Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bou por Atria

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Feliz cumpleaños, Marita!!!!

"Bou"

Dedicado a: Marita. Feliz cumpleaños nOn

Bou era aburrido cuando se quedaba en silencio y miraba afanosamente el piso.

Bou era divertido cuando tenía dulces cerca.

Bou era adorable mientras dormía.

Bou siempre brillaba...

- ¡Kanon-chan! - le llamó, sacándole de sus cavilaciones de golpe -. ¿Qué haces?

- Nada - respondió sin mirar al chico a los ojos. Bou rodeó el sillón y se sentó a su lado -. ¿Dónde están Miku y Teruki?

- Miku está ocupado con Teruki, creo que discuten. Se encerraron en la habitación de Teruki - informó el rubio, degustando de una paleta de fresa que Miku le había regalado momentos antes -. Y creo que hasta llegaron a los golpes por los ruidos contra algunos muebles.

Kanon no pudo contener una risita ante el relato de su compañero, sólo hasta que vio que Bou lo examinaba tan de cerca, cesó su diversión.

- ¿Q-qué?

- ¿Por qué te ríes? Que se peleen así no es cosa de risa. Yo quería intervenir, pero no lo hice porque hace tiempo me dijiste que los dejara arreglarse solos.

Kanon suavizó la mirada y la devolvió al programa de TV que "veía" antes de que Bou llegara.

- Y está bien que me hayas hecho caso. No me reía porque se pelearan, sólo eso debes saber.

- Kanon-chan, eres malo, nunca me terminas de decir nada.

- Es que eso son cosas que los niños no deben de saber.

- ¿Cosas?

- Un día te explicaré.

Bou lo miró con un extraño brillo en los ojos, pero no le prestó atención. Su mente estaba muy ocupada tratando de alejarse del aroma que le estaba envolviendo los sentidos; sin embargo, un repentino y curioso sonido le despertó por completo.

- ¿Ése fue Miku? - preguntó Bou, preocupado. Kanon asintió -. ¡Tenemos que ir a ayudarlo o Teruki lo va a matar!

Kanon tomó del brazo a Bou antes de que éste saliera corriendo para llegar a la habitación de Teruki y se encontrase con un panorama que no sería nada agradable a la vista.

- No le pasará nada, Teruki no va a matar a Miku así que no te angusties más. Mejor hay que salir a comer a algún lado...

- Pero y si Miku...

- Miku estará bien, Teruki no nos va a dejar sin vocalista. Toma tu chaqueta y vámonos.

Bou se mordió el labio inferior, para nada convencido, pero la mirada firme de Kanon le hizo suspirar con resignación.

- Si Miku-chan quiere golpear a alguien por no haberle ayudado, le diré que fue por tu culpa.

Kanon rodó los ojos y le dio unas palmaditas sobre la cabeza.

- Está bien, yo me hago responsable.

Bou hizo un chistoso mohín, mientras iba por su chaqueta. Cuando estaban por cerrar la puerta, escucharon de nuevo un grito de Miku y antes de que Bou se arrepintiese, Kanon cerró la puerta y lo alejó.

¿Cómo era posible que sus amigos fueran tan irresponsables? Hacerlo justo en el tiempo de ensayo no era precisamente una muestra de su responsabilidad y menos cuando en la misma estancia se encontraba el inocente Bou.

- ¿A dónde quieres ir a comer?

- Quiero algo dulce...

- Aún tienes tu paleta...

- ¡Pero ya se va a acabar!

Kanon sonrió ante el infantil rostro del rubio y suspiró con resignación. En apenas instantes, Bou lo tomó de la mano y se lo llevó rápidamente hasta lo que parecía ser una pastelería.

- Aquí quiero comer - dijo el chico, sonriente.

Kanon frotó sus dedos en su frente y asintió. Bou no esperó más para ir a ordenar.

No es que al pelinegro le desagradasen los dulces, es que en exceso simplemente los detestaba y justamente en la mañana ya había tenido su ración del día. Pero todo fuera por mantener a ese pequeño contento.

Dio un rápido vistazo al lugar, había algunas colegialas dos mesas atrás que lo miraban y apuntaban a Bou, todas con ojos brillantes. Interiormente se preguntaba si los habrían reconocido, lo que era poco probable porque de ser así ya hubiera llegado a pedir autógrafos. Aunque también se temió lo peor...

