Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mentir por Lis Malfoy

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Siempre nos han dicho que mentir es malo... Pero en esta historia podremos comprobar que, a veces, las mentiras no son tan malas como nos han hecho creer. Quizá Harry no comparta vuestra opinión, o al revés!

Gracias a tod@s por leer y comentar! Pero esta vez, el vicio está dedicado especialmente a Alma, que me reprochó que mis últimos vicios fueran tan tristes y con muertes. Espero que este os guste, aunque... Un beso a tod@s!!!

 

- ¡Me mentiste! ¡Me mentiste y te burlaste de mí! – gritaba mientras golpeaba con fuerza el pecho del hombre que tenía delante.
- ¡Basta! Potter, ya basta – el tono de voz no podía ser menos sentimental.
- ¡Te odio! ¡TE ODIO! – seguía intentando atacar, pero era en vano. Él era mucho más fuerte.
- ¡Basta! ¡He dicho BASTA! – un manotazo cruzó la cara del moreno.
- ¡Me men… - pero no terminó la frase, las lágrimas se lo impedían; además, le costaba asimilar todo lo que había descubierto.
- Sí, te mentí, ¡te mentí y volvería a hacerlo! – Harry lo miró a los ojos, ¿cómo podían mentir ese par de diamantes? Pero lo habían hecho y por su culpa había sufrido lo inimaginable.
- ¿Lo harías? – no lograba entenderlo, no podía reconocerlo. Ése no era su Lucius.
- Por supuesto – respondió sin titubear.


[Flashback]

- Pero…. – entonces lo vio todo claro, todo había sido un engaño -. Tú… nunca… Yo… ¡por Merlín, fui un estúpido!
- Sí, Potter. Te dejaste convencer rápidamente – dijo una voz a sus espaldas -. Aunque es fácil rendirse a los encantos de Lucius – el Lord acarició la mejilla del rubio y tomó ferozmente sus labios, después se separó y volvió a mirarle -. Finalmente, ha llegado tu hora.
- Estoy preparado, Voldemort – recalcó el nombre con desprecio, como hacía el Lord con el suyo –, pero no te será tan fácil.
- Desafiante hasta el final, ya veremos si dentro de poco sigues tan arrogante – miró hacia donde estaba el rubio -. ¡Lucius, ven!
- Sí, mi Lord – el rubio se situó obediente al lado del Señor Oscuro.
- Mátalo – la voz de Voldemort no dejaba lugar a dudas. No se iba a manchar las manos con su sangre, prefería que fuera otro quien hiciera el trabajo sucio. Él sólo se llevaría la gloria. Como siempre.
- ¿Qué… - Lucius creía no haber entendido bien, pero el rostro impasible de Voldemort le indicaba que no estaba equivocado -. Pero… mi Lord…
- ¿Osas incumplir mis órdenes? – se mostró altivo ante su súbdito.
- Sí… no – recapacitó con rapidez -, no mi Lord, pero…
- No hay nada que añadir, nadie que haya discutido una orden mía ha sobrevivido a mi varita… - le advirtió con una dura mirada.
- Sí, mi Lord – hizo una reverencia y se dispuso a acatar la orden.

Harry, con el corazón destrozado, vio como Lucius Malfoy, con su túnica de mortífago y su máscara blanca, se acercaba hasta él con la varita preparada. Cerró por un momento los ojos y visualizó todos los recuerdos en su memoria. Encuentros secretos, besos, caricias, palabras… Todo mentira. Abrió los ojos. Estaba parado frente a él. Contempló el destello plateado que tanto había amado. Lucius no decía nada, tampoco hacía nada. Se quedó unos minutos contemplando a Harry, admirando por última vez su belleza, a pesar de las múltiples heridas que cruzaban su rostro. Sería la última vez que vería al muchacho.

- ¡Malfoy! – el rubio se volteó para encarar al Lord -. ¿Qué esperas para matarlo? – preguntó Voldemort con la rabia en su rostro y los ojos rojos centelleantes.

