Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No existen los cuentos de hadas por Terry

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno... que les puedo decir, pareciera que estaba en depre, pero no es así, espero que les guste, esperando los comentarios n_n

Por cierto, es sólo de un capitulo no recuerdo como se llama :P

Notas del capitulo: *Los personajes y cada uno de los nombres utilizados pertenecen unicamente a su autor*

Me he dado cuenta esta noche… me he dado cuenta que es mentira que los cuentos de hadas existen… y es tan doloroso…

Hace ya tres años desde que te conocí, la primera impresión no fue muy buena, tú me odiabas, estaba claro en tu mirada la cual siempre estaba llena de ira, de deseos de pelear conmigo.

Pero todo cambio a finales de primer año, habíamos regresado de las  nacionales, pese a todo el ánimo estaba de lo mejor, el escándalo, las bromas y la alegría reinaba entre todos los del equipo; aún así yo estaba como siempre, apático, alejado de todo… pero eso no evitaba el que te viera a la distancia… tus rojos cabellos brillando como nunca… y esa sonrisa más enorme de lo que yo recordaba.

Al llegar a casa sin saber porque me encargue de cuidarte, aun no sabía que era eso que me movió a acercarme y con un simple “te lastimaras torpe” empecé a cuidar de ti hasta que te recuperaste.

Para ello me mude a tu casa, era mucho más práctico que llevarte a la mía; además de que tú armaste sendo alboroto por la sola idea de dejar tu casa, parecías un niño pequeño haciendo berrinche

-¡No, no, no, no, no, yo no quiero ir a la casa del kitzuine! Me van a volver uno de ellos-berreabas y yo perdía la paciencia, no comprendía que era lo tan terrible, aunque después de pensarlo un poco, a mí tampoco me agradaba del todo estar en mi casa…

Después de una larga disputa se decidió que me mudaría, ni yo mismo me lo podía creer, ¿en qué momento perdí la razón como para ofrecerme a cuidarte? Nunca he podido contestarme, pero sólo se que el día en que llegué a tu casa con mi única maleta fue de lo mejor…

-¡Kitzuine, que bueno que llegaste!-gritaste eufórico al verme, por un momento creí que era una de tus burlas, pero vi en tu cara que no era así… me sentí mucho más tranquilo y me acerqué a ti.

-Hola doaho, te dije que vendría ¿ne?-te dije simplemente y te miré directo a los ojos, tú me sonreíste, ya no había ese odio, ese espíritu de pelea… ¿por qué? No lo supe sino meses después…

Estabas ya restablecido, querías practicar un poco…

-Vamos kitzuine, no seas malo, estoy entumido, además este tensai necesita un poco de diversión-me dijiste mientras sacabas el balón y juguetonamente me lo aventaste

-Esta bien, pero después no te quejes-fue mi respuesta ante tu invitación de jugar en tu jardín un partido uno a uno.

-Jajajajajajajajaja claro que no, esta vez no vencerás a este tensai-dijiste con tu gran ego, riendo escandalosamente como era tu costumbre, al tiempo que corrías hacia mí para quitarme el balón.

Si, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer… pero de eso ya hace mucho tiempo… al igual que ese día en que creí que los cuentos de hadas en verdad existían… que gran error…

-Oye kitzuine-me llamaste una tarde cuando salíamos de la practica, caminado juntos rumbo a la casa que ya tenia mucho compartíamos…

-¿qué sucede doaho?-inquirí viéndote de reojo, observando que mirabas el suelo, estabas más callado de lo usual ¿acaso estabas enfermo?

-Bueno… es sólo que quiero que sepas… que Haruko ya no me interesa-me dijiste, sin poder evitarlo me quedé quiero en mi lugar sin caminar.

-¿Y a mí que me dices?-dije tratando de parecer el mismo apático de siempre, pero no era así, esas palabras habían causado un gran efecto en mí.