- Aquí tienes - le dijo Bou, poniéndole enfrente una rebanada de pastel de capuchino y un jugo de ocho frutas.

Bou regresó a la barra y Kanon dio un respingo al oír el gritito emocionado de las niñas detrás de él.

- ¡Sí son novios! - dijo una de ellas.

- Ah, ¡pero es que es tan lindo ese rubio bonito! - señaló otra.

- ¡Son una pareja adorable!

Kanon frunció el ceño. ¿Qué rayos se creían esas niñas para hablar sin ninguna discreción sobre ellos dos? Comenzó a picar su pastel y a comer, enojado. Cuando Bou regresó, éste traía una rebanada de pastel de fresa y otro de chocolate, además de su jugo favorito: uva.

- ¿Kanon? - le llamó.

- ¿Mhn?

- Espera - le dijo Bou, acercándose lentamente a él.

Inevitablemente Kanon se sonrojó y esto aumentó conforme Bou se aproximaba más y más a su rostro. Luego, uno de sus dedos tocó la comisura de sus labios, Bou lo llevó hasta sus labios y él, sin pensar, lo chupó. El rubio sonrió y volvió a sentarse.

Kanon se dio cuenta de lo que hizo hasta que las niñas de atrás lanzaron un grito de emoción...

- ¿Quieres más? - le preguntó Bou.

- No, gracias, con esto basta...

- ¿Me disculpas? Voy al sanitario...

- Adelante.

Kanon se marchó rumbo al dichoso W.C. sin hacer caso a los comentarios de las chicas que lo veían, embobadas, mientras pasaba. Una vez ahí dentro, se mojó la cara y acomodó sus mechones rubios para calmarse un poco.

Al salir, se detuvo justo cuando vio a Bou y alguien más parado a su lado. El rubio se veía nervioso y hasta podría decirse que algo atemorizado también.

- Ese sujeto llegó a molestar al rubio bonito - dijo una voz femenina a su lado. Inmediatamente la reconoció, era una de las chicas que todavía estaban sentadas en la mesa.

Pero eso no era lo que le molestaba en ese momento...

- ¿Hay algún problema? - inquirió al llegar a lado de Bou.

Bou le dedicó una mirada nerviosa y negó.

- Él sólo pasaba a saludar, ¿verdad?

El aludido sonrió con autosuficiencia y miró a Kanon.

- Veo que en realidad sí venías con alguien, aunque debo decir que tus gustos decayeron bastante. Como sea, nos vemos, Kazuhiro-kun.

El castaño de ojos negros se marchó sin más, dejando a ambos chicos solos.

- ¿Por qué te llamó por tu nombre? - preguntó Kanon.

- Es una larga historia...

Al pelinegro le recorrió la preocupación por las venas al ver el semblante triste y serio que de repente había adoptado Bou.

- ¿Quieres que vayamos a mi casa? - le ofreció Kanon.

- ¿No te molestaría?

- Sabes que no.

El rubio le dedicó una sonrisa de agradecimiento y se fueron. Perseguidos por la mirada ilusionada de las colegialas que veían con apremio su "relación".

- ¡Hay que seguirlos!

- ¡Andando!

-:-x-:-

Cuando llegaron a casa de Kanon, Bou comenzó a curiosear la sala como era su costumbre. Sonreía al encontrar fotos de Kanon con sus padres o con sus mascotas y poco a poco su ánimo mejoró.

- ¿Quieres un té o una soda?

- ¿Soda de uva?

Kanon asintió y desapareció por la puerta de la cocina.

Bou tomó un portarretrato que mostraba la foto de Kanon con una chica que no era ni su mamá ni su hermana. La chica tenía el cabello largo hasta la cintura y de color castaño claro, ella y Kanon estaban en la playa cuando se tomaron esa foto.

- Diablos, pensé que se había llevado esa foto - dijo Kanon por detrás, asustándolo.

- Ah, disculpa...

- Nah, no tienes por qué. Se llama Kazumi, hace dos semanas terminó conmigo por irse a estudiar al extranjero. Vino para llevarse sus cosas, pero veo que esto se le olvidó.

- Es muy bonita.

Kanon se encogió de hombros y le tendió su soda.

