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I & K por Eiri_Shuichi

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Notas del fanfic:

Hecho como regalo a alguien asi q todo lo q aqui pasa, es lo que esa persona quiere... incluso si a mi m cuesta el cuello x-x

Notas del capitulo:

I"s es una obra d Masakazu Katsura

Los sucesos d este fic sueños mafufos d un amigo y yo... el estupido ser humano q le prometio escribir eso aunq jamas he leido el manga

Todos esperaban impacientes, el ambiente tenso y enfermizo los rodeaba junto con la tensión; los médicos iban y venían sin satisfacer las respuestas de los presentes sobre la salud del joven mientras la angustia les dominaba.

 

Finalmente un hombre de larga bata blanca se les acerco con expresión poco alentadora; “No hemos podido hacer nada” dijo, “debemos esperar a que reaccione”; como si de algo fácil se tratase, ¿acaso no estaba en peligro?

 

Entraron al cuarto donde Ichitaka yacía inconsciente en medio de claras sabanas rodeado de aparatos y objetos pulcramente aseados; el silencio era apenas irrumpido por sonidos típicos de un hospital. Esperaban pacientemente, sin atreverse a mencionar nada, esforzándose por encontrar alguna manera para que el joven despertara cuando una idea surgió en medio de la desesperación.

 

Buscaron incansablemente un teléfono para comunicarse con Iori mas fue en vano, ella había elegido un prometedor futuro como actriz que la salud de quien le profesara un cariño incalculable y le ayudase en más de una ocasión; entonces las esperanzas murieron entre los pasillos, la fe se perdió y nada más quedaba por hacer; absolutamente nada.

 

La noche llego y una enfermera les advirtió que debían irse; el único en quedarse fue Koshinae, sentado junto a la cama y la figura de su amigo con quien compartiera tantos momentos, le recordó decaído cada vez que su corazón dolía a causa de esa mujer que poco antes se negará a ir a verle, a siquiera hablarle a sabiendas de su estado; ¿por qué tenía que enamorarse precisamente de ella?, él que conocía la historia de propia boca de Ichitaka había intentado aconsejarle, motivarlo a que declarara su sentir mas aquella joven encontraba siempre algún defecto, ¿era conciente de las consecuencias de sus actos?.

 

La peor parte era que tenía plena seguridad, sí; lo sabía y poco le importaba herir a su amigo con tal de obtener lo que quería, por cumplir su meta de ser una importante actriz.

 

Tomo la mano inerte entre las suyas cabizbajo y con la mirada húmeda, deseando ver al otro despertar, ser feliz porque se lo merecía, ¿a cuantas posibilidades había renunciado?, ¿cuántas veces estuvo a punto de ser feliz?, pero no, todo parecía poco al lado de “ella”, Iori: la mujer perfecta, la arpía por la que estaba muriendo.

 

Sintió el rencor florecer, el odio que llevaba guardando una buena temporada; primero como aquel que ve a su amigo sufrir, como un sentimiento de hermandad. Quería engañarse y era conciente, sobre todo en ese instante que deseaba fuera Iori la que estuviera delicada, tendida en el colchón, oculta en un frío y oscuro rincón de hospital. 

 

 

-Si tan solo pudieras olvidarla Ichitaka, no sabes cuanto deseo verte feliz al lado de una persona que sí te merezca; ella no vale la pena- susurraba en voz baja culpándose en parte por haberle alentado creyendo eso lo mejor –quisiera poder ayudarte, pero la única que puede hacerlo… esa mal agradecida debe estar festejando con quien sabe que personas, feliz mientras tú estas aquí. Podía haber venido, podría estar aquí contigo, a tu lado y, aún así, parece que no le importar, ¿por eso estas aquí?, ¿para no tener que soportar su indiferencia?

 

>>Somos tantas las personas que te queremos y a la que tu amas no te corresponde, ¿qué ironía no te parece?; yo también ame a alguien durante mucho tiempo, hasta que me di cuenta de que jamás significaría nada para él y preferí alejarme, dejarle hacer su vida y no permitirme sufrir más por él. Creí que moriría y nunca te lo dije, ni a ti ni a nadie porque cuando me percate no me importaba, no me dolía estar cerca de esa persona, verle y saber que jamás estaría a mi lado.

 

>>He tardado mucho en darme cuenta Ichitaka, sin saberlo comencé a querer a otro, a mirarle sin que se diera lo supiera, a añorar estar a su lado, procurarle incluso si quería a alguien más sin tener valor suficiente para decírselo de frente. Ahora entiendo que no podemos saber hasta cuando estaremos cerca de ese alguien especial y por lo mismo hay que dar lo mejor de nosotros y disfrutar cada minuto a su lado.

 

>>Ichitaka, no sabes como quisiera verte despertar, escuchar tu voz, saber que ya no necesitas de alguien que no te valora; decirte lo que siento por ti. 