-Creí que era bueno que lo supieras porque como yo… te he estado molestando mucho por que ella me gustaba…-contestaste volviéndote a verme, mirándome a los ojos, parecía que  esperabas una respuesta de mi parte.

-Pues te felicito-dije mientras comencé a caminar sintiendo un hormigueo en el estómago; pude ver de reojo como te quedaste calladito, un poco cabizbajo… me sentí preocupado, pero no, no podía decir nada ahí… así que seguí caminando-Apúrate baka-te apresuré.

Cuándo llegamos a la casa lanzaste el portafolios al sofá y corriste a encerrarte a tu cuarto, estuviste ahí durante largo rato, ya tenía la cena lista y tú aún estabas encerrado.Salí de la cocina y fui hasta tus aposentos, toque levemente ala puerta y no me contestaste, así que decidí abrir la puerta… y te vi, tendido en la cama boca abajo, como si estuvieras llorando.

Y no fue un como si estuvieras… era verdad, estabas llorando… me acerque lentamente hasta llegar a tu lado, de pie, me incliné un poco e hice a un lado uno de tus mechones pelirrojos par así poder secar con el dorso de mi mano esas saladas perlas.

No comprendía el porque llorabas, pero después de tanto tiempo de vivir contigo, no me era posible soportar tus lágrimas… ¿cuantas veces te vi llorar por esa chica, la hermana menor de Akagi? Y ahora llorabas… pero ¿si no era por ella… entonces por que?

-No llores-te pedí mientras me sentaba en la cama, tú alzaste la mirada cristalizada haciendo un puchero.

Las palabras fueron innecesarias entre los dos… al fin estábamos a solas, nada ni nadie podría interrumpir… así que con lentitud acerqué mi rostro al tuyo, acortando la distancia… hasta que al fin pude poseer tus labios, hasta que al fin pude besarte…

En un principio fue un beso tierno, que buscaba tranquilizarte, que dejases de llorar… cuando vi que estabas más tranquilo, poco a poco se volvió más pasional, te levanté del lecho, sentándote como yo estaba, aferré tu cintura con una de mis manos y con la otra acariciaba los cabellos de tu nuca.

Nuestras lenguas danzaban en un baile erótico, pasional, sensual, sentí como tus brazos se entre entrelazaban alrededor de mi cuello… jamás imagine el verte tan dócil… tan tierno, tan vulnerable ante mí.

Cuando nuestros labios se separaron, nuestra respiración era agitada… pude ver en tus mejillas un leve rubor carmesí que te hacía aun más tierno…

-Me gustas Sakuragi-fue lo único que te dije, tu respuesta la tuve de inmediato… tus ojos se iluminaron, en tus labios se tatuó una sonrisa enorme y son más volviste a besarme.

Había quedado claro que lo que sentíamos era mutuo y sin pensarlo más nos fuimos entregando mutuamente… mis labios se separaron de los tuyos para besar tu cuello… recorrerlo… lamerlo… morderte la oreja… lo que propiciaba que te recorrieran escalofríos.

-Ru… ahh Kaede…-gemiste decidiéndote llamarme por mi nombre-Hanamichi-susurré a tu oído al tiempo que mis manos comenzaban a abrirse paso entre tus ropas, las cuales fui quitando poco a poco, acariciando tu escultural cuerpo que a mi ver era perfecto…

Mis manos jugueteaban con tus pezones mientras que mordía ligeramente tu hombro, tu correspondías a las caricias pues también me comenzaste a desvestir… al poco tiempo nuestros cuerpo se encontraban tocándose mutuamente… sin nada que les estorbase… tu cálida piel y mi frío ser…

Te llene de besos, desde tus labios hasta la punta de los pies, cuando regresaba me detuve en tu entrepierna… ¿cuántas veces no desee poder estar así de cerca de ti? Conocía tu cuerpo con sólo mi mirada, ahora deseaba conocerte con todos mis sentidos y así lo hice… mi lengua salió de mi boca y acaricio la punta de tu virilidad, logrando arrancarte de tu sensual boca un gemido de placer.