- ¿Jugamos Castlevania?

- ¿Cuál de todos?

- Curse of darkness.

A Bou parecieron brillarle los ojos y asintió, se sentó en el sofá mientras Kanon prendía la consola y la tv.

- Kanon, con respecto a lo de...

- No tienes que decírmelo si no quieres, en serio.

Bou se sintió entre aliviado y dolido por la respuesta, pero no dijo más y se dedicaron a jugar un rato.

- ¡Te gané, Kanon!

- ¡No es justo!

Kanon le sacó la lengua y Bou rió ante la reacción de su amigo.

El timbre sonó de repente y Kanon suspiró.

- Espera, voy a ver quién es...

Bou asintió y se acomodó en el sillón. Ya le estaba comenzando a dar algo de sueño, todo porque en la tarde siempre dormía al menos una hora.

Kanon abrió la puerta y no pasó mucho para que un par de brazos le sujetaran al tiempo que una boca se posaba sobre la suya; no lo pensó dos veces antes de quitársela de encima.

- ¿Qué diablos haces aquí, Kazumi?

- ¡No me iré a Hong-Kong! ¿No te da gusto? ¡Me quedaré aquí, contigo!

Bou abrió mucho los ojos al oír aquel grito proveniente del recibidor. Se levantó y silenciosamente se acercó.

- La verdad esperaba verte hoy en el aeropuerto para despedirme, pero no estabas y entonces yo me di cuenta que con el sólo hecho de que no estuvieras ahí ya me hacía extrañarte. Te quiero, Kanon, por eso estoy aquí.

El pelinegro, en medio de su desconcierto, no hizo nada para alejar a la chica que volvía a besarlo.

Sólo hasta que un sonido proveniente de algo rompiéndose, le hizo reaccionar. Ambos voltearon a ver lo que había pasado y en el umbral de la puerta que daba a la salita, Bou se encontraba con la mirada baja, avergonzado, y los trozos de un florero de cristal regados por el piso.

- L-lo siento... no quería interrumpir.

- Ah tú debes ser Bou...

Kanon entrecerró peligrosamente los ojos y tomó a Kazumi de un brazo.

- Bou, espérame aquí - dicho esto, se llevó a la chica consigo hacia el patio.

El rubio no pudo evitar dejar caer algunas lágrimas.

¿Por qué lloraba? No era porque le hubiera roto el florero a Kanon, ni por sentirse avergonzado. Algo dolía demasiado por dentro. No quiso mirar por la ventana, seguramente Kanon se estaría reconciliando con su novia y después le pediría que se marchara.

Pero, a pesar de todo, Kanon nunca le dijo que le acompañaría para que no estuviera solo. Simplemente había demostrado solidaridad. Entonces, ¿por qué se había ilusionado de esa forma?

No, ya no quería estar ahí. ¿Qué pensaría Kanon si lo veía llorar? Suficiente había hecho con su persona al romper el florero, no quería que él lo viera con pena.

Se dirigió a la cocina y abrió la ventana de ésta para luego salir por ahí.

- Kazumi, vete de aquí y no regreses.

- Pero, Shinya, yo...

- No me llames así. Ahora vete, no quiero tener problemas por tu causa...

- Ah, entonces ya es tu novio. Supongo que luego de que me fuera te sentiste con toda la libertad de irle a declarar tu amor, ¿verdad? - reprochó la chica, totalmente furiosa.

- ¿De qué estás hablando?

- Tú sabes muy bien de qué estoy hablando. Cuando estábamos juntos tú no hacías más que decirme Bou ha hecho esto, Bou hizo aquello, ¡ahora no me vengas con que no sabes de qué te hablo!

- Cálmate, estás armando una escena...

- ¡Al diablo con eso! - la chica respiró profundamente y se acomodó el cabello -. Ni siquiera esperaste un mes, eso fue todo lo que te importé y todo por ésa.

- Si te vas a referir a él, por lo menos muestra algo de respeto.

- ¡¿Cómo voy a respetar a un hombre que se viste de mujer?! ¡Es obvio que ni él mismo se respeta!

Kanon esbozó una pequeña sonrisa y se dio media vuelta.

- Él no tiene la culpa de ser mucho más hermoso que tú o cualquier otra, así que lárgate. No quiero oír más estupideces.

