mano extendida de la mujer fue despreciada por Hermione que no veía porque el respeto a alguien que bien podía asemejarse al papel que cumplía John Largman, una simple Auror más.
Para Vogel, la muestra de soberbia fue la confirmación de la queja que Blaise Zabini y Dennis Creevy colocaron en el Congreso, y dieron mayor validez a la prueba de abuso de poder, la persecución a los Sangre Pura, y la manipulación en las elecciones de Ministro que se habían llevado a cabo hacía unos meses en el mundo mágico inglés.
—Su falta de educación me demuestra que la "ignorancia nos hace atrevidos", pronto hablaremos de su gestión como Ministra señora Granger, por ahora —le pidió a uno de sus empleados pasar el pergamino con el escudo de la autoridad suprema de magia—, la relevo en su cargo de Presidenta del Wizengamot para el caso de la custodia de Hugo Weasley, ya que al ser el vientre que contuvo al infante, deberá participar del juicio como testigo de las partes involucradas.
Hermione no tuvo tiempo de reaccionar, con rapidez fue despojada por los oficiales de Seguridad Internacional de la túnica y el birrete, así como se le solicitó la varita como parte del ritual para los testigos y personas que ingresaban al lugar como público, remitiéndose Vogel a la norma de que sólo los guardias podían portarlas.
Los miembros del Tribunal tomaron asiento, vieron a la Asesora Internacional ocupar el puesto de la Ministra para la deliberación de un caso cuyo sustento radicaba en la codicia de quien en su juventud actuó de manera impulsiva, y negó lo que en ese momento solicitaba. Diez minutos después del desagradable suceso de bienvenida, Vogel permitió el ingreso de Molly Weasley, junto a su hija Ginny Potter, y el abogado Sigmund Maxwell, lo cuales ocuparon el sector demandante, así como de Ronald Weasley y Charles Horkins, un eminente legista mágico irlandés, como demandados.
Maxwell inicio la exposición del caso recalcando que la familia Weasley buscaba el bienestar del niño, ya que su padre había demostrado ineptitud al criarlo cuando se unió a Draco Malfoy, un exconvicto, acusado de crímenes de guerra, así como no ser una persona de fiar ya que no poseía una estabilidad económica, no tenía lugar de residencia fijo, y vivía de "arrimado" en Malfoy Manor, de la cual, sin duda, sería expulsado ahora que conoció su supuesto destinado.
—Pregunto al honorable tribunal ¿Qué le espera a un niño cuya fortuna es manejada por un vividor?
Maxwell procuró mostrar a Ronald como un mal hombre, y un mal padre, habló de la manera infantil como se comportaba y las explosiones de ira que en los meses previos a que le privaran de ver a Hugo, había tenido. Los rostros de los miembros del Wizengamot, así que pasó a exponer el punto álgido que Molly y Ginevra le pidieron usar como carta ganadora.
—Señores del Tribunal, recalcó esto último porque, aunque nadie conoce a ese hombre que ha dicho el señor Weasley que es su destinado, si puedo asegurar con el testimonio de su exesposa, la señora Hermione Granger, que ese mago, a quien todos alabamos como escudero de Harry Potter, lo único que desea es ocultar las perversiones por las que se inclina, y practica con los de su mismo género —con un suspiro y negando con la cabeza en claro gesto de lástima, Maxwell finalizó—. Es por esto que mis clientes solicitan la custodia total del niño, junto el al albaceazgo de su fortuna.
A esa disertación siguieron las declaraciones de los testigos de la defensa, Ron pensó que no podían caer más bajo, pero se equivocó, cada acusación era soportada en hechos que jamás ocurrieron o fueron desviados con doble sentido. Lo más doloroso fue oír a Hermione llorar por la supuesta humillación que Draco le hizo en las cenas que compartieron donde los Weasley.
Fueron dos largas horas de mentiras para configurar la imagen de un hombre que Ronald no reconocía, pero que se le señalaba era él y su verdadera personalidad.
Transcurrido este tiempo, el abogado Horkins se levantó para dar inicio a los descargos, sin embargo, fue interrumpido con la exigencia hecha por Ginevra Potter para que Molly descansara por la extenuante de la sesión, esto produjo en el tribunal una leve disyuntiva, al final, la bruja que presidía decidió que el juicio no se dividiera, y que trajeran agua o té para la señora Weasley. Una vez cumplida la orden, continuaron.
—Debo aclarar que mi cliente en este momento por las leyes de la magia ancestral tiene por derecho la custodia total del menor, y goza junto a su pareja oficial de la patria potestad del mismo, ya que es el único que tiene derecho sobre él, debido a que la señora Granger negó el vínculo cuando se enteró del embarazo.