 

 

 

Incluso en el profundo sueño lograron colarse aquellas palabras y provocar una gran necesidad de despertar, de abrir los ojos y admirar a Iori preocupada por él, porque era Iori, ¿o acaso no?. La voz era diferente y a la vez extrañamente familiar, ¿Itzuki?; no, con ella todo había quedado claro, eran solo amigos. Entonces, ¿quién podía estar derramando esas frescas lágrimas sobre su mano derecha?, ¿a quien podía importarle tanto su insulsa vida?, ¿acaso él, Seto Ichitaka era especial para alguien?

 

No podía soportar esos sollozos, un murmullo dulce pero triste que quería frenar; junto las escasas fuerzas en su cuerpo para abrir sus orbes. Con la vista nublada y sopor intento distinguir la figura que frente a él se dibujaba. 

 

 

Koshinae sintió su corazón dejar de latir cuando notó como despertaba, sus iris se acrecentaron ante la posibilidad de que le hubiese escuchado aún en su condición. 

 

 

 

-Iori… 

 

 

 

Creyó su alma derrumbarse al escuchar como la llamaba, como siempre pasaba: “Ella” al principio y final de cada día, su pensamiento constante, su amor eterno; ¿por qué tenía que fijarse en alguien que jamás le correspondería?, ¿por qué otra vez tenía que soportar la indiferencia con una sonrisa en el rostro? 

 

 

 

-Koshinae, ¿dónde esta Iori? 

 

 

 

Dolía, demasiado para aguantarlo; un nudo se formo en su garganta y no supo si podría hablar bien por mucho, disimular nunca había sido tan difícil. 

 

 

 

-No pudo venir- mintió, no podía herirle más y menos ahora, incluso si eso le costara el corazón, ya aprendería a vivir con los fragmentos que rescatará

 

-¿Dónde esta?

 

-No lo se 

 

 

 

Nuevamente oculto sus pupilas para comenzar a llorar; la verdad le sabía amarga pero nada podía hacer al respecto, ya se había engañado por mucho tiempo, vivir una mentira no le alcanzaba, los retazos de afecto no bastaban más.  

 

 

 

-Ya lo sabía, siempre lo supe

 

-No es verdad, seguramente no ha podido venir hoy pero lo hará después; ya verás que pronto viene a verte

 

-Sabes tan bien como yo que no lo hará, no me ama ni lo hará

 

-No hables así, no debes darte por vencido

 

-Ya tendría que haberlo hecho, así no habría perdido tanto tiempo y quizá estaría con alguien ahora

 

-Por favor, no soporto escucharte decir eso

 

-¿Por qué si todo lo que digo es cierto?

 

-Porque… me duele tu tristeza, si pudiera te daría cualquier cosa con tal de verte feliz

 

-¿Qué intentas decirme?- pregunto confundido

 

-No, nada; será mejor que me marche

 

-Por favor, necesito saber de que hablas

 

-No me pidas eso, te lo suplico- las cristalinas lágrimas escaparon bañando sus mejillas, ya no podía soportarlo más.

 

-Koshinae, ¿qué sientes por mí?- fue directo, quería una respuesta y la quería en ese preciso instante

 

-Yo… Ichitaka yo te…

 

-¿Me amas?

 

-Si… 

 

 

 

Ichitaka tomo la muñeca del otro antes de que saliera del cuarto y lo jalo apenas para que se acercara y le beso egoísta, intentando descifrar la extraña sensación que esa escena producía en su pecho; posiblemente lo que necesitaba para seguir adelante.

 

Fue un sentimiento indescriptible; la vida que provocaba el contacto y, al mismo tiempo, la muerte de saberlo efímero, el terrible miedo a que durara apenas un beso para terminar definitivamente.

 

Procuraron a toda costa alargar el momento hasta que la necesidad de aire fue mayor, lentamente se separaron y tardaron antes de volver a verse; acomodando las piezas restantes en su cabeza antes de tomar una determinación definitiva. 

 

 

 

-Yo también te amo Shun 

 

 

 

Fueron las palabras mágicas que hicieron brillar los ojos del otro con ilusión renovada, con la alegría de sentirse querido y tener a ese ser importante a su lado; creer, aunque fuera por poco tiempo, que podían ser felices.

 

Sus rostros se acercaron una vez más con lentitud magistral y…

 

Y… y… y…

 

 

Calló un meteorito y todos se murieron.

 

 

Pero para aquellos a los que no les guste el final: esa misma noche se fugaron, tomaron un crucero y ahora nadie sabe donde están pero dicen que son felices juntos e Iori... bueno, con ella hagan lo que quieran

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

Si estan pensando "Esa es la estupidez más grande que he leido en mi vida" solo tengo dos cosas que decirles:

1.- Pienso lo mismo

2.- ¿Qué culpa tengo de que esa persona eligiera un final tan... "peculiar"?


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