- ¡Kanon! ¡Regresa aquí, todavía no hemos terminado! ¡Shinya!

Sin embargo, el pelinegro no retrocedió ni se giró. Entró a su casa y cerró la puerta con brusquedad.

- Perdón por la tardanza y el incidente, Bou, es que ella... ¿Bou?

Recorrió cada habitación sin encontrar al rubio, solamente estaba su chaqueta sobre el sofá y nada más...

Se dejó caer pesadamente sobre éste y suspiró. ¿Por qué se habría marchado?

El timbre volvió a sonar y se levantó de un brinco. Probablemente sería Bou.

- Bou, por...

- ¡Rápido! Es el niño rubio bonito, ¡se topó con el tipo de la pastelería a unas cuadras de aquí! - le urgió la misma chica que le había prevenido en el lugar.

Sin pensarlo dos veces, salió corriendo con la chica diciéndole por dónde debía ir.

Tenía un mal presentimiento de aquello...

-:-x-:-

- Youji, sabes a lo que te arriesgas si me buscas. ¿Por qué lo haces todavía?

- Porque no puedo creer que de verdad no me quieras ni un poco.

- No entiendo porqué, tú fuiste quien lo arruinó todo. No yo.

- De todas formas tampoco hiciste algo para detenerme.

Bou esbozó una pequeña sonrisa de melancolía y miró sus manos.

- Así que aquel debilucho no te corresponde - aseveró el más alto -. Creo que lo sabías en el fondo, no es que a todos precisamente les gusten los hombres por más que tengan rasgos finos. Tal vez hasta le repugnan...

- No parecía que eso te molestase a ti.

- Sí, cariño, pero yo soy diferente y lo sabes.

Bou sonrió ante el cinismo del castaño.

- ¿Y bien? ¿Qué planeas hacer ahora, Kazuhiro?

- No hice ni planeo hacer nada, a decir verdad. Sólo... no es el momento para ver tu cara.

El rubio se levantó de la acerca donde se había sentado y sacudió sus ropas.

- No hemos terminado de hablar y no veo al que te rechazó por aquí cerca.

- Sabes que puedo defenderme solo.

Bou se echó a andar, sin voltear atrás, pero el otro no se dio por vencido y le tomó de la cintura.

- Entonces la pregunta ahora es, ¿quieres defenderte?

- ¡Suéltalo! - exigió Kanon.

- Parece que, después de todo, al menos sí cumple con la función de guardaespaldas - susurró con sorna a su oído. Aún con el brazo rodeando a Bou por la cintura, se giró a encarar al pelinegro que respiraba agitadamente por la carrera. - En realidad no creo que él quiera.

Kanon serenó su respiración y se aproximó a ambos.

- ¡No te acerques! - le gritó Bou para sorpresa de ambos.

Youji sonrió cruelmente y apretó aún más su agarre sobre el rubio.

- Kanon, ¿verdad? Bien, ¿te ha dicho él de dónde lo conozco?

- ¡Cállate! - le ordenó Bou, zafándose del agarre al tiempo que lo empujaba.

- Wow, wow, veo que no le has contado absolutamente nada de nada a tu amiguito aquí presente. Pero descuida, yo te ahorraré la tarea...

- Él ya me lo dijo - afirmó Kanon, mirando intensamente a Bou que insistía en no verlo -. Los dos tuvieron algo qué ver en el pasado, ¿y?

El rubio se giró hacia él, claramente sorprendido. Youji sólo frunció los labios con molestia.

- Esto le quita diversión a las cosas. Como sea, si necesitas algo ya sabes dónde buscarme, Kazu-chan.

El castaño besó al rubio en la mejilla y se alejó.

Kanon miró con rabia cómo se iba y después intentó acercarse a Bou, pero éste le detuvo con un ademán.

- No tienes que preocuparte por nada, mejor vuelve con tu novia - le dijo de forma escueta -. Gracias de todas formas.

- Aguarda.

El rubio no hizo caso y continuó caminando, o, mejor dicho, cojeando. Kanon apretó los puños con fuerza y en un abrir y cerrar de ojos le bloqueó el camino al guitarrista.

- ¿Por qué estás cojeando?

