Comenzaba un nuevo curso y ya desde la carretera podía divisar el enorme castillo que sería su nuevo instituto. Era un sitio bastante alejado de la ciudad aunque mas que un instituto era un internado exclusivamente para chicos.
Al llegar al camino y mirar hacia lo alto de la colina suspiró al pensar en todo el trecho que tendría que recorrer para llegar y sin perder más tiempo comenzó a andar por el estrecho sendero rodeado de árboles por todas partes.
Al llegar, su mirada se fijó en el gran castillo que ofrecía un aspecto antiguo pero realmente hermoso; se fijó en la enorme torre dispuesta de reloj y campanas que sonaban correspondiendo a los horarios del lugar; se fijó en los alrededores del castillo, llenos de una frondosa vegetación llena de vida y frescor; se fijó en todos los chicos de su edad que iban impecablemente vestidos con el uniforme que correspondía al centro. Y ante esta grandiosa y espectacular visión lo único que su boca pudo gesticular fue:
- ¡La leche! Que cantidad de maricones tendrán que salir de aquí.
Tras este comentario tan... “oportuno” se adentró con su característico andar, que denotaba aires de superioridad, al jardín que rodeaba su nuevo instituto sabiendo que tenía todas las miradas fijas en él.
Era atractivo y lo sabía. No era un chico demasiado alto pero tampoco era bajito, estaba delgado y bastante pálido. Llevaba las vestiduras que correspondían pero con las típicas transformaciones que sufre todo uniforme de macarra: ir sin corbata, con la camisa medio desabrochada y llevaba accesorios bastante llamativos y quizá algunos incluso obscenos. Su pelo, negro azabache y con radiantes brillos azulados, lo llevaba recogido con un coleta baja y peinado con la raya al lado dejando bastantes mechones en punta hacia abajo le otorgaban un aspecto rebelde; y como guinda del pastel unos ojos verdes rasgados, de mirada penetrante y rodeados por unas oscuras y largas pestañas.
Escoltado por todas esas miradas se adentró sin el miedo característico de los nuevos en el edificio y dirigiéndose a la portería, sin saludo previo preguntó:
- ¿Dónde esta mi habitación?
El hombre que allí se encontraba, bastante sorprendido por la interrupción le contestó tras un rato de desconcierto:
- Buenos días, ¿podría indicarme su nombre y curso jovencito?
- Me llamo Dark ........., de 1º soy nuevo aquí y no tengo ni idea de donde están los dormitorios ¿podría decirme donde se encuentran mayorcito?
El hombre ignoró la ironía y pensando en lo maleducado que era este nuevo alumno señaló a otro chico algo más mayor que el moreno, probablemente de último curso, que se encontraba a escasos metros de allí revisando unos papeles.
- Ese es Josh, el encargado de las habitaciones de ESO el te lo podría indicar y márchate ya que estoy ocupado.
- “Vaya, no he hecho más llegar y ya estoy haciendo buenas migas, jeje genial” ¡hey tú Joshirín!
El chico que respondía al nombre de Josh se giró despacio y miro al dueño de la voz con expresión sorprendida, era bastante atractivo y así lo pensó Dark.
- ¿Me llamabas?
- Si, soy nuevo y no tengo ni puta idea de donde están las habitaciones, ese capullo me a dicho que tu me lo dirías.
- Si, yo soy el encargado de las habitaciones. usted es Dark ¿verdad? Compartirá habitación con otro nuevo, pero parece que este aun no a llegado así que le indicaré donde esta su habitación y mañana encargaré que alguien le enseñe las instalaciones del centro. Ahora sígame.
Empezó a andar seguido de Dark quien solo miraba al frente pero dándose cuenta de todos los ojos que tenían alrededor que estaban fijos en ellos dos. Sonrió con autosuficiencia y empezó a maquinar su pequeño plan.