Lucius miró a Harry de nuevo. Se quitó la máscara y vio como el chico estaba a punto de llorar. Sabía que sería doloroso para él, pero tenía que hacerlo.

- Te quiero – susurró Lucius y Harry pudo ver como una lágrima solitaria descendía por la pálida mejilla que tantas veces había besado -. Te amo, Harry. Lo siento – repitió.

Harry cerró los ojos de nuevo aguardando las fatídicas palabras. Esperaba sentir un dolor fuerte que le rompería por dentro. Pero no sintió nada. Abrió los ojos de nuevo y entonces lo entendió.

Lucius dirigió la varita hacia su pecho, pronunciando la maldición. El rayo verde impactó de lleno en su cuerpo y cayó al suelo.

- ¡Noooooooooooo! – gritó Harry al ver cómo se había sacrificado por él.
- ¡Maldito traidor! – maldijo Voldemort desde el otro lado de la sala -. Seré yo quien termine lo que él empezó. ¡Ava...
- ¡Avada kedavra! – Harry había sido más rápido y sorprendió al Lord, que no esperaba la rápida reacción del muchacho. La fuerza del maleficio era tanta por el dolor que sentía en ese momento que traspasó el cuerpo de Voldemort provocando que ardiera completamente.

Harry, se desmayó debido a la emoción del momento y al desgaste de magia y energía que acababa de perder. Cuando despertó, sus amigos estaban junto a él. Nadie le habló de Lucius, pocos sabían de la relación entre ellos. Harry tampoco preguntó.


[Fin del flashback]


- ¿Por qué no me dijiste que estabas vivo? – Harry encaró a Lucius, aún no podía creer que estuviera frente a él.
- Era parte del plan – respondió tranquilamente.
- ¿Plan? – el moreno tuvo que sentarse y respirar hondo -. ¿Qué plan? – preguntó temeroso de que todo ese amor que había sentido sólo hubiera sido un juego como siempre había temido.
- No pensé que me enamoraría de ti, pero lo hice. Y tenía que dejar que siguieras con tu vida. Nunca sospeché que… que ella existiera.
- Yo tampoco planeé enamorarme, pero te creí, y me traicionaste – tragó saliva y continuó. Quería que supiera lo mal que lo había pasado sin él -. Me abandonaste. Me dejaste solo cuando más te necesitaba – le reprochó con dolor.
- Te abandoné para que tú pudieras tener una vida normal. Yo…. El salvador del mundo mágico no podía compartir su vida con un ex mortífago… Los periódicos, la gente…
- Me hubieran importado muy poco los comentarios de la gente y mucho menos los periódicos… Te fuiste todos estos años y ahora regresas como si nada. ¿Qué pretendes con esto? – el moreno estaba furioso. Él lo amaba, ¿qué más daba quién fuera?
- Sólo que me perdones – cerró los ojos y continuó -. Que me perdonéis.
- Ella no sabe nada. Nunca le he hablado de ti.
- ¿Por qué? – Lucius no esperaba esa respuesta. Confiaba que por lo menos le hubiera contado alguna cosa.
- Supongo que porque no deseaba creer que me abandonaste, que no me querías y que me traicionaste. Si no le hablaba de ti me ahorraba los malos ratos.
- Pero los tuviste igual…

Lucius conocía bien a Harry. Si no hubiera tenido esos malos ratos no se habría sentido tan dolido al verle de nuevo. El moreno se alejó un poco de él, pensando, sopesando lo que debía hacer. Analizando qué era lo correcto.