Bou se ruborizó con la pregunta, ¿qué le diría? ¿Que se cayó en medio de su dramática carrera a la casa de Youji? Fue por eso que el castaño le encontró y se apiadó de él. Por todos los dioses, ¿en qué demonios estaba pensando al hacer semejante tontería?

- Estoy bien, sólo tropecé con una piedra y eso es todo - desvió la mirada de los ojos de Kanon. No es que le costase mentir, es que el escrutinio bajo el que estaba siendo sometido le alteraba por ser Kanon quien lo hacía.

- ¿Por qué te fuiste de mi casa?

- Estás preguntando demasiado, seguro Kazumi ya extraña tu compañía. Mejor me voy a casa, mañana te doy el dinero por lo del florero que rompí. Nos vemos - se despidió, dando su mejor sonrisa infantil en espera de que esto bastase para que Kanon le dejase.

¿Y por qué tendría que dar su mejor sonrisa? No es como si porque hiciese una como cualquier otra Kanon lo notaría; después de todo, sólo eran compañeros de trabajo a fin de cuentas...

Pasó hábilmente al pelinegro y suspiró cuando vio que éste no le impedía más el camino, y también dolía...

- Yo sé que no soy tu mejor amigo y que quizá no soy el que mejor te cae, pero yo... sí te quiero.

Bou se quedo inmóvil, ¿había oído bien? No, seguramente era una alucinación y, con esto en mente, se fue a casa luego de tomar un taxi.

-:-x-:-

Kanon se encontraba en el porche de su casa bebiendo una cerveza, mientras que la lluvia caía sobre la ciudad.

Bueno, todo había resultado peor de lo que esperaba: Bou le había ignorado por completo, lo cual le llevaba a la directa aseveración de que no sentía nada por él, además, estaba el hecho de que ahora hasta le mentía. No se había tragado para nada aquella sonrisa falsa.

Quisiera o no, también le desconcertaba en sobremanera la actitud del chico. De repente era tan frío y todo atisbo de niñez en el carácter se encontraba muy lejos de aparecer. Ya sabía que Bou no siempre había sido así, Miku mismo se lo había confirmado, pero ¿por qué ahora desaparecía esa personalidad?

Lo único que las piezas tanto infantil como helada tenían en común, era la tristeza.

Por muchos momentos él se había dejado llevar por la risa cálida del chico y olvidaba que era una persona casi de su edad. Bou casi siempre llegaba a animarlo cuando estaba aburrido y poco a poco Kanon mismo se veía en medio de un área donde no importaba la edad que tuvieran o lo que pasase; sencillamente notaban la presencia del otro y eso bastaba - o al menos así lo había tomado él.

Quizá lo único que había hecho era bloquear la parte de Bou de la que no se sentía seguro y lo había idealizado. Pero, de haberlo hecho, le daría miedo y sucedía todo lo contrario: Extrañamente se sentía familiarizado con ella y por eso se había desconcertado tanto en un principio.

- Aunque nada de lo que piense o sienta vale la pena para él - dicho esto, bebió de golpe lo que quedaba de su cerveza.

Volvió al interior de su casa, se lavó la cara y prendió la TV hasta que se quedó dormido en su sofá, abrazando la chaqueta que Bou había dejado.

Bou caminó sigilosamente a través de la estancia hasta quedar hincado frente al rostro pacífico de Kanon. Sentía mucho frío por estar completamente mojado, pero siguió ahí, contemplando al pelinegro.

Observó también que Kanon estaba abrazando su chaqueta. ¿No había sido una alucinación aquello que creyó escuchar?

Su corazón comenzó a latir fuertemente.

Con infinito cuidado, acarició el rostro de su compañero y sonrió con dulzura.

Kanon había sentido un toque frío sobre su rostro y también la casi imperceptible respiración de alguien que estaba enfrente de él. Se hubiera reincorporado para poner en su lugar al intruso de no haber sido por la fragancia que llegó a su nariz: dulce.

Sintió que su cara ardía, Bou debía estar mirándolo fijamente. Trató de controlarse porque su respiración comenzaría a ser anormal y el rubio se daría cuenta de que había estado haciéndose el dormido, aunque no veía qué había de malo con ello...

- Cuando siento que ya estoy a la par contigo, avanzas diez pasos más adelante y vuelvo a sentir que eres inalcanzable - susurró el guitarrista.

Kanon lo sintió aproximarse todavía más.