Al llegar a la habitación, que estaba casi al fondo de un gran pasillo, ahora desierto, Josh abrió la puerta y le cedió el paso. Era un cuarto muy sencillo pero la cama era bastante grande con doseles y tenían ordenador y televisión con pantalla de plasma. Las paredes estaban en blaco para que fuesen decoradas por los alumnos aunque era algo que él no pensaba hacer ya que le parecía una perdida de tiempo y esperaba que su compañero de habitación pensase igual.
- “estos tíos son unos pijos, como se nota que es uno de los mejores internados. ¿En serio esperan que los alumnos se concentren en estudiar con ese pedazo de tele plantada en medio de la pared?”
- bueno si no tiene ninguna duda será mejor que me marche ya, tengo demasiadas cosas que hacer y me imagino que tendrá que preparar muchas cosas para su primer día de clase aquí.
- No tan deprisa.
Con un rápido movimiento Dark entró a la habitación arrastrando al encargado y cerrando la puerta tras ellos acorraló a Josh entre su cuerpo y la pared. Este era bastante más alto que el otro pero Dark poniéndose de puntillas llegó sin dificultad hasta los labios de Josh y así estuvieron un rato besándose apasionadamente. Después de devorarse mutuamente el más pequeño se separo un poco y se quedó mirando a su acompañante con una mirada llena de picardía a la que el más alto solo respondió, sin cambiar la seria expresión que había tenido todo el rato:
- Supongo que la habitación será de su agrado si tiene algún problema no dude en consultarme. Ahora debo marcharme pero antes siento decepcionarle pero no estoy interesado en mantener ningún tipo de relación afectiva con usted. Si me disculpa.
Y con esto último salió tan fresco de la habitación dejando a un extrañado Dark solo en la oscuridad.
- joe con el tío raro este si casi parecía un robot más que una persona. Bueno yo a lo mío.
Arrastro su maleta, que la había dejado fuera, hasta la cama y la subió encima de forma que pudiera abrirla sin problemas. Empezó a desempaquetar sus cosas, que no eran muchas, y que la mayor parte se basaban en accesorios y CDs de música.
- bueno mañana ya es vienes así que supongo que me iré a comprar ropa nueva a la tarde con mi hermano Evil.
Tras ordenar todo en el armario antes vacío ahora… casi igual se sentó sobre el pequeño sofa alargado de terciopelo beige que estaba enfrente de la televisión y la encendió para mirar los canales que había. Canal 1: noticias, si no trataban de él no le interesaban; canal 2: documental sobre leones, si no trataba de él no le interesaba; canal 3: programa del corazón, no le estaban nombrando a él así que no le interesaba; canal 3… paso así todos los canales apagando al final la tele y arrojando el mando a la cama más próxima enfurecido.
Era cantante, modelo y actor… de vez en cuando. Vale que no hubiera hecho demasiados trabajos últimamente pero era demasiado narcisista como para ver un programa en el que solo nombrasen a otras personas sin tenerle a él en cuenta. ¿ a quien iba a interesarle un programa en el que no saliera él? Bueno… a los que les gustase ver a gente como ellos, mediocre. Por que él, él era absolutamente perfecto: su pelo era suave y brillante como pocos y de un color natural que le daba un aspecto más seductor; tenía unos ojos que podías perderte en ellos para no poder salir jamás, aunque ese no fuera su verdadero color; su palidez era arrebatadora, pero no hasta el punto de parecer enfermiza; su figura era delgada y esbelta, no demasiado musculosa pero tampoco demasiado esmirriado; era de estatura perfecta, a las chicas les quedaba alto y a la mayor parte de los chicos bajo. Y eso sin contar con su personalidad pícara y algo arrogante que conseguía seducir a cualquiera, ya fuera hombre o mujer; y que añadir de que era un amante excelente. Y además, aunque esto no lo supiera nadie de la tierra más que su hermano, era un demonio muy importante en el infierno.
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