HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
Es tarde. Estoy echado en la cama de costado, mirándote dormir tranquilamente mientras una de mis manos acaricia tu crecido vientre.
Me parece mentira que tú y yo hayamos podido conseguir tanta felicidad después de tantos problemas.
Es cierto que no somos la primera pareja de éste tipo en el mundo mágico, pero ciertamente somos la primera en la familia Weasley.
Recuerdo todas las recriminaciones que recibimos cuando papá y mamá nos descubrieron juntos esa noche hace casi nueve meses. Mamá lloraba, como pocas veces la hemos visto hacer, y papá estaba fuera de sí, no parecía el hombre comprensivo y cariñoso de siempre.
Gritaron y nos castigaron con severidad por muchísimo tiempo, incluso pensaron en separarnos, pero yo me opuse por vez primera a ellos, ante tan espantosa idea. No quería que me impidieran ver tus hermosos ojos y besar tus deliciosos labios todas las mañanas de mi vida.
Hubo mucha sangre, sudor y lágrimas, antes de que finalmente nos aceptaran, lo cual en ese entonces me había parecido imposible. Aunque tuvimos que dejar la Madriguera y formar solos un hogar, valió la pena.
Valió la pena que desquitaran conmigo la rabia que sentían de saber que yo, George Weasley, estaba enamorado y había embarazado a mi propio hermano gemelo.
Valió la pena cada segundo.
Ahora, nueve meses más tarde, puedo respirar tranquilo, con la conciencia en paz, pues ellos, a pesar de todo, nunca dejaron de querernos.
Mamá y Ginny son las que más nos frecuentan, pues, siendo las mujeres de la familia, es lógico que quieran ayudarnos a preparar la bienvenida de nuestros dos perfectamente sanos y hermosos bebés al mundo.
Justo ahora te moviste, tu cabeza está aún más cerca de la mía, y puedo admirarte con una sonrisa en los labios. Mi vida será siempre perfecta siempre que tú estés a mi lado.
Papá y Charlie dijeron el otro día que el embarazo te sienta de maravilla, y yo estoy de acuerdo con ellos, ahora estás aún más hermoso.
Cada vez que pienso en todo lo que hemos vivido juntos mi corazón da un vuelco en mi pecho y mi sonrisa se amplía cuando pienso en todo lo que aún nos queda por vivir.
Sólo espero poder seguir disfrutando de ti durante mucho mucho tiempo más, para criar a nuestros hijos, atender nuestra tienda de bromas, molestar a Ron y a Percy, pero sobre todo, para amarnos, respetarnos y cuidarnos el uno al otro por el resto de nuestras vidas.
Ya el sueño comenzó a pasarme factura, y mis ojos no resisten estar abiertos mucho más tiempo, así que me acerco a tus labios y los uno con los míos, mi mano aún acariciando tu vientre y siento la felicidad rebosar en mi pecho.
Te amo y lo haré hasta que la muerte nos separe.
FIN
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