Bou sentía que algo le picaba en los ojos.

¿Es que Bou no se daba cuenta de que era el Sol mismo?

Kanon comenzó a abrir los ojos al sentir que algunas gotas tibias caían sobre su cara. Bou lo miraba con los ojos bien abiertos y él levantó una mano para secar las lágrimas del guitarrista.

- ¿Por qué lloras?

- N-no, es que yo me mojé y es por eso que...

- No tienes porqué mentirme - musitó, penetrándole con la mirada.

Bou se ruborizó y desvió la mirada.

- Ahora ¿a dónde vas?

- Sólo olvida que vine, es todo...

- Bou...

- ¡No! - cortó el mayor sin levantarse aún. Kanon notó cómo sus manos se convertían en puños y también la manera en que las lágrimas seguían saliendo de los ojos del rubio que se giró para encararlo -. No soporto tenerte cerca, siempre me veo como un idiota ilusionándome con que en algún momento me veas como algo más que un compañero y que esas atenciones que tienes hacia mí sean otra cosa que solidaridad... todos los días me veo anhelando eso y ya sé que es imposible, pero yo... ¡yo no pude evitarlo!

- ¿Y quién te pidió que lo hicieras?

Kanon se sentó, abrazó a Bou y lo atrajo hacia sí, no le importaba sentir esos escalofríos recorriendo su cuerpo a causa del frío por la ropa mojada del otro. Solamente lo abrazó como no había podido hacerlo antes...

- No es mentira lo que te dije antes de que te fueras hace rato, yo de verdad te quiero.

Bou se removió entre los brazos del pelinegro, mas éste no le soltó.

- Bou es la persona que eres ahora, no un nombre artístico solamente. A Bou le gustan los colores a pesar de que no es enteramente feliz y ama los dulces porque le hacen sentir una calidez que siempre ha buscado. Bou es alguien sumamente talentoso que no puede ser sincero pese a todo, porque Bou es humano y también es capaz de sentir miedo. Pero ese Bou es la persona que yo amo porque sí...

El rubio se separó ligeramente del pelinegro y únicamente vio una mirada cargada de ternura que le provocó un aceleramiento exagerado en el palpitar de su corazón.

Kanon se acercó a la cara del chico hasta que sólo un par de centímetros los separaban. Quería grabarlo a fondo, observar el detalle en los ojos del niño y la boca ligeramente entreabierta, la cincelada de rosa en sus mejillas y el reflejo de sí mismo en su mirada. Reclamó los labios entre los suyos con gentileza y sus manos se aferraron mejor a la cintura del chico, mientras éste alzaba los brazos para rodear el cuello del pelinegro.

Acarició el labio inferior sutilmente y se abrió paso en la boca con sabor a dulce para explorarla sin reserva, mientras el otro le recibía. Kanon alzó la playera de Bou y deslizó sus manos sobre la piel de la espalda del rubio, mientras éste ahogaba un gemido dentro del beso.

Bou cortó el beso para sentarse en el regazo del pelinegro y recargó su frente contra la de éste.

- ¿Eso quiere decir que Bou me ha aceptado?

- Yo también esperaba decirte que te amo.

Kanon sonrió maliciosamente y movió sus caderas, ocasionando que Bou soltase un jadeo y sus mejillas se ruborizaran todavía más.

- Ahora sí podré enseñarte lo que los niños no deben saber...

- Bueno, tal vez aprenda rápido - respondió el rubio, empujándose hacia delante.

Kanon gimió y se aferró a la tela del sofá. Bou buscó sus labios e inició un movimiento cadencioso y lento, dejó que sus manos despojasen a Kanon de su camisa para luego iniciar un lento recorrido hacia la parte baja del abdomen del menor. Kanon rompió el beso y le quitó la playera a Bou, mientras acercaba sus labios al cuello del rubio y depositaba pequeños besos en él. Bou gimió sonoramente al sentir que la boca de Kanon mordía la piel sensible de su clavícula. Éste sonrió ante el sonido y llevó sus manos hasta el pantalón del chico, abrió la cremallera y bajó parsimoniosamente la ropa.

- Vamos a mi habitación - susurró el pelinegro a su oído.

Bou asintió, pero en cuanto intentó ponerse de pie, Kanon lo tomó por la cintura y pasó su mano libre por las rodillas del chico para poder elevarlo en brazos.