No tardé mucho en devórala por entero, succionándola con avidez, lamiéndola por entero… estuve un rato así, martirizándote, torturándote con un ritmo lento pese a que tú movías las caderas para tener un mayor contacto…

Al final logre sentir tu esencia derramarse en mi boca, la cual bebí hasta la ultima gota… tú estabas rojo por entero… te veías tan hermoso… una leve película de sudor comenzaba a cubrirnos… eso era más incitante… así que comencé de nuevo mi andanza…

Esta vez mis labios se posaron en tus muslos, los cuales separe lentamente… abriéndome paso a tu entradita… cuando mis ojos se posaron en ella un rubor aun mayor cubrió tus mejillas… y tu intentaste cerrar las piernas, te mira con una sonrisa para tranquilizarte… decirte que todo estaba bien.

Mis labios se posaron en tu entrada… comenzando a lamerla suavemente, iniciando el llamado beso negro; sentí como te estremeciste ante el contacto, pude suponer que nunca habías recibido uno, no sabes cuanto me complació eso, sabes que yo era el primero en darte todas esas nuevas sensaciones… poco a poco fui introduciendo mi lengua en tu interior… comenzando a prepararte… sentí lo estrecho que estabas, y fui lo más cuidadoso posible; poco a poco comencé a introducir un dedo ensalivado… poco a poco, cuidándote en gran manera…

Esa primera noche… jamás podré olvidarla… jamás podré olvidar tu carita sonrojada pidiéndome que te poseyera cuando ya estabas completamente dilatado… saqué mis dedos de ti y me posicione entre tus piernas, de tal modo que podía ver tu carita… te tome lentamente… poco a poco asta que tu cuerpo se amoldó a mi arma… hasta que el dolor dio paso al placer…

-Kaede… me… mmhh… me gusta mucho-te oí decirme entre jadeos… aferrándote a mi cuerpo, buscando más contacto de mi arma en tu interior

Yo no conteste esa vez… sólo te besé apasionadamente, no necesitaba las palabras, sólo necesitaba demostrártelo…Mis envestidas eran en un principio lentas, suaves… pero tu me reprochabas, querías algo más… querías más… y te complací… te envestí cada vez más rápido, cada vez más fuerte hasta que me derrame dentro de ti…

Después de esa noche compartimos la habitación… ya no era necesario que estuviéramos en cuartos separados… y así cada que podíamos hacíamos el amor, cada vez era tan especial… tan apasionada… ninguno era mejor que otra…

Era tan feliz… todo era perfecto…  ya llevábamos dos años siendo novios… pero yo… pero al parecer no merezco ser feliz… porque ese día llegó…

Era de noche, estábamos llegando a casa, tú te adelantaste para abrir, no se que te traías en manos que deseabas ya llegar… yo me quede un poco atrás… mirándote caminar a prisa; estaba tan atento a ti que no me di cuanta… no me percate en que momento ellos me rodearon…

-Mira que niño tan bonito-dijo uno de ellos mirándome con lascivia

-¿qué hace un chico como tu caminando solo en un lugar como este?-inquirió otro quien me puso una mano encima

-Quítense-fue mi respuesta y me dispuse a pasar de ellos… pero molestos me sujetaron justo cuando tu volteaste para ver si te seguía…

-¡¡¡Suéltenlo!!!-gritaste mientras corrías hacia nosotros, le diste un cabezazo a uno, una patada a otro-¡Quítenle sus asquerosas manos de encima a mi novio!-bramaste mientras volvías al ataque

Sentí como me aventaron al suelo, chocando contra la pared, mientras aturdido por el golpe miraba como de la nada salían otro puñado mas de esos tipos… grite un “¡cuidado Hanamichi!” pero fue en vano, ante mis ojos vi como un sujeto te atravesaba con una navaja… cómo la sangre comenzó a salir de la herida…

Me levante y corrí hacia ti, los tipos al ver que la herida era bastante grave salieron huyendo

-¡Sakuragi! ¡Sakuragi!-gritaba desesperado mientras que con temblorosas manos llamé al numero de emergencia-¡Sakuragi resiste!-te suplique.