Maxwell intervino aclarando que la Ministra tuvo un colapso porque su hijo sería despreciado por Ronald Weasley, debido a que este la amenazó de hacerlo por no querer descendencia.
Horkins le sonrió a su colega, y presentó la primera prueba. En esta se veían los recuerdos del medimago que informó a Granger de la identidad del padre cuando se reconoció la firma mágica, la frase fue clara «Mi hijo no es de Ron Weasley, lo niego, yo sólo quedaré embarazada de...».
Largman lanzó un hechizo no verbal volcando el pensadero y evitando que la reproducción de los recuerdos siguiese viéndose, Hermione respiró tranquila, hasta que el jurista que acompañaba a Ron sacó otro vial y se lo entregó a uno de secretarios del Tribunal.
—No hay problema, tengo copia de la enfermera que ayudó al medimago —ver a el mago que manejaba la pantalla de reproducción modificada, sirvió para que Granger gritara que ese día lo que pidió fue que su bebé no nato fuese de alguien que realmente la amara, no de ese pervertido que creyó era el amor de su vida, ella no quería que su hijo tuviese que vivir con la vergüenza del estigma de ser descendiente de Ron Weasley.
Horkins rió levemente recalcando la facilidad con que la ministra podía armar una mentira o confundir a quienes no conocían su verdad. Miró a la Asesora Vogel y le explicó que el miedo de Granger consistía en que el recuerdo del personal médico que la atendió, junto con el del señor Weasley, que acababa de pasarles, tenía el nombre de quién fue el amante de la señora Granger, y de quien ella quería tener su hijo. Pero además, con los documentos que había entregado al comienzo del juicio, declaraciones firmadas por el Auror Flikiers y otros que estuvieron en Azkaban desde el encarcelamiento de Draco Malfoy, daban fe y constancia que Ronald nunca estuvo en la cárcel.
Para sorpresa de Hermione y de las mujeres Weasley, lo que se reprodujo fueron las imágenes de Ron esa tarde que descubrió a Hermione en la casa junto con su amante. Los presentes miraron con detenimiento al hombre que besaba a la castaña que estaba recostada contra una pared contándole que estaba embarazada, pidiendo que no la abandonará a ella y al hijo que esperaba, uno que ese hombre de cabello negro rechazó dejando claro que no divorciarse de su esposa por ella.
Horkins sabía que a pesar de lo borrosas de las imágenes del amante y eso porque el señor Weasley había suprimido lo más posible la realidad de que era su amigo quien se acostaba con la que en ese instante era su esposa, muchos pudieron reconocerlo, por eso aprovechó la expectativa para pedir lo que sabía no iba a suceder.
—Señores solicitó permiso para que el amante de Hermione Granger, y por quién cometió el crimen de cortar su lazo de magia con el bebé que esperaba, ingresé a dar testimonio y corrobor...
—¡No hay necesidad! —se escuchó a la ministra tajante desde donde se encontraba sentada—. Es verdad, me enamoré de un hombre casado, y aún lo estoy porque él es mi vida, y cumple con todo lo que siempre he querido para mi. Comencé esa relación hace casi cuatro años, esperando que ese mago me eligiera cuando supiese de mi embarazo, pero no sucedió así, él siguió con su familia...a pesar de no amar a su esposa, él la eligió de nuevo a ella.
—El señor Weasley ¿le fue infiel? —La pregunta la hizo la Asesora de Seguridad del C.I.M., y la respuesta dejó en claro que el testimonio anterior fue manipulado—, Ron jamás falló en el matrimonio, incluso trató de sostenerlo por los meses del embarazo, hasta que nació Hugo, sólo en ese momento se divorció.
Hermione bajó del estrado, y fue llamada Molly a declarar. La exmiembro de la Orden del Fénix habló con calma de los cambios que notó en su hijo durante los años que vivió primero en La Madriguera con Hermione, como se alejó de ella al punto de ponerla en una situación tan incómoda como fue la infidelidad. Luego contó lo ocurrido la noche en que Draco Malfoy fue a visitarlos, un día antes de Nochebuena, donde le regaló una figura de cristal hecha en vidrio que, si no hubiese sido por la intervención de su hija, las quemaduras que hubiese sufrido por el ácido que contenía, la habrían matado.
Habló de como las cosas empeoraron desde ese día en la casa y con la relación de Ginny, Ron y Harry, comentó lo de Sophie y cómo la niñera defendió a Hugo del mortífago que trató de secuestrarlo, pero que esta terminó despedida por las mentiras que Malfoy dijo y convencieron a su hijo. Por último, Molly recalcó en las discusiones que Ron sostuvo con Harry Potter, de como abandonó el trabajo cuando todos eran conscientes de lo incapaz que era, ya que si ingresó al cuerpo de Aurores y luego a Black & Red, fue por el gran corazón del Salvador del Mundo Mágico, por tal razón, terminó viviendo en la mansión de Draco.