- Sí, los tuve – dijo finalmente -. Fue mi maldición que fuera idéntica a ti. En todo…
- ¿Podré verla? – el rubio estaba ansioso.
- No puedo negarte que veas a tu hija, Lucius, pero no quiero que le hagas daño. Si te coge cariño y vuelves a irte, ella… - Harry sólo podía pensar en su hija. Él podría soportar otra vez perderlo, pero la pequeña no. Y no quería que su hija sufriera.
- No me iré. He venido para quedarme con ella – hizo una pausa -. Contigo. Si tú quieres.
- Yo… - Harry estaba confundido, apenas se había enterado que estaba vivo y ahora le pedía volver a retomar la relación.
- Harry, te amo, no he dejado de amarte ni un solo segundo. Te quería entonces y te quiero ahora. Sé que quizá cometí un error al engañarte, pero debías vencer a Voldemort, y tú no tenías ningún motivo para luchar. Pensabas que te había mentido y engañado, no te hubieras defendido y quizá… quizá hubieras muerto. No lo podía permitir – se sinceró completamente. Ese había sido su plan.
- ¿Y tuviste que fingir tu muerte por más de cinco años? Podrías haber vuelto al cabo de poco… - no entendía por qué había dejado pasar tanto tiempo. Había pasado tantas noches y días llorando por él… y se las hubiera ahorrado.
- Tenía que volver cuando todo estuviera bien. Y ahora era el momento.
- ¿Ahora? ¿Por qué ahora? – preguntó extrañado.
- Porque ahora soy finalmente libre – se arremangó y le señaló su antebrazo, libre de la calavera y la serpiente.
- La marca… -

El moreno acarició la suave piel y recordó todos los momentos a su lado. Había sido feliz con él, y de esa unión había quedado embarazado. El día que había escogido para contárselo a Lucius, fue cuando Voldemort lo atrapó. Lamentablemente para él, fue lo último que hizo.

- El Ministerio me la quitó, al fin se demostró que no fui un mortífago fiel, sino un espía – le contó Lucius al ver que Harry volvía a alejarse.
- ¿Espía? ¿Otra de tus mentiras? – Harry estaba descubriendo toda la verdad y no daba crédito.
- No podía arriesgarme a que lo supieras, si Voldemort se hubiera enterado… Entiéndelo, Harry, era demasiado arriesgado para ti.
- Hubiera podido soportarlo…
- Quizá sí. No lo sé. Pero por eso volví, porque ahora ya no me pueden señalar más con el dedo, ni acusarme de crímenes que no cometí, ni de pertenencia a un grupo de asesinos… No quería que mi hija tuviera a un padre así a su lado.
- ¿Sólo tu hija?
- No, tampoco quería que tuvieras que avergonzarte de mí.
- No me avergonzaba, nunca lo habría hecho…
- Pero tus amigos, o conocidos… ellos se habrían opuesto, lo sabes bien – Harry pareció entender y asintió -. Ahora soy libre, libre de hacer lo que quiera y de estar con quien amo. He recuperado mi fortuna, gracias a mi hijo. Draco ha sido el artífice de todo eso. No quería verte sufrir más.
- ¿Draco?
- En realidad adora a su hermana, y se te preocupa mucho por ti. Él me ha ayudado a demostrar mi inocencia – permaneció callado unos segundos y continuó con un tono de voz mucho más solemne -. Y ahora que soy una persona normal y corriente, ¿el gran Harry Potter me concederá el honor de ser mi esposo?
- ¿Es… esposo?
- Nada en el mundo me haría más feliz – le susurró Lucius en el oído haciendo estremecer al moreno.
- Yo… - estaba nervioso -, antes necesitamos su consentimiento.
- Por supuesto, si ella no quiere…
- Querrá – le dijo Harry -. Sé que está deseando saber quién es su otro padre. Ella también adora a Draco y sabe que se parecen mucho. Es una niña muy inteligente.
- No lo dudo.
- Voy a buscarla. Un momento – vio como Harry se alejaba. Al fin la conocería, pero no sabía cómo reaccionaría la niña. ¿Y si reaccionaba mal y no quería ni verle? Un nudo se le formó en el estómago que le subió hasta la garganta. Suplicó a Merlín y a todos los magos del universo que esto no sucediera. Deseaba una nueva vida junto a Harry y su hija.


Harry regresó al cabo de unos minutos. A Lucius casi le sale el corazón por la boca cuando les vio. Eran su familia. Se puso aún más nervioso, no podía hacer las cosas mal, se estaba jugando su felicidad. Nunca había sido muy bueno con los niños, pero ahora tenía una buena oportunidad de empezar de cero. Harry les dejó solos.

