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En algún lugar por Sigel

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Notas del capitulo:

Este fic tiene un valor sentimental, porque fue el primero que escribí y quería compartirlo con ustedes. Es un songfic la canción se titula "En algún lugar" y pertenece al grupo "Partes Iguales"

 

Está olvidado de su ser, tratando de sobrevivir imaginándose un querer, está forjando un paraíso para él, para borrar aquel hechizo de su ayer.

 

 ¿Cómo diferenciar los días de las noches? Severus no tenia idea, simplemente vivía porque aun respiraba, lo único significativo en su vida era recordarlo, a él, a su amor, - Harry, sigo esperando por ti -  decía suspirando. Severus sabía que no era perfecto, ni que era la persona que Harry merecía a su lado, pero lo amaba y eso era suficiente. A veces, por las noches cuando cerraba los ojos, lo sentía a su lado, el peso que ocupaba en la cama, el sonido de su tranquila respiración, el aroma de su piel, pero todo se desvanecía en cuanto abría los ojos y giraba para atrapar sus labios, para probar la dulzura de su Harry, ahí estaba él, solo, como vivió toda su vida y de nuevo empezaba el llanto.

 

 Está tirado allí en su lecho, está tratando de esconder la grieta que hay en su pecho que no lo deja volver, está en su tierra prometida buscando cura a una herida, el está huyendo de su vida y no lo quiere creer.

 

No quería abandonar la cama que compartían juntos, era como que cada vez que se separaba de ella, se perdía un poco de la esencia que él dejó en ese sitio, tan amado por ambos. A veces, fingía indiferencia y por un rato volvía a ser el Severus de siempre, pero, Oh Merlín!! Todo le recordaba a su Harry, las mañanas frías, grises y tristes, porque después de todo su Harry era así: triste, solitario y algo huraño casi como él, entonces volvía a la cama, para aferrarse como un naufrago a una tabla de salvación, como si de eso dependiera su vida. Las voces tan irritantes volvían a molestarlo, no entendía, Severus no entendía el porqué, sólo les gritaba que se fueran y que lo dejaran en paz, solo con su Harry.

 

Está perdido en un abismo sueña que están juntos, está perdido de si mismo, está en algún lugar de su surrealismo, pretendiendo ser amor en su cinismo, está soñando y no ha dormido, quizás esté loco, locamente enamorado de un amor que se ha perdido, quizás no entiende, que se ha acabado, quizás es consciente pero prefiere soñar antes de hacerlo un olvido.

 

Severus abrazaba a la almohada de Harry – Recuerdas nuestro primer beso?- Estaba luchando contra este sentimiento demasiado tiempo, luego tú te acercaste y me dijiste que me amabas, que no te importaba lo que pasaría, que no sabias si ibas a sobrevivir – Maldita profecía! Harry, escúchame! – Y en ese momento sonreíste – ¿Harry? – Dijiste- desde cuando dejé de ser Potter? – Maldición!! – pensé y cerré los ojos y lo último que esperé en sentir eran tus dulces labios sobre los míos, me desarmaste, sabía que en verdad esto era amor, ya no me importaba nada, sólo quería estar contigo.

 

Una mañana lo dejó mientras dormía, porque ya no lo quería y todo fue desde aquel día, si la vida sin él, no era un sueño, decidió dejarlo todo y hacer un sueño su vida.

 

Por qué lo hiciste, Harry?- me dejaste sin ni siquiera despedirte, sólo una carta, una maldita carta!!!. Creo que nunca me amaste, o sí, pero luego ese amor murió en ti, recuerdo cada palabra de esa carta – Me marcho, es mejor así, el fin se acerca y no quiero a nadie a mi lado, quiero protegerte. Protegerme, Potter? Creo que durante estos malditos siete años fue lo único que hice, no, era la misma excusa barata que diste a la ravenclaw y a la weasley, pero yo, igual te amo, ven amor, acuéstate a mi lado…- Malditas voces!!! – déjenme en paz!!!!

 

Sueña que él está a su lado, que por siempre se han amado, sueña con su felicidad, si solo tienes que entender que debes dejar de correr, por qué no buscas a tu amado y reconquistas su querer, deja de mojar tu almohada, o eres todo, o eres nada y quizás..

 

- Harry… te extraño, vuelve a mi – Severus suplicaba mientras de nuevo comenzaba a llorar – Te necesito, yo sé que no soy la persona más tierna de este mundo, ni la más bella, soy una maldita serpiente que te ama, y estoy dispuesto a recuperarte, pase lo que pase.

Esta volviendo de su mundo, abrió los ojos, despertó, lo vi llegar desde su sueño más profundo, se levantó, se mareó y alguien lo despabiló, de dio cuenta que en verdad no estaban juntos.

 

Donde estoy!!?? – preguntó Severus confuso, al ver que la cama que ocupaba no era la suya y la de Harry. Se incorporó asqueado y trato de levantarse, mas no pudo – Shh, tranquilo, seis meses en cama lo dejan mareado a cualquiera, así sea el mismo profesor Snape- dijo una de las voces, que por fin tomaba forma, la de una medimaga de San Mungo – Tome – dijo alargando el brazo y pasándole un frasquito – Es una poción para el mareo . Severus lo tomó, todavía sin salir de su asombro- seis meses, dijo? Aquí, en San Mungo?? – Harry!!! – Gritó- que pasó con Harry!!!??

 

 Preguntó hacia donde estaba, si había alguien quien lo amaba, si tenía ya otro amor, si es que aun lo recordaba.

 - Cálmese, profesor Snape, ya llamamos a alguien para que pueda hablar con usted- dijo la medimaga con un falso tono de voz tranquilizador – El Señor Oscuro, la batalla final, Harry, noo – todos esos recuerdos vinieron  a su mente veloces y punzantes como flechas – Harry – era lo único que Severus articulaba, te fallé, me vencieron, no pude ayudarte- pensaba Severus. – Padrino!! – Gritó Draco, al aparecerse en la habitación – así que ya lo sabes- dijo, al ver a un Severus destrozado. – Que sabes tú de Harry!!! – Gritó Severus – dime Draco- NO ME MIENTAS!!!!! – Draco abrió los ojos asustado con la reacción de Severus- Potter esta- dijo Draco despacio- esta…. – Espera Padrino!!!- grito Draco, pero ya era tarde, Severus desapareció ante sus ojos.

 

 Cuando fue y lo buscó, lo encontró y no lo encontró, una chapa con su nombre y una lapida sin flor.

 Harry PotterSalvador del Mundo Mágico, siempre vivirás en nuestros corazones.

Harry... – dijo Severus acariciando la lapida del único ser que amo con todas sus fuerzas- Te amo, Harry – y depositó unas flores en su tumba.

 

No hubo un llanto, no hubo un grito ni una lagrima cayó, no hubo un pobre de ese chico porque al fin él  lo entendió, que esa luciérnaga dorada lo encendió y ahora apaga, le dio muerte, le dio vida y ahora todo se acabó.

 

Severus buscó su varita y apuntó hacia su corazón – Avada – dijo,  y la característica luz verde brillante apareció- kedavra – la luz golpeó su pecho y Severus cayó al suelo.

No encontró más primaveras, como no encontró al dolor, dejó un cuerpo y unas flores, y fue en busca de su amor.

 

Notas finales: Es triste, pero a veces las cosas son así. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerlo. Besitos!!!

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