—Meses de no saber nada de él, Ron dejó de lado su dignidad para vivir a la sombra de ese asesino que no le bastó quitarme a Fred para hacer lo mismo con mi Ronnie —lloró la señora Weasley—. Y ahora resulta que su destinado es, supuestamente, un hombre...una calamidad tras otra.
Horkins vio cómo los Aurores permitían que la mayor fuese acompañada por una pelirroja que lloraba junto a ella. Llevaba años de ver personas actuando, unas mejor que otras, pero Molly Weasley superaba con creces todo lo conocido.
Con calma se levantó de la silla que ocupaba y habló con la intención de cumplir lo pactado con Ronald y Cameron, pero se le hacía injusto, así que pidió a la Madre Magia que guiará su discurso y lograrán lo que más le convenía a Hugo.
—Mi cliente repartió la fortuna Prewett entre sus padres y hermanos el pasado Janos, sin tener obligación de hacerlo, se quedó con un 5% del metálico y la propiedad, la cual durante más de cuatro décadas no ha sido habitada o laborada —confió el pergamino con el título de la casa y la cesión de la bóveda con el monto en galeones que Ronald tomó para su hijo a la Asesora Vogue—. Por el mismo poder de la magia el señor Weasley cedé, como albacea la herencia Prewett, a quien ésta elija lo que le pertenecía a Hugo, buscando que su hijo no sea tachado de ladrón por el resto de la familia, lo hace de acuerdo con los reglamentos de los duendes de Gringott, quienes se comunicarán con el siguiente responsable tan pronto como el Tribunal acepte la propuesta.
Los pergaminos fueron revisados y aprobados, Ronald Weasley quedaba por fuera de todo lo correspondiente a los Prewett.
—En cuanto a la custodia del niño, por ser sus abuelos, Arthur y Molly Weasley pueden hacerse cargo de Hugo únicamente en caso de él o su esposo fallezcan, y el señor Draco Lucius Malfoy Black esté impedido para asumir la patria potestad de Hugo en su calidad de padrino —las palabras de esposo y Draco lograron finalizar con la alegría de Ginevra y Molly que pensaban tener el caso ganado cuando escucharon de la cesión de la fortuna.
—Él no puede hacer eso, no tiene ni donde caerse muerto y...y... y Malfoy aceptó la sentencia de muerte en el papel que firmó —refutó Ginny indignada, no podía ser cierta semejante estupidez.
—Señora Potter lamentó informar que su afirmación es mentira, porque de acuerdo con lo estipulado en estos documentos, los ahorros del señor Weasley llevan un año siendo invertidos en las bolsas de Tokio y Nueva York, y si no es tan rico como su marido, si puede vivir muy bien por unos cien años.
Los ojos de Hermione brillaron con rabia, jamás desde que se casaron Ron mostró interés por el dinero, pero desde que se unió a Draco y sus amigos, demostró que como sangre pura era más que el resto de la familia Weasley.
La Asesora Vogel dio un descanso de quince minutos y la Asesora estableció que el caso Malfoy se trataría independientemente de la situación de la custodia, por el momento, lo solicitado por Weasley se respetaría, ya que el niño era ahijado del Sangre Pura ante la ley.
En silencio desalojaron la sala.
A pocos metros del Tribunal, en otro de los salones del Ministerio se encontraba Cameron charlando con Andrómeda y los niños, pronto Hugo cumpliría un año de vida, seguido de Albus y Scorpius, y Harry quería una fiesta para los tres, por la cercanía de las fechas, sin embargo, tan pronto se diera el veredicto, Ron tenía planeado irse con su hijo a unas merecidas vacaciones a los viñedos Malfoy y Zabini.
Andrómeda escuchó la afirmación y miro a Teddy, el niño de ocho años amaba a sus primos con tanta adoración como si fueran sus hermanos, no se imaginaba cómo se sentiría si llegaba a perderlos, y era una posibilidad que con más fuerza hacía presente.
—Camy ¿Hugo se va a ir contigo y el tío Ron a Nueva York? —la pregunta surgió de manera espontanea por el ambiente tenso que se originó por la manera como Sandoval habló del viaje.
—No sé amor —respondió al cuestionamiento el mulato agachándose a la altura de Teddy, el pocionista era de la idea que a los niños se les debía hablar con la verdad—. Edward, lo que sí quiero es que me prometas que cuidarás a Albus, él es como tu hermano menor.
—Los cuidaré a ambos, Eris es mi primo —Cameron se extrañó por la afirmación. Teddy se acercó a su oído y le susurró en confidencialidad lo que causó una sonrisa en el adulto—. Cuando vino la tía Cissa me enteré que no es hijo de Harry, pero que es un Black como yo.