- ¡Hola! Me llamo Arianne, ¿y tú quien eres? – una preciosa niña rubia se acercó decidida hasta él.
- Hola, pequeña, yo soy Lucius – no sabía qué decir, apenas le salían las palabras, la determinación de su hija le había sorprendido.
- No soy pequeña, ya tengo cuatro años – dijo enseñándole su mano con los cuatro dedos levantados y sonriendo. Tenía la misma sonrisa que Harry -. Papi dice que ya soy mayor.
- Pues claro, ya estás hecha toda una mujercita – la niña sonrió y se acercó a él.
- Tienes el pelo igual que yo… - le dijo cogiendo un mechón con sus manitas -. Y muy suave…
- Como el tuyo… y el de Draco también.
- Sí, me gusta Draco… - la niña levantó una ceja y Lucius sonrió para sí. Harry tenía razón. Era igual que él -. Tú… ¿tú eres mi papá? Draco dijo que su papá era idéntico a él y tú eres como él.
- Sí, preciosa… yo soy tu papá. Y el papá de Draco.
- Oh… me gusta – sonrió de nuevo y le abrazó.
- ¿Te gusta que sea tu papá? – la niña asintió -. ¿Y, te gustaría que me quedara contigo y con papi para siempre?
- Sí, síiiii, porfi… quédate con nosotros. Papi está triste, por las noches llora muchas veces… sé que es porque no estabas tú, me lo dijo Draco.
- Vaya, tu hermano es listo.
- Sí, mucho, me ha enseñado muchas cosas. Dice que soy una muy buena… serpiente – dijo finalmente después de pensar la palabra -, pero no sé por qué lo dice… - Lucius sonrió y la cogió en brazos. Se sentía el hombre más feliz del mundo.
- Preciosa… ¿te parece bien que papi y yo nos casemos? – le preguntó tímidamente.
- ¿Casar? – la niña frunció el ceño un par de segundos, como si no hubiera entendido nada, y luego sonrió ampliamente -. Sí, síiiii… ¿Y podré llevar los anillos como en las películas muggles?
- ¿Películas muggles? – Lucius tenía aún mucho que aprender.
- Sí, en las películas que ponen en la televisión muggle hay niños que llevan los anillos cuando sus papis se casan.
- Bien, pues entonces me encantará que lo hagas.
- Papá… - se acomodó en su pecho.
- Dime, princesa…
- Te quiero – le dio un beso en la mejilla y a Lucius le saltó una lágrima.
- Yo también te quiero mucho, cariño, mucho.

Harry había escuchado toda la conversación. Realmente Lucius había sido sincero con él, quería regresar a su lado, con su familia. Harry no iba a negárselo, y mucho menos después de que su hija fuera tan feliz. La pequeña no había sonreído tanto en su vida. Y él no iba a negarle a su hija el tener a sus padres con ella. Y tampoco iba a negarse, para qué no decirlo, el tener a Lucius con él.

- Papi, papi, ven con nosotros – la niña se había dado cuenta de la presencia de Harry.
- Lo siento, no quería molestar – se excusó acercándose hasta ellos y sentándose en medio, como su hija le había indicado.
- Sabes, papá dice que se va a quedar con nosotros. Y que se va a ca… ca… cazar contigo… - se rieron los dos.
- Casar, si acaso… - le corrigió Harry.
- Eso he dicho – protestó la niña sin entender porque su papi había dicho lo mismo que ella.
- Bueno, entonces… ¿aceptas? – dijo mirando fijamente a Harry -. Ella me dio su consentimiento.
- Si ella quiere… Acepto – respondió el moreno con una gran sonrisa en sus labios.

Lucius, en un arrebato de felicidad, agarró a Harry de la cintura y le besó con pasión. Un angelito de cabellos rubios sonreía y aplaudía sentada junto a su hermano mayor, que también había seguido el desenlace escondido. Al fin, la familia estaba completa.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).