Tu respiración era lenta… bastante pausada, rápidamente estabas perdiendo el color en tu hermoso rostro, me miraste, con una mano temblorosa me acariciaste las mejillas, no me había dado cuenta que estaba llorando.

-Kaede… te amo-me dijiste con un hilo de voz antes de perder la concienciaPara mí pasó una eternidad hasta que llegó la ambulancia… te enviaron de inmediato a quirófano, yo estaba destrozado… pero aun así… aun tenia esperazas… aun vivía en un  cuento de hadas y en los cuantos de hadas… nunca puede haber un final triste…

La espera solo era torturadora… tomé mi celular y llamé al profesor Anzai…

-Profesor… yo… Hanamichi… esta… esta en el hospital-fue lo único que pude decir pues en ese momento el medico salió-¿Cómo esta?-pregunte con impaciencia pues deseba saber de ti… su respuesta no fue alentadora, pero me negué a aceptarla, creía en los cuentos de hadas…

Te llevaron a piso, yo estuve todo el tiempo a tu lado, llegó todo el equipo de Shohoku, todos vinieron a verte… todos… aún así, tu no abriste los ojos, ni aun cuando te llamaba, cuando te susurraba al oído que te amaba…Una semana… sólo una semana más fue lo que duró mi fe en los cuentos de hadas…

No quería creerlo, no podía creerlo, me tuvieron que sacar arrastrando de la habitación mientras veía como el médico te cubría con la sábana

-¡No es cierto! ¡No lo cubra! ¡Esta dormido! ¡No le gusta que le cubran el rostro!-grite una y otra ves mientras que Akagi me sacaba, estaba furioso, aun no lloraba… aun estaba entero cual roca-¡Es mentira!-grite por ultima vez justo antes de quebrarme, justo antes de caer desguanzado en los brazos de quien fuera nuestro capitán.

Incluso ahora no lo creo… ahora que te veo recostado en el ataúd… que te veo con los ojos cerrados, te suplico que los abras, que rías escandalosamente y digas que sólo fue una broma pesada…

Las lágrimas corren por mis mejillas silenciosas, dolorosas… te veo con el uniforme del equipo, con el número diez de la casaca… estoy fuera de mí… si pudiera me metería ahí dentro junto a ti… pero Akagi lo a impedido ya un par de veces… ¿Qué no entiende? ¿Qué no se dan cuanta que sin ti ya nada me importa?

El tiempo corre, lo maldigo, pues ha llegado la hora de que te separen para siempre de mi… veo como cierran la tapa del ataúd… cómo comienzan a bajarlo a la fosa, me he soltado del agarre de Akagi, estuve a punto de dejarme caer contigo, pero ahora es Mitsui quien me detiene, quien me sujeta diciéndome algo que no entiendo.

No puedo ser capaz de lanzar el primer puño de tierra, en mi  lugar lo hace nuestro capitán, quien fue testigo de cómo nuestra rivalidad se volvió en amor.

Veo como la tierra cae sobre ti… como ya de mis ojos no salen más lágrimas, se han secado pese a que mi dolor aun esta latente… me dejo caer al suelo… sobre ese pasto que apenas nace miro ahora no tu rostro, sino tu tumba.

El cielo comienza a tronar, amenazando con soltarse una fuerte lluvia.

-Es hora de irnos Rukawa-me dice Akagi mientras me pone de pie, no pongo resistencia…

La lluvia comienza a caer suavemente y es cuando me he dado cuanta esta noche, me he dado cuenta que es mentira que los cuentos de hadas existen.

Notas finales: Bueno aqui esta mi primer fic de esta serie.. auqen s´´oloes de un capitulo, esperopoder escribir algun otro, aunque no puedo asegurar que sea más largo n_n

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).