—Eres un excelente ser humano —repuso Sandoval despeinando al pequeño metamorfo que controlaba mejor sus capacidades—, Merlín te tiene un premio muy especial por tus acciones.
Los ojos miel de Teddy se cruzaron con los similares de Cameron, sonrió abrazando con fuerza a ese señor que desde el primer día le dio la confianza de un amigo, se convirtió en la persona que ayudaba a Andrómeda a sobrellevar su soledad y las enfermedades propias de la edad y el trabajo, y que cuidaba y protegía a sus primos por encima de Ginevra y de Hermione, las dos mujeres que por más que quisiera, no podía entender porque se portaban como enemigas de él y de todo el que se quisiera acercar a su padrino Harry.
Sandoval sabía que a pesar de que Edward Lupin Tonks tener ocho años, no era tonto, tal vez el sexto sentido lo heredó del lobo interior de su padre Remus, porque a su corta edad, comprendía que algo no andaba bien en lo que llamaban la "perfecta familia Potter".
La puerta se abrió dejando pasar a dos Aurores que pidieron a Andrómeda llevar a Hugo al Tribunal, la señora Tonks cargó al pequeño para con el porte característico de los Black avanzar por el pasillo escoltada por los magos, y Cameron, mientras Teddy quedo a cargo de Albus y Eris junto a una hermosa señora de cabello negro y ojos verdes que acababa de llegar y se presentó a los niños como Pansy Stevenson.
Al ingresar Andrómeda a la sala del Tribunal, los ojos de quien consideró su amiga, Molly Weasley, se clavaron en el niño, que de inmediato se escondió en el cuello de la bruja que lo llevaba en brazos.
Siguió hasta el lugar donde le señalaron, una vez allí esperó a escuchar lo que la asesora del C.I.M. tenía para decir.
—De pie ambas partes.
Se levantaron Molly, Ginevra y el abogado Maxwell, como demandantes, y Ronald con Horkins como demandados.
—Revisando los papeles que se entregaron por la parte demandada, y con la confirmación del director de Gringott, se niega la custodia a los señores Arthur y Molly Weasley, haciendo énfasis en que el primero no está presente en la sesión por motivos desconocidos.
Ginevra levantó la voz demostrando la inconformidad por el resultado, ellos necesitaban a Hugo por la misma herencia Prewett, si no tenían al niño, sería imposible obtener la mansión y lo que su madre le dijo que se hallaba en esta, de lo contrario, cualquier intención de recuperar a Harry estaría perdida.
El mallete sonó con fuerza en la mesa de la Asesora, haciendo callar a la pelirroja que de nuevo habló indicando su desacuerdo.
—Para concluir cuanto antes este espectáculo de codicia, engaños y mentiras, leeré el resto de la decisión, la cual, señoras Molly Weasley y Ginevra Potter, NO tiene apelación.
Ambas brujas asintieron, lo que dijera esa mujer les tenía sin cuidado, al marcharse, presionarían a Hermione para obtener lo que deseaban, sabían que no se negaría, o de lo contrario, saldría a la luz el secreto que pudieron descubrir en el recuerdo de Ronald.
—La fortuna Prewett pasará a manos de quien la magia eligió como su nuevo representante, el señor Charlie Weasley, quien ya fue notificado, y comprende lo determinado por su hermano Ronald, es decir, el 5% que era de Hugo, la casona y las tierras, ya que el resto fue repartido entre los descendientes de los otros hermanos Weasley.
«La patria potestad y la custodia, pertenecen a Ronald Weasley y su destinado, el cual fue comprobado por la magia de los duendes de Gringott, aprobando que el padrino del niño, Draco Lucius Malfoy Black, quede como apoderado de Hugo en caso del deceso de ambos padres».
Nadie moduló palabra, para Granger fue suficiente, la decisión igual les otorgaba a Molly y Ginny lo que ellas necesitaban, el niño era un comodín, así que se podían darse por bien servidas.
—Señor Ronald Bilius Weasley Prewett con la firma de usted, su pareja, y el padrino del niño, se volverá oficial la resolución que el Wizengamot determinó sobre la custodia total de Hugo Weasley Sandoval.
—¿QUÉ? —la pregunta de la Ministra y de Ginevra, fue un triunfo para Ron, que sonrió al ver como Cameron ingresaba al salón escoltado por el mismo Harry Potter y Draco Malfoy.
Sin importarle y por primera vez desde que conoció a su destinado, fue Ronald quien tomó al mulato de la cintura para besarlo, sintiendo que por fin estaba con la persona correcta.
Al cargar a Hugo, los ojos azules de Ron y los café de Hermione se encontraron, la que fue su primer amor, su esposa y mejor amiga, se veía derrotada...
Le dolió el corazón, porque el único sentimiento que tuvo, fue de lástima por ella.