- Todavía estás lastimado - le dijo en respuesta.

A Kanon le sorprendió lo poco que pesaba el niño entre sus brazos, pero su atención inmediatamente se posó en su rostro ruborizado y su cuerpo casi desnudo reposando sobre la cama.

- A partir de esta noche, serás enteramente mío - murmuró, mientras se quitaba los pantalones y se posicionaba encima del pequeño.

Su mirada, boca y manos recorrieron cada centímetro de piel del rubio, y su oído fue congratulado por los gemidos y resuellos que Bou dejaba escapar. El rubio por su parte, había arqueado muchas veces la espalda y su boca había sido invadida varias veces por besos intensos que le alejaban de las punzadas que sentía a ratos en la parte baja donde su espalda terminaba. Había enterrado las uñas en la espalda de Kanon cuando éste se había hecho parte de él y sus ojos se mantuvieron semicerrados cuando el placer le nublaba la razón.

- Bou - gimió el pelinegro al sentir que las paredes que le envolvían terminaron por hacerle llegar al clímax.

El rubio tampoco lo soportó más y mordió el hombro de su amante, cerrando fuertemente los ojos mientras el más puro placer le embargaba.

Al poco rato, ambos chicos se habían recobrado. Bou estaba sobre el pecho de Kanon y éste le abrazaba protectoramente.

- Bou - le llamó.

- ¿Qué pasa?

- Yo... ahora quiero más.

Bou abrió los ojos, sorprendido y antes de que pudiera pronunciar palabra, Kanon ya estaba encima de él, invadiendo casi todo su cuerpo...

-:-x-:-

- ¡Teruki, suéltame! Ahora mismo iré a casa de Kanon y a la de Bou para despertarlos. ¡¿Cómo es posible que no hayan llegado todavía?!

Teruki mantenía a Miku sujeto entre sus brazos, mientras su nariz repasaba el cuello del más pequeño.

- Teruki, ahora no...

- Ayer no pusiste queja...

Miku sonrió traviesamente y en un descuido del mayor, se zafó de sus brazos.

- Ahora sí esos dos me van a oír.

- ¿Por qué tanto alboroto? - preguntó Kanon al entrar, seguido de Bou.

- ¡Ajá! ¡A ustedes dos quería ver!

Miku estuvo por lanzársele encima a Kanon para reclamarle la tardanza, pero los labios muy rojos de Bou y la sonrisa en el rostro de Kanon, bastaron para detenerle... al menos por una fracción de segundo.

- ¡PERVERTIDOR DE MENORES! - gritó.

Bou se ruborizó completamente y Kanon lo abrazó de forma posesiva.

- ¿Y? De todas formas siempre ha sido MI Bou.

Miku estuvo por soltarle un montón de improperios, pero Teruki lo besó antes de que lo hiciese.

- Me alegra que por fin se decidiesen - dijo el baterista con una sonrisa -. Pero ahora es momento de ensayar.

Bou se escurrió antes de que Miku lo agarrara y tomó su guitarra.

- Tú - señaló acusadoramente el vocalista a Bou -, tenemos que hablar después.

Bou suspiró y le dedicó una sonrisa a Kanon al ver que éste lo miraba.

El pelinegro tomó su bajo y así comenzaron a ensayar.

Ahora no tenía solamente que pensar en lo que Bou representaba... Ya podía decírselo.

- Eres mío - susurró seductoramente al oído del rubio luego de acercarse "sin querer" a él.

Bou sonrió y le dio un fugaz beso en los labios.

- Y tú también eres mío, Kanon-chan.

La lasciva en los ojos de Bou le desconcertaron en sobremanera, pero definitivamente le había gustado.

Había olvidado decir que Bou también era perverso...

-x- Owari -x-

Notas finales:  

Comenzó bien cómico, pasamos al romance kawaii, luego al angsty y una partecita lime para finalizar con lo cómico como al principio =3. Marita, espero te haya gustado x3 Ahora sí pude hacer un fic para ti con una pareja de mi agrado xD Y ojala les haya gustado a todos ustedes también n.n

 

Nos seguiremos viendo en mis demás fics, no desesperen, todo a su tiempo nOn

 

Besos.

